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sábado, 28 de febrero de 2009

El momento de tomar decisiones


Era previsible: al final la vida deportiva de los futbolista no puede ser eterna, por mucho que nos empeñemos en querer negarlo. Pavel Nedved se retira. El otro día, tras perder con el Chelsea, decidió hacer el anuncio públicamente. La noticia, como era lógico, ha caído como un jarro de agua fría a todos los juventinos. Porque una cosa es hacerse a la ídea de que perderás a Nedved y otra muy distinta es saber que lo vas a perder y cuando lo vas a perder. Llegados a este punto, y en la trascendencia que rodea este tramo de la temporada, la directiva tendrá que acelerar las negociaciones y empezar a encaminar las decisiones que se tomarán para sustituir a uno de los pesos pesados del equipo de Ranieri.

Ahora mismo hay varias vías abiertas. Es lógico, pero convendría que hubiese unas prioridades, un objetivo claro y real para no quedarse al final sin margen de elección y fichar por obligación. La Juve tiene la obligación de sustituir un jugador de primer nivel mundial con otro del mismo valor y para no fracasar debe ir con un objetivo claro en mente encima de la lista de preferencias. Porque, por ejemplo, hablar ahora de Ribéry es arriesgado, porque arrebatarle el francés al Bayern es una misión (casi) imposible, que comporta grandísimos esfuerzos económicos y una negociación realmente dura con la consecuente competencia que habría con el resto de Europa. La situación en la que se encuentran Diego y Silva, sin embargo, son favorables y se prestan al fichaje. El brasileño es el hombre ideal para dar el salto de calidad a la Juve y si su fichaje comporta un cambio de sistema (aparte de su posible adaptación a la banda izquierda en fase defensiva), habría que tener un poco de paciencia y la seguridad de que la Juve actual se podría adaptar a la perfección a un sistema con tres centrocampistas y un mediapunta. Una de las reglas básicas del fútbol, y cuyo incumplimiento a lastrado durante años el rendimiento de la selección nacional argentina, es que un entrenador puede variar el sistema en función de los jugadores disponibles y no condicionar los jugadores al sistema. Es decir, es el sistema lo que tiene que adaptarse a los jugadores y no los jugadores al sistema. El pasado jueves, Diego nos dejó la última muestra de su clase en San Siro (¿cuantas más necesita?), el Bremen sabe que tendrá que venderlo a final de temporada y la Juve corre el riesgo de que si no se decide pronto, aumentará la competencia, las dificultados y la cotización del jugador.

En el Valencia, por su parte, las cosas empeoran cada día. La directiva ha admitido ya la paralización de las obras del nuevo estadio, que se ha convertido en un gol en propia puerta y el director deportivo ché ya ha reconocido que "la solución más fácil es la venta de las estrellas". Dicen que Villa irá al Madrid y que a Silva le sigue también el Barça. Sea cual sea la decisión la Juve tendrá que estar avispada y jugar con la ventaja que la obligación nos da en el tiempo. Y también segura de que estos jugadores valen su dinero. No se puede pretender construir un equipo a base de fichar jugadores libres. Dan su aporte, importante. Pero los cracks de verdad valen dinero. La primera prueba es Amauri: costó 22 millones, pero en media temporada ya ha amortizado su fichaje a base de goles, asistencias, trabajo, etc, etc. El ejemplo contrario también lo tenemos en plantilla: Poulsen. Con todo el respeto al jugador que ha venido a la Juve con toda la buena voluntad del mundo, los hechos han demostrado que con Sissoko, Marchisio, Tiago y Zanetti era un fichaje que no hacía falta. Su contribución ha sido más bien escasa (por no decir otra cosa) y el fichaje de Xabi Alonso (lo de la lentitud fue una mala justificación) hubiese sido más caro, pero mucho más rentable, como está demostrado el donostiarra en Liverpool esta temporada. O incluso Stankovic, si los puristas o los ultras no hubiesen puesto el grito en el cielo por un jugador que está demostrando tener toda la calidad que le falta a la Juventus. Como dijimos en verano, la Juventus necesita varios Amauri detrás, en medio y arriba. Porque la vieja guardia todavía rinde, pero como ha mostrado Nedved, no son eternos. Camoranesi tiene ya 32 años y está masacrado por las lesiones; Del Piero suma 34 y Trezeguet y Buffon superan los 30. Es el momento de tomar las decisiones adecuadas porque llega el momento, triste, pero inevitable, de sustituir (bien) a quien en los últimos diez años ha escrito la historia de la Juventus a base de triunfos que ni siquiera los insultos y las degradaciones a las que nos hemos visto sometidos podrán quitarles el enorme valor que tienen.

jueves, 26 de febrero de 2009

"Mi tremano le gambe"


La Juve volvió viva de Londres. El 1-0 se puede recuperar en Turín, porque como vimos ayer el Chelsea no tiene la grandeza ni la brillantez ni la fiabilidad de años anteriores y si excluimos el primer cuarto de hora, no hizo nada ayer para conseguir una victoria merecida. El problema está ahí, en la exclusión del primer cuarto de partido. El miedo que no existió en el Bernabéu apareció en el campo menos inglés de Inglaterra: la Juve salió nerviosa, indecisa, inconexa, blanda. Cierto, después lo arregló, pero un problema de concentración estúpido puede marcar otra temporada sin títulos: en ciertos niveles, y este es uno de ellos, no caben los fallos y el de ayer fue grave pasase lo que pasase después. "Mi tremano le gambe" (me tiemblan las piernas): así contestó el lunes, de manera irónica, antes de coger el avión con destino Londres, Legrottaglie cuando le preguntaron sobre el nivel de los dos delanteros que tendría que intentar parar ayer. Al final fue cierto, a él y al resto del equipo y es la frase que puede resumir el partido. Se podía esperar de él o de Molinaro, pero incomprensiblemente al mareo también sucumbieron Nedved, Camoranesi o Tiago (el suyo duró todo el partido). Al final del partido, resta una sensación más de rabia que de miedo, en tanto en cuanto el resultado era muy evitable y ahora la Juve está condenada a jugar un partido perfecto en dos semanas. La vuelta de la Champions tendrá doble dificultad: marcar y no recibir un gol. Además del suspenso interior de las emociones, con la batalla entre la esperanza, la resignación y el pesimismo que mentalmente nos tendrá jugando un partido de dos semanas de duración con el peligro añadido de descuidar los dos que tendrán que jugarse sobre el campo con la misión obligada de olvidar.

De todos modos, si nos queda la rabia es por el sentimiento de que más se podía haber hecho y de que los errores de ayer se pueden enmendar entre los muros amigos en el partido de vuelta. El Chelsea es un rival abordable por la Juve y eso es lo que más duele. Como han dicho en Inglaterra, con los dos millones y medios que va a cobrar Hiddink por este trabajo temporal en el Chelsea, no ha comprado una barita mágica: ha tirado de la manta para arreglar la situación de Drogba, pero ha dejado a Anelka con los pies al descubierto y corriendo por las bandas, apartado del resto del equipo. En definitiva, no dista mucho del equipo de Scolari: sigue dependiendo de Lampard y ahora, en lugar de Anelka, de Drogba, un delantero con calidad suficiente para matar al rival, pero en este Chelsea, sólo puede herir. Lo hizo con el primer balón en condiciones que le llegó: minuto doce de partido, mal despeje de la defensa, rechace que le cae a Kalou, quien, ante la falta de presión, puede meter un precioso pase a Drogba, demasiado solo como resultado de una defensa endeble que habilitó su posición para que cogiese la pelota con un primer control sublime y le marcase con otro 'penalti en movimiento' (y ya van...) a Buffon.

El Chelsea había sacado el mejor provecho a la inadaptación de la Juve a la circunstancias. Chiellini y, especialmente, Legrottaglie, se empequeñecieron y Molinaro estuvo fuera del partido en todo momento: Kalou, Bosingwa y Drogba pronto lo notaron y le enfilaron continuamente, convirtiendo su sueño de los octavos de la Champions en una auténtica pesadilla. Tampoco se puede decir que Nedved ayudase demasiado a superar la situación; Camoranesi parecía convaleciente (¿está recuperado o juega forzado?) antes de que le sustituyese Marchionni por la enésima lesión en lo que va de temporada; y Tiago... Como siempre fue Del Piero el que gritó, como lo hizo después en sala de prensa, un "¡Juve, despierta!" para cambiar las cosas. No consiguió poco: además de la única jugada aprovechable de Tiago en todo el partido (¿por qué no juega Marchisio, que demostró mucha más personalidad?) y una jugada preciosa que sólo la habilidad de Cech evitó que pasase a ocupar un lugar privilegiado en la mente colectiva juventina, le mandó un mensaje de alerta al Chelsea: no podría hacer lo que quisiese, enfrente, aunque había acudido tarde a la cita, estaba la Juve. A esa ocasión le siguió un saque de esquina que a punto estuvo de rematar Chiellini en el segundo palo. Pero era un premio excesivo por lo mostrado anteriormente.

La Juve puso al Chelsea contra las cuerdas por momentos, y pudo marcar mediante Del Piero, Nedved, Amauri (bravo en la lucha contra la barricada londinense, aunque tuvo su primera ocasión clara a los 70'), Marchionni (gran zurdazo desde fuera del área que se perdió al lado de la escuadra de Cech) o Trezeguet. Precisamente Marchionni, con su salida en el lugar de Camoranesi, le dio otro aire al equipo: impulso, ganas y velocidad. También Trezeguet demostró que su lugar está sobre el césped. Quizá por el excesivo calentamiento, quizá por sus ganas locas de volver a ayudar a la Juventus, tuvo su primera ocasión al minuto de estar en el campo aprovechando un pase de genio de Del Piero, que no dejó de creer en la remontada, y que demostraba, por si cabía alguna duda, la brillantez de la dupla atacante que forman desde hace años. Al final, más allá de la buena respuesta de la Juve, que creó nada, ninguna ocasión clara, pero muchas sensaciones positivas y de un gol ficticio de Nedved que nos hizo saltar a todos en el 93', queda un resultado pésimo, pero la esperanza optimista de que la Juve puede remontarlo en Turín si sale más aguerrida y concentrada desde el inicio que ayer. La Champios es el objetivo más real de la Juve y no pueden temblarle las piernas. Hay ciertas ocasiones que no se pueden dejar escapar por salir con una mental o una motivación inadecuada. Duele más perder por inferioridad propia que por mérito ajeno. Y eso es lo que pasó ayer. Y lo que no debe volver a pasar.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Motivos para creer


¿Dónde nos habíamos quedado? ¡Ah! sí, en el Santiago Bernabéu: Real Madrid - Juventus 0-2, Del Piero 17', Del Piero 67'. Han pasado más de tres meses desde aquel cinco de noviembre, pero los aplausos del Bernabéu aún resuenan en el corazón de Del Piero y de millones de aficionados juventinos. Y nos quedamos ahí, porque después de conseguir el pase a octavos en Madrid, la Juve no volvió a marcar un gol en Champions (dos empates a cero en San Petersburgo y contra el BATE en Turín). Esta noche, la Juve da rienda suelta a los sueños y empieza el camino hacia la final de Roma en un pequeño gran templo del fútbol moderno y lo hará de la mano del capitán, protagonista y principal hacedor de la clasificación para los octavos. Y será determinante para seguir avanzando. Sér determinante el capitán hoy, como lo lleva siendo en Champions desde la previa, con aquel gol al Artmedia. Como lo fue al firmar de falta la primera victoria de la Juve contra el Zenit y sacará la magia que tanto gustó a los aficionados del Real Madrid.

Ante el Chelsea renovado y remoralizado que, aunque no físicamente, se podría decir que ha empezado la temporada la semana pasada. Hiddink ha empezado desde el principio y la batalla será dura. Será uno de esos partidos que pasan después a la memoria colectiva y la Juve debe estar preparada. Desde el principio hasta el final. Y lo está. Lo está Alex Del Piero, que quiere y puede volver a marcar en Europa y quiere y puede seguir haciendo avanzar al equipo. Además, como objetivo personal, tendrá ganas de la enésima reivindicación: se ha hablado mucho, quizá demasiado, de la competencia de la Juve, de la lucha por los puestos en la delantera actual con la vuelta de Trezeguet y del futuro, con la posible llegada de Cassano. Será el de hoy, con otros que llegarán en el futuro, el enésimo reto para Del Piero. Más o menos, podemos decir que los ha ganado todos por ahora. Si no, no estaría esta noche donde estará.

También está listo Amauri. Volver a mostrarse ante el mundo, reivindicando su trabajo incansable, su historia de superación y su calidad ante el mundo que siempre le ha infravalorado. Frente a frente en una lucha indirecta con Drogba y con la tranquilidad que llega desde la burocracia italiana: después de diez años en Italia, la nacionalidad para su mujer está a punto de llegar y cuando lo haga, automáticamente, tendrá el mismo efecto para él. El de hoy será su primer partido en Inglaterra, donde sólo la falta de ese ansiado pasaporte comunitario le ha permitido jugar. Podría estrenar el color azzurro ante los blues y seguro será una tranquilidad para él. Semanas atrás, se habló e exceso de la convocatoria de Brasil, el impedimento de la Juventus y ello coincidió, no por casualidad, con dos derrotas seguidas de la Juve. Eso ya está olvidado, Amauri está al 100%, vuelve a jugar bien y hoy tendrá más ganas que nunca.

Como Sissoko, que se ha convertido en el punto de referencia en el centro del campo. También él tendrá sus reivindicaciones que hacer en la tierra donde no confiaron en él. Tiago nos ha descubierto el placer de la calidad en el equipo, la importancia de la conexión fluida y el partido para él será importante en tanto en cuanto se enfrenta contra su ex equipo en la que debe ser su confirmación definitiva entre los más grandes de Europa. Con la vuelta de Buffon, la rabia acumulada por las lesiones y el no haber podido ayudar al equipo, las ganas de Nedved, que nunca pudo ganar una copa de Europa, con la mejor defensa de Europa atrás y con humildad, experiencia, garra, sufrimiento y agresividad. Con la imagen del equipo que humilló en su casa al nueve veces campeón de Europa, que sigue aún en las retinas de la afición y que es el ejemplo a seguir. Con tantas revanchas personales y una vendetta que llevar a cabo: las últimas veces que la Juve participó en la Champions fue eliminada a manos de ingleses. Y eso hay que corregirlo. Porque queremos y porque podemos. Y porque queremos, y además podemos, llegar a Roma.

martes, 24 de febrero de 2009

Así llega la Juve


Considerada la tendencia de la actual campaña, a poco más de 24 horas de la eliminatoria de 1/8 de final en Londres, lo que podemos decir es: "podría ser peor". Porque a Ranieri le faltan 'sólo' Zebina, Knezevic, Zanetti y De Ceglie; y podrá contar con un equipo prácticamente en forma al 100% con la única duda, aunque parece que finalmente estará, de Molinaro, que tuvo algún pequeño problema muscular el domingo. Por su parte, Sissoko, que se llevó un golpe en la rodilla de Palermo, está perfectamente recuperado. En definitiva, podemos decir, que por primera vez en esta temporada, las elecciones las harán los técnicos y no los médicos. Algo que no necesariamente facilita las cosas a Ranieri, que, por ejemplo, tendrá que tomar una delicadísima decisión para decidir cuales son los dos delanteros del equipo. Podemos apostar a que será la pareja habitual de Del Piero y Amauri la que saldrá al césped de Stamford Bridge al 90%, pero la buena actuación de Trezeguet en Palermo y tanto tiempo de ausencia son una tentación en la que es difícil no caer.

En realidad, en las tres líneas hay dudas. También en defensa. Todo indica a que seguirá con la defensa de cuatro habitual formada por Grygera, Legrottaglie, Chiellini y Molinaro. Pero Ranieri podría decidir dejar en el banco al últimamente gris Grygera y apostar por la experiencia y la superstición de Mellberg, que tan buenos resultados dio ocupando el lateral derecho en el doble enfrentamiento contra el Real Madrid. La otra variación, aunque obligada, sería si Molinaro finalmente no pudiese jugar. En ese caso, Mellberg entraría obligatoriamente en la derecha y pasaría a Grygera al lateral zurdo, una posición en la que ya ha demostrado que puede rendir. En el centro no están más claras las cosas. Parece que Ranieri seguirá la línea del continuismo dando entrada a Camoranesi, Sissoko, Tiago y Nedved en la media, aunque Marchisio, completamente recuperado pide espacio avalado por las grandes prestaciones que ha ofrecido esta temporada en tantos y tantos partidos. Sea como fuere, la Juventus viaja destino Londres en un óptimo momento psicofísico, con las derrotas ante Udinese y Cagliari en el olvido, y aunque no en el mejor momento de la temporada, con el buen preludio de la victoria en Palermo y sin lesiones.

Buffon. Un par de paradones en Palermo le han servido para restituir una imagen que había quedado un poco ensombrecida. Ha vuelto el mejor portero del mundo y veremos un duelo contra Cech en las mejores condiciones. Ha sido la recuperación más importante para Ranieri: en un partido en que los destellos de clase pueden ser decisivos, tener a Gigi es toda una garantía. Con él ha vuelto la solidez defensiva. No es casualidad.

Grygera. No está pasando por su mejor momento de la temporada. Sin duda. Especialmente porque no hay sustitutos para su puesto además de reciclar ahí a Mellberg. Ha jugado demasiado, ha forzado y el cansancio le está pasando factura. Normal.


Legrottaglie. Desde hace tiempo que convive con una pequeña lesión en la espalda que le ha sacado del 'once' en alguna ocasión. Parece ya acostumbrado al dolor y en Palermo fue de los mejores. Si no pasa nada raro, estará a punto para luchar con Drogba.


Chiellini. Sus trabajos en solitario, sus recaídas, sus problemas han quedado ya en el olvido. Contra el Palermo estuvo soberbio. Es uno de los mejores defensas de Europa y seguro se crecerá en un choque de este nivel.


Molinaro. Tras algunos partidos descentrado, perdido, demasiado agitado, se ha quitado de encima el nerviosismo y ha recuperado la serenidad y el orden. Está en progresión, ha mejorado arriba y si se confirmase su pequeña lesión sería un problema serio.


Camoranesi. Sin duda, no es el mejor Camoranesi que hemos visto. También ha estado marcado por lesiones, vueltas y recaídas. Desde su vuelta definitiva va en crecimiento continuo. Está mejorando física y técnicamente y en Londres querrá volver a demostrar su valía.


Sissoko. Está absolutamente espléndido. Es un todocampista brutal, al mejor nivel que se recuerda en mucho tiempo. Hoy por hoy, el jugador más en forma de la Serie A. Está en estado de gracia en todos los aspectos y será la clave para detener las acometidas del Chelsea.


Tiago. Más que correcto, efectivo y ayudado por una forma física que ha sufrido poco desgaste y le permite desempeñarse al máximo. Por fin ha encontrado el sitio en el equipo, aunque habrá que ver la relación que tiene con Del Piero. Puede ser una de las claves contra 'su' Chelsea.


Nedved. Seguro que no es casualidad que haya coincidido la vuelta de la Champions con el mejor Nedved, el Nedved furioso, potente y tremendista que tanto le gusta a Ranieri. Su participación será una de las claves de la Juventus.


Del Piero. Seguro que nadie ha olvidado la noche increíble del Santiago Bernabéu, con sus dos goles y la ovación de todo el estadio. Alex quiere repetir en Stamford Bridge y por ello ha estado dosificándose para llegar en la mejor condición posible. El cansancio de la primera mitad de la temporada seguro que pasa factura, pero los estímulos de noches mágicas como las de mañana lo pueden todo. Será, como siempre, la clave del equipo, manejándolo en el juego y a balón parado.

Amauri. Tras su exhibición y su gol contra el Real Madrid, tendrá su segunda oportunidad de mostrarse ante el mundo en un escenario de lujo como the Bridge. Se crece contra los grandes, .se siente bien, moralmente exultante por su futura nacionalidad italiana y querrá lucirse contra Drogba.

Manninger. No tendría que hacer falta, pero saber que está disponible da tranquilidad a la afición juventina, que ha aprendido a respetarle y valorarle. Estos octavos, en parte, son gracias a él. Conoce Londres a la perfección: jugó, bien, en el Arsenal.


Mellberg. Otro seguro entre los suplentes. Está físicamente bien y dispuesto a poner su experiencia al servicio de la causa (especialmente su experiencia inglesa). Ranieri medita darle la titularidad en el puesto de Grygera o entrará seguro si Molinaro no pudiese jugar.


Salihamidzic. Es una de las novedades de la convocatoria de Ranieri. Casi con total seguridad no jugará, pero ha superado la lesión y desde hace días se entrena ya con el grupo. Su polivalencia podría ser importante de cara a la vuelta.


Poulsen. Físicamente está recuperado al 100%, pero, además del gol de Catania, meramente anecdótico, no está nada bien. Se le ve falto de confianza, sobre todo en la creación: se limita a dar pases lateral y no tiene ideas.


Marchisio. Cada vez se le ve con más confianza. Estuvo excelente cuando tuvo que jugar por obligación cuando las lesiones. Ahora ha coincidido su lesión con la recuperación de Tiago y ha perdido el sitio en el equipo. Producto de la cantera de excelente futuro. Está listo para jugar cuando tenga que hacerlo.

Marchionni. Después de una primera mitad de temporada magnífica en la que hizo que no echasemos de menos a Camoranesi. Ahora paga un poco la entrega que ha mostrado en todos sus partidos. Está disponible por si Ranieri quiere contar con él. Será importante su polivalencia táctica. Si las cosas se complican, será fundamental en la defensa de tres en la posición de carrilero.

Giovinco. Seguramente no será titular en Stamford Bridge, pero puede ser una sorpresa importante si el partido necesita una pequeña revolución de velocidad y técnica. Será el as en la manga de la Juve. Él está especialmente bien y motivado, como ha demostrado en cada partido que ha jugado.


Iaquinta. Siempre dispuesto a dar su contribución al equipo. Podría jugar un papel importante (especialemente en la vuelta) dependendiendo del resultado con su habilidad especial para crear y aprovechar espacios. Una alternativa perfecta.


Trezeguet. El gol contra el Palermo le ha devuelto al círculo de los goleadores. Se siente perfecto, físicamente bien y quiere demostrar que realmente es un jugador de primer nivel por si alguien lo había olvidado. Un seguro de cara a puerta que tendrá mucho que decir seguro en la eliminatoria.


Probable alineación inicial:

lunes, 23 de febrero de 2009

Así llega el Chelsea


Desde la llegada de Roman Abramovich a Stamford Bridge, el binomio Chelsea y dinero se ha hecho absolutamente indivisible, con todos los riesgos que ello comporta. Para lo bueno y para lo malo la economía incide directamente en la gestión deportiva del Chelsea, y en este periodo de agitación global de los mercados económicos, el equipo de Abramovich está viviendo la 'cara b' del patronato. Esta era la Temporada con mayúsculas del Chelsea tras la confirmación definitiva con el subcampeonato europeo del año pasado, pero nada más lejos. La esperanzadora pretemporada se fue desvaneciendo a la par que aumentaban los anhelos por los arabescos brasileños de Robinho. El choque de estilos que le iba intrínseco al club precisamente desde la llegada de Ranieri con la nueva idea de Scolari terminó fagotizando a un vestuario que no encontró sintonia ni adaptación con el ex seleccionador portugués y su interminable cambio de ideas, hombres y nombres. El Chelsea no consiguió adaptarse a Deco y él no pudo o no quiso adaptarse al juego del equipo; se crearon disputas internas palpables e innegables que apartaron a Drogba del equipo y terminaron con el fin del breve período de Scolari.

Tras su marcha, el brasileño declaró que el equipo no tiene gente desequilibrante ni la adecuada para poder darle forma a su idea de juego y/o sus esquemas tácticos. Y lo cierto es que el Chelsea ha visto como una plantilla abominable ha quedado reducida al esqueleto de la autocomplaciencia con la seguridad mal dada por la disputa de la final de Champions conseguida a base de unión y sufrimiento. Además del aspecto anímico, tácticamente nunca ha mostrado estabilidad. Sin Robinho, Robben o Phillips, la plantilla no es la idónea para jugar con el clásico 4-4-2; ni tampoco afronta con garantías los retos que supone el 4-3-3. Además, y volvemos a hablar de economía, ha visto como la crisis le obligaba a 'mortalizarse' y a suplir los lujos que ocupaban su banquillo: Cudicini y Bridge, dos de los mejores suplentes de Europa, se han ido a jugar por fin a fútbol a Tottenham y Manchester City, liberando al Chelsea de sus grandes fichas y debilitando aún más a un equipo que no ha sabido responder a los problemas hijos de una mala gestión. Ahora bien, todo esto habrá que ponerlo entre paréntesis porque ha llegado Hiddink, maestro del transformismo, para ganar la Champions. El miércoles por la noche sabremos qué hacer con esa incertidumbre, con la temporalidad en la que hay que enmarcar cada valoración que se pueda hacer de los ingleses; sabremos hacia dónde navega este Chelsea y qué camino toma la Juve.


Cech. Ha conseguido salvar el honor del equipo en un buen número de partidos devolviéndole la confianza que le situa como uno de los mejores arqueros del continente tras la grave lesión en el craneo. El más regular del Chelsea ha estado bajos los palos, encajando 'sólo' quince goles. Eso sí, muchos en partidos decisivos ante rivales de gran calado. Con su reflejos y agilidad contrarretra el escaso equilibrio defensivo que el Chelsea ha mostrado en muchos momentos de la temporada.

Bosingwa. Como el resto del equipo, ha ido de más a menos con el pasar de los partidos. Aunque su curva ha sido menos pronunciada que la del resto del equipos. Sus subidas y su habilidad para abrir el campo y crear superioridad en el ataque han sido una de las claves del Chelsea durante esta temporada. Rápido, muy potente y con la calidad suficiente para disparar cuando parece que va a centrar y colgar el balón cuando no hay manera para hacerlo. En defensa está su cruz: físicamente ha bajado y Amauri y Nedved tendrán que insistir por ahí.

Alex. Titular por sorpresa. Ese podría ser el rótulo en el que encuadrar la temporada del brasileño. Reclamó minutos cuando no los tuvo y ahora no ha dado la talla cuando tiene un papel fundamental en el equipo. La lesión de Carvalho y la nacionalidad compartida con Scolari le llevaron hasta la titularidad en detrimento de Ivanovic, que dio mucha más fiabilidad y sobriedad en los partidos que pudo jugar. Sus actuaciones se han caracterizado por su aparatosidad en el campo, donde da la sensación de no saber qué hacer en muchas ocasiones. Parece que la presión le puede, aunque será un peligro a tener muy en cuenta en las jugadas de estrategia. Hiddink le conoce a la perfección: le entrenó en el PSV y confía en él.

Terry. El capitán del Chelsea ha sido la personificación del valle de forma que vive el equipo. Tuvo algunos problemas físicos que le han lastrado un poco en esta campaña, pero poco a poco ha ido rehaciéndose y será el líder y una de las claves de la eliminatoria para los azules. No podemos destacar su velocidad, pero su seguridad, seriedad y un perfecto sentido de la colocación le convierten en uno de los mejores defensores del mundo. Será el encargado de mantener a raya a Del Piero y un peligro en cada acción ofensiva, ya sea con los pies o de cabeza. Ranieri le hizo capitán y tendrá vigilancia especial.

Cole. Quizá haya sido la nota discordante de esta temporada. En positivo. No se han confirmado las espectativas que creó en el Arsenal de un lateral insuperable cerca de las dos áreas. Sin embargo, tras dos temporadas decepcionantes en Stamford Bridge, en esta se ha consolidado defenitivamente transformando las críticas que supuso su polémico fichaje en aplausos. Trabajador, voluntarioso y muy peligroso cuando se acerca al arco rival. Posee un disparo magnífico y una gran cualidad para el centro alto o bajo. En un esquema sin bandas en el centro del campo adquiere una importancia capital y no rehúye a la responsabilidad.

Mikel. El nigeriano es la pieza que da equilibrio al equipo en la parcela ancha. Llegó como mediapunta de la mano de Mourinho y, como Sissoko, se ha reciclado en un excelente 'encontrista'. Desde que se lesionó Essien, y a pesar de la llegada de Mineiro, ha jugado todos los partidos. Siempre, eso sí, que ha podido, porque su temperamente excesivamente vehemente le ha costado más de alguna expulsión. Excesivamente duro, se ha encontrado con un papel de protagonista que seguramente no esperaba y la presión en un choque tan importante puede ir en su contra. A su favor jugará que enfrente está la Juve y no tendrá que forzar en el centro.

Ballack. Es una pequeña demostración del estilo de juego del equipo. Aúna la potencia, el físico, el juego directo que ha caracterizado al Chelsea desde hace años y por eso su aportación es vital. Su peligro es la llegada desde segunda línea, el disparo lejano y cualquier remate que pueda sacar a balón parado. Empezó la temporada mal, lesionado y con Deco en su sitio, pero todo volvió a su lugar y Ballack también. Está pasando por su mejor momento esta temporada, ha mejorado en la conducción y será una amenaza constante si el Chelsea toma el mando del partido.

Lampard. La piedra filosofal del Chelsea es él. Empezó con el revuelo de su posible marcha al Inter y, unido a la perdida de su madre vivió un periodo demasiado turbio que le ensombreció por completo. Finalmente renovó su vinculación con el Chelsea y el mal momento del equipo le ha obligado a sacar lo mejor de sí mismo en la búsqueda del éxito. Se ha crecido hasta llegar al punto más alto en toda su carrera. Personalmente, sin excesiva compañía, maneja el ritmo del equipo. Sabe que esta es su eliminatoria y va a darlo todo por ganarla.

Kalou. Su titularidad es el fruto de la desesperación y de la mala planificación del Chelsea en verano. Ha marcado goles importantes, pero no ha dado lo que de él se esperaba: demasiada quietud, poca movilidad, falta de confianza en el regate... Con Hiddink puede cambiar le ha hecho sentirse importante y estuvo bien en Villa Park. Si repite el partido, habrá que prestarle mucha atención: juega libre, volcandose hacia los costados y entre líneas detrás de los dos delanteros. Una incógnita muy peligrosa.

Drogba. Temporada complicada la que seguramente será la última en Stamford Bridge para él. Las continuas humillaciones de Scolari acabaron con su paciencia, con el propio entrenador y con Drogba seguramente de vuelta con Mourinho en San Siro la próxima temporada. Aún así, sacará toda su garra de león indomable para justificar su reencontrada titularidad. Especialista en el juego aéreo y de espaldas a la portería. Ranieri tendrá que estar atento con las sociedades que forme.

Anelka. Enemigo público número uno. Él es el auténtico protagonista de la temporada blue. 25 goles le contemplan en la temporada de su regreso a la élite. Se ha integrado a la perfección en el conjunto tras una segunda vuelta de la temporada pasa bastante discreta. Técnicamente mejor en cada partido y con el punto de mira perfectamente afinado. Por sus características, es el tipo de delantero perfecto para enfrentarse a la defensa adelantada de la Juventus. Jugará a romper el fuera de juego y el Chelsea recurrirá a las pelotas peinadas que le sirva Drogba. Hace falta una concentración máxima para desactivar su sistema de juego.

Carvalho. Temporada marcada por las lesiones. Se acaba de reincorporar al trabajo con el resto de los compañeros, pero está descartado para el partido de ida. Estará en la vuelta. Será un gran refuerzo para el Chelsea.

Ivanovic. Tuvo sus primeras oportunidades con las lesiones de Carvalho y Alex. Rindió a un gran nivel, aportó mucha seguridad haciendo un trabajo muy serio y bien complementado con el resto del equipo a pesar de su inexperiencia. En verano dejará el equipo, ¿destino Turín?

Belletti. Satisfactorio. Así podemos calificar su rendimiento cada vez que Scolari le llamó a la causa. Ha jugado de mediapunta, extremo y centrocampista de contención supliendo a Mikel. Aún conserva su agilidad y un disparo realmente potente.

Deco. Al final, ni él se acopló al Chelsea, ni el Chelsea a Deco. Su presencia en el equipo y ciertos privilegios de Scolari hicieron estallar la situación. Tras su lesión pronto perdió la titularidad y ahora le quedan minutos finales. Aún así, puede ser peligroso si encuentra inspiración.

Malouda. No se ha integrado en el equipo. Nada tiene que ver del ex jugador del OL que fue elegido mejor de la Ligue 1. Es lento, impreciso, parece torpe... En definitiva, juega a otra cosa.

Di Santo. Con Drogba, Anelka y Kalou en el campo y Shevchenko en Milan, es la única alternativa que tendrá Hiddink en la punta del ataque. El argentino tiene un gran físico que no le impide moverse, es un rematador nato y juega bien de espaldas. Podrá aguantar la pelota si se le requiere


Probable alineación inicial:


domingo, 22 de febrero de 2009

Hiddink, this is Juve


La Juve viajará el martes a Londres de la mejor manera posible. Con un empujón moral, con cierta tranquilidad mental y con un gran ambiente en la expedición. Se presentará en Londres un equipo muy animado tras la victoria de ayer en Palermo, un campo y un rival que nunca han dado facilidades para incarles el diente (menos a la Juve). Que después el triunfo sirva para no perder (más) ventaja con respecto al Inter, que sigue a nueve puntos y que preserve el segundo puesto en la tabla son detalles casi inapreciables en este aire de europeismo que desde ya vive todo el popolo juventino. Pero detalles que al final sirven para mantener vivas las ilusiones y para no enfocar todos los esfuerzos en un único objetivo. El equipo que ayer se llevó los tres puntos de Sicilia tuvo la capacidad sufrir, corrió riesgos, los aguantó, golpeó y castigó con el cinismo y la efectividad característica. Como lo hizo en el último tercio de la temporada pasada, cuando lograr el Scudetto suponía la elevación a los altares de la historia. Además de las conclusiones, absolutamente positivas, que podemos extraer del partido que vimos ayer, hay que quedarse también con algunas acciones individiuales, como la de Trezeguet, que volvió a marcar nueve meses después (no lo hacía desde el dieciocho de mayo pasado). En medio de todo esto, también hubo tiempo para el penalti que los locales reclamaron y que no concedió el colegiado por mano de Legrottaglie a centro de Miccoli. Por cerca que estuviesen ambos jugadores, era penalti, ya que el defensor de la Juve tenía el brazo extendido y encima lo movió. El Palermo tiene motivos para recriminar y quejarse. Otros no: 'Adrimano' volvió a aparecer para asistir a Cambiasso.

El hecho e que, a excepción de la pareja de ataque (Iaquinta-Trezeguet), Ranieri mandase al campo la misma formación que jugará el próximo miércoles en Stamford Bridge da una pista del respeto del mister hacia un equipo acostumbrado a dar el 120% de sí mismo contra los grandes rivales. En teoría, Legrottaglie y Chiellini en defensa y Sissoko y Nedved en la media eran la garantía para proteger a la Juventus de sorpresas indeseables. Y, considerando el inicio del partido, cuando el Palermo tuvo varias opciones de marcar, Ranieri acertó al andarse con pies de plomo. En cuatro minutos, el Palermo estuvo apunto de adelantarse por medio de Miccoli: primero fue Buffon el que estuvo hábil para desviar el disparo, con Cavani lento en el rechace; después fue el larguero lo que rechazó el cañonazo del ex-juventino y en esta ocasión Simplicio el que no estuvo atento a la segunda opción. Y ahí, a partir de esas ocasiones claras para el rival, después de algún susto inesperado e indeseado, la Juventus salió del letargo y empezó a jugar a un fútbol de calidad apreciable que tuvo como colofón el 'eurogol' de Sissoko a los 27'. El malí cogió el balón en la línea de tres cuartos, lo dominó y siguió alante con él con su potente carrera y su gran zancada, todo con una maestría y destreza impresionante. Si lo hubiese marcado otro se hablaría mucho más de ese gol, porque fue un verdadero golazo: un tratado de técnica, potencia, dinamismo y disparo.

Antes y después de la perla (negra) de Sissoko, la Juve supo crear alguna ocasión clara con Trezeguet, Nedved y Iaquinta, aceptando un partido de tú a tú y sin especular en nada: una señal de salud, confianza y consciencia. La solidez otra vez atrás (menos desordenado Molinaro desde el principio; más atento y ágil Grygera), la vuelta de Camoranesi y la confirmación definitiva de Tiago en el centro, donde lleva varios partidos a un gran nivel, dictando perfectamente el juego al equipo, terminaron por hacer caer la balanza del lado juventino. Y no porque el Palermo quedase a verlas venir, sino que buscó marcar y devolver cada golpe a la Juventus, aunque no todos estuvieron a la altura de la situación: Liverani mostró eficacia, pero a su ritmo (bajo); Cavani parecía un poco nervioso; Miccoli aparecía y desaparecía continuamente; Simplicio no tuvo su potencia ni electricidad; Bresciano no estuvo en el campo y Bovo tuvo que vivir las penurias del infierno. Pero es el viejo dicho de que uno juega como el otro le deja, y la Juventus ayer dejó poquito.

La reanudación estuvo más abierta, el Palermo la disputó cuerpo a tierra y a la guerra y la Juventus con un pizca de aprensión y con la reducción en las marchas para ahorrar energía (visto especialmente con la sustitución de Camoranesi por Marchionni). Nocerino expoleó al público del Barbera con un gran disparo en el 17' de la segunda, diez minutos después de que la afición se encendiese por el penalti no pitado de Legrottaglie (que lo era). Después fue Amauri el que hizo levantarse al graderío en su vuelta a casa (71') y a cuatro minutos después, con los aplausos de la sustitución transformados en continuos silbidos, rozó el gol, exaltando aún más el partidazo de Amelia: la asistencia fue de Nedved, de los más activos. De Amauri es noticia, además, que mañana su mujer Cynthia Cosini Valadares recibirá la nacionalidad italiano de manos del Presidente de la Repubblica, Giorgio Napolitano. Ahora a Amauri, al que muchos, con cierto desprecio, habían dejado de llamarle italo-brasileño para llamarle únicamente carioca, sólo le faltará que le llegue la citación de Lippi para jugar con Italia, que llegará. Justamente fue Amauri, con un gran jugada personal, el que le concedió a Trezeguet la oportunidad de marcar el 0-2 y terminar así con su maldición personal. Muchas cosas en un gran partido. Hiddink, this is Juve.

sábado, 21 de febrero de 2009

Sólo vale ganar


Hace poco menos de un año, la Juventus perdió en Palermo un partido muy importante, aunque no tanto como el de hoy, fundamental. Un partido que estuvo marcado por los goles del destino (de Amauri), un partido que la Juve tiró, recuperó, casi ganó y finalmente perdió. La Juve luchaba entonces por llegar al tercer puesto de la clasificación y, no obstante aquella derrota, lo hizo. En Palermo pudimos sacar las primeras conclusiones para el futuro del equipo, el equipo mandó una señal (negativa) y ahora debe convertirse en el punto de salida (otra vez).

Esta noche se espera y se necesita que la Juventus mande una señal, pero de neta mejoría en este caso, ya que en torno y dentro del partido convergen intereses ineludibles. El partido de hoy, guste o no, marcará el futuro (próximo) de una entidad que se ha desvanecido con el año nuevo, cuando se debía haber completado la caza del Inter. Ahora, esa furia se ha convertido en una suposición y en una dañina soberbia. Una dispersión física y mental que ha sido castigada con nueve puntos de desventaja con respecto del Inter (doce si la Juve pierde esta noche). En el Barbera, en un partido aplastado por la inminencia del de Londres, en cuatro días, la Juve se juega todo lo que queda de campeonato. Partido complicadísimo contra un adversario descarado que ya ha 'cariacuchillado' a la Signora en los inicios de la crisis de otoño. El Palermo no hará concesiones, la Juventus no puede permitirse dejar algún punto por el camino. La misma historia de siempre.

La Juve se juega, primeramente, los residuos de las esperanzas de ganar el Scudetto, casi utópico, pero aún posible; y mostrará cómo de grandes son los argumentos que el miércoles presentará en Londres ante el renovado Chelsea de Guus Hiddink. Un partido, el de hoy, que Ranieri afrontará con el arma secreta que todo el mundo conoce: David Trezeguet, la apuesta más segura en la bolsa de valores goleadores. Porque la Champions puede ser la prioridad, con todos los riesgos que la decisión comporta, pero cada partido de Serie A cuenta. Todavía... Así, la Juventus jugará en Palermo dos partidos, contra el equipo de Ballardini, pero ya dentro de (y condicionado por) la eliminatoria ante el Chelsea. Se espera que la Juventus dé un paso al frente y saque la vieja rabia y las ganas para dominar el partido. Se exigen, en todo caso y como mínimo, los tres puntos. No se permiten más fallos. No hay alternativas para una Juve autocondenada a dar más de lo que podría dar en estos momentos. Porque muchas veces no se arriesga porque parece difícil, pero muchas veces es difícil porque no se arriesga. Y la Juve tiene que arriesgar hasta que la noche no caiga sobre el crepúsculo de las ilusiones.

viernes, 20 de febrero de 2009

Iaquinta y Floccari (o pasado y futuro)


Hay ciertas cosas que se pueden hacer, pero que es mejor no decirlas. Porque si lo haces puede estallar la polémica, como pasó ayer después de que el agente Fifa Vincenzo Morabito declarase en una entrevista para el sitio lalaziosiamonoi.it que Sergio Floccari "finalmente irá a la Juventus". En realidad no dijo nada nuevo, ya que desde hace casi un mes se habla del interés de la Juventus por el delantero atalantino y de una negociación bien encauzada entre ambos equipos. Pero el aireo de estas cosas ha sido interpretada como un agravio por parte de la Atalanta, que ha reaccionado vehementemente, amenazando con querellarse contra el agente Fifa, precisando que no tiene ninguna vinculación con el club e intentando aclarar la situación de Floccari en el equipo, todo sin negar un futuro traspaso a la Juventus. La Juventus, por su parte, no ha dicho nada. Ni confirma ni desmiente (aunque Ranieri y Secco ya admitieron hace unos días que el jugador era de su agrado).

Y todo porque en realidad ya se han realizado las primeras negociaciones por Floccari entre Atalanta y Juventus como confirmó ayer Morabito que, en efecto, no es su representante, pero sí el socio del agente de Sergio, Claudio Vigorelli. Y las conversaciones seguirán, ya que el interés por el jugador es alto, la Juve ya sabe el precio, la Atalanta ya ha realizado sus peticiones en forma de jugadores y las relaciones entre ambos clubes parecen estupendas. En las últimas horas del mercado de enero, Sergio estuvo a un paso de ser traspasado a Turín por unos ocho millones de euros, pero finalmente el pase no se culminó por una razón de peso que más adelante comentaremos. Aún así, las negociaciones sólo han sido aplazadas, en ningún caso anuladas. Secco ya sabe qué es lo que quieren en Bergamo: Davide Lanzafame, actualmente cedido en el Bari y ya en copropiedad con el Palermo y Cristian Pasquato, delantero que también está triunfando actualmente en el Empoli, donde se encuentra cedido.

Evidentemente, hay que tener en cuenta otras consideraciones: 1) Existe una gran competencia para hacerse con Floccari, ya que Roma, Lazio y Villarreal parecen interesados en él, aunque la Juventus parte con ventaja en varios aspectos. 2) Una de estas ventajas reside en la voluntad del jugador, que ya ha declarado su admiración por la Juventus y el sueño que sería jugar con Amauri y Del Piero. 3) El perfil del jugador encaja perfectamente con la filosofía de la Juventus: jugador maduro (sin ser veterano, tiene 27 años), curtido en mil batallas, experimentado en los campos más humildes de Italia (Mestre, Faenza, Genoa, Rimini, Messina hasta su explosión en Bergamo). Se le ha considerado el Luca Toni de la 08/09, rol que fue de Amauri en la temporada pasada y que ya se le asigna por inercia en Italia al delantero luchador que explota en una temporada recogiendo los frutos de tanto y tanto trabajo. Además, Floccari tiene un perfil muy parecido a Iaquinta. Es un delantero rápido, fuerte, potente, que sabe salir del área a buscar el balón y que le gusta crear espacios, además de unas cifras goleadores realmente apreciables.

Y hablábamos de Iaquinta porque, obviamente, para que unos lleguen, otros tienen que irse. El año pasado teníamos sobre la mesa el mismo debate: el club seguía a Amauri y se discutía sobre qué delantero debía abandonar el equipo. Finalmente no se fue nadie y nació el super ataque de la Juve, formado por cuatro de los mejores delanteros del mundo. Ahora se vuelve a hablar de lo mismo con la irrupción de Floccari en la agenda de la Juve. El número de delanteros seguirá siendo de cuatro (más la aportación de Giovinco) y Ranieri no piensa cambiar ni de idea ni de sistema, por lo que se avecina un cambio en la delantera juventina. Por lo que si llega Floccari (o Cassano) el 'sacrificado' parece que será Vincenzo Iaquinta. No por su rendimiento, ya que cada vez que Vincenzo ha salido al campo ha dado muestras de su gran calidad. El problema es lo poco que ha podido salir al campo, ya que las constantes lesiones le han privado de demostrar su valía en algunos momentos claves de la temporada, donde no ha podido estar.

En Catania comprobamos su valor cuando después de doce minutos transformaba su rabia en gol. Pero después también en una expulsión que echó su trabajo por tierra y que le volvió a llevar al limbo de los desaparecidos por enésima vez en lo que va de temporada. Ese ha sido el sino de Iaquinta esta temporada: celebrar ansiados regresos al equipo y después ver cómo volvía a quedarse fuera sin que pudiese hacer nada. Del Piero y Amauri han hecho que no lamentasemos su ausencia, incluso le borraron de la memoria colectiva, mucho más pendiente siempre de la recuperación de Trezeguet, más lejana, pero mucho más esperada que la suya. Ahora que el francés espera recuperar viejos privilegios, puede complicar más aún el futuro de Iaquinta en el equipo.

Y por las dos partes. Porque si parece bastante claro que para el club es bastante prescindible, también él podría querer irse si quiere estar en el próximo Mundial de Sudáfrica. No hay más que mirar la última convocatoria de Italia para saber que Lippi le tiene una gran consideración (le prefirió antes que a Del Piero). Pero la próxima temporada, con el Mundial como gran culminación, las jerarquías podrían cambiar si Vincenzo no tiene una cierta continuidad en su juego. Y es por eso que para él se abre un dilema que hasta el momento siempre ha querido mantener cerrado: dejar o no la Juventus. Si por él fuese, ni lo pensaría, pero querrá aprovechar sus oportunidades hasta el final. Si sigue acosado por las lesiones, no hay nada que hacer, pensará. No se moverá. Pero si no juega porque Ranieri prefiere al resto de delanteros tendrá que buscar una solución. Alternativas no le iban a faltar. De hecho, si está a la espera de encontrar esa 'salvación' es por voluntad propia, ya que el mes pasado pudo irse al Zenit y no quiso (la Juve aceptó los doce millones que ofrecieron los rusos, pero él rechazó el contrato de cinco 'kilos' anuales). Pero en verano todo podría cambiar. A Iaquinta le queda mejorar física y mentalmente, dar todo en el campo, a la vez que aceptar que es prescindible para Ranieri y que seguramente tendrá que buscar otro equipo. Ahora aún no es tiempo de tomar decisiones, pero conviene ir planeando el futuro (y esto va por el club también) y pensar las soluciones.

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