Ranieri ya es un problema del pasado. A dos jornadas del final de la temporada y después de 57 días sin ganar, ayer llegó la destitución de Claudio Ranieri. Una destitución inevitable después de la pésima imágen que la Juve dio como equipo contra la Atalanta. Un equipo cansado, vacio, plano, sin ideas, sin soluciones, sin una táctica definida, demasiado confuso. La noticia del cese de Ranieri no ha sorprendido a nadie, ya que el cambio era obligado: el equipo no podía seguir así y peligra ahora seriamente el tercer puesto, el objetivo mínimo para esta temporada. Como ha dicho Blanc, "después de 55 días de confianza y apoyo" al anterior cuerpo técnico, la directiva ha despertado, comprendiendo los muchos errores que se han cometido esta temporada por parte del cuerpo técnico de Ranieri. La preparación física del equipo fue nefasta desde el inicio de la temporada, y lo comentamos todos. Seguramente no se le dio la importancia que deberían tener las más de setenta lesiones que la Juventus ha sufrido esta temporada; algo que no puede ser fruto de la mala suerte, sino de una preparación física deficiente. La forma de encarar los partidos, excesivamente conservadora, ha sido errónea en demasiadas ocasiones. Además, Ranieri ha tenido muchos problemas con el vestuario, con la gente más importante del vestuario. No significa que tuviese que ceder ante ellos, pero sí debía tener una relación más clara y profesional. Tampoco tuvo una relación demasiado fluida con los jóvenes, y a la vista de todos está la pésima gestión que ha hecho con Giovinco, desterrado en el tramo final de la temporada. Y además de todo esto, mintió. Mintió en relación a los fichajes: primero dijo que no pudieron fichar a Xabi Alonso por su precio excesivo, para terminar reconociendo que él mismo no lo quiso y prefirió a Poulsen. Y se contradijo más si cabe con Diego: pudo incorporarlo la temporada pasada, pero desechó la opción porque entraba en conflicto con su sistema de juego. La semana pasada, cuando saltaba la noticia de su fichaje prácticamente cerrado, quiso apuntarse el tanto diciendo que él le fichó y que por tanto, quería entrenarle. En definitiva, la Juventus podía haber hecho más, ni siquiera le favorece al técnico una comparativa con la temporada pasada. Con estos mismos jugadores, los que él eligió, podía haber luchado por cotas más altas y sin embargo no hizo ni siquiera titubear el dominio del Inter. Y no lo ha hecho porque no ha creido que fuese posible, no ha afrontado el campeonato con la mentalidad ganadora, sí con una mucho más modesta, conservadora y victimista, como la de Ranieri (fruto siempre, que quede claro, de las multiples lesiones, a su vez el resultado de una mala preparación). Algo que no forma ni puede formar parte de este equipo. Y por eso se va Ranieri. Esta es una entidad con hambre de victorias y que ahora se encuentra con un clima de rabia y desilusión porque queda la sensación de que la temporada se ha tirado por la alcantarilla: a la Juventus no le puede valer luchar por el segundo o por el tercer puesto.Y aunque sea un objetivo ciertamente triste, para no perder el tercer puesto llega Ciro Ferrara al banquillo de la Juve. Ha sido un nombramiento, reconocido por la propia directiva, buscando la reacción del vestuario. Pero en realidad, la llegada de Ciro Ferrara puede ser algo más que un toque de atención al vestuario. Ciro Ferrara representa el orgullo de la Juventus. Y sobre eso, el orgullo, ha cimentado su discurso de presentación: la Juventus tiene que encontrar el orgullo y la dignidad que ha perdido con Ranieri en los dos últimos meses. Con el técnico romano, la Juventus había caído en una desidia y una dejadez nunca vista en la historia y cambiar este chip, revivir al equipo, será el objetivo de Ferrara a corto plazo. Pero, atención, porque Ciro Ferrara no es un simple parche. Ferrara puede y debe ser el futuro de la Juventus. De hecho, ya estuvo cerca de sentarse en el banquillo de la Juve a principios de temporada, en ocasión de la primera crisis y, por su labor como jugador primero y como encargado del fútbol base del club después, es muy apreciado dentro de la entidad.
Cierto es que nunca ha entrenado a un equipo profesional, pero está cosechando unos resultados altamente positivo en las categorías inferiores del equipo, y siendo el ayudante de Marcello Lippi durante cuatro años, en los que ganó un Mundial como segundo entrenador, algo de la mentalidad ganadora del seleccionador italiano habrá adquirido. Además de sus multiples apoyos y el aval por el trabajo bien hecho en las categorías inferiores, Ferrara tiene a su favor la capacidad con la que podría manejar un vestuario que le conoce a la perfección. No tendría problemas con la 'vieja guardia' (fue compañero de Buffon, Legrottaglie, Camoranesi, Nedved, Del Piero, Trezeguet y Cannavaro) ni con los jóvenes, ya que se ha especializado en trabajar con ellos: en ambos casos acumula un conocimiento de los jugadores y se ganaría rápidamente el respeto de todo el vestuario.
Ferrara es un hombre de la Juve en su máximo sentido y el encargo de entrenador será la cuarta función que desempeñe dentro del club, después de ser jugador, directivo y responsable de las categorías inferiores: cuatro cambios y él siempre se ha mostrado sereno y al servicio del club. A día de hoy, podemos decir casi al 100% que será él entrenador que dirija al equipo la próxima campaña. En un rol distinto, se volverá a ver con muchos de sus compañeros, pero especialmente con uno: Cannavaro formó zaga con él en el Nápoles, en el Parma y después en la Juve. La integración de Cannavaro, con un entrenador con quien tiene mucho en común, sería mucho más fácil y factible. Algo positivo a todas luces. Además, se acabaría con esa incomunicación que existe ahora entre el equipo de fútbol y los directivos, ya que no existe un enlace mejor que Ciro, que ha estado en ambos bandos. Los malentendidos en el vestuario pasarían a la historia y volvería el equilibrio al equipo. Y quizá así podría abrirse para Pavel Nedved la posibilidad de retirarse como futbolista y entrar directamente a la organización juvenil de la Juventus, recogiendo el testigo que deja ahora Ciro Ferrara. Y quizá, sólo quizá, con una estructura deportiva mucho más sólida, seria y asentada, podría producirse la vuelta de Lippi al club en el papel de director deportivo. Ferrara no es un parche, no tiene que ser un entrenador interino que llega a solucionar la papeleta. Sino que tiene que ser la puerta al futuro de un equipo organizado y ganador. El cambio de Ferrara a dos jornadas del final del campeonato quizá sólo se haya visto adelantado un par de semanas. Pero sin duda él tiene las llaves de un futuro al menos esperanzador para la Juventus. Para que no pase como esta temporada, que empezamos hablando de Scudetto y Champions y terminamos llorando la perdida en semifinales de la Coppa. Con confianza, es el camino a seguir. Queda mucho que trabajar de cara al futuro. Pero ahora sí. Parece que por fin todos remamos en la misma dirección.
Cierto es que nunca ha entrenado a un equipo profesional, pero está cosechando unos resultados altamente positivo en las categorías inferiores del equipo, y siendo el ayudante de Marcello Lippi durante cuatro años, en los que ganó un Mundial como segundo entrenador, algo de la mentalidad ganadora del seleccionador italiano habrá adquirido. Además de sus multiples apoyos y el aval por el trabajo bien hecho en las categorías inferiores, Ferrara tiene a su favor la capacidad con la que podría manejar un vestuario que le conoce a la perfección. No tendría problemas con la 'vieja guardia' (fue compañero de Buffon, Legrottaglie, Camoranesi, Nedved, Del Piero, Trezeguet y Cannavaro) ni con los jóvenes, ya que se ha especializado en trabajar con ellos: en ambos casos acumula un conocimiento de los jugadores y se ganaría rápidamente el respeto de todo el vestuario.
Ferrara es un hombre de la Juve en su máximo sentido y el encargo de entrenador será la cuarta función que desempeñe dentro del club, después de ser jugador, directivo y responsable de las categorías inferiores: cuatro cambios y él siempre se ha mostrado sereno y al servicio del club. A día de hoy, podemos decir casi al 100% que será él entrenador que dirija al equipo la próxima campaña. En un rol distinto, se volverá a ver con muchos de sus compañeros, pero especialmente con uno: Cannavaro formó zaga con él en el Nápoles, en el Parma y después en la Juve. La integración de Cannavaro, con un entrenador con quien tiene mucho en común, sería mucho más fácil y factible. Algo positivo a todas luces. Además, se acabaría con esa incomunicación que existe ahora entre el equipo de fútbol y los directivos, ya que no existe un enlace mejor que Ciro, que ha estado en ambos bandos. Los malentendidos en el vestuario pasarían a la historia y volvería el equilibrio al equipo. Y quizá así podría abrirse para Pavel Nedved la posibilidad de retirarse como futbolista y entrar directamente a la organización juvenil de la Juventus, recogiendo el testigo que deja ahora Ciro Ferrara. Y quizá, sólo quizá, con una estructura deportiva mucho más sólida, seria y asentada, podría producirse la vuelta de Lippi al club en el papel de director deportivo. Ferrara no es un parche, no tiene que ser un entrenador interino que llega a solucionar la papeleta. Sino que tiene que ser la puerta al futuro de un equipo organizado y ganador. El cambio de Ferrara a dos jornadas del final del campeonato quizá sólo se haya visto adelantado un par de semanas. Pero sin duda él tiene las llaves de un futuro al menos esperanzador para la Juventus. Para que no pase como esta temporada, que empezamos hablando de Scudetto y Champions y terminamos llorando la perdida en semifinales de la Coppa. Con confianza, es el camino a seguir. Queda mucho que trabajar de cara al futuro. Pero ahora sí. Parece que por fin todos remamos en la misma dirección.



3 comentarios:
Excelente como siempre Chris. Ojala Ciro no sea un puente, como muchos dicen. Lo veo con la capacidad suficiente para llevar al equipo. Lo a dicho el mismo, sin embargo se a enfocado en los dos partidos que quedan "Sobre mi futuro? Hablaremos Despues".
Sigue asi Chris.
Att: diegoGS!
de acuerdo contigo, ciro deberia ser algo mas que 2 partidos y espero que asi sea, tambien concuerdo en que es hora de tener seriedad, aceptar los errores, reconocerlos, pedir perdon y seguir adelante sin volver a cometerlos..
Ferrara no seguirá la próxima temporada, y tiene que arreglar ciertas cositas en esta para conseguir la tercera plaza. Estoy espectante a comprobar la llegada de Conte a la Juventus, que si no está hecha, le queda poco.
Un Saludo
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