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jueves, 29 de abril de 2010

El símbolo de una era que comienza


La posibilidad estaba en el aire. Los que conocen bien la Juventus hablaban de ello y de él, pero aún así resultaba difícil de creer. Precisamente porque Andrea Agnelli será el nuevo Presidente de la Juve cuarenta y ocho años después del último miembro de la familia en aceptar la máxima responsabilidad en la guía del club. Curiosamente fue su padre Umberto, que sucedió a su tío Gianni Agnelli en 1955. Andrea se convierte en el cuarto Presidente Agnelli en lo que claramente es un signo de la familia de compromiso con el club y de una nueva estabilidad. Un símbolo de cambio que, precisamente es eso: el símbolo de una nueva época que, ahora sí, comienza.

Andrea Agnelli tiene impreso el carácter ganador de la familia, además de una larga experiencia en el mundo del deporte y la gestión, a pesar de sus treinta y cinco años. A finales de los años 90’, trabajó en la dirección comercial de la Juventus; después pasó a trabajar en Ferrari y luego en Phillip Morris y desde hace dos años forma parte del Consejo de administración de la Federación italiana de golf. En la Juventus será el máximo responsable, pero su labor tendrá una misión principal: aportar entusiasmo y esa misma responsabilidad que tiene que aportar una persona, un símbolo, tan importante. Trabajará codo con codo, como ha declarado John Elkann, con Blanc, que seguirá como Administrador delegado y si bien no tendrá la última palabra en las decisiones, será la más importante si la cuestión no necesita la intervención del Presidente.

Este acto, como ya hemos dicho, muy simbólico e importante, es el primer paso de la reconstrucción total de la Juventus: cambia la directiva, la manera de organizarla, el entrenador, la organización del equipo y, cómo no, los jugadores. Andrea tendrá que aportar su determinación y su personalidad para dar un impulso a todo lo puesto ya en marcha. Porque la afición juventina necesita hechos tácitos que sucedan a los símbolos. Necesita poder volver a creer en que la Juventus, después de la Serie B, sigue siendo la Juventus. Necesita recuperar la certeza de un gran club y eso se puede hacer con la ambición de Andrea Agnelli, que ha demostrado que su osadía y sus ganas no tienen límites. Hace un año volvió a moverse por los círculos juventinos, consciente de la necesidad que tenía el club y declaró en una entrevista a Tuttosport que a él le gustaría fichar a Messi. Sí, eso ahora mismo es un sueño bizarro e irrealizable. Pero ése es el carácter fuerte y decisivo que la Juventus necesita.

martes, 27 de abril de 2010

Benítez y Sissoko, Zac y Candreva y Criscito y Palladino


Está claro que las decisiones sobre los jugadores que conformarán la futura plantilla dependerán mucho del entrenador que vendrá. Esperemos que pronto si realmente se quiere cambiar este presente que pesa (y pesará) como una losa por un futuro mejor. Rafa Benítez parece que será el próximo entrenador, pero todavía están las alternativas con nombre propio de Cesare Prandelli, enfrentado con su propia afición y de Laurent Blanc, al que le afecta negativamente el bajón que ha sufrido el Girondins, que ha pasado de pelear la Ligue 1 a un puesto en Europa League. Como decíamos, el futuro parece ya algo predefinido y en él figura el entrenador madrileño. El pasado día 21, el diario Tuttosport recogía el testimonio de una persona del entorno de Benítez que decía: “Hasta la semana pasada las opciones eran del 50% para el Liverpool y el 50% para la Juventus. Ahora la balanza pende a favor de la Juve, que tiene el 60% de posibilidades de quedarse con Rafa”. Figuraos como estarán las cosas ahora al ritmo en que avanzan las negociaciones. El acuerdo con el representante García Quilón ya existe: Benítez cobraría cuatro millones de euros por cada una de las cuatro temporadas, tendrá la opción de traerse consigo seis de sus colaboradores en el Liverpool y ochenta millones (más los beneficios de las posibles ventas) para invertir en el mercado. Es decir, a Benítez le seduce el plan de la Juventus, pero queda el detalle más importante por librar: su salida del Liverpool. A Rafa le pertenece un finiquito de dieciséis millones de euros (le quedan cuatro años de contrato en Anfield) y el Liverpool, que no está completamente seguro de dejarle marchar, lo que tiene muy claro es que no va a pagar ni un euro para facilitar la marcha de Rafa, beneficiosa para las cuentas reds.

En cualquier caso, Blanc (Jean-Claude) es optimista respecto al éxito de la operación. Con este panorama, aunque los acontecimientos pueden precipitarse en muy poco tiempo y cambiarlo todo, analizaremos en los próximos días la Juventus que viene, con los jugadores de la plantilla que siguen, los que pueden seguir, los que se irán y los que pueden llegar. Hoy, de momento, nos centraremos en tres temas más personalizados: Sissoko, que se convertirá en un dilema; Candreva, cuyo futuro en la Juve está en el aire tras haber desaparecido de los esquemas de Zaccheroni y los dos jugadores sobre los que Juve y Genoa tienen que resolver la co-propiedad: Criscito y Palladino.

Empezamos por los que están al 100% en la Juve. Parece que en verano la Juve tendrá que resolver un problema de overbooking en el centro del campo: uno entre Felipe Melo, Marchisio y Sissoko parece que está de más. El hecho es que Felipe Melo parece difícil de ‘colocar’ después de la temporada que se ha marcado y, en cualquier caso, la Juve tendría que venderlo por una cantidad muy inferior a la que costó el pasado verano. Marchisio ahora es un emblema de la Juventus (aunque lo sea también del proyecto que jamás lo pudo ser); es un chico de Turín, crecido en la cantera y, además, con unas cualidades sobrenaturales para triunfar en el fútbol. Sissoko, por su parte, tiene un gran mercado: por él se han interesado varios clubes. Lo que quiere decir que es un jugador ¿Por qué venderlo entonces? Ése es el dilema más importante que tendrá que resolver el nuevo entrenador de la Juve, que será doble en caso de ser finalmente Rafa Benítez. El español es el entrenador que mejor ha exprimido su potencial, cambiándole de posición cuando le fichó para el Valencia (jugaba de delantero en el Auxerre), para después llevárselo al Liverpool. Pero es igualmente cierto que fue también Benítez quien le dejó marcharse a la Juventus… Superados sus problemas físicos, Sissoko está volviendo a ofrecernos el mejor nivel y no parece que el tema tenga fácil solución. Porque se tome la decisión que se tome, podría ser la equivocada. ¿Quién dice que Melo no podría ‘explotar’ en otro gran club?

El caso de Antonio Candreva es muy distinto; más misterioso. Llegó en enero y fue clave en el despertar del equipo todavía con Ferrara en el banquillo y luego en las primeras jornadas de Zaccheroni. Marcó dos goles, uno especialmente bonito e importante contra el Bologna. Sin embargo, con el cambio del sistema de Zaccheroni, que ha pasado a adoptar el viejo 4-4-2 por el que se cesó a Ranieri, Candreva ha desaparecido del equipo, combinando el banquillo con la grada. Zaccheroni ha dicho que ve a Candreva como un mediapunta ideal y cree que tiene condiciones para retrasar su posición progresivamente y seguir el mismo camino que hizo Liverani, que pasó a convertirse en el metrónomo de la Lazio y ahora del Palermo. Candreva no es titular desde el 28 de marzo, pero en el partido contra el Bari siguió demostrando ser uno de los juventinos más en forma del momento con su ritmo distinto y sus pases. Sin embargo, sobre la situación de Candreva también hay otra hipótesis: el jugador está cedido por el Udinese y la Juve tiene una opción de compra de siete millones, por lo que su desaparición de las alineaciones podría tener razones en el futuro. O bien la Juve pretende bajar así el precio del jugador (difícil viendo su rendimiento cuando juega y con quien hay que negociar y los precedentes con D’Agostino) o ha decidido, antes de tener la opinión del nuevo entrenador, de no quedarse con él a título definitivo.

Mientras se va dificultando cada día más la resolución de las co-propiedades de Criscito y Palladino entre Juve y Genoa. Hace un par de meses, los equipos llegaron a un principio de acuerdo: Criscito se quedaría en el Genoa y Palladino volvería a la Juve. Pero ahora la situación es distinta y la Juventus ha pedido tiempo para solucionar su situación: no cuenta con Grosso y no confía demasiado en De Ceglie. Criscito confirmó el lunes que le “gustaría volver a la Juve y tener mi oportunidad” después de que Ranieri le condenase tras unfallo contra Totti en un Roma – Juventus. Desde entonces las cosas han cambiado: Criscito ya no juega como central, sino como lateral o carrilero y se ha convertido en una pieza clave de su equipo y de la selección italiana. El Genoa quiere definir el acuerdo ya para poder venderlo al Inter, pero la Juve prefiere esperar hasta saber quién será su nuevo entrenador con el riesgo de tener que resolver el acuerdo con la famosa “bustia” con dos ofertas ciegas, siendo el club que ha hecho la mayor el que se queda con el jugador. Un misterio también este que se resolverá con la llegada del nuevo entrenador, que podría apostar por Criscito y Palladino, ambos en la banda izquierda y muy adaptados al sistema de Benítez, por ejemplo. Pero el tiempo apremia y si la Juve ha tomado ya una decisión sobre muchos jugadores que se irán (Zebina, Cannavaro, Chimenti o Trezeguet, por ejemplo), es imperativo tomarla también sobre los elementos del futuro. Especialmente si estos son tan importantes.

lunes, 26 de abril de 2010

Mecanismos del pasado para el futuro


Después de veinticuatro resultados positivos, la Roma de Ranieri cayó ante la Sampdoria y, además de perder el liderato, minimiza el impacto clasificatorio de la victoria de la Juventus contra el Bari. La Samp sigue cuarta y a seis puntos; el Palermo es quinto con cuatro más que la Juve y en la penúltima jornada se enfrentarán entre ellos. La Juve tiene ahora la obligación (la misma que antes) de ganar sus tres últimos partidos (el último en San Siro contra el Milan) y esperar el improbable paso en falso de Samp y Palermo. Los dos próximos partidos, igual que el de la semana pasada y el de ayer, serán contra equipos matemáticamente sin objetivos: el Livorno, descendido y el Parma, salvado. Con la Juve en el papel irrenunciable de favorita, lo único que queda es esperar a que las próximas tardes de fútbol sean tan sorprendentemente normales como la de ayer.

Porque el de ayer fue un día normal como los que llevábamos tiempo sin vivir: sin sobresaltos, porque ciertas anomalías ya las hemos integrado en la costumbre y pasan de largo. El partido (los 45 minutos, mejor dicho) que se marcó Amauri, por ejemplo. Parece que él, igual que el Bari, estaba de vacaciones, sin objetivos. Su no presencia en el Mundial ya no es ni será una cuestión de pasaporte; si jurase la constitución de Nueva Zelanda tampoco iría. Un fallo demasiado grande el suyo en los días en los que se examina la Juve del futuro ante los ojos de Benítez (seguramente) o el as de la manga que se saque quien tiene que tomar las decisiones. En este punto, pero, más allá de inversores chinos, parece que será el español el encargado y del partido de ayer podrá sacar cuando lo vea (el Liverpool jugó y ganó 0-4 a la misma hora) algunas primeras conclusiones: en la Juve, Buffon, Chiellini, Marchisio, Diego y Iaquinta son los análogos de su Reina, Carragher, Gerrard, Benayoun y Kuyt. Faltará un hombre clave para Rafa Benítez: un Fernando Torres cuyo puesto parece más cerca de ser ocupado por un jugador que ahora no viste bianconero (Dzeko, Pazzini, Villa…) que por el italiano de Carapicuíba. Una simple cuestión de carácter. Insomma, la nueva Juve partirá de una selección de la vieja. Eso sí, una selección muy exhaustiva.

Tampoco parece Camoranesi destinado a ser un nuevo Maxi Rodríguez u otro parecido. No por las cualidades, que a él le sobran. Hablamos nuevamente de carácter; esta vez por exceso de él. Al final de un primer tiempo indolente, insoportable, en el que sólo hizo lo mínimo que se le exige a un jugador que lanza paredes como acto reflejo y después del codazo que le dio a Conti hace dos semanas, esta vez tuvo un encontronazo con el asistente De Luca de Gervasoni: reclamó una mano en el área de Stellini que seguramente era, al igual que el penalti que cometió Donati sobre Diego y del mismo modo que mereció una tarjeta roja por agresión y sólo se quedó en amarilla. Fue Zac el que le auto-expulsó en el descanso. A él y a Amauri por Candreva (mañana hablaremos aquí sobre él) y Iaquinta ¡Bendita la hora! Decía Ferrara y sostiene Zaccheroni que el mejor Diego se ve cuando está Iaquinta en el campo. La verdad que las pruebas han sido pocas para confirmar la teoría, pero sí parece una hipótesis bastante plausible: este año han jugado juntos siete partidos y entre los dos han marcado siete goles. Solamente contra el Inter no consiguió marcar ninguno de la pareja.

En ocho minutos apareció la nueva-vieja conexión casi mágica de la Juventus: Diego controla y consigue marcharse de los cuatro rivales que le enciman, la pelota pasa a Iaquinta que se desvía y lanza un disparo en diagonal tan difícil de marcar como de parar. De su celebración se pueden entender muchas cosas: cinco meses de ausencia por sus lesiones en la rodilla acumularon excesiva rabia en Iaquinta, que la soltó toda en su despojo de la camiseta, en esos gritos y en esos insultos que maldecían el negro destino que él y todo su equipo ha tenido que soportar durante esta temporada y que la ha condicionado más o menos, a parte de los errores que unos y otros han podido cometer. Después, de nuevo Iaquinta marcó un gol que fue anulado por fuera de juego: el chut pegó en Diego, adelantado, y superó a Gillet. Costó anularlo después de darlo como válido, pero fue lo justo; el propio Iaquinta también estaba en fuera de juego al recibir el pase de Diego. El brasileño, a pase de Iaquinta, fue víctima del penalti de Gillet que transformó después Del Piero (enfrentado con Zaccheroni en el momento en que iba a ser sustituido con Marchisio lesionado en el suelo). Puso el broche de un castigo justo por 3 a 0 para un Bari que fue a Turín a la muestra de la Sábana Santa más que al Olimpico el propio Iaquinta, metiendo el pie en el momento justo para aprovechar un centro raso desde la izquierda de Candreva. Lippi encuentra así la confirmación de un delantero que había perdido para la causa Mundial. La Juve, algunas esperanzas (gran partido de Poulsen) que conviene reservar para la siguiente temporada. La Champions sigue a seis puntos. La Europa League era un fracaso. Y un fracaso sigue siendo.

miércoles, 21 de abril de 2010

Kuranyi escenifica el fracaso de esta directiva


Kevin Kuranyi queda libre de su contrato con el Schalke 04 el próximo 30 de junio. Como gran jugador que es, su nombre se había relacionado con la Juventus. Con veinticocho años, los números del delantero alemán confirman que está en su mejor momento: dieciocho goles en esta temporada. Record personal desde que llegó a Europa desde Panamá. Kuranyi, además, se ha confirmado como uno de esos delanteros trabajadores, asistentes y sacrificados, ha superado todos sus problemas y está centrado e, incluso, podría volver a la selección alemana, según adelantó la semana pasada Oliver Bierhoff. En definitiva, Kuranyi es el Amauri que la Juventus buscó hace dos temporadas.

Entonces se consideró al brasileño como una pieza fundamental para un equipo que renacía después de la debastación que supuso la sentencia del 'Calciopoli I' y, con ambición, la Juventus pagó veinticinco millones de euros para que Amauri formara parte de esa palabra maldita que algún día pudo ser un "proyecto". Hoy, que Amauri no ha confirmado las expectativas que depositamos en él, la directiva, con los mismos Blanc y Secco, más el nuevo Roberto Bettega, no han conseguido fichar a su sustituto, aún pudiendolo haber hecho a coste cero. La Juventus que en su vuelta a la Serie A hizo de la necesidad virtud y consiguió con éxito el fichaje de varios jugadores libres (Grygera o Salihamidzic, que dieron un buen rendimiento) y que este mismo verano fichó con la misma fórmula a Cannavaro (37 años), no ha podido culminar el que hubiese podido ser uno de los fichajes más rentables de la historia moderna del club.

No ha sido una cuestión económica: Sunderland, Dinamo de Moscú y Fenerbahçe son los favoritos para quedarse con el delantero, tres clubes inferiores a la Juventus en casi todos los aspectos. En realidad, en todos menos uno. Que seguramente es el más importante: la organización. La Juventus no ha podido aprovechar esta oportunidad porque quien maneja el timón no sabe hacia dónde se dirige el barco. Moggi dijo hace un par de semanas que Blanc tendría que dimitir por "manifiesta incapacidad" para presidir un club como la Juve. Hoy, aunque los motivos sean distintos, como dicen allí; un pensierino ci può stare. Sí, porque el fichaje fallido de Kuranyi sólo es la escenficación del caos en la que está metida la Juventus a causa de la nefasta gestión de una crisis que empezó a atisbarse en octubre y que no se resolvió hasta febrero. Y con los resultados que todos conocemos.

Decíamos que, aunque las exigencias de Kuranyi han sido altas, quizá excesivas (cuatro millones al año por tres años y otros cuatro al firmar), el fichaje no ha fracasado por esto: el motivo es que la Juventus no sabe qué hacer ni quien lo va a hacer. Para poder fichar un delantero; Kuranyi gratis, Dzeko por treinta millones o Torres por setenta, se deben cumplir dos requisitos evidentes y nada complicados: 1) el o los jugadores a fichar deben recibir el visto bueno del entrenador y 2) con una plantilla de veintiocho jugadores, por cada uno que entra, al menos uno debe salir.

Si bien la Juve ya ha decidido que Trezeguet no seguirá (será liberado para el equipo que asuma su ficha), la situación de Amauri es distinta: ¿cómo vender un delantero de casi treinta años que ha marcado cuatro goles esta temporada sin que esto suponga una minusvalía escandalosa en las cuentas del club? Que consiguiesen hacerlo es tan difícil como parece. Pero no nos detenemos aquí: ¿y si el entrenador futuro apostase por Amauri, que ha demostrado anteriormente sus múltiples cualidades? Estas dos preguntas no encuentran respuesta en esta directiva. Se trabaja demasiado mal y demasiado lento cuando lo que está en juego es la credibilidad y el futuro de la Juventus. Se necesita actuar con convicción, agilidad y rapideza. Esperar es un riesgo demasiado alto que ya no se puede permitir nadie. Los grandes fichajes, como fue el de Diego el año pasado, se hacen en primavera y en este mercado están en el escaparate gente de la talla de Vidic, Fàbregas, Ribéry, Dzeko o Torres. Mientras, la Juventus no ha conseguido fichar a Kuranyi gratis.

sábado, 17 de abril de 2010

Sin nada que hacer


La Juventus cumplió ayer los pronósticos que daban como extra-favorito al Inter en el clásico de Italia que enfrentaba, por razones de ‘Calciopoli’ (I y II), no se sabe cuántos scudetti sobre el césped de San Siro. La verdad es que éste era el mejor momento para que la Juve sacase el orgullo (si es que le queda algo) e intentase ganar a un Inter que en los últimos meses ha conseguido tantas victorias (quince puntos en los últimos once partidos) que la Roma ha conseguido superarle. Pero no es menos cierto que esta es la peor, la más pobre y la menos peligrosa Juventus de la historia y que así es muy difícil intentar ganar a un equipo, que si bien no juega un fútbol de otro mundo, sigue vivo en las tres competiciones gracias a su potencia, competitividad y pegada. La mejor opción para la Juve era el efecto Barcelona en el Inter, que los jugadores (al igual que el público, que no llenó ni medio estadio) estuviesen pensando más en la Champions que en la liga. Pero no fue así y sin demasiado esfuerzo el Inter consiguió la victoria que le devuelve a los más alto de la clasificación a expensas de lo que pase mañana en el derbi capitalino. La Juve, por su parte, cuenta los días que quedan para que finalice esta pesadilla. Rezar por las victorias de Bari, Milan y Cagliari, aparte de pedir mucho, seguramente tampoco sería suficiente para que esta Juventus jugase la próxima Champions League.

Ayer, el árbitro Damato ofreció un nivel personal tan bajo como el partido que se estaba jugando. Antes de expulsar a Sissoko señaló un penalti-corner en el área del Inter. Cierto que lo de ayer no parecía fútbol, pero mucho menos hockey: habrá que revisar el reglamento, pero hasta ahora, todo lo que pasa después de que el árbitro haga sonar su silbato y se ponga el balón en movimiento debe juzgarse como una acción en juego y si en ella hay una falta, señalizarla como tal y no castigar un comportamiento indecoroso de uno de los jugadores. En el minuto 15, después de sacar de esquina la Juventus, Samuel cometió penalti sobre Chiellini; Damato mandó repetir el corner. Per la carità di Dio… Luego, aunque ya con más razón, expulsó a Sissoko. Seguro que sabía el malí que el más mínimo error podría decidir un partido como el de ayer y por eso no cometió ninguno pequeño: se entretuvo con el balón en los pies, lo perdió varias veces, intentó recuperarlo siempre cometiendo faltas y se metió en una pelea inútil con Thiago Motta que le costó la primera tarjeta amarilla y que se duplicó en el 37’ por una entrada tan sucia como innecesaria sobre Javier Zanetti. Quizá tenga razón Zaccheroni y la primera tarjeta fuese injusta, pero la expulsión se la buscó él solo ¿Cómo se pueden hacer esas entradas estando ya amonestado? La Juve, hoy, no puede buscar las causas de la derrota en las decisiones del árbitro, sino en la falta de lucidez de Sissoko.

Porque con once jugadores, la Juve estuvo a un nivel igual o superior al Inter, aunque siempre dentro del bajo perfil del choque; con diez sólo pudo luchar y dar la cara. Zaccheroni metió a Poulsen por Del Piero para paliar la baja de Sissoko y retrasar todo lo posible el gol del Inter, dejando en el campo a un Diego inservible por detrás de Iaquinta, que si apenas pudo tocar el balón en igualdad numérica, ni en sueños lo hizo cuando tuvo que enfrentarse él solo a Samuel y Lucio. A la Juve le quedaba la pelota parada para intentar marcar gol y ahí se hizo alto Cannavaro, el mejor de la defensa ayer: en ataque remató las dos ocasiones más claras desde que la Juve estaba con diez (antes remataron Iaquinta y Del Piero en los dos primeros minutos) y en defensa no se arrodilló ante el príncipe Milito, que ayer terminó sin marcar después de conseguir la mitad de los goles que ha marcado su equipo desde que entramos en marzo.

Y la imprecisión, forzada o no, de los delanteros del Inter, la contrarrestó Maicon: en el 54’, Eto’o se iba de Cannavaro, que no estuvo acertado en la entrada, pero su disparo, sólo ante Buffon, lo mandaba alto. Dos más tarde era Milito el que aprovechaba una siesta de Grosso para robarle la cartera, el balón y chutar un disparo desviado. En el 75’, sin embargo, un corner rechazado que no entrañaba excesivo peligro a priori, se convirtió en obra de arte en los pies de Maicon, que reclamaba el momento de épica y de gloria que tiene todas las temporadas en el Inter: con toda la Juventus defendiendo en el área, se fue de Amauri en la frontal con tres controles con el muslo, como si en su exhibición quisiese retratar al nuevo italiano, y lanzó el cañonazo justo a donde no podía llegar Buffon. Era el final del partido, aunque después marcaría Eto’o aprovechando el rechace del disparo al palo de Balotelli. También el objetivo de este proyecto, que se ha hecho tan famoso por su ausencia en la práctica. No es ninguna novedad y las derrotas ahora, desgraciadamente, apenas duelen después de trece en la Serie A. En el Inter disfrutan. Bien, que lo hagan mientras sigan pudiendo. Y por cierto, ahora la acusación no consigue probar que los árbitros inculpados en el ‘Calciopoli I’ tenían los teléfonos móviles con las SIM suizas de Moggi. ¡Oh! Novedad...

Ficha del partido ▼

jueves, 15 de abril de 2010

"Que no ayude a la Juventus, por Dios"


Hay veces que sobran las palabras. Otras, como ahora, no sabes qué decir. Todavía estoy estupefacto con lo que estamos escuchando estos dos últimos días. Ayer, el programa “DirettaStadio” de la televisión italiana 7 Gold, desveló una de las interceptaciones que fueron consideradas "irrelevantes" por el comisario Auricchio en la investigación del ‘Calciopoli I’ en 2006. Podemos escuchar al entonces Presidente de la Figc, Franco Carraro y al designador arbitral Giuseppe Bergamo:


- Carraro (C): Hola
- Bergamo (B): Sí, doctor, soy Bergamo, digame.
- C: ¿Cómo está?
- B: Bien ¿y usted?
- C: Bien ¿Quién estará para la Juventus…?
- B: Rodomonti… ¿Inter – Juventus? Hemos sorteado cinco, los cinco que podían hacer el partido: Collina, Bertini, Rodomonti, Farina… y… el quinto era… en cualquier caso en el sorteo ha salido Rodomonti.
- C: Por favor, que no ayude a la Juventus, por Dios. Es un partido delicadísimo, en un momento delicadísimo de la Lega, etc… Por Dios, que no ayude a la Juventus… Que haga un partido honesto, por favor, pero que no cometa errores a favor de la Juventus, por favor.
- B: No, no… No he hablado con él todavía porque acabo de llegar hace cinco minutos porque ahora hago clases con los (árbitros) de primer y segundo año. Pero esté usted tranquilo que yo hablo con él mañana por la mañana cuando se entrene para que le quede esto en la cabeza.
- C: Él tiene que hacer un partido correcto, pero que, por favor, no cometa errores a favor de la Juventus porque sería un desastre.
- B:
- C: ¿Entendido?
- B: Sí. De todos modos hace muchísimo que no arbitra a la Juventus. Le hemos metido (en el sorteo) porque hace dos o tres años que no… era uno de los que han estado alejados…
- C: Pero eso a mí no me importa. Lo que quiero decir es que si fuese Collina (el árbitro) aunque se equivocase nadie diría nada, pero si se equivoca Rodomonti será un gran lío. Además, tenga presente que se juega el domingo por la tarde y el lunes son las elecciones a la Lega, etc… Por lo que sería un auténtico desastre en definitiva, ¿entendido?
- B: Yo me ocupo mañana de hablar con él.
- C: Muy bien, muchas gracias. Adiós.
- B: Adiós.

El fútbol italiano se queda ya sin ninguna defensa posible. Si es que todavía tenía alguna. La justicia, pero, queda mucho peor. Después de todo, el fútbol nunca paró de jugarse, pero la justicia sí dejó de ser justa. Lo que estamos viendo en el juicio de Nápoles es desolador por dos razones: 1) el contenido de algunas llamadas en las que directivos quedaban para cenar con miembros del estamento arbitral y en especial otras dos en las que Bergamo le decía a Facchetti “he sufrido por vosotros” en una y Facchetti en la otra mandaba a Bergamo a casa de Moratti “que tiene un regalo para usted” (peor quizá sea la justificación que ha dado Bergamo: era Navidad, recibía muchos regalos). Y 2) ¿Cómo es posible que estas llamadas, per la carità di Dio, no fuesen tenidas en consideración? ¿Con qué criterio pudieron considerarse alguna vez como “irrelevantes para la investigación”?

La vergüenza que concierne y atrapa a todo el fútbol italiano (y quizá europeo, porque hoy Carraro forma parte de la Uefa) supera con creces cualquier cosa vista o escuchada anteriormente y es de una gravedad tal que el proceso anterior que descendió a la Juve no debería sólo ser revisado, sino automáticamente anulado. Hay que entender la magnitud del caso: el ‘jefe’ absoluto del fútbol italiano, el Presidente de la Figc, está sugiriendo los designios arbitrales. El mismo Presidente que luego nombró la comisión de disciplina que consideró “irrelevantes” todas las llamadas que estos días estamos descubriendo, la aquí arriba transcrita incluida.

Ayer, aquí mismo dijimos que la sentencia de 2006 era injustificada y sospechamos que podría ser injusta. Hoy lo aseguramos. La disparidad de criterios, el intento de ocultar esta información… todo se ha convertido en un gran humo negro que contamina a todo el fútbol italiano con esta llamada. ¿Por qué sólo se juzgó a Moggi? ¿Por qué sólo se tuvieron en cuenta las llamadas realizadas desde Turín? A Moggi y a la Juventus se le condenó por infringir el artículo 6 del código de la Figc, por “ilegalidades deportivas” mientras estas llamadas 'sólo' van contra el artículo 1, “deslealtad deportiva”. Para este caso se aplicó un criterio: seis infracciones del artículo equivalían a un quebranto del sexto. Para el resto de los equipos, artículo uno en el peor de los casos. ¿Y por qué?

Porque, entre otras muchas cosas, esta llamada desmonta también la teoría del poder de Moggi y la Juventus: si el Presidente de la Figc ordena y el designador arbitral obedece será porque ni Moggi y, ni mucho menos, la Juventus, tenían ese famoso “sistema” para controlar el fútbol. Hemos llegado al punto de no retorno en Italia. Ahora es una obligación que se aclare toda la situación. Mientras, aquellos que se erigieron como defensores de la honestidad un día siguen empeñados en que es algo que no tiene ninguna importancia. Que esto es una “contaminación”. Impacta leer el comunicado de Moratti en el que dice que “no renunciamos al título” de 2006. La sinvergüencería golpea a todo el fútbol; futbolistas, árbitros, productores televisivos, periodistas, aficionados… A todos nos han engañado. Mi raccomando… que se haga justicia. Per la carità di Dio.

miércoles, 14 de abril de 2010

Una decisión "improvisada y apresurada"


Para cerrar el sentido de las comillas añadiremos que la decisión de asignar el scudetto 2005/2006 al Inter, además de "improvisada y apresurada" fue injustificada y, por tanto, abrumadoramente injusta. Esto ha sido lo que ha dicho Franco Carraro, presidente de la Figc en el momento en que estalló el 'Calciopoli' y que tuvo que dimitir después de ser imputado en el caso, en el programa “La Politica nel Pallone” de Gr Parlamento en Italia. Carraro comenta esto en referencia a los que defienden la asignación del título al Inter por el bien de Italia porque, supuestamente, la Uefa obligaba a inscribir uno de los cuatro equipos en Champions League como el campeón del a competición. Carraro confirmó ayer que no hubo ninguna “exigencia por parte de los organismos internacionales” y que sólo presionó para que la justicia diese rápido un veredicto que permitiese a los equipos italianos inscribirse en las competiciones europeas con la nueva clasificación sin obligar a asignar un campeón.

Hubo prisa entonces, mucha prisa, demasiada, en proclamar un vencedor del campeonato. Dice Carraro que lo más justo hubiese sido “adoptar las sentencias y después tomar las decisiones con el paso del tiempo”. Carraro, como ha hecho Giancarlo Abate estos días, reivindicaba la tradicional calma de la justicia en estos casos. Dice que había que ir “con los pies de plomo”.

Sin embargo, desde que estalló el caso hasta que se dictó sentencia pasaron dos meses y veintitrés días. Algo demasiado extraño. Por el tiempo y por las formas. Hoy podemos decir, casi sin miedo a equivocarnos, que fue un juicio sumarísimo (más después de ver en el proceso de Nápoles el criterio que tuvo el inspector Auricchio para admitir unas escuchas y no otras). Porque en la justicia, también en la italiana y aunque sea en el ámbito deportivo o no, el derecho a la defensa y a hacer uso de la misma tendría que estar garantizado. Siempre. Y ese fue un ‘lujo’ que no tuvo la Juventus. La condena que tuvo fue más que ejemplar (y ahora también injusta), fue definitiva. El fútbol no podía pararse, decían. Tenían prisa en 2006 para juzgar a la Juventus. Y no habían motivos para ello. Una de las mentiras más grandes y dolorosas de todo el proceso del 'Calciopoli'. 'Calciopoli I' a partir de ahora.

domingo, 11 de abril de 2010

Chiellini, el atajo del camino más largo


El partido de ayer, aunque mal jugado, despeja diversas dudas y es un gran paso adelante en lo que a la clasificación se refiere: con el Nápoles casi fuera de combate, los rivales de la Juve para conseguir el triste objetivo de la cuarta plaza serán Sampdoria y Palermo. Aunque la misión sigue siendo complicada, parece hoy un reto más asumible que ayer. Luego el desarrollo del choque nos deja una visión más global y que puede servir para explicar un poco lo que está pasando esta temporada: sin Chiellini, la Juventus sólo ha ganado un partido este año. Ayer fue el de Pisa el que marcó el 'gol-partita' a los 35 minutos al aprovecharse de una buena recepción de Amauri de un pase largo y anticiparse a la mala salida de Marchetti para rematar de cabeza. Este es su cuarto gol en este campeonato; uno menos que Amauri. Una estadística tan bizarra que define por sí sola la situación del equipo en la clasificación y no. Además, fue Iaquinta (tres goles en campeonato para él) el que le negó su segundo gol en el 71’ cuando Chiellini volvía a burlar a Marchetti: Iaquinta quiso asegurar el gol ante la llegada de Pisano y tocó el balón en fuera de juego. Por si fuera poco, el partido nos deja otra de esas estadísticas globales para analizar: con la vuelta de Giorgio, volvió la portería imbatida de la Juventus diecinueve partidos después (record negativo absoluto en la historia del club).

Este último dato encuentra una explicación más o menos sencilla sólo observando a sus compañeros de línea. Cannavaro estuvo todo el partido descolocado, jugando (o no) con su propio sistema defensivo totalmente ineficaz: Matri le rompió la cintura dos veces en la segunda parte además de ganarle varias faltas y un penalti clarísimo que el árbitro no señaló en la que fue el primer disparo del Cagliari, que Cossu acabó estrellando en el palo. En la parte que le da el aprobado suficiente está la acción que evitó que el Cagliari se adelantase en la primera mitad después de Matri superase con su remate a Buffon y el viejo capitán de Italia llegase para rechazar el disparo. En la izquierda, ni Grosso ni De Ceglie se ganaron siquiera la dignidad que debería dar esta camiseta. Grosso en la defensa y Paolo en la media significó que la Juve jugase con dos jugadores menos, con nadie en la izquierda, lo que da más mérito todavía a la victoria. De Ceglie no propuso nada en la ofensiva y cubrió mal. De Grosso sólo se podía esperar que, al menos, aguantase la marca, pues tampoco pudo y acabó siendo sustituido por Poulsen, que sí le dio al equipo más fortaleza en el medio. Algo para resaltar a falta de cualquier otra cosa.

Más adelante la situación no es mucho más positiva. No se puede pasar por alto el decir que el Cagliari le hizo un gran favor a la Juve jugando uno de sus partidos más débiles, con poca mordiente y, encima, sin su mejor jugador: Allegri, con miedo a saber de qué, dejó a Andrea Lazzari en el banco. En el minuto 62, sólo uno después de que saltase al campo, ya pudimos ver todos que se trató de un error que le ha costado la Europa League al Cagliari (se queda ahora a nueve puntos). Pero volvamos a la Juve: no merece la pena hablar de Iaquinta (le sustituyó y superó Giovinco en los menos de veinte minutos que tuvo) ni Amauri; de la defensa ya hablamos y la situación actual tan desastrosa ha absorbido los 400 partidos de Buffon en Serie A, que en otra época quizá hubiesen merecido una mención especial. Queda entonces hablar de los centrocampistas. Poco. Marchisio está demasiado angustiado viendo al equipo de su vida en el estado en que se encuentra y se le nota con actuaciones como la de ayer, demasiado precipitado. Felipe Melo, bueno, se le ha reducido el radio de acción y simplificado su tarea para que sólo tenga que cubrir la zona y pasar el balón rápido. Es una pena haber reducido a su mínima expresión un jugador que en verano valía (sí, los costó y los valía) veinticinco millones, pero en esta versión no está capacitado para nada más (quizá incluso sin el más) y cuenta ya los días para que termine la temporada y todo vuelva a empezar quién sabe dónde antes de tener que pedir disculpas a la afición en cada partido. Y Camoranesi, aparte de un codazo a Conti que seguramente le costará una sanción de varios partidos y que el árbitro increíblemente no vio y un zurdazo que se fue cerca de la escuadra en la primera parte se limitó a hacer algunas carreras al paso sin intención de salirse de su propio guión.

Conclusiones: 1) La Juve le ha dado facultad de palabra a Zaccheroni y rompe así de manera oficial el silenzio stampa al que nos han condenado y al entrenador que pasará a la historia de la Juve por causas poco deseables se le ocurre defender la agresión de Camoranesi a Conti. Hay que tener vergüenza para saber callar aún cuando te obligan a hablar. 2) Si la Juve ha decidido ya que no cuenta con Camoranesi o Trezeguet y vista su aportación (permítase el eufemismo), ¿por qué no se deciden a alinear a jugadores del equipo Primavera? No es un forofismo, es una mera cuestión de sentido común, profesional y de inteligencia: posiblemente jugadores como Fausto Rossi o Immobile darían a este equipo la pasión que ahora le falta. 3) En relación a lo dicho en el punto dos: la temporada pasada Blanc y Secco se decantaron por Trezeguet y Camoranesi, no atendiendo lo que decían los técnicos y lo que se podía ver en el campo. Son jugadores viciados y faltos de espíritu. Sumemos a esto, que Zaccheroni ha vuelto al viejo sistema 4-4-2 que tan poco gustaba el año pasado. Entonces, ¿realmente era necesaria la destitución de Ranieri que hoy es líder de la Serie A con una escuadra netamente inferior? 4) ¿Es posible que alguien esté pensando en vender a Chiellini al Manchester City? Si fuese verdad, no bastaría con silenzio stampa para Bettega, Blanc y Secco; alguien está pensando en el arresto domiciliario ¿no?. Y 5) El viernes Inter – Juventus. Sálvese quien pueda.
Ficha del partido ▼

viernes, 9 de abril de 2010

Por dignidad y con honestidad


Antes de entrar a hacer cualquier consideración, querría hacer dos cosas: pedir perdón y dar las gracias. Hoy tengo la sensación enorme de haber cometido un error infinito. No duele decirlo, pero sí lo hecho. No he sabido ni podido estar a la altura de la situación. Es cierto que el equipo está pasando por el peor momento de su historia, pero aquí yo he sido uno de los primeros a renunciar a ese "non mollare mai" que ha hecho grande a la Juve. Las obligaciones personales se mezclaron con esta serie de ridículos y terminaron en enfado y desmotivación. Pero creo que la Juventus, entendida como muchísimo más que la gente que ahora gestiona y representa el club, merece un sitio en la red especialmente para todos aquellos que hablamos o entendemos español y nos sentimos orgullosos de nuestro club. Durante el tiempo que la Curva ha permanecido cerrada hemos obtenido tres victorias (Fiorentina, Fulham y Atalanta), un empate ante el Siena después de una bochornosa remontada del colista y cinco dolorosísimas derrotas (Palermo, Fulham, Sampdoria, Nápoles y Udinese) que han liquidado cualquier intento de cumplir los objetivos mínimos que quedaban por los suelos.

Aún así, creo que ninguno que lo tuviese antes ha perdido el sentimiento de pertenencia que poseemos todos los amantes de la Juventus. Y es por eso que la Curva reabre las puertas para que llegue a todo el mundo. Quiero pedir perdón a todas las personas que seguían con interés el sitio, que compartían información y que, quizá, han estado durante un tiempo sin un foro en el que poder expresar sus inquietudes. Quiero dar las gracias a todos los fans que, a través de la página del sitio en Facebook o por mensajes privados en mi perfil o mediante correos electrónicos me han animado y mostrado su apoyo personalmente para que todos juntos sigamos haciendo crecer esta comunidad. Y no se me puede olvidar excusarme de manera especial con los colegas de El Diván del Fútbol. A vosotros os pido perdón; os he fallado también.

Ahora, más que nunca, es el momento de estar unidos. Ya sabemos todos qué es lo que ha pasado y debemos reclamar respeto hacia nuestros derechos. En 2006, la Juventus fue juzgada y condenada por la "estrecha relación" que existía entre Moggi y los árbitros y ahora, casi cuatro años después, hemos descubierto que esa "estrecha relación" Bergamo, el designador arbitral en aquella época, la mantenía con todos y especialmente, como ha reconocido en una entrevista en Tuttosport, con Moratti, que era el más descontento con los arbitrajes en aquella época. La Juventus emitió un comunicado oficial reclamando "igualdad en el trato" y reclamando justicia. Porque la Juventus ha sufrido más que nadie (o prácticamente podemos decir que sola) a nivel deportivo, moral y económico con respecto a otros clubes que hacían exactamente lo mismo.

No se puede dejar de hablar por el bien del fútbol italiano. Precisamente, por el bien del fútbol italiano, la justicia decidió el descenso que la Juventus respetó sin recurrir por el bien del fútbol italiano. Si entonces hacía falta, la situación hoy es igual. Da igual si Facchetti, un excelente futbolista y que merece todo el respeto del mundo, no está con nosotros. Da exactamente igual. Si actuó en nombre del Inter, como Moggi lo hizo en nombre de la Juve, eso no puede usarse como excusa para evitar que se juzguen sus pecados. Y no se puede, ni mucho menos, pretender, como sugiere Mazzola, dejar las cosas en su sitio porque "después del Calciopoli se tenía que empezar de cero". Absolutamente cierto, pero sólo si ése proceso se hubiese cerrado en condiciones, como se advirtió en la conclusión que realizó la comisión que investigó a Moggi: "(...) La investigación debe continuar: la cantidad del contexto, el número realmente amplio de clubes y sujetos envueltos (...) no permiten dar por concluida la labor de encontrar responsabilidades eventualmente atribuidas a otros clubes o personas físicas".

Pero no fue así y la Figc decidió asignar el título de campeón al Inter en una decisión que cada día que pasa es más lamentable y que se tomó para salvaguardar la imagen de Italia en Europa sin ningún éxito. Viendo el auto que emitió en 2006 la comisión de sabios que tomó esta decisión y apoyó la Federación presidida entonces por Guido Rossi, se hace especial referencia al artículo 49 de las Normas organizativas internas federales para justificar "la automática asignación del título de campeón de Italia al equipo primer clasificado, teniendo en cuenta las sanciones", pero más adelante el mismo artículo reconoce que el título no será asignado a "equipos no sancionados, pero que han tenido comportamientos poco limpio" o cuando "las irregularidades han sido en número y magnitud tales de cambiar todo el campeonato". Ahora sólo ("sólo") toca elegir por qué razón le quitan ése título al Inter, si bien porque su comportamiento fue "poco limpio" o por la magnitud y el número de las conversaciones que se descubren ahora gracias a la defensa de Moggi, lo que contradice ya de por sí la sentencía que empujaba a seguir con las investigaciones y que, por algún motivo, se pararon.

Toda esta basura que ahora emerge alimenta muchas, demasiadas dudas sobre la durísima condena que descendió a la Juve. De oficio o no, alguien tiene que investigar y aclarar la situación: cuál era la relación "aceptable" entre los designadores, árbitros y clubes y, sobre todo, por qué se convirtió y se calificó como un "sistema" empleado sólo por la Juve. ¿A caso sólo se tuvieron en cuenta las llamadas, realizadas tanto desde Milan como desde Turín con tarjetas de Sim de móvil suizas, las que tenían color blanco y negro? Se podría decir que sí visto lo visto.

Ahora, antes de terminar (aunque el caso realmente empieza ahora) conviene aclarar que todo esto no se trata de una revancha por parte de la Juventus. No existe ninguna aspiración especial, ni ningún objetivo que busque dañar a otros equipos. Los últimos tres títulos el Inter los ha ganado por su manifiesta superioridad con respecto al resto de los equipos. Pero el de 2006 no. Fue una vergüenza que, a falta de saber qué pasará todavía en este campeonato, le ha permitido al Inter llegar hasta los diecisiete títulos de liga en cuatro años después de que pasasen precisamente diecisiete del último scudetto que ganaron en los terrenos de juego. Aunque este es otro tema y no vamos a hablar ahora de las repercusiones que tuvo la sentencia para la Juve en 2006. No es una venganza ni es un intento de disipar ni repartir las culpas por las que la Juventus sí que pagó. No es el objetivo. Es algo mucho más sencillo: es una simple y banal cuestión de "justicia igual para todos". Porque en 2006, si la hubo, como mínimo fue incompleta.

> Reclama justicia uniéndote al grupo de Facebook "Petizione a la Figc per la revoca del titolo assegnato a tavolino all'Inter".

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