Un desastre programado
Hace una semana, no hace ni un año ni un mes, hace una semana, en la Juventus nadie firmaba el segundo puesto. Lo dijo Alessandro Del Piero el día después de ganar a la Roma y le siguieron todos, empezando Claudio Ranieri, el entrenador que posee una capacidad tremenda para no perder nunca su aplomo típicamente inglés y tan molesto en muchos casos. Una semana después, con un punto de nueve, fruto de un empate y dos derrotas, en la Juventus ya nadie piensa con ser segundos, sino en no perder de vista la zona Champions, porque con la derrota ante la Fiorentina, el remanente de tranquilidad que tenía la Juventus se ha liquidado. La gravedad de haber perdido este duelo directo contra la Fiore no reside sólo en el resultado, sino en la forma en que se produjo la dolorosísima derrota. Es muy fácil hacer juicios sumarísimos, pero es legítimo que la afición busque responsabilidades. Y es lo que vamos a tratar de hacer aquí entre hoy y mañana.
El primer culpable, evidentemente, es Ranieri. Errores técnicos que condicionaron el desarrollo del juego juventino y le facilitaron las cosas al equipo viola. Por ejemplo, visto que dos de los tres goles llegaron por el lado de Molinaro, me pregunto si el ex del Siena nunca se cansa. Desde que Chiellini pasó definitivamente a ocupar el puesto de central, no ha descansado ni un solo minuto, Coppa Italia incluida, 26 partidos uno tras otro. Dosificar a Molinaro es una necesidad, no un capricho ni un castigo por su mal partido del domingo. ¿Pero con quién? Con esa simple pregunta podría defenderse Ranieri, pasando la pelota al tejado de la directiva. Pues quizá con Criscito... Grygera o Zebina han jugado en otras ocasiones en la izquierda, y podrían ser una solución en partidos contra rivales teóricamente flojos. El domingo, Palladino no hizo de 'filtro', es decir, no defendió como debía y le pasó mucho más trabajo a Molinaro, que se vio absolutamente superado. Nedved todavía tiene más consistencia y aporta más trabajo en ese puesto. Ranieri intentó 'ayudar' a Molinaro metiendo un rombo en el centro del campo y volcando a Sissoko a la izquierda, pero provocó el efecto contrario. Arreglar el problema de la banda izquierda debe ser una obligación, no ya para el verano, por descontado, sino para lo que queda de temporada.
Mientras Prandelli revolucionaba el partido metiendo a Papa Waigo y Osvaldo (a la postre decisivos), Ranieri prefirió mantener en el campo a Trezeguet y sustituir a Del Piero por Iaquinta. Otro error 'estratégico', porque aunque no tuviese su mejor día, que no lo tuvo, Alex siempre es un peligro de los grandes a balón parado. No sé, quizá fuese casualidad, pero la Juve dispuso de una falta de esas que están hechas para los pies de Del Piero, pero Alex ya estaba viendo el transcurso del partido desde el banquillo, desde donde vio el gol del empate viola cuatro minutos después de ser sustituido. Es cierto que Iaquinta tenía que salir al campo, para abrir espacios con su cuerpo y su velocidad, pero sustitución de Trezeguet, que llevaba dos semanas sin jugar y acusó el no haber encontrado el tono físico. Creo que Ranieri no lo pensó. De igual manera, le podría haber hecho a Camoranesi 'apretar los dientes', el jugador que el pasado domingo estuvo por encima de cualquier otro y que marcó un gol. Ranieri explicó el cambio por Nocerino aduciendo razones físicas. En realidad, un campeón del mundo como Camoranesi podría haber aguantado 20 minutos más, porque se le veía bien, y hubiese sido más útil que prescindir de él.
A la Juve no le salió la enésima remontada. Al contrario, esta vez ha sido remontada, y mucha gente culpa la falta de concentración o la relajación excesiva de algunos jugadores que no dan todo lo que deberían en los partidos más importantes (Grygera, Molinaro, Palladino, Nocerino). Hay quien dice (con la boca pequeña) que Marcello Lippi no hubiese permitido ciertas cosas, y se hubiese revelado, 'castigando' a sus jugadores. No existe el beneficio de la duda, porque Lippi no quiso entrenar a la Juve cuando se le llamó, en compensación existen otras 12 jornadas de liga para demostrar quien tiene la pasta para estar en la Juventus y clasificarse para la Champions, el mínimo exigido por la directiva para sacar la chequera en verano.



1 comentarios:
Jonathan Zebina jugó con Capello de lateral en sería una situación parcheada.
Es normal que Rainieri no cambiara a Trezeguet, al tener más gol que Del Piero aunque Álex sea más grande a balón parado.
Un abrazo, amigo.
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