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jueves, 30 de octubre de 2008

Habla un madridista (y II)


Tras el último partido de Champions, llegó el momento de sacar conclusiones. Las nuestras fueron positivas; las del Madrid no tanto. Después del choque, y como ya anuncíamos, volví a hablar con Andrés. Creo que a continuación hay una entrevista interesantísima, llena de puntos a tener muy encuenta. Andrés se llevaría a Poulsen o Sissoko, destaca que el 'ADN Juve' es elemento diferencial en los choques que nos enfrentan, no cesaría a Ranieri, discrepa en como se actuó con Stankovic y alaba a Del Piero. Eso sí, a la hora de elegir, los colores mandan: Raúl y van Nistelrooy sobre Del Piero y Amauri ¿Tú qué opinas?

- La Juve tuvo poco el balón, pero supo que hacer con él. 15 minutos en la primera parte, 10 en la segunda y dos goles. ¿Resultado justo?

Sí, para mí el resultado fue justo. ¿Por qué? Pues porque la Juve tenía claro su guión, el Madrid no. Quisimos tener el balón, no lo logramos. La Juve quiso fuerza, maniatarnos, y lo logró.

- Sissoko, Marchisio, Nedved, Marchionni y Salihamidzic doblegaron a Gago, Sneijder, van der Vaart, Raúl, van Nistelrooy e Higuaín. En italia la han calificado como la "vittoria del cuore" ¿es justo ese calificativo?

El corazón forma parte de la historia de Juventus: Antonio Conte, Edgar Davis, Angelo Di Livio, Lombardo... es su ADN. Siempre que la Juve, a lo largo de su historia, puso corazón, fue muy difícil de batir. Esto es proverbial. Aparte, la casaca blanca os motiva como pocas. Se puede decir que sí, que fue la 'vittora del cuore'.

- ¿Crees que Schuster infravaloró a la Juve con un sistema demasiado ofensivo, pensando sólo en aprovecharse de las debilidades defensivas del rival y descuidando los posibles puntos débiles que podían aflorar en su equipo?

No, pienso que Schuster puso lo que creyó que era mejor y erró. Diarra no estaba; De la Red, sin saber por qué, no le acaba de llenar; debió creer que Javi García no estaba aún para ese viaje. Puso lo que creyó mejor.

- La Juve volvió a ganar otra vez con un gran partido de Del Piero, el verdadero líder y capitán del equipo. Del Piero tiene 34 años y es indiscutible en un equipo de primer nivel mundial ¿Qué opinión te merece esto?

Alex siempre fue siempre tremendamente inteligente; se dejó 'inflar' por laboratorio juventino, sabedor que el físico es clave. Éste, le ayudó a superar graves lesiones. Luego está la clase que tiene y la buena interpretación de la jugada: en el primer gol del otro día, de haber avanzado, Pepe le hubiese alcanzado y su resolución fue sencillamente espectacular.

- Raúl y Del Piero siempre han sido comparados. Su carrera ha transcurrido por caminos muy similares. Tú eres de los que opinan que el tiempo de Raúl en el Real ya pasó, ¿Pero qué piensas de los que dicen que la Juve es prisionera de Del Piero, habiendo sido el año pasado capocannoniere de la Serie A?

Raúl y Del Piero son jugadores que han dado mucho a sus equipos, que llevan muchísimos años siendo exprimidos. Ambos tienen una vergüenza torera fuera de lo común, y es cierto que, como si vio la campaña pasada, pueden renacer de sus cenizas. La cuestión es: ¿se puede esperar vivir de un renacimiento constante? De todas formas, pienso que el debate en torno a Raúl en España es más fuerte.

- Ampliamente sobrepasada la treintena en ambos casos, dos jugadores en la recta final de su carrera ¿Han sido Raúl y Del Piero los grandes dagnificados por France Football?

Sí, Del Piero debió ganar el Balón de Oro en 1998; Raúl en el 2001 ó 2003. En el caso de Álex, quizá influyó su mal partido en la final de Amsterdam ante el Madrid y su anodino Mundial Francia-98. Hasta esos eventos, su campaña fue descomunal. En el caso de Raúl, simplemente no estuvo ponderado por los periodistas que votaron.

- Es sintomático que Casillas ya haya encajado aquí 7 goles en 3 partidos. La Juve es la número uno mundial en dominio del "otro fútbol"; un equipo que ha basado 111 años de éxitos en la garra y el carácter. ¿Puede que sea esa la diferencia que decanta la balanza al lado local en Turín?

Sí, sin duda.

- Las relaciones entre Juventus y Real Madrid han sido, más o menos, fluidas. Ha habido grandes traspasos entre ambos clubes como los de Emerson, Canavaro y, sobretodo, el de Zidane. Recientemente, Calderón dijo que de la Juve ficharía a Buffon ¿A quién te llevarías tú?

A Sissoko o Poulsen, y a Trezeguet o Amauri. Uno de cada. A Chiellini, no. No me gustan los defensas que provienen del calcio.

- ¿Qué esperas del partido del Bernabéu? Parece que a ciertos sectores del madridismo le ha dolido demasiado la derrota y rápidamente han sacado a relucir el viejo palmarés continental. Un poco exagerado, ¿no?

Jejeje, el viejo palmarés continental no gana los partidos, ya no. La misma Roma se planta en Chamartín y te pega un mamporro. Pienso que el partido de vuelta será un choque con la Juve encerrada y buscando la contra y el Madrid teniendo el control del choque. Así pienso que lo vislumbramos más o menos todos.

- Hablamos ya un poquito más de la Juventus. Tras la exitosa temporada pasada, parecía que todo la juventinità estaba de acuerdo en que lo que le faltaba al equipo era calidad, dar ese salto en el centro del campo que le diese fluidez al juego. Tras tener a Xabi Alonso en la mano, fichan a Poulsen por petición expresa de Ranieri. Este hecho ha provocado un debate en Italia: ¿Deben ser los entrenadores los que tomen la última decisión a la hora de fichar?

Leí a Ranieri en la Gazzetta dello Sport decir que veía lento a Xabi Alonso, lo cual, siendo en parte cierto, me sorprendió porque Poulsen ni en Alemania ni en España destacó por su velocidad. Yo creo que entre el director deportivo y el entrenador debe haber clara sintonía. En este caso, quien ha errado ha sido Ranieri, pero en otras ocasiones lo hace el club. Es así. Dicho esto, Poulsen es un gran mediocentro y tampoco se le debe desmerecer (y su precio, 10 millones, está en los límites de lo muy razonable).

- Ranieri ha sido quien ha confeccionado esta plantilla. Un equipo bastante plano ¿Crees que debería ser cesado o por contrario piensas que la Juve tiene equipo para pelear por los grandes objetivos?

Yo no cesaría, nunca, a un entrenador en plena temporada. Todo profesional, y esto es algo que tengo tatuado en mis ideales a fuego, debe terminar lo que empieza. Ejemplos: Víctor Fernández, que su cese el año pasado nada cambió; o Fabio Capello, que a base de coraje dio la razón a los que le aguantaron. La Juve tiene lo que ha tenido siempre, grandes dosis de oficio y fuerza y pequeñas gotas de calidad claramente decisivas. De verdad, no veo a Blanc impasible en la confección de esta plantilla.

- Muchas de las críticas dirigidas hacia Ranieri son, como él mismo ha reconocido, frutos de los prejuicios, sin ningún fundamento, ¿pero realmente crees que Ranieri tiene cualidades para guiar hacia el éxito a un equipo de la alcurnia de la Juventus?

No, Ranieri no es el entrenador ideal para la Juve. De hecho, a mí me sorprendió mucho se llegada. De hecho, se pensó en una tercera etapa de Lippi al frente de la Vecchia Signora que, no se llevó a cabo por los problemas de su hijo.

- Uno de los principales problemas de la Juve en este inicio de temporada están siendo las lesiones y lo que parece una preparación física deficiente. El equipo empezó la pretemporada con mucha anterioridad para tonificarse antes. No lo ha conseguido, y los resultados están a la vista ¿Qué porcentaje de importancia tiene el físico en el fútbol de la actualidad?

Muchísimo, más que el la gente piensa. El gran Barcelona de Rijkaard tenía a sus principales activos como toros de miura. Cuando se dejó de entrenar, cuando se perdió el fuelle físico, parecía un equipo vulgar. ¿Acaso la calidad no era la misma? Sí, pero faltaba algo capital: una condición física acorde para jugar al máximo nivel.

- Hay dos casos sonados de intercambio de jugadores entre Barcelona y Real Madrid: Luís Enrique y Figo. Este verano, la Juve sondeó el fichaje de Stankovic, pero tuvo que ser desechado por las protestas de la afición ¿Los clubes tienen que atender a los deseos de su afición en todos los aspectos o deben imponer sus ideas?

Sí, sé el caso de Stankovic. Y me extañó, ya que en Italia estos casos en el pasado se dieron con frecuencia: Inzaghi pasó de la Juve al Milan; Seedorf del Inter al Milan; Davdis del Milan a la Juve; Cannavaro del Inter a la Juve. Tan sólo el trasvase de Roberto Baggio de la Fiore a la Juve creó tensión. Pienso que los clubes deben mirar lo que es mejor para el equipo. El aficionado, tiene fobias que los directivos deben soslayar.

- Dos preguntas claras, sin rodeos: ¿Raúl o Del Piero?

Raúl.

- ¿Amauri o van Nistelrooy?

Van Nistelrooy.

- Ciertamente, podríamos decir que en España hay un simulacro de campaña para que Casillas gane el Balón de Oro. En la temporada 2006, Buffon ganó el Scudetto, fue el portero menos goleado de Italia y terminó levantando la Copa del mundo. Finalmente, el galardón francés fue para el defensa Cannavaro. Yashin ha sido el único portero en conseguirlo, ¿no crees que Buffon lo mereció más en su día que Casillas, que encima cuenta con competidores tan fuertes como Cristiano Ronaldo o Fernando Torres?

Buffon y Casillas han hecho un mérito ex aequo para llevarse el Balón de Oro. Así lo pienso.

Por último, define con una sóla palabra los siguientes nombres:

- Juventus: competitividad.
- Real Madrid: grandeza.
- Italia: oficio.
- Di Stefano: rey.
- Platini: inteligencia.
- Raúl: pasado.
- Del Piero: reveldía.
- Casillas: ganador.
- Buffon: pulpo.
- Trappatoni: catenaccio.
- Lippi: estratega.
- Capello: campeón.
- Amsterdam: sueños.
- Mijatovic: disparidad.
- Turín: frío.
- Champions: gloria.
- Zidane: tutú.

-Muchas gracias.

Un fuerte abrazo, amigo. Fue un placer.

Atentos, la Juve ha vuelto


Algo ha cambiado en la Juventus, el juego del equipo es mejor y lo peor parece ya superado. Aún existen las dudas, pero la tercera victoria en una semana (Real Madrid, Torino y Bologna), permite a la Juventus situarse en una posición más acorde con los objetivos del verano y nos da motivos para desarrollar razonamientos algo más optimistas (más allá de las noticias que llegan desde los despachos). Poco importa que las victorias en Serie A se hayan conseguido contra equipos en un profundo periodo de crisis, pues se trata de una compensación por el número indiscriminado de lesionados que tiene Claudio Ranieri. La realidad es que ayer el Bologna no tuvo tiempo de saber si sobre el estadio arreciaba la tormenta o era una nube pasajera, y fue borrada del campo por la nueva Juve, ayer capitaneada (en todos los sentidos) por Pavel Nedved, autor de casi dos goles (porque el segundo se lo tendríamos que dar a Antoniolli y su calamidad de 'parada' que desvió el balón hacia la red). Una genial noticia, más allá de la victoria, es que Nedved se ha convertido en protagonista en estas tres últimas victorias. Impresionante el cambio que ha dado en sus prestaciones; quizá la situación era tan peliaguda que se ha autoconvencido de que era el momento para despertarse y volver a ser la 'Furia checa'.

Decir que este 'renacimiento' de la Juventus es fruto del carácter y el orgullo de los jugadores, no tiene que signficar restarle méritos a Ranieri, que está haciendo movimientos mucho más acertados desde el banquillo. Contra el Bologna sorprendió con la titularidad de Tiago, pero se le complicó la vida con el cambio de Giovinco por Amauri y la lesión de Sissoko. El peso del equipo sobre el césped cayó derrumbado y los locales levantaron la cabeza buscando el empate y consiguiendo el 1-2 con un gol de Di Vaio. En Bologna se quejaron después de un medio penalti que Trefoloni no pitó de Mellberg a Marazzina por un leve contacto dentro del área. Pero esto no es el motivo de la victoria. La Juventus jugó un gran partido, y hay que reconocer los méritos del equipo, como cuando reconocíamos todos los errores hace dos semanas. Después está coincidencia que nos ha ayudado a enfrentarnos con dos de lo equipos más débiles del campeonato (y el sábado contra la Roma en crisis total de juego y resultados) y nos ha permitido escalar posiciones en la tabla. El sábado pasado, el Torino no tiró ni una vez a puerta; ayer, el Bologna le regaló el centro del campo a la Juventus y 12 minutos después del pitido inicial ya iba perdiendo merced a un gran gol de Nedved, que mostró lo mejor de su repertorio: robo, dribling, potencia y disparo. Culpable la defensa bolognesa, que sólo miró lo que hacía Nedved sin intentar impedirlo. Pero ahora nos preguntamos dónda está el secreto de Nedved, que sigue haciendo jugadas y jugadas que nadie podría hacer con su edad (36 años). Y nos preguntamos, algo molestos, por qué hasta el partido contra el Nápoles, Nedved no fue ese jugador determinante que teníamos y muchos creían haber perdido. La única respuesta lógica está en el abrazo en que se fundió con Camoranesi y Ranieri para celebrar los goles y después del partido: la prueba de que el equipo se ha unido en el momento más difícil en torno a la figura del entrenador.

El triunfo de ayer lo podemos denominar también como producto de la emergencia. Para no cargar de una presión seguramente excesiva al joven Ekdal, Ranieri decidió acortar los plazos en la recuperación de Tiago. El portugués se situó en el centro junto a Sissoko y cumplió con el cometido, aunque sin excesos. Ayudado quizá por la debilidad de Mingazzini y Mudingayi, que nunca encontraron la ayudad de Zenoni y Bombardini. La única oportunidad para el Bologna en la primera parte fue una contra que finalizó Di Vaio y que despejó Knezevic: una casualidad. La incapacidad del Bologna para hacer circular el balón es algo que inflama hasta el más tranquilo de sus aficionados y es una explicación más que coherente de su penúltimo puesto en la tabla. Así, sin Grygera y Legrottaglie, y con Mellberg en la derecha y Knezevic al lado de Chiellini, la defensa de la Juve disfrutó de una noche de tranquilidad relativa. Como relativamente tranquilos estuvieron los delanteros, Iaquinta y Amauri, que no tuvieron mucho que hacer, fruto del contagio de la indolencia local. A pesar de todo, Amauri estrelló un balón al palo que después no supo rematar Marchionni cuando le cayó al pié, franco para marcar. Después fue Nedved el que redondeó su gran resurgir con el segundo gol que hizo inútil el de Di Vaio y el intento de empate emiliano.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Una noticia excelente


Ayer el diario Tuttosport sorprendía con una auténtica bomba: el padre y representante de Diego Ribas había arrivado la noche anterior a Turín, se había hospedado en un hotel cercano a la sede del club y tenía en su agenda una reunión con la parcela deportiva de la Juventus al día siguiente (ayer). Lo mejor de todo esto es que es cierto. Blanc ha confirmado esta mañana que están "valorando la opción" de fichar a Diego y existen imágenes que certifican la estancia en Turín de Djair da Cunha, padre del brasileño, y un holding de representación de jugadores, las jornadas de ayer y anteayer.

Necesario, querido, interesante, para convertirse finalmente en un lujo impermisible y finalmente abandonado por la Juventus. La Juve estuvo a un paso de Diego la pasada primavera, pero finalmente el alto coste de la operación (aumentado entonces por una brutal competencia) y las dudas sobre su adaptabilidad táctica a la Juvents hicieron que nada se concretase. Ranieri prefirió un centrocampista más defensivo y menos caro, como Poulsen antes que al mediapunta brasileño del Bremen, a priori incompatible en el 4-4-2 inamovible de Ranieri. Los resultados saltan a la vista. Antes del orgulloso resurgir contra Madrid y Torino, el puesto del entrenador romano estaba en el aire. Falta de calidad, decíamos, ausencia de un elemento que marcase la diferencia, que encendiese la luz del equipo, que hiciese saltar la chispa con jugadas sorprendentes, decisivas, desequilibrantes. Alguien que pudiese asociarse con Del Piero para hacer el último pase, para hacer aún mejores a los delanteros.

Seis meses después, y casualmente en medio de la asamblea de accionistas, la directiva parece habérselo pensado mejor. El primer objetivo, el jugador ideal para la Juve, en el próximo mercado de enero será Diego, que ya no quiere ni oir hablar de la Bundesliga, una liga demasiado pequeña para él. Amauri es la demostración de que lo bueno, aunque caro, es rentable. Casi 25 millones de euros se invirtieron en él. Más o menos es ese el precio que puede valer Diego: igual de caro, igual de bueno. La directiva, tras el fracaso de algunos fichajes más, a priori, baratos, ha aprendido que es inútil repartir 20 ó 25 millones en fichar dos o tres jugadores mediocres y que lo mejor es invertirlo todo en una estrella de verdad. Dicen que las negociaciones ya han comenzado y que existe un acuerdo con el jugador, aunque esto es algo que nadie puede confirmar. La oferta de partida que se presentará al Bremen será de 20 millones de euros y en Alemania dicen que el jugador ya ha avisado de que se va. Las grandes negociaciones para volver a tener una gran Juve parece que han comenzado. No es un sueño despiertos. Diego es una realidad, una garantía de calidad absoluta. Podemos ilusionarnos.

lunes, 27 de octubre de 2008

Amauri mejor que Ibrahimovic


Cinco goles en ocho partidos de Serie A, como Ibrahimovic. Se perfila un duelo en lo alto de la clasificación de capocannonieri entre Amauri y el sueco ex de la Juve. El reto que nuestro delantero ha lanzado a Ibrahimovic nos gusta, es una posibilidad para cobrarnos nuestra particular vendetta; pero nos gusta (que no sorprende) más aún el sensacional estado de forma de Amauri, que se ha especializado en marcar goles vitales: ahora mismo, la Juve tiene doce puntos, y diez los ha conseguido Amauri: un gol al Udinese (tres puntos), un gol al Cagliari (tres puntos), un gol al Catania (un punto) y otro en el derbi al Torino (tres puntos). Su quinto gol lo marcó al Nápoles, pero no sirvió para nada, porque después lo hicieron Hamsik y Lavezzi. Estamos sólo en el principio de la carrera de Amauri en la Juve, pero su media de goles es realmente extraordinaria: ocho partidos, cinco goles.

Los próximos compromisos del equipo, mañana en Bologna y el sábado en Turín contra la Roma, dirán si las victorias contra Real Madrid y Torino significaron la salida definitiva de la crisis, pero mientras, la inversión que el club realizó por Amauri se muestra, cada día, más acertada. Tras perder a Ibrahimovic después del Calciopoli, la Juventus buscó a alguien que pudiese hacerlo olvidar, y lo ha encontrado con Amauri. Quizá Amauri no nos deleite la vista como pudiese hacerlo el sueco, pero tiene otras cualidades que le hacen superior. Su capacidad de guerrear él sólo contra la defensa rival, su fuerza y sus aptitudes para moverse sin balón, ya sea abriendo espacios en el ataque o presionando la salida del rival, que beneficia mucho al rendimiento del equipo. Amauri, que parece no interesar al seleccionador brasileño, mientras no hay nada que le importe más a Lippi que su pasaporte italiano, no tendrá la elegancia de Ibra, pero posiblemente tenga más acierto de cara a puerta. Su media entre disparos a puerta y goles realizados es muy elevada. Tiene cuatro años de contrato con la Juventus. Cuatro años para borrar el recuerdo de Ibrahimovic y dejar el selló que él no supo marcar.

domingo, 26 de octubre de 2008

Aparece la Juventus


El de ayer fue un derbi pobre, sin ritmo, con faltas casi denunciables, privado de casi cualquier espectacularidad. Pero fue un derbi. Nada que no estuviese previsto, porque es lo que hay y es lo que vimos. También la victoria de la Juventus estaba dentro de las previsiones, no obstante las lesiones que han mutilado la plantilla (tres más ayer: Grygera, Salihamidzic y De Ceglie) y el cansancio casi corrosivo de la Champions League. Pero quizá no la esperábamos así, con el Toro sin tirar ni una vez a puerta, esclavo de sus debilidades, de sus miedos y de una clasificación realmente preocupante. Antes, el corazón era el músculo más usado por los de De Biasi, pero el Torino ha perdido hasta eso, además del partido. El partido se decidió con un único gol de Amauri, el jugador más determinante (al menos a nivel de puntos) del equipo en este inicio de temporada. Por algo se pagaron 22 millones de euros por él, y es el ejemplo de que cuando se invierte en un gran jugador, de primer nivel mundial, se recogen beneficios. Una lección, para quien tenga que apuntarsela, para el futuro.

La segunda victoria consecutiva de la Juventus (no ganaba en Serie A desde el 21 de septiembre en Cagliari) frena la caída, provocada por una serie de empates y derrotas consecutivas, y acelera la progresión de un equipo que, inesperadamente, cayó hasta el fondo sin saber por qué. No es que podamos decir que el equipo va a arrasar, pero estamos en condiciones de decir que lo peor ya ha pasado. El mérito es de todos, directiva incluida, de un equipo que ha salido de la crisis más unido que nunca (como vimos al final del partido, cuando Ranieri se abrazó con todos los jugadores) y, también, vamos a reconocerlo, de Ranieri, que ha demostrado una fuerte personalidad, que tiene un chaleco antibalas en el alma, que ha sabido permanecer fuerte ante las críticas, las justas y las no, y que de fútbol sabe, y mucho. Él sabe donde están los problemas, mirarlos de frente y salir de ellos con hechos concretos. Como ha demostrado en estos últimos partidos, donde el equipo es otro, teniendo en cuenta la plaga de lesiones.

El miedo; comprensible, pero anti-histórico, humano, pero castigador, sacó al Torino del partido por todo el primer tiempo y gran parte del segundo, consintiendo a la Juventus estar mucho más cómoda y una superioridad neta que no llegó, no se supo concretarse en goles. Dos veces lo intentó Sissoko desde la distancia, y probó, sobre todos, Marchionni, con una doble oportunidad en el minuto 21, que desmanteló Calderoni, que hizo que el Torino no echase en falta a Sereni. Sensación, esta, que no transmitió Manninger, que protagonizó una malísima salida en la única llegada al área del Torino y que Bianchi no supo aprovechar. Estuvo mal Bianchi, como Rosina; muy pálido, como Zanetti; insipido, como Diana; un pseudo-delincuente en los campos de Italia. Los mejores del Torino fueron Rubin, un defensa de extremo y Abate, los dos más jóvenes del equipo.

Ranieri salió al campo con lo que tenía, poniendo a De Ceglie en la banda izquierda y a Marchionni en la derecha, mientras que se vio obligado a sustituir a Grygera (distensión en el abductor de la pierna derecha) por Mellberg en el descanso. En principio, el checo iba a ser sustituido por Salihamidzic, pero en su calentamiento se lesionó y devuelve a la enfermería la posibilidad de hacer un equipo de fútbol entero con 11 lesionados, que no estarán el martes ante el Bologna. También hemos sabido hoy que Del Piero estuvo a punto de perderse el derbi por unas molestias en el gluteo derecho, algo que podría justificar un partido que no fue de los mejores en su nómina personal. Hablando de lesiones, o casi, corrimos el riesgo de perder a Nedved a la media hora, tras una agresión criminal de Diana que merecía la roja y que el árbitro ni siquiera señaló. Tampoco lo hizo el cuarto árbitro, a pesar de que la agresión (que no falta) fue cometida a escasos metros de su posición y ello consintió un partido en el que el Torino, ante la inferioridad, se desenvolvió con extrema dureza.

En medio de este guión tan desagradable, apareció Amauri para cosechar más elogios, marcando su quinto gol en Serie A y el tercero consecutivo en una semana (Nápoles, Madrid y Torino). El delantero, que ya podemos denominarlo como italiano, puesto que Dunga ha dicho que no le llamará a la Seleçao, del que poco habíamos visto hasta el momento, aprovechó un pase en profundidad de De Ceglie, el error en la cobertura de Di Loreto y su velocidad para dejar atrás a Barone en la carrera, para enfilar a Calderoni y meterle el balón por debajo. El gol tuvo un efecto desatascante para el partido, obligando al Torino a ir algo más adelante y beneficiando a la Juve con más espacios en campo rival. De Biasi optó por meter tres delanteros puros en su equipo, sesgándole cualquier mínimo de imaginación. Ranieri tuvo que meter a Giovinco, por obligación, no devoción. Con De Ceglie lesionado y Salihamidzic fuera de juego, era la única alternativa, aunque alguno haya criticado que no era el momento de 'correr riesgos'. Fuese el momento que fuese, acertado o no, con Amauri, Del Piero y De Ceglie tocados, tuvo que salir Giovinco, por el de mayor gravedad, suponemos. El equipo ha remontado el vuelo, a desplegado las alas y afrontamos esta semana, con Bologna y Roma, con la esperanza de volver a ocupar los puestos de cabeza que nos pertenecen. Pero hay un problema que sigue ahí, de solución, de momento imprevisible: las lesiones: Grygera, Salihamidzic y De Ceglie se unen al club.

viernes, 24 de octubre de 2008

Demasiadas lesiones para tan poca competición


El partido contra el Madrid nos dejó la alegría de ganar al mejor equipo de la historia del fútbol, pero también el lamento por sumar otro nombre a la ya de por sí larga lista de lesionados: Claudio Marchisio, con una distorsión de segundo grado en el tobillo izquierdo, estará de baja, si todo va bien, un mes. A Zebina, Zanetti, Trezeguet, Buffon, Camoranesi, Tiago y Poulsen les tenemos que añadir el nombre del prometedor centrocampista de la cantera, de lo mejor en los últimos partidos (principalmente en el San Paolo). Llueve sobre mojado. Para el derbi de mañana, Ranieri se encuentra con ocho jugadores lesionados y con Legrottaglie, Mellberg y Iaquinta recién salidos de sendos problemas musculares y en unas condiciones no idóneas. Tanto es así, que el martes,Legrottaglie y Mellberg se turnaron para jugar una parte cada uno y Vincenzo jugó los últimos minutos, para proteger la tarjeta amarilla de Amauri.

Obviamente, esta situación, que ha llegado a juntar once lesionados la semana pasada, llevará a la directiva, como públicamente se ha reconocido, a "hacer un análisis" con la dirección deportiva y el staff técnico para buscar un culpable (si es que lo hay) y, sobretodo, para intentar que la lista deje de alargarse. Parece claro que una temporada con más obligaciones (Scudetto y Champions) ha tenido un impacto demasiado grande para el equipo, que tras un inicio de temporada discreto, pasa por evidentes dificultades. Porque, más allá de las lesiones, la condición física del equipo está lejos del mejor nivel y eso, como vimos contra el Madrid, donde el equipo pegó un bajón a los 65 minutos de juego, podría ser la principal causa de los problemas por los que pasa el equipo. Algo no funciona en el apartado físico y esa es la peor noticia que podíamos recibir, visto que el éxito del año pasado se cimentó principalmente en la frescura del equipo (resolviendo muchos partidos más allá del minuto 80, en la famosa 'Zona Juve'), que llegó a la recta final de la temporada con el depósito lleno de gasolina. Gasolina que ahora, a penas dos meses después del primer partido oficial, parece estar en la reserva.

Mañana es el derbi y Ranieri sólo cuenta con Sissoko como centrocampista puro. Con Zanetti sin poder aún debutar esta temporada en partido oficial, Poulsen lesionado en Nápoles y Tiago la víspera, el compañero del Mali se lo tendrá que sacar Ranieri de la chistera. El precedente del partido contra el Madrid dice que el compañero de Sissoko en el centro tendría que ser Nedved, con dos a elegir de entre Marchionni, Salihamidzicy De Ceglie en las bandas. Seguramente sea eso lo que veamos mañana, aunque también podría entrar en escena Ekdal, el joven sueco que llegó este verano y que aún no ha debutado como titular. Tácticamente podría ser la solución más razonable, pero el ambiente de derbi, para un chico que ha disputado media hora con la camiseta de la Juventus puede que no sea el más adecuado.

Abandonar definitivamente el estado de sitio, pasa, obligatoriamente, por ganarle al Torino mañana y solucionar el problema físico. Los 9 puntos en siete partidos no se pueden justicar con las lesiones, pero poder afrontar ciertos partidos con toda la plantilla disponible y sin bajas tan importantes, hubiese cambiado, en parte, la historia. Una historia que, sin importar las lesiones, empezó a cambiar el martes con la garra y el orgullo de la Juventus. Ahora que el equipo parece asomar la cabeza, hay que seguir por este camino. Se juega el derbi.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Europa, noi ci siamo ancora


Si es cierto eso de que uno demuestra su hombría en los momentos donde más difícil se hace, podemos decirlo: la Juventus es un equipo de hombres. No sólo por saber ganar al Madrid, jugando un auténtico partidazo, alzarse a la primera plaza del grupo y tener, con dos puntos más en tres partidos, el pase a octavos al alcance de la mano; sino porque ha sabido resurgir de sus propias miserias. Gracias a unas estímulos nerviosos difíciles de explicar, los mismos jugadores que tocaron fondo en Nápoles, rescataron de la fosa en que se encontraban su ánimo, su garra, su fuerza, su carácter, para superar un momento de máxima dificultad. Es pronto para saber si se trata de la reacción definitiva (eso lo sabremos el sábado en el derbi), pero nadie imaginaba que el equipo de Ranieri (que a nadie se nos olvide), condicionado por la mala suerte, hubiese podido jugar un partido de tan alta alcurnia contra uno de los peores rivales posibles.

Del partido de ayer sale una conclusión: cuando la Juventus juega como la Juventus es difícil ganarle. De ahí, implícitamente, una duda nos asalta: ¿Por qué extraño motivo la Juventus ha tenido que tocar fondo y precipitarse a la espiral de las crisis para poder recuperar la rabia, la pasión, la personalidad que siempre nos fueron intrínsecos? Sólo si Pavel Nedved volvía a ser Power Nedved, aunque fuese por una noche; sólo si Amauri se transformaba en un guerrero medieval, sacrificando una vez más su excelsa técnica; sólo si todos daban el 120% de su capacidad. Sólo así era posible salir de esa vorágine de crisis. Después está el tema de Del Piero, que merece un a parte. Sabemos quien es él, aunque alguien en algún lado se empeñe por terminarlo. Él es un todo. Le conocemos perfectamente, pero siempre se guarda la capacidad de sorprendernos. Así derrotamos al Real Madrid: con goles de Del Piero (¿quién si no?) y Amauri, la pareja de delanteros que ayer aprovechó las dos únicas ocasiones de gol reales que se crearon cerca de Casillas. Como nos habían prometido en estos dos días que, tras la derrota del San Paolo, se nos hicieron una semana, la Juventus fue ayer un equipo unido: entre sus propias líneas, con el entrenador, con la directiva. Y, mucho más importante, con la afición. Una afición que nunca le ha dado la espalda y que ayer vio como sólo con poder estar en un Olimpico que quedó diminuto se le erizaba el vello. Porque esta es la gran victoria que devuelve a la Juventus al grupo de la más alta nobleza europea. Algo que esperábamos desde hace tres años.

Pero qué sufrimiento nos dejó el partido. Para una vez que nuestro centro parecía no pasarlo tan mal, que parecía dominar al rival, gracias a un espléndido Sissoko y su inmensa capacidad/facilidad para robar balones y a la aportación de calidad de un Marchisio mejor cada día, con la ayuda inestimable de Nedved y Marchionni desde las bandas; el destino decidió hacer otra vez de las suyas en forma de lesión, privándonos del más joven y mejor de nuestros centrocampistas de la manera más grotesca posible: chocando con su propio compañero (Sissoko). Ante la conjetura, Ranieri sólo pudo echar mano de Salihamidzic y mezclar un poco las posiciones del centro del campo, centrando a Nedved, cambiando continuamente de bandas a Brazzo y Marchionni; pidiendo un ulterior esfuerzo a todos. El Madrid, que hasta ese momento (media hora), había mostrado evidentes dificultades para acercarse a Manninger (salvo con disparos de van der Vaart desde larga distancia), fue tomando posesión del partido. Pero para entonces, la Juventus ya estaba por delante en el marcador. En el minuto 5, Del Piero aprovechó un pase de Amauri (error de Cannavaro incluso) para batir a Casillas desde más de 20 metros, marcando un gol que puede valer toda una temporada. El gol era el premio a una apreciación del partido distinta a la del Real Madrid, que salió al campo con un complejo de superioridad (en parte dado por la prensa española) contraproducente e incapaz de combinar con su tridente de campo. En parte porque, y volvemos a ensalzar nuestro centro del campo, ni Gago, ni Sneijder, ni van der Vaart hasta después del gol de Amauri (minuto 4 de la reanudación, rematando un gran centro de Nedved), habían podido escapar de la telaraña de Ranieri.

Si Schuster no hubiese querido marcar una diferencia tan grande de estilos que le cubriese después de rosas y hubiese puesto a De la Red en el centro y sacado a Robben desde el principio, renunciando al 4-3-3, la película quizá hubiese sido distinta, puesto que la clave fue la superioridad numérica de la Juve en la parte ancha del campo. Aunque, por otra parte, también se puede entender la idea de Schuster, que quiso aprovechar la supuesta debilidad de la defensa bianconera, mucho mejor con la vuelta de Legrottaglie (sustituido al descanso por Mellberg). En este aspecto, el del centro del campo, tuvo un papel importantísimo Amauri, que por momentos, renunció a su posición de delantero, retrasando su posición hasta la línea del centro del campo, para ayudar al pressing juventino. También hay que destacar el grandísimo partido de Grygera y Molinaro, que desde los laterales estuvieron muy bien en defensa, así como aportando su parte, importante, en el ataque del equipo. Parece que la atmósfera especial de la Champions League revitaliza a los grandes.

Una atmósfera que, sin embargo, fue muy esquiva para Cannavaro, continuamente abucheado y silbado (nada que no esperase). Una atmósfera que a nosotros nos volvió a emocionar. Que nos puso en tensión durante casi dos horas. Justamente lo que queríamos. Una tensión que nos hizo gritar de rabia con el primer gol de Del Piero. Su cara, su gesto enrabiado era el grito de toda la Juventus. Europa, somos la Juventus, un equipo con más carácter que ningún otro, compacto, unido, con el apoyo incondicional de la afición en una comunión perfecta. Somos la Juventus y no nos rendimos. Ni nos rendiremos.

domingo, 19 de octubre de 2008

Habla un madridista (I)


Mañana, el estadio Olimpico hospedará uno de esos partidos especiales: Juventus - Real Madrid. Un choque que adquiere una trascendencia mayor de la que tendría ya de por sí. Primero porque desde que descendimos a los infiernos, todos hemos soñado con volver a enfrentarnos al rey de Europa y demostrar que la Juve es un equipo de nivel continental. Segundo: Porque necesitamos saber que la Juve es un equipo de nivel. Algo que se antoja difícil a la luz de los últimos acontecimientos. El choque contra el Real llega en la peor temporada de los 112 años de historia de la Juventus, pero el calendario no nos concede el asueto en forma de aplazamiento. El Madrid está ahí y el equipo tiene que verlo a ras. Dejando a un lado las evidencias que ahora diferencian a ambos equipos.

Lo primero que sentí el día del sorteo fue orgullo. La Juve, bestia negra oficiosa del Real Madrid, podría demostrar a toda Europa (y particularmente a España, donde su estilo ni siquiera se respeta) que ha vuelto para quedarse. Lo segundo fue que sería de gran interés poder contar dentro de esta pequeña comunidad que hemos creado con un aficionado madridista para que nos exprese su opinión. Hace casi dos años que me muevo por la red, descubriendo blogs. Y no exagero cuando digo que "La Quinta del Buitre" es uno de los mejores que se pueden encontrar. Andrés, que siempre mira el fútbol "con las gafas correctas" es un cordobés aficionado del Madrid desde hace años y un gran conocedor del fútbol y de sus fundamentos básicos. Nada tiene secretos ni fronteras en su sí. Humildemente, me enorgullezco de la relación fluida, amistosa aunque, por desgracia, impersonal, que mantengo con él. No pensé dos veces en invitarle a sentarse en la curva y creo que recibió el guante con gusto, sin bacilar. En esta primera entrega de su colaboración, Andrés nos explica, siempre desde la óptica rival, como llega y cuales son los principales peligros del Real Madrid en Turín.

Vaya por delante que este choque de titanes no tiene, en gran medida, la preocupación de las urgencias. Incluso nosotros llegamos a él con el pleno de puntos, seis, disputados hasta el momento. Sin embargo, la Vecchia Signora dejó mucho que desear en Bielorrusia, mandando, como escribí en el foro de este blog, un mensaje de debilidad al viejo continente (en parte, porque se trataba de su primera salida a domicilio desde su descenso administrativo) con aquel empate a 2 frente al BATE Borisov.

Desde la óptica madridista, creo que debemos llegar a la cita con respeto, pero plenamente confiados en que podemos ganar. Y para lograrlo, mi consigna sería clara: presión sobre los gestores, por llamarles de alguna manera, de juego juventinos, Sissoko y Poulsen. El dúo formado por el malí y el danés adolece de criterio para sacar el balón, para organizar con un mínimo de decoro el juego bianconeri, así que encimándoles se crea un atasco monumental en el colectivo de Ranieri, con la única solución de rifar el balón con pelotazos para que Amauri les saque beneficios. En este aspecto, debemos valorar el fenomenal juego de espaldas que atesora el ex del Palermo. Sí, es cierto, pero Pepe, después de su marcaje encomiable a Ibrahimovic en el Suecia-Portugal, da la impresión de estar preparado para superar cualquier prueba por exigente que sea.

En cuanto a la baja de Camoranesi sólo decir que me parece fundamental: hablamos de un futbolista prodigioso en el apartado físico, con profundidad, disparo y de gran equilibrio emocional para esta Juve. La ausencia del italo-argentino acrecenta más las dudas de la squadra italiana en la zona ancha, ya que Tiago ni está ni se le espera, y todo un alivio para nuestros laterales (digo laterales porque no sé quién jugará de inicio). Quien sí será de la partida, pienso, es el joven y diminuto (en su caso sí: la esencia viene en frasco pequeño) Giovinco. Este talentoso mediapunta aporta el truco ilusionista en esta Vecchia Signora encorsetada, encinta de pingües dudas. Bien Diarra o bien Gago deberán controlarlo bien porque, aunque se anulara la gestión de juego unos metros más abajo, Giovinco puede de la nada y en cualquier momento sacarse un pase de gol fatal para nuestros intereses.

Sería de gran inteligencia por parte de Schuster ordenar pases a la espalda del central sueco Mellberg, principal punto de disenso en la zaga bianconeri. Sneijder, De la Red o van der Vaart podrían ser capitales en este apartado. También me gustaría ver un emparejamiento de Higuaín con el zaguero transalpino del momento: Chiellini. ¿Sería capaz el Pipa de ganarle la partida? Inteligencia atesora para ello.

sábado, 18 de octubre de 2008

Se acabó


Hay un viejo refrán que dice: "Quien gana, celebra; quien pierde, explica". La gravedad en la Juventus es tal, que no podemos celebrar nada y las explicaciones ya no llegan. Mo pueden abarcar la magnitud del momento tan difícil por el que pasa la Juve. Negar el momento como hizo ayer Ranieri es una falta total de respeto hacia la afición. Y una postura absolutamente contraproducente para el bien del equipo. Negar la evidencia es una irresponsabilidad cuyas dimensiones no podemos valorar ahora para el futuro próximo de la entidad. No actuar contra ella, también. Quien manda en la Juve no puede refugiarse tras frases hechas de "permanecer unidos" o de que "tenemos demasiados lesionados". El problema va mucho más allá. Quien manda en la Juve (y quien quiere a la Juve) debería saber que hay que cerrar ya este capítulo y abrir, con control y premura, otro. El famoso 'salto de calidad' debe nacer desde la directiva. Si no son capaces de cambiar el rumbo de la situación con carácter de urgencia se convertirán directamente en los responsables máximos del actual desastre. Bajo cualquier punto de vista. ¿Quién avaló y pagó los fichajes de Ranieri? La directiva. ¿Quién insiste en mantener a Ranieri? La directiva.

Porque la Juve, y no sólo ayer, muestra unas debilidades impropias de cualquier equipo con aspiraciones serias. Errores de mercado, de Ranieri y no, y, sobre todo, fallos flagrantes en la preparación física y carencias tácticas evidentes. Nada nuevo, pero la enfermedad ha terminado contagiando los resultados. El inmovilismo de los dos centrocampistas, la debilidad de la defensa (Knezevic y Molinaro no están a la altura y Chiellini no pasa por su mejor momento) y con todo ello la falta de rodaje en el juego, le permitieron al Nápoles dominar absolutamente cualquier parcela del campo. Blase se fue creciendo, apoderándose de su zona, hasta hacer desaparecer cualquier intento ofensivo de la Juve, siempre ayudado por Cannavaro (hasta el momento de su lesión, acusada por el equipo), generalmente en los pies de Del Piero, volviendo a su antiguo rol de 'trequartista' ante la carencia de ideas y ritmo del equipo. Todo inútil. Maggio enfilaba su carril como cuchillo caliente en mantequilla y ese defecto Ranieri lo vio tarde y lo resolvió mal, muy mal. Después del gol de Amauri (17' st), cuando la Juve podía aprovechar su única cualidad actual, la pegada, y el empate inmediato de Hamsik en un error de los centrales, que no tuvieron el apoyo defensivo de los centrocampistas, Ranieri reforzó la banda zurda, con De Ceglie por Del Piero y Nedved pasando al centro. Pensaba Ranieri en el Madrid y no se dio cuenta de los problemas que tenía en Nápoles. Resultado: 1-2 de Lavezzi en una jugada perfectamente hilada (de las que no puede hacer la Juventus) culminada con dos errores de la defensa (Knezevic y Chiellini).

En ese momento, Ranieri ya se había caído con todo el equipo. El empate tuvo un impacto nefasto para la moral del equipo. La cara de Del Piero al ver que el 29 era el número verde de la tablilla del cuarto árbitro era el reflejo de que las charlas y los 'cara a cara' de estos días, las puestas en común, no habían servido para nada. El guión para Ranieri permanece invariable. Uno a uno y la alternativa es fortalecer la banda y debilitar el ataque con la excusa del Real Madrid en el horizonte. Con una Juve que ha perdido hasta los rasgos que le han caracterizado a lo largo de sus 111 años de historia: la garra, el coraje, el corazón; el capitán (juventino desde hace 16 años) se iba en el San Paolo. El famoso ADN ganador de la Juventus se ha visto infectado por las tácticas y decisiones calamitosas de un entrenador que no sabe ver que su momento ha terminado. Un entrenador al que ayer, sospechosamente, algo raro cuanto menos, no le fue confirmada la confianza en su trabajo por primera vez tras una derrota. Habrá quien se escude en las múltiples lesiones, pero de ahí surge otro interrogante: ¿Puede la Juventus acumular diez lesionados tras siete partidos? No. Sin más.

En definitiva, la Juve es un equipo con fracturas en cada línea. Ahora, que tomen nota los que tengan que tomarla e intervengan. El equipo necesita de la mano de la directiva. Nos gustaría saber (sería conveniente) qué piensa de todo esto la dirección deportiva con Blanc a la cabeza. Nos gustaría saber si se puede dirigir un equipo como una simple empresa. La respuesta es obvia: no. Hace falta ambición, ideas, calidad, personalidad, no coger la lista de la compra y aprovechar los saldos de final de temporada. Esta directiva puede hacerlo mejor. Los tiempos de su proyecto de vuelta a lo más alto han fallado. De cuatro años, que pasaron a dos después, hemos pasado a días. Se acabaron los largos plazos, la situación requiere respuestas inmediatas, al menos la primera y más evidente: dar por terminada la relación de la Juventus con Ranieri. Un mínimo de coherencia lleva a esta conclusión (es obvio pensar que quien creó esta situación no podrá salir de ella con unas armas que se han demostrado inútiles) y va desde el máximo respeto hacia la persona y el entrenador que ha devuelto a la Juve a la Champions y ha dado la cara por 'sus' fichajes y la actual fisionomía de nuestro equipo. Él los fichó, él los hace jugar y, de momento, él es el responsable de esta situación. De una situación que genera polémicas, confrontaciones y mal humor. Una situación que ha llevado a convocar protestas de algunos aficionados (de resultados que se auguran fatales) el próximo martes. Hace falta intervenir. Porque somos la Juventus. Y porque queremos seguir siéndolo. Porque el martes iremos al estadio, nos sentaremos ante el televisor o sintonizaremos el transistor con las mismas emociones y esperanzas de siempre. Porque cada vez que nos ponemos la camiseta bianconera se nos eriza el vello y se nos hincha el orgullo. Porque queremos seguir haciéndolo. Porque no queremos mirar hacia el pasado para ver historias de un escudo blanco y negro cargado de coraje y corazón.

Así vuelven tras el parón


Nueve días después, Ranieri se reencontró con su grupo de jugadores. Dos semanas de ausencias, de selecciones, pero, sobretodo, de tensiones y reflexiones. Cobolli Gigli ha dicho que está en el peor momento de su mandato, incluso por encima de la Serie B y algunos problemas en el vestuario, que nos negábamos a ver, han sido reflejados y, por suerte y con inteligencia, solucionados. Si el parón ha servido para algo o no lo veremos esta noche. El momento es crucial, el equipo está más unido que nunca en busca de la victoria. Repasamos ahora como llegan los nuestros al partido del San Paolo.

Manninger. Durante este tiempo ha estado con la selección austriaca, donde es el meta titular, y desde hoy se centra ya en volver a intentar hacer de Buffon en la Juve. Encajó un gol histórico contra las Islas Feroe, pero se le nota cuando su defensa son un cuarteto de bailarinas. Contra Serbia, una prueba de fuego para Austria, salió totalmente desesperado, encajando tres goles increíbles. No debe pasar por su mejor momento a nivel mental, aunque los fiascos con su selección los tiene habituados. En la Juve, sin embargo, no ha decepcionado nunca.

Grygera. El miércoles no jugó contra Eslovaquia por decisión de su seleccionador Petr Rada, así que vio la victoria de su equipo desde el banquillo. El lateral derecho es una posición delicada y fundamental ahora mismo en la Juventus, vista la indisponibilidad de Zebina. Grygera y su buen hacer son fundamentales en la actualidad. Y que no se lesione él también, el único que podría suplirse sería, y fuera de sitio, Salihamidzic, un comodín de los de verdad.

Knezevic. Se ha pasado estos días con la selección de Croacia. El sábado no jugó, y el martes, ante Andorra, sólo diez minutos. No es de los preferidos de Bilic en esa posición y eso a Ranieri, ahora mismo, le biene de perlas, porque lo tendrá descansado y sin lesiones (muy importante si tenemos en cuanta que son nueve los que ocupan la enfermería ahora mismo). Legrottaglie finalmente no se ha podido recuperar para el partido de esta tarde, y Dario 'el silencioso' tiene un papel muy importante en estos momentos.

Chiellini. Definitivamente se ha consolidado en la titularidad en la nazionale azzurra. Jugó los dos partidos integros de Italia. Con respecto a los últimos partidos con la Juve (calamitoso contra el BATE), se le vio algo más tonificado. Bien contra Bulgaria, sólamente correcto ante Montenegro. Hay que remarcar que desde que volvió de la lesión ha jugado demasiado, sin estar al 100%. Así, Vucinic le atacó con velocidad el miércoles. Chiello no es un extraterrestre, y necesita un ritmo de juego más 'humano'. Algo normal. Y algo que el calendario no está dispuesto a conceder.

Molinaro. Ha sido el único defensa que ha podido trabajar con Ranieri en Vinovo. Dicen que ha estado trabajando intensamente sus centros y parece que el técnico romano ha quedado satisfecho y va a darle otra oportunidad. Últimamente sólo ha recibido pitos y abucheos por parte de la propia afición y ha acabado por perder el sitio en favor de De Ceglie. Con Nedved se entiende bien y merece esta nueva chance. Mejor en Nápoles que en Turín...

Poulsen. Es la referencia del centro del campo, le pese a quien le pese. Un ancla por delante de la defensa, pero con la capacidad de desengancharse y probar el tiro con esa potencia que derrocha. Con Dinamarca jugó los noventa minutos el sábado, y volvió a Turín para entrenar con la Juve. Parece recuperado de las pequeñas molestias que tenía, como demostró liderando absolutamente su selección. En la Juve aún tiene que ofrecer algo mejor y alejar el fantasma de Xabi Alonso.

Marchisio. Jugó el primer partico contra Isral de la Sub -21 italiana. No destacó, vio una amarilla (que acarreaba sanción) y volvió inmediatamente después a Turín. Así Ranieri ha podido practicar con él y Poulsen como armadores del juego para esta tarde, repitiendo la pareja que nos maravilló en Florencia en la primera jornada. El azzurrino es de esos jugadores sin altibajos, muy regular, de los que se sabe que su rendimiento nunca caerá por debajo de un punto establecido. Con él podemos estar seguros, pero le falta un poco de atrevimiento ofensivo.

Marchionni. Un futbolista en búsqueda continua de suerte, porque desde que fichó por la Juve, no le ha acompañado nunca. Cuando las sensaciones son de que puede volver y hacerlo bien, recae. Estas dos semanas sin internacionales han permitido que Ranieri se fije más en él. Si quiere darle un impulso a la estrategia ofensiva, en Nápoles tendrá que jugar él por la banda. Con Giovinco tocado, sólo tendrá que superar a Salihamidzic y las reticencias de Ranieri.

Nedved. Corre. Lo que no es noticia. Corre y se entrena más que nadie. Tampoco es algo sorprendente. La Furia Checa, que no le gusta que le pongan en entredicho, será uno de los pilares en los que se apoye el juego de la Juve esta noche en Nápoles. No juega ya con la selección, por lo que ha podido relajarse a las órdenes de Ranieri y arreglar cualquier tipo de desajuste. Todo ha vuelto a la normalidad. A menudo dice que el cansancio es más mental que físico, y él quiere ser el antidoto que necesita la Juve.

Del Piero. Estas dos semanas han sido especialmente duras para quien más ama a la Juve. Encima cargando con la culpa de la crisis por a saber qué razones. Si alguna vez tuvo algún problema con Ranieri, está ya solucionado. En el San Paolo será, como siempre, el alma de la Juventus. Su campo favorito, donde ha marcado más que nadie. A veces exageramos con él, con su calidad única, con sus números inigualables. Pero bien, es il capitano.

Amauri. Nacido en Brasil, esperando a poder vestirse de azzurro, de momento lo hace (con gran dedicación) de bianconero. Parece en forma, y sus goles en los entrenamientos de estos días han trascendido. Quiere marcar ahora en Serie A, en Nápoles, que fue su casa. Le falta el gol, se le nota, porque a él también le ha entrado la sequía tras marcar tres consecutivos y no volver a marcar más. "Quiero marcar" es la sintesis de su situación. Crisis o no, la solución no es sino es, buscar el gol. Algo que a la Juve le cuesta demasiado.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Última llamada, ¡despierta!


Tanto tiempo sin ver a la Juve en acción ha servido para reflexionar. Para sacar algo en claro de la crisis de la Juventus. Para pensar, principalmente en el centro del campo, donde se concentra la raíz del problema. De ahí salen dos consideraciones. Primero: las continuas lesiones podrían obligar a Ranieri a reclamar a Tiago para la causa. Segundo: visto el nivel exhibido hasta hoy por quien ha jugado en la media, quizá sea el momento para reclamar su presencia.

Recapitulamos: Christian Poulsen sufre molestias en sus abductores (como confirmó el doctor Capanna) y en los últimos partidos, en efecto, se han notado. Momo Sissoko da la impresión de estar algo cansado, como demuestra su expulsión contra el Palermo, y que la incisión de su religión sobre el césped puede ser cierta. Sea como fuere, vio la roja por una entrada totalmente a destiempo sobre Migliaccio y no podrá estar en el San Paolo. Cristiano Zanetti, cuando parecía totalmente recuperado, ha recaído de su lesión y no podrá jugar hasta noviembre. En este contexto, Claudio Marchisio ha adquirido un rol muy importante. Mucho más activo y lúcido que sus compañeros en el centro. Es el único que está bien y no está lesionado. Por lo que, salvo que volvamos a ver a Camoranesi en el centro, a Ranieri no le queda otra que repescar por enésima vez al más triste de los portugueses tristes.

Siempre que se han propuesto hacerlo, porque al señor "colpo di mercato della scorsa stagione" (como se le conoce irónicamente en Italia) le rodea un halo de misterio, nos damos de bruces contra una situación de lo más incomprensible. Sólo sus compañeros de equipo continúan elogiando incondicionalmente al portugués, diciendo siempre cuan trabajador es en los entrenamientos, lo correcto que es como persona y todo lo útil que podría serle al equipo siempre. Lo más extraño de la situación es que Ranieri (quien no lo alinea), ha sintonizado últimamente con esta frecuencia. Ranieri sólo se atrevió a 'criticar' a Tiago al inicio de la pasada temporada, después de que el portugués ya desilusionase con un rendimiento por debajo de lo esperado y de una una entrevista concedida a los medios portugueses donde el club y el propio entrenador no salían bien parados. Fue la última vez que alguien reprochó algo a Tiago, desde entonces todo bien. A partir de ese momento, Ranieri se unió al grupo de "lo bien que lo hace Tiago", a pesar de que siempre ha ido alternando la grada y el banquillo.

Durante el verano, acaparó los titulares de los periódicos. Un día le 'mandaban' a Inglaterra, otro día a España, después a Francia, de vuelta a Portugal... Pero en realidad, con la comodidad que tiene en la Juve, su prisión dorada, rechazó todas las ofertas posibles poniendo siempre por delante su contrato millonario y su larga duración. Eso colmó la paciencia de la directa y prácticamente lo sacó de sus planes (que son los de intentar 'deshacerse' de él en enero). Pero, por gracia o desgracia, Tiago sigue siendo jugador de la Juve a todos los efectos; se entrena (todos dicen que muy bien), va al banquillo (o a la grada) y alguna vez, si se acepta el verbo, 'juega' algún minuto. Pero ahora la precariedad de la zona y las convenencias tácticas pueden llevar a replantearse el asunto en torno a Tiago.

La realidad, paradójica, es que Tiago es quien más se acerca a la descripción de ese centrocampista con visión de juego y capaz de crear juego. Él es el 'regista' que falta. Y en este tratro de lo absurdo, con lesiones y sanciones, quién dice que no puede ser otra vez la hora de Tiago. La impresión es que nada ha cambiado respecto a antes: los mecanismos de juego son los mismos, no precisamente favorables al juego del portugués. Que Ranieri ya no cree en él es obvio, más allá del discurso oficial de la directiva. Pero no podemos excluir la posibilidad de empezar a ver más a menudo al misterioso Tiago en un centro del campo mermado por diferentes cuestiones, sin efectivos a disposición, entre los que contamos a Camoranesi y Nedved (lesionado uno y mayor el otro), que, desde las bandas, son los encargados de crear el juego. Y si ellos también faltan... Tiago, despierta. Aún no es demasiado tarde.

sábado, 11 de octubre de 2008

Puede acabar siendo el fichaje más acertado


Este verano, fijamos nuestros ojos en Amauri, el fichaje estrella del verano por el que el club pagó en total algo más de 20 millones de euros. Sin hacer ruido, casi de puntillas, incorporado a mitad de pretemporada, llegó Alex Manninger en una de esas extrañas operaciones de mercado. Su misión principal, en principio, era la de garantizar la salud de Buffon, controlar sus problemas de espalda, dándole, si fuese posible, entrada de vez en cuando y no obligar así a Buffon a jugar cada tres días. Sin embargo, Manninger, tendrá que afianzarse bajo los palos de la Juve domingo y miércoles por espacio de unos dos meses, y la espalda de Buffon no tiene nada que ver: la grave lesión del portero de Carrara está localizada en el abductor de su pierna derecha.

El abductor de Gigi había ya avisado a Manninger el pasado 21 de septiembre, en el Juventus - Cagliari: Buffon pidió el cambio ya en la primera parte y fue sustituido por el austriaco en el descanso. Decisivo en el partido contra los sardos con un paradón a disparo de Matri en los últimos minutos, Manninger jugó el turno infrasettimanale siguiente contra el Catania, donde no pudo hacer nada para evitar el gol de Plasmati tras un fallo de Chiellini; en Génova contra la Samp y en Minsk contra el BATE Borisov. Precisamente, dos goles encajados en ese partido de Champions hizo que más de uno se lamentase por la ausencia de Buffon: Manninger no cometió errores graves, pero no dio la seguridad que ofrece a su defensa el portero italiano, rápidamente restituido en su puesto en el partido decisivo contra el Palermo.

Ahora, tendremos que renunciar a los milagros de Buffon por un tiempo. Manninger (como cualquier otro portero en el mundo) no ofrece las mismas garantías que el portero azzurro, pero es un meta eficaz, de calidad y fiable, como nos mostró con sus dos paradas in extremis contra Cagliari y Sampdoria en sendos descuentos. Su fichaje, en la situación actual, se ha revelado como una elección más que acertada en unos momentos en los que la política de fichajes seguida este verano está siendo duramente criticada. No séra, a priori, un portero de primer nivel, pero tiene una gran experiencia internacional y al más alto nivel (ganó la Premier y la FA Cup con el Arsenal), así como en Italia, donde debutó en 2001 con la Fiorentina. De hecho, en los últimos años, Manninger siempre ha sido protagonista en sus equipos, siendo el meta titular durante su estancia en el Siena, a la que renunció este verano para enrolarse en la búsqueda de éxitos bianconera. La posibilidad de conquistar esos objetivos ahora mismo pasa, en buena parte, por sus guantes: él será el portero de la Juve en el doble enfrentamiento de Champions contra el Real Madrid ( y probablemente también contra el Zenit y el BATE); será él el encargado de parar a los delanteros de Nápoles, Torino, Inter y Roma.

jueves, 9 de octubre de 2008

¡Cuánto falta Xabi Alonso!


Quien piense que la Juventus es ese equipo que hemos visto en las dos últimas semanas, antes que nada, es de revelar su ignorancia supina y una falta de respeto total a la inteligencia ajena. En una materia (tampoco podemos calificar el fútbol como ciencia) tan inexacta como el fútbol también hay verdades absolutas: Buffon es el mejor portero del mundo; Del Piero es el mejor delantero de Italia, como demuestra su último título de capocannoniere, Chiellini seguramente fue el mejor italiano en la pasada Eurocopa, etc, etc. Dicho esto, pensar que esta Juventus, palida y desdibujada, está en condiciones de renacer de sus propias cenizas como el ave Fénix, convertirse en una máquina casi perfecta y luchar por ganarlo todo, quizá no sea un insulto a la lógica de las personas, pero sí un optimismo peculiar, desbordado y claramente infundado.

Quizá, un punto intermedio entre ambas líneas de pensamiento nos lleve a otras consideraciones más cercanas a la realidad. Esta Juventus es un gran equipo, con uno dosis más que aceptable de talento, pero carente del mismo en una posición tan importante como el centro del campo. Algo que dábamos por hecho y aceptábamos en los pivotes, pero que no se esperaba de las bandas, que últimamente no están rindiendo al nivel que de ellos se esperaba. Por cuestiones lógicas de la edad, Nedved (algo previsible) y por un inesperado bajón de forma, Camoranesi, no logran dar ese aporte a la ofensiva del equipo por las bandas que se había convertido en una de las constantes de la Juventus de los últimos años. Mientras, Salihamidzic y Marchionni no hacen por salir de ese papel de actor secundario que el guión del entrenador les entregó en un principio. Para competir con total garantía en el máximo nivel, la Juventus necesitaría un jugador que se preocupase más del juego del equipo que de lo que haga el rival. Algo que la Juve tuvo que estudiar (y que, de hecho, estudió) en verano. Y cuando estábamos a un millón de euros de Xabi Alonso, el equipo decidió cambiar su estrategia e ir a por Poulsen. Primer erro (para nada relacionado con la calidad, fuera de toda duda, del danés). Además, Ranieri decidió darle toda la importancia del mundo a Pavel Nedved. Segundo error. Está claro que Nedved se ha ganado un crédito vitalicio para confiar siempre en él, pero no es menos cierto que a los 36 años necesita un sustituto de garantías y que los técnicos del equipo no vieron o no quisieron ver esa necesidad primordial. Más urgente si los volantes del equipo están más enfocados a la defensa que al ataque.

A la Juve, por lo tanto, podríamos decir que le falta Xabi Alonso y alguien que se parezca al Nedved de hace unos años, como, por ejemplo, Dejan Stankovic. Podemos estar convencidos que la culpa de Xabi ha sido ser, a los ojos de algunos técnicos y/o directivos, demasiado parecido a Tiago (de hecho, Ranieri dijo ayer que el vasco es "demasiado lento"), mal precedente para la Juve. Poulsen, a pesar de las evidentes diferencias técnicas entre él y Xabi, se presentaba como una opción menos arriesgada (y también, importante, más barata). Porque quien ha hecho carrera gracias al trabajo, al esfuerzo, difícilmente lo perderá; mientras quien se ha basado en un supuesto talento (o real, como en el caso de Xabi), corre el riesgo de perderlo si las condiciones no son las más adecuadas. Que es lo que le pasó a Tiago (aquí tenemos que hablar de supuesto talento), pero que llegaba de la Ligue 1 francesa, donde el nivel y el ritmo del juego no son los mejores, precisamente. Mientras, quien ha demostrado todo lo que tiene dentro en un campeonato de primer nivel como la Premier League, en un club de prestigio infinito como el Liverpool y en la selección campeona de europa, no es suficiente para que la Juve se interese por él. ¿Demasiado ofensivo? ¿Demasiado lento? ¿Demasiado caro? Inexplicable. Porque su carácter también es innegable. Después de un periodo de dificultades en el Liverpool, perdiendo su puesto en el 'once' ha tenido el carácter necesario para recuperarlo esta temporada a base de calidad, mucha calidad. Algo suficiente como para saber que no hubiese fracasado en la Juventus. Ya sabemos que la Juve fichará seguro en enero. Quizá Xabi Alonso haya pasado de estar a un paso de la Juventus a ser un sueño. Pero se necesita a alguien que se le asemeje. Una obligación inenudible.

lunes, 6 de octubre de 2008

Sin salida

Como casi siempre, Alessandro Del Piero, capitán y juventino desde hace 16 años, tiene razón: la culpa de todo lo que nos está pasando y que sólo los ciegos no quieren ver no es sólo de Claudio Ranieri. Meterse hoy, tras la derrota de ayer contra el Palermo, que sigue a tres empates consecutivos, sería como quitarle el biberón a un niño que está mamando: demasiado fácil, demasiado cínico, demasiado ruín. En el fondo, la Juventus nunca ha jugado bien, ni cuando conseguía ganar los partidos gracias a los golpes de magia de los jugadores de verdadera calidad, ni cuando nos creíamos con derecho a obligar al menos un título a elegir entre Scudetto y Champions, ni cuando el cálido Sol del verano hacía sombra a los demás equipos. Renunciando al 4-4-2, Ranieri intentó reciclar su concepción del fútbol, poniendo a Giovinco por detrás de los dos puntas, Del Piero y Amauri, pero sacando un centro muy poblado con Marchisio, Sissoko y Poulsen: combinando, en teoría (no en la práctica), calidad con fuerza y potencia. El resultado, aunque la propuesta de incio no fue vista con malos ojos, fue nefasto. Y, siendo sinceros, y citando otra vez a Alex Del Piero, "Ranieri no estaba en el campo". Porque la confusión, la perplejidad, el hecho de no saber qué hacer y el no ver la salida del túnel es un estado colectivo y el problema no viene de ahora: viene de cuando se hizo este equipo con algunos fichajes que crearon dudas al principio pero que todos, absolutamente todos, avalamos más tarde. El parón para el juego de selecciones puede ayudar, pero quizá no: convivir, sin otro tema de conversación, con una crisis a cielo descubierto y sin posibilidad de contestar en el campo durante quince días no es la mejor situación.

El Palermo ayer fue un equipo ordinario, nada fuera de lo normal: pero le valió para llevarse los tres puntos del Olimpico. Miccoli adelantó al Palermo en un error de la defensa (Knezevic, De Ceglie y Buffon), empató y devolvió la ilusión Del Piero con un libre directo y después, con el equipo en inferioridad numérica tras la expulsión tan inevitable (para el árbitro) como criticable de Sissoko, le permitió a Mchelidze marcar su primer gol en Serie A en otro error de la pareja de centrales. Knezevic y Mellberg jugaron ayer juntos por primera vez y el resultado no fue el deseado ¿Culpa de Ranieri? ¿por qué? Alguien como Chiellini no se podía poner en riesgo en vista de las etapas que restan de la escalada juventina. Si los defensas, uno fichado gratis y otro cedido por un equipo de Serie B, no están a la altura de la camiseta, la culpa no es del entrenador. Ahora citamos a Buffon: "Cometemos demasiados fallos". Pregunta: ¿Por qué? El penalti no señalado a Del Piero (de Migliaccio y Cassani) no puede servir ni como excusa ni como atenuante.

Lo que más ha impresionado ha sido la debilidad y la pésima condición física de los jugadores, siempre llegando tarde a cada balón. Como pudimos ver personalizado en Sissoko (antes de ser expulsado fruto del nerviosismo que se vive en el seno del equipo), Poulsen, Camoranesi o incluso en Giovinco y Amauri. La reflexión aquí es obligada: un equipo que ha tenido un periodo de preparación más largo que el resto para disputar y superar una ronda previa de Champions ¿cómo puede estar ya sin fuerzas tras sólo tres meses de fútbol y sólo la mitad de partidos oficiales? No puede. Y aquí habrá que trabajar mucho y muy bien (algo extraño en la Juventus y en cualquier otro equipo de Ranieri), porque los efectos del cansancio siempre se han mostrado bien entrado el invierno, no a las seis jornadas de competición. Y este problema es el primero al que hay que ponerle remedio. Porque para esto sí tenemos medios y porque llega ahora un momento crucial de la temporada con la visita a Nápoles, el Real Madrid y el Inter. Porque por muy bueno que sea un futbolista, se convierte en normal si en lugar de correr, anda.

En definitiva, la Juventus es un espejo que refleja un montón de situaciones en las que la decisión tomada no ha sido la más acertada y el peor gesto de su entrenador. La Juventus tiene que volver a recuperar la fuerza del grupo (algo que marca la diferencia cuando el equipo se encuentra en desventaja técnica), como cuando ganar Scudetti era el pan de cada día. Ayer, equipo, directivos y el propio Ranieri abandonaron el estadio entre pitos e insultos. Decir que la situación no es grave y empezar a hablar de conspiraciones es querer distorsionar la realidad.

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