Algo ha cambiado en la Juventus, el juego del equipo es mejor y lo peor parece ya superado. Aún existen las dudas, pero la tercera victoria en una semana (Real Madrid, Torino y Bologna), permite a la Juventus situarse en una posición más acorde con los objetivos del verano y nos da motivos para desarrollar razonamientos algo más optimistas (más allá de las noticias que llegan desde los despachos). Poco importa que las victorias en Serie A se hayan conseguido contra equipos en un profundo periodo de crisis, pues se trata de una compensación por el número indiscriminado de lesionados que tiene Claudio Ranieri. La realidad es que ayer el Bologna no tuvo tiempo de saber si sobre el estadio arreciaba la tormenta o era una nube pasajera, y fue borrada del campo por la nueva Juve, ayer capitaneada (en todos los sentidos) por Pavel Nedved, autor de casi dos goles (porque el segundo se lo tendríamos que dar a Antoniolli y su calamidad de 'parada' que desvió el balón hacia la red). Una genial noticia, más allá de la victoria, es que Nedved se ha convertido en protagonista en estas tres últimas victorias. Impresionante el cambio que ha dado en sus prestaciones; quizá la situación era tan peliaguda que se ha autoconvencido de que era el momento para despertarse y volver a ser la 'Furia checa'.
Decir que este 'renacimiento' de la Juventus es fruto del carácter y el orgullo de los jugadores, no tiene que signficar restarle méritos a Ranieri, que está haciendo movimientos mucho más acertados desde el banquillo. Contra el Bologna sorprendió con la titularidad de Tiago, pero se le complicó la vida con el cambio de Giovinco por Amauri y la lesión de Sissoko. El peso del equipo sobre el césped cayó derrumbado y los locales levantaron la cabeza buscando el empate y consiguiendo el 1-2 con un gol de Di Vaio. En Bologna se quejaron después de un medio penalti que Trefoloni no pitó de Mellberg a Marazzina por un leve contacto dentro del área. Pero esto no es el motivo de la victoria. La Juventus jugó un gran partido, y hay que reconocer los méritos del equipo, como cuando reconocíamos todos los errores hace dos semanas. Después está coincidencia que nos ha ayudado a enfrentarnos con dos de lo equipos más débiles del campeonato (y el sábado contra la Roma en crisis total de juego y resultados) y nos ha permitido escalar posiciones en la tabla. El sábado pasado, el Torino no tiró ni una vez a puerta; ayer, el Bologna le regaló el centro del campo a la Juventus y 12 minutos después del pitido inicial ya iba perdiendo merced a un gran gol de Nedved, que mostró lo mejor de su repertorio: robo, dribling, potencia y disparo. Culpable la defensa bolognesa, que sólo miró lo que hacía Nedved sin intentar impedirlo. Pero ahora nos preguntamos dónda está el secreto de Nedved, que sigue haciendo jugadas y jugadas que nadie podría hacer con su edad (36 años). Y nos preguntamos, algo molestos, por qué hasta el partido contra el Nápoles, Nedved no fue ese jugador determinante que teníamos y muchos creían haber perdido. La única respuesta lógica está en el abrazo en que se fundió con Camoranesi y Ranieri para celebrar los goles y después del partido: la prueba de que el equipo se ha unido en el momento más difícil en torno a la figura del entrenador.
El triunfo de ayer lo podemos denominar también como producto de la emergencia. Para no cargar de una presión seguramente excesiva al joven Ekdal, Ranieri decidió acortar los plazos en la recuperación de Tiago. El portugués se situó en el centro junto a Sissoko y cumplió con el cometido, aunque sin excesos. Ayudado quizá por la debilidad de Mingazzini y Mudingayi, que nunca encontraron la ayudad de Zenoni y Bombardini. La única oportunidad para el Bologna en la primera parte fue una contra que finalizó Di Vaio y que despejó Knezevic: una casualidad. La incapacidad del Bologna para hacer circular el balón es algo que inflama hasta el más tranquilo de sus aficionados y es una explicación más que coherente de su penúltimo puesto en la tabla. Así, sin Grygera y Legrottaglie, y con Mellberg en la derecha y Knezevic al lado de Chiellini, la defensa de la Juve disfrutó de una noche de tranquilidad relativa. Como relativamente tranquilos estuvieron los delanteros, Iaquinta y Amauri, que no tuvieron mucho que hacer, fruto del contagio de la indolencia local. A pesar de todo, Amauri estrelló un balón al palo que después no supo rematar Marchionni cuando le cayó al pié, franco para marcar. Después fue Nedved el que redondeó su gran resurgir con el segundo gol que hizo inútil el de Di Vaio y el intento de empate emiliano.
Decir que este 'renacimiento' de la Juventus es fruto del carácter y el orgullo de los jugadores, no tiene que signficar restarle méritos a Ranieri, que está haciendo movimientos mucho más acertados desde el banquillo. Contra el Bologna sorprendió con la titularidad de Tiago, pero se le complicó la vida con el cambio de Giovinco por Amauri y la lesión de Sissoko. El peso del equipo sobre el césped cayó derrumbado y los locales levantaron la cabeza buscando el empate y consiguiendo el 1-2 con un gol de Di Vaio. En Bologna se quejaron después de un medio penalti que Trefoloni no pitó de Mellberg a Marazzina por un leve contacto dentro del área. Pero esto no es el motivo de la victoria. La Juventus jugó un gran partido, y hay que reconocer los méritos del equipo, como cuando reconocíamos todos los errores hace dos semanas. Después está coincidencia que nos ha ayudado a enfrentarnos con dos de lo equipos más débiles del campeonato (y el sábado contra la Roma en crisis total de juego y resultados) y nos ha permitido escalar posiciones en la tabla. El sábado pasado, el Torino no tiró ni una vez a puerta; ayer, el Bologna le regaló el centro del campo a la Juventus y 12 minutos después del pitido inicial ya iba perdiendo merced a un gran gol de Nedved, que mostró lo mejor de su repertorio: robo, dribling, potencia y disparo. Culpable la defensa bolognesa, que sólo miró lo que hacía Nedved sin intentar impedirlo. Pero ahora nos preguntamos dónda está el secreto de Nedved, que sigue haciendo jugadas y jugadas que nadie podría hacer con su edad (36 años). Y nos preguntamos, algo molestos, por qué hasta el partido contra el Nápoles, Nedved no fue ese jugador determinante que teníamos y muchos creían haber perdido. La única respuesta lógica está en el abrazo en que se fundió con Camoranesi y Ranieri para celebrar los goles y después del partido: la prueba de que el equipo se ha unido en el momento más difícil en torno a la figura del entrenador.
El triunfo de ayer lo podemos denominar también como producto de la emergencia. Para no cargar de una presión seguramente excesiva al joven Ekdal, Ranieri decidió acortar los plazos en la recuperación de Tiago. El portugués se situó en el centro junto a Sissoko y cumplió con el cometido, aunque sin excesos. Ayudado quizá por la debilidad de Mingazzini y Mudingayi, que nunca encontraron la ayudad de Zenoni y Bombardini. La única oportunidad para el Bologna en la primera parte fue una contra que finalizó Di Vaio y que despejó Knezevic: una casualidad. La incapacidad del Bologna para hacer circular el balón es algo que inflama hasta el más tranquilo de sus aficionados y es una explicación más que coherente de su penúltimo puesto en la tabla. Así, sin Grygera y Legrottaglie, y con Mellberg en la derecha y Knezevic al lado de Chiellini, la defensa de la Juve disfrutó de una noche de tranquilidad relativa. Como relativamente tranquilos estuvieron los delanteros, Iaquinta y Amauri, que no tuvieron mucho que hacer, fruto del contagio de la indolencia local. A pesar de todo, Amauri estrelló un balón al palo que después no supo rematar Marchionni cuando le cayó al pié, franco para marcar. Después fue Nedved el que redondeó su gran resurgir con el segundo gol que hizo inútil el de Di Vaio y el intento de empate emiliano.




2 comentarios:
Forza Juve!!!!!!
Estas 3 victorias nos daran fuerzas para resurguir y seguir escalando puestos en la clasificacion.
Parece que Ranier esta haciendo las cosas con mas cabeza.
la mejor noticia es que Camoranesi a vuelto.
Nedved esta hechandose al equipo a la espalda,no creo que pueda aguantar mucho mas asi(con ese nivel) pero que dure.
un Saludo
La Juve lo gano por haber creado más. Punto. Estamos a cinco puntitos de los lideres. Forza S. Juve!
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