
La posibilidad estaba en el aire. Los que conocen bien la Juventus hablaban de ello y de él, pero aún así resultaba difícil de creer. Precisamente porque Andrea Agnelli será el nuevo Presidente de la Juve cuarenta y ocho años después del último miembro de la familia en aceptar la máxima responsabilidad en la guía del club. Curiosamente fue su padre Umberto, que sucedió a su tío Gianni Agnelli en 1955. Andrea se convierte en el cuarto Presidente Agnelli en lo que claramente es un signo de la familia de compromiso con el club y de una nueva estabilidad. Un símbolo de cambio que, precisamente es eso: el símbolo de una nueva época que, ahora sí, comienza.
Andrea Agnelli tiene impreso el carácter ganador de la familia, además de una larga experiencia en el mundo del deporte y la gestión, a pesar de sus treinta y cinco años. A finales de los años 90’, trabajó en la dirección comercial de la Juventus; después pasó a trabajar en Ferrari y luego en Phillip Morris y desde hace dos años forma parte del Consejo de administración de la Federación italiana de golf. En la Juventus será el máximo responsable, pero su labor tendrá una misión principal: aportar entusiasmo y esa misma responsabilidad que tiene que aportar una persona, un símbolo, tan importante. Trabajará codo con codo, como ha declarado John Elkann, con Blanc, que seguirá como Administrador delegado y si bien no tendrá la última palabra en las decisiones, será la más importante si la cuestión no necesita la intervención del Presidente.
Este acto, como ya hemos dicho, muy simbólico e importante, es el primer paso de la reconstrucción total de la Juventus: cambia la directiva, la manera de organizarla, el entrenador, la organización del equipo y, cómo no, los jugadores. Andrea tendrá que aportar su determinación y su personalidad para dar un impulso a todo lo puesto ya en marcha. Porque la afición juventina necesita hechos tácitos que sucedan a los símbolos. Necesita poder volver a creer en que la Juventus, después de la Serie B, sigue siendo la Juventus. Necesita recuperar la certeza de un gran club y eso se puede hacer con la ambición de Andrea Agnelli, que ha demostrado que su osadía y sus ganas no tienen límites. Hace un año volvió a moverse por los círculos juventinos, consciente de la necesidad que tenía el club y declaró en una entrevista a Tuttosport que a él le gustaría fichar a Messi. Sí, eso ahora mismo es un sueño bizarro e irrealizable. Pero ése es el carácter fuerte y decisivo que la Juventus necesita.
Andrea Agnelli tiene impreso el carácter ganador de la familia, además de una larga experiencia en el mundo del deporte y la gestión, a pesar de sus treinta y cinco años. A finales de los años 90’, trabajó en la dirección comercial de la Juventus; después pasó a trabajar en Ferrari y luego en Phillip Morris y desde hace dos años forma parte del Consejo de administración de la Federación italiana de golf. En la Juventus será el máximo responsable, pero su labor tendrá una misión principal: aportar entusiasmo y esa misma responsabilidad que tiene que aportar una persona, un símbolo, tan importante. Trabajará codo con codo, como ha declarado John Elkann, con Blanc, que seguirá como Administrador delegado y si bien no tendrá la última palabra en las decisiones, será la más importante si la cuestión no necesita la intervención del Presidente.
Este acto, como ya hemos dicho, muy simbólico e importante, es el primer paso de la reconstrucción total de la Juventus: cambia la directiva, la manera de organizarla, el entrenador, la organización del equipo y, cómo no, los jugadores. Andrea tendrá que aportar su determinación y su personalidad para dar un impulso a todo lo puesto ya en marcha. Porque la afición juventina necesita hechos tácitos que sucedan a los símbolos. Necesita poder volver a creer en que la Juventus, después de la Serie B, sigue siendo la Juventus. Necesita recuperar la certeza de un gran club y eso se puede hacer con la ambición de Andrea Agnelli, que ha demostrado que su osadía y sus ganas no tienen límites. Hace un año volvió a moverse por los círculos juventinos, consciente de la necesidad que tenía el club y declaró en una entrevista a Tuttosport que a él le gustaría fichar a Messi. Sí, eso ahora mismo es un sueño bizarro e irrealizable. Pero ése es el carácter fuerte y decisivo que la Juventus necesita.















