sábado, 28 de febrero de 2009

El momento de tomar decisiones


Era previsible: al final la vida deportiva de los futbolista no puede ser eterna, por mucho que nos empeñemos en querer negarlo. Pavel Nedved se retira. El otro día, tras perder con el Chelsea, decidió hacer el anuncio públicamente. La noticia, como era lógico, ha caído como un jarro de agua fría a todos los juventinos. Porque una cosa es hacerse a la ídea de que perderás a Nedved y otra muy distinta es saber que lo vas a perder y cuando lo vas a perder. Llegados a este punto, y en la trascendencia que rodea este tramo de la temporada, la directiva tendrá que acelerar las negociaciones y empezar a encaminar las decisiones que se tomarán para sustituir a uno de los pesos pesados del equipo de Ranieri.

Ahora mismo hay varias vías abiertas. Es lógico, pero convendría que hubiese unas prioridades, un objetivo claro y real para no quedarse al final sin margen de elección y fichar por obligación. La Juve tiene la obligación de sustituir un jugador de primer nivel mundial con otro del mismo valor y para no fracasar debe ir con un objetivo claro en mente encima de la lista de preferencias. Porque, por ejemplo, hablar ahora de Ribéry es arriesgado, porque arrebatarle el francés al Bayern es una misión (casi) imposible, que comporta grandísimos esfuerzos económicos y una negociación realmente dura con la consecuente competencia que habría con el resto de Europa. La situación en la que se encuentran Diego y Silva, sin embargo, son favorables y se prestan al fichaje. El brasileño es el hombre ideal para dar el salto de calidad a la Juve y si su fichaje comporta un cambio de sistema (aparte de su posible adaptación a la banda izquierda en fase defensiva), habría que tener un poco de paciencia y la seguridad de que la Juve actual se podría adaptar a la perfección a un sistema con tres centrocampistas y un mediapunta. Una de las reglas básicas del fútbol, y cuyo incumplimiento a lastrado durante años el rendimiento de la selección nacional argentina, es que un entrenador puede variar el sistema en función de los jugadores disponibles y no condicionar los jugadores al sistema. Es decir, es el sistema lo que tiene que adaptarse a los jugadores y no los jugadores al sistema. El pasado jueves, Diego nos dejó la última muestra de su clase en San Siro (¿cuantas más necesita?), el Bremen sabe que tendrá que venderlo a final de temporada y la Juve corre el riesgo de que si no se decide pronto, aumentará la competencia, las dificultados y la cotización del jugador.

En el Valencia, por su parte, las cosas empeoran cada día. La directiva ha admitido ya la paralización de las obras del nuevo estadio, que se ha convertido en un gol en propia puerta y el director deportivo ché ya ha reconocido que "la solución más fácil es la venta de las estrellas". Dicen que Villa irá al Madrid y que a Silva le sigue también el Barça. Sea cual sea la decisión la Juve tendrá que estar avispada y jugar con la ventaja que la obligación nos da en el tiempo. Y también segura de que estos jugadores valen su dinero. No se puede pretender construir un equipo a base de fichar jugadores libres. Dan su aporte, importante. Pero los cracks de verdad valen dinero. La primera prueba es Amauri: costó 22 millones, pero en media temporada ya ha amortizado su fichaje a base de goles, asistencias, trabajo, etc, etc. El ejemplo contrario también lo tenemos en plantilla: Poulsen. Con todo el respeto al jugador que ha venido a la Juve con toda la buena voluntad del mundo, los hechos han demostrado que con Sissoko, Marchisio, Tiago y Zanetti era un fichaje que no hacía falta. Su contribución ha sido más bien escasa (por no decir otra cosa) y el fichaje de Xabi Alonso (lo de la lentitud fue una mala justificación) hubiese sido más caro, pero mucho más rentable, como está demostrado el donostiarra en Liverpool esta temporada. O incluso Stankovic, si los puristas o los ultras no hubiesen puesto el grito en el cielo por un jugador que está demostrando tener toda la calidad que le falta a la Juventus. Como dijimos en verano, la Juventus necesita varios Amauri detrás, en medio y arriba. Porque la vieja guardia todavía rinde, pero como ha mostrado Nedved, no son eternos. Camoranesi tiene ya 32 años y está masacrado por las lesiones; Del Piero suma 34 y Trezeguet y Buffon superan los 30. Es el momento de tomar las decisiones adecuadas porque llega el momento, triste, pero inevitable, de sustituir (bien) a quien en los últimos diez años ha escrito la historia de la Juventus a base de triunfos que ni siquiera los insultos y las degradaciones a las que nos hemos visto sometidos podrán quitarles el enorme valor que tienen.

2 comentarios:

Diego dev'essere il nuovo Juventino, sarebbe la miglior decisione dei direttivi rispetto al uscita di Power Nedved. Prima Amauri, ora Diego; Juve alla Brasile. Forza!

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