Pero a diferencia del cuento de Perrault, lo que le ha hecho a Iaquinta pasar de ser el cuarto delantero del equipo a titular inamovible no ha sido un hada madrina. En este caso tenemos una explicación científica, o más bien médica, para avalar la ‘transformación’ de Iaquinta: el delantero ha superado por fin todos los problemas musculares que le tuvieron prácticamente fuera de juego la primera mitad de la temporada. Pero ahora ya puede trabajar con continuidad y demostrar su fe en sí mismo y sus dotes para el fútbol. Él mismo dijo que si está bien físicamente, puede jugarse el puesto con cualquiera. Y seguramente esa autoconfianza fue la que le hizo tomar la decisión, acertadísima, de rechazar la oferta millonaria del Zenit y quedarse en Turín. Y así, con Amauri y Del Piero que han bajado el fenomenal ritmo del inicio de temporada y con Trezeguet primero en búsqueda de la forma física idónea y después apartado del equipo por sus diferencias con Ranieri, Iaquinta se ha ganado el presente y se ha asegurado el futuro aportando al equipo un número de goles que sin duda serán de vital importancia en la decepcionante clasificación final, siendo el único capaz de nadar en el agitado mar de la crisis bianconera. Pudimos comprobarlo en el último partido, contra el Milan, en el que fue Iaquinta el autor del 1-1 final que desbloquea parcialmente la situación actual de
Y precisamente eso, victoria, aunque muchas más de tres, es lo que espera toda la juventinità el próximo año, con un equipo nuevo, empezando por el banquillo, pero, seguramente, con Iaquinta todavía como titular. Su puesto parece seguro porque su forma de jugar, su polivalencia táctica, se adapta perfectamente a cualquier estilo o a cualquier sistema de juego de cualquier de los entrenadores que figuran como futuribles de la Juve. Algo por lo que se ha convertido en un intocable de Lippi en la azzurra, donde ha jugado como delantero centro, como segunda punta o como extremo. Papel que podría cumplir a la perfección en el 4-3-2-1 de Spalletti, su mentor y por el que ya se ha manifestado en su favor para ocupar el cargo de entrenador ahora en la Juve. Pero también su entrega, su trabajo incansable y sus galopadas por la banda le convierten en un jugador 100% compatible con el 3-4-3 de Gasperini o el 4-2-3-1 de Conte; dos sistemas que piden más trabajo defensivo a los extremos y que sacará de Iaquinta su garra y exprimirá sus dotes atléticas, además de aprovechar sus muchos goles. En definitiva, que sea quien sea el 'Principe' que se siente en el banquillo de la Juve, tendrá a su disposición a 'Cenicienta' Iaquinta.




1 comentarios:
Gran delantero. De los mejores de Italia. Saludos!
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