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viernes, 29 de mayo de 2009

A Ranieri no le gustaba Giovinco


Sebastian Giovinco es un jugador para la Juventus. Lo ha demostrado cada vez que ha salido al campo, haciendo algo distinto, dando su aporte de calidad y ayudando al equipo a resolver situaciones complicadas (como en Lecce o en Minsk contra el BATE). Pero además de técnica, Giovinco ha demostrado tener carácter desde que llegó a la Juve. Su falta de minutos no le hicieron rendirse y siempre ha tenido fe y ha creído en sí mismo por encima de todo. Es un luchador y lo corroboró ayer en la presentación del libro "La favola bella della Formica Atomica", que pretende, con el ejemplo, enseñar a otros jóvenes que sí se puede jugar en la Juventus. Ayer volvió a declarar su amor por la Juventus, sus ganas de quedarse donde está y de cobrarse una pequeña 'vendetta', afirmando que no le asusta el fichaje de Diego y que si este año no ha jugado con continuidad, era porque "al anterior entrenador no le gustaba".

Seguramente, las palabras de Giovinco no sean un intento de desahogo, y dan más fuerza todavía a la declaración medioinstitucional de Alex Del Piero el pasado domingo, tras ganar al Siena después de dos meses sin poder hacerlo: "Ranieri tiene una manera de ver el fútbol que sólo él entiende". La fractura entre el técnico y el vestuario era evidente y se ha confirmado en cuanto la situación finalmente ha estallado. El por qué de lo tardío de la decisión de la directiva de rebocar a Ranieri de su puesto es otro tema. Porque de entre todo esto, lo que resalta más, es el engaño en el que nos tenía instalados el técnico anterior. Desde principios de temporada dijo que iba a apostar por Giovinco, que iba a ser una pieza fundamental del futuro. Después habló de "gestionar correctamente" a los jóvenes y al final ni le gustaba ni apostaba ni gestionaba. Algunas decisiones incomprensibles se vieron soliviantadas por resultados positivos, por la garra del equipo o por pura palabrería que logró convencer a muchos. En su segunda etapa en el Valencia, en El país, un periodista le preguntó: "¿Por qué Aimar no puede jugar tres partidos seguidos?" La respuesta de Ranieri fue bastante locuaz, directa y definitoria: "Porque pesa 60 kilos".

La reiteración permite, después del desenmascaro paulatino que se le va haciendo a Ranieri, calificarle para siempre: su desprecio por el fútbol de calidad ha terminado convirtiéndole en un fantasma que se verá condenado a vagabundear por las alcantarillas del fútbol más socarron y simplista. Sus niñatadas tras caer eliminado ante el Chelsea han terminado por condenarle de por vida, dejando al descubierto a la poca persona que había detrás del entrenador leído que con sus dicterios siempre en positivo encantaba a las sirenas. Si perdió la oportunidad de hacer historia con la Juventus, ha sido, simplemente, porque no estaba a la altura ni como persona ni como entrenador.

Pero Claudio ya es un problema del pasado y fácil de olvidar. Agraciadamente, el espíritu del equipo sobrevive. Sin el yugo romano, el equipo conserva intactos esos futbolistas compatibles con el juego atractivo y eficaz y ha incrementado el nivel técnico con Diego Ribas. Ése es el camino, dejando espacio al fútbol y la imaginación necesaria sin entrar en conflicto con planteamientos tácticos muchas veces absurdos. Sin Ranieri, Giovinco quedará libre para devolver a la Juve la gloria arrebatada a base de regates, caños, pases y goles imposibles También Trezeguet, ahora que su presencia no incomoda a nadie y Quagliarella se fue al Nápoles

jueves, 28 de mayo de 2009

In Memoria e Amicizia


Pasarán los años y el 29 de mayo siempre será una fecha desgraciadamente imborrable para todos los aficionados juventinos y del Liverpool. El 29 de mayo de 1985, en el estadio de Heysel, en Bruselas, 39 personas perdieron la vida antes de la disputa de la final de la Copa de Europa.

24 años después, sólo hay espacio para la memoria y el orgullo. Nada más. Porque en días como hoy, el fútbol es más grande y un sentimiento incapaz de definirse te hace ser más juventino que nunca. Hace 24 años, mientras 39 ángeles subían al cielo, la Juventus ganaba su segunda Copa de Europa. Que quede definida como la de la memoria. Nada más.

"Memoria per construire il futuro. Non dimenticare".

Rocco Acerra (29)
Bruno Balli (50)
Alfons Bos
Giancarlo Bruschera (34)
Andrea Casula (11)
Giovanni Casula (44)
Nino Cerrullo (24)
Willy Chielens
Giuseppina Conti (17)
Dirk Daenecky
Dionisio Fabbro (51)
Jaques François
Eugenio Gagliano (35)
Francesco Galli (25)
Giancarlo Gonnelli (20)
Alberto Guarini (21)
Giovacchino Landini (50)
Roberto Lorentini (31)
Barbara Lusci (58)
Franco Martelli (46)
Loris Messore (28)
Gianni Mastrolaco (20)
Sergio Bastino Mazzino (38)
Luciano Rocco Papaluca (38)
Luigi Pidone (31)
Benito Pistolato (50)
Patrick Radcliffe
Domenico Ragazzi (44)
Antonio Ragnanese (29)
Claude Robert
Mario Ronchi (43)
Domenico Russo (28)
Tarcisio Salvi (49)
Gianfranco Sarto (47)
Amedeo Giuseppe Spolaore (55)
Mario Spanu (41)
Tarcisio Venturin (23)
Jean Michel Walla
Claudio Zavaroni (28)

Siempre con nosotros

La luz roja de Amauri


Las dos fases claramente diferenciadas por las que ha pasado Amauri esta temporada son un indicador de que las cosas no han funcionado correctamente. Hace un año, su nombre capitalizaba los sueños juventinos; era el equivalente al Diego de este año, y como ahora, su fichaje se completó con éxito por unos 23 millones de euros (rebajados con las fichas de Nocerino y Lanzafame). Y en la primera mitad de la temporada respondió a las expectativas, siendo uno de los fichajes más acertados del verano: marcó 11 goles importantísimos a la Juve en la primera vuelta, que además le aportaron al equipo nada menos que 16 puntos (1-0 al Udinese, 0-1 en Cagliari, empate a uno en Catania, la victoria también por la mínima en el derbi, 1-2 en Lecce marcado en el 90' y dos de los goles en el 4-2 contra el Milan). Ranieri lo tuvo siempre como la primera opción para su Juve, que dependía en exceso del tino del delantero centro (sin ir más lejos, hasta ahora, es el jugador de la Juve que más partidos ha disputado, junto a Nedved y Grygera).

Pero hasta cierto punto, podemos decir que el encanto se ha roto: tras el parón navideño, Amauri no ha vuelto a ser el de antes (como tantos y tantos otros integrantes del plantel). En 2009, el brasileño sólo ha podido marcar un gol (1-1 contra la Sampdoria el 15 de febrero) y se le ha visto menos habilidoso, más pesado, perdido, opacado por no se sabe qué, algo que se notó especialmente en los momentos más decisivos (como Stamford Bridge) y que le llevó a la suplencia en Turín contra el Chelsea cuando Trezeguet estuvo listo para jugar. Después de ese partido, la eliminación de la Champions fue doblemente dolorosa para Amauri, ya que unas pequeñas molestias en los cinco minutos que jugó, se transformaron en un mes de baja, que le ha hecho perderse muchos partidos importantes. Cuando volvió, encontró en Ranieri la misma confianza que al principio, pero su rendimiento no mejoró e incluso empeoró a la par que el equipo, mientras que Iaquinta ha aprovechado para confirmarse en la titularidad, sea quien sea su rival. El pasado domingo, ya sin Ranieri y con Ferrara como entrenador, Amauri volvió a verse en el banquillo, del que no salió para disputar ni un minuto del partido (Ferrara contó con Poulsen, Mellberg y Trezeguet), algo que, aunque justificado, no le ha tenido que gustar ni un poco. Habrá que tener cuidado con él. Es un patrimonio importante para la Juventus y a todos conviene arreglar la situación antes de que este año tirado a la basura por parte de Ranieri se convierta en un problema en el futuro. Antes de que se encienda la luz roja de Amauri.

martes, 26 de mayo de 2009

Eccolo quà!


Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras. La sonrisa de Diego habla por sí sola. Es la expresión de toda la juventinità. Alegría, felicidad y, sobre todo, esperanza. La afición sabe que con él, algo va a cambiar. El salto de calidad es una realidad y soñar está más permitido que nunca. No es la panacea del fútbol ni la solución a todos los muchos problemas de la Juve. Pero sí es un síntoma. Un punto de inflexión. Un punto de partida inmejorable. La Juventus quiere volver a cosechar éxitos importantes y se está esforzando para ello.

Con Diego, la Juve sumará dos cosas: 1) un brasileño más a su no muy amplía lista de cariocas que han pasado por el club (15 en total, él incluido) con diferente éxito. Y 2) el jugador capaz de revitalizar al equipo en el ambito deportivo. El hombre con la capaz necesaria para salir de situaciones embarradas y para levantar a la afición del asiento al mismo tiempo que la admiración. La contratación, además del excelente aporte técnico, es un símbolo. El símbolo del cambio de rumbo que toma la Juventus tras un periodo de dificultad del que se está saliendo con un proyecto convincente.

El fichaje de Diego Ribas no ha sido nada fácil. Hace dos temporadas que la Juve le persigue y por unas cosas o por otras(Claudio Ranieri entre ellas), hasta ayer no se pudo hacer realidad. Además del esfuerzo de trabajo de la secretaría técnica de la Juve, que ha afrontado seis meses de difíciles y frenéticas negociaciones, que se ha tenido que adelantar a la competencia, hay que destacar el esfuerzo económico. La Juve ha comunicado oficialmente (señal de la transparencia de la que otros carecen) el coste de la operación: ingresará en tres año 24'5 millones de euros en las arcas del Bremen en tres pagos anuales (14 millones el próximo 1 de julio, 5'5 millones en 2010 y otros 5 en julio de 2011), que podrían aumentar hasta los 27 en relación a una serie de objetivos deportivos prefijados que esperemos se cumplan durante los próximos cinco años.

Es importante que Diego haya elegido la Juve por delante de otros. No séra sólo una cuestión de dinero (cobrará en la Juventus unos 3'5 millones), sino de compromiso. De coherencia con una entidad que hace tiempo que le buscaba y que lo ha querido, ahora sin Ranieri, sin ningún pero. La confianza es absoluta y recíproca. Como hemos dicho en más de una ocasión, hay un viejo refrán que reza "el que más gasta, menos gasta". Y esta máxima se cumplirá con él. Blanc ha declarado que es el perfil perfecto de jugador para el proyecto de la Juve, "un jugador joven y de gran nivel". Con Diego, la Juve ha dado un gran paso hacia el futuro. Ahora nos queda fantasear qué clase de maravillas podrá hacer en compañía de Del Piero, Iaquinta, Nedved, Giovinco, Camoranesi, Amauri... De momento, vamos a intentar darle más realismo a la imaginación con una recopilación de sus mejores jugadas. Diego ya está aquí. Toca disfrutar.

domingo, 24 de mayo de 2009

La Juve è tornata


Objetivo cumplido: la Juve estará seguro en la próxima fase de grupos de la Champions League sin tener que pasar por la ronda previa. 'Gracias' al Empate (1-1 de Jorgensen en el 90') de la Fiorentina en el Via del Mare, la ventaja asciende a los tres puntos y al average favorable de la Juventus con la propia Fiorentina y el Milan. No podemos determinar qué ha tenido más influencia en esta victoria; si la marcha de Ranieri o la llegada de Ferrara. Pero los datos, como siempre, hablan solos. Hacía más de dos meses (21 de marzo; Juve - Roma, 4-1) que la Juventus no se adelantaba en el marcador. El mismo tiempo que ha estado sin ganar. Ahora, cuando la única relación de Ranieri con la Juventus está en la relación de entrenadores que han entrenado al equipo a lo largo de la historia, la victoria vuelve a sonreir.

Tenía que ser Del Piero, que jugó con Ferrara más partidos que con ningún otro, (y juntos lo han gando todo, en la Juventus y con la selección) el que encarnase este enésimo renacimiento de la Juve en lo que va de temporada. Si la Juve volvió a ser la Juve, fue porque Del Piero fue otra vez Del Piero y llevó al equipo hasta la victoria con una actuación magnífica que ya añorábamos. Fue el encargado de guiar el juego del equipo, ensanchando el campo en ocasiones con sus movimientos continuados y habilitando jugadas después de carreras y regates con su propio copyright, para terminar marcando por dos veces y dando una asistencia preciosa a Marchisio, que calcó el gol que le marcó al Nápoles el pasado 28 de febrero y que significaron tres puntos vitales en un momento complicado. En el minuto 18, con la primera oportunidad, retomamos la alegría de ver marcar a Del Piero un libre directo desde más de 20 metros con el que nada pudo hacer Curci. La celebración de Alex fue muy elocuente, con gestos llenos de rabia y alegría a partes iguales, reivindicando el valor de la Juventus y el orgullo propio. Al final del partido, el capitán dio seguramente más peso al cese de Ranieri, después de una prestación de todo el equipo que corroboró que la relación con él estaba rota, con unas duras declaraciones: "Ranieri tiene una visión de las cosas que sólo él entiende".

Ferrara no hizo excesivos cambios en su debut. Utilizó lo mejor que tenía a su disposición y lo hizo con sencillez, para formar un equipo capaz de realizar un fútbol práctico, seguro y efectivo. La Juve saltó al campo con garra, con determinación, con ganas de olvidar un período negro y pensando sólo en el partido. Como anunció, Ciro ha trabajado, y se ha notado, en el aspecto mental más que en el físico o en la táctica. Con un equipo centrado mentalmente, el resto de problemas se resuelven o al menos se atenuan. Después de 16 goles encajados en 8 partidos, Buffon volvió a casa con la portería imbatida, ayudado por una defensa mejor organizada y que Ciro retrasó unos metros: estamos en el final de la temporada y el físico, más el maltrecho de la Juve, no permite grandes carreras de explosión.

También hay que destacar que el Siena no fue el rival aguerrido y luchador que cabía esperar, sino un equipo blando, carente de motivaciones, sin objetivos, sin presión y que se entregó al paso de los minutos con el primer gol de la Juve, que no le concedió de todas modos ningún resquicio por el que atacar. Así llegó el tercer gol de la Juve, en una contra perfecta que culminó Del Piero, con recorte al portero incluido, cuando el partido lloraba el final. Era el 0-3, que le permite a la Juve sumar tres puntos que significan la próxima Champions. Ferrara dijo que quería "siete puntos en estos dos partidos". Y ayer ya conseguió cuatro, porque la Juventus terminó el partido con la esperanza y la sensación de haber encontrado el entrenador adecuado para alcanzar la gloria.

viernes, 22 de mayo de 2009

El maestro restaurador


Ciro Ferrara es un entrenador con talante. Como si de un político se tratase, dijo en su presentación que iba a ser el entrenador de todos y lo confirmará mañana en Siena, donde la Juventus tendrá que lograr la victoria para mantenerse en el tercer puesto, vital para entrar en la próxima Champions por la puerta principal. Y para eso, Ciro Ferrara está trabajando y haciendo trabajar de lo lindo. Llegó al equipo con dobles sesiones de entrenamiento intenso, y ayer concentró a los jugadores para reflexionar sobre la situación actual del equipo. Un equipo que en las dos jornadas que quedan, además de la clasificación para la Champions, se jugará algo muchísimo más importante como la dignidad.

Ferrara, muy inteligente, le dará la oportunidad de demostrar su valía a los jugadores que fueron marginados por el técnico anterior después de la eliminación de la Champions. Y uno de los principales dagnificados por Ranieri fue David Trezeguet, que este año ha jugado mucho y ha tenido demasiados problemas. Tras varias peleas con el entrenador y la directiva, más de un malentendido, llega ahora su momento. Mejor tarde que nunca. David Trezeguet volverá a ocupar el puesto que durante tantos años ha honrado, marcando goles, ganando títulos y haciéndonos vibrar. Ferrara le dará confianza por tres motivos: primero porque Trezeguet tendrá unas ganas locas de demostrar todo lo que no le han dejado; segundo porque es uno de los mejores delanteros del mundo; y tercero porque, si la Juve quiere venderlo este verano, tendrá que mostrar 'la mercancía'. Dos meses después, todo hace indicar que David Trezeguet volverá a ser un jugador importante en la Juventus.

Giovinco, por su parte, llevaba muchos partidos sin jugar ni un solo minuto. Además, contra la Reggina y en el último partido contra la grada, ni siquiera estuvo convocado. Una contradicción con los planes del club y del propio ex entrenador, que a principio de temporada le calificaron como "el futuro de la Juventus". Ciro conoce bien a Giovinco y tiene una confianza innata en los jóvenes como experiencia de su gran trabajo con los juveniles de la Juve. Sebas estará mañana convocado con total seguridad y es muy probable que salga al terreno de juego para sustituir a algún compañero, visto que, además, Alex Del Piero llegará con molestias.

Mañana nos esperamos una Juve nueva. Un equipo herido en su orgullo (también jugará Zebina después de sus últimos problemas con la afición y apurando las últimas opciones para ganarse un sitio en la plantilla de la próxima temporada) que quiere acabar la temporada con la cabeza lo más alta posible. Si dentro del vestuario, alguien le estaba haciendo la cama a Ranieri, ya no tendrá ninguna excusa: él ya no está y hay que ganar los dos próximos partidos para maquillar los dos últimos meses de desastre continuo. Después, al final, se pasará página, porque la Juventus no puede permitirse otra temporada tan anodina como esta, en la que no se ha cumplido ni uno solo de los objetivos marcados. La 'vieja guardia', que además ahora cuenta con Ferrara, jugará estos dos últimos partidos como si fuesen finales de Champions League. Hay que hacerlo para que este equipo, con los refuerzos adecuados, pueda a volver a ser la Juve de siempre la próxima temporada. En definitiva, tenemos todos los requisitos para que la nueva Juve de Ferrara lo dé todo mañana en el Franchi.

jueves, 21 de mayo de 2009

Arnautovic por Acquafresca no es un buen negocio


El domingo se jugará un Cagliari-Inter muy especial y extraño. Principalmente para Robert Acquafresca. El jugador turinés, que hasta hace bien poco estaba destinado a vestir desde la próxima temporada los colores interistas, se encontrará con un equipo al que pertenece desde hace tres años, pero con el que nunca ha jugadado. Y con el que probablemente nunca jugará, ya que el Internazionale le ha incluido en la operación que llevará a San Siro a Diego Milito y Thiago Motta para abaratar el coste del traspaso, que no ha trascendido.

Parece que Acquafresca ya ha perdido todas sus oportunidades de jugar en el Inter. Llegó a Milan casi sin querer: en 2005 tras el ascenso y el posterior descenso de vuelta del Torino a la Serie B, el Inter aprovechó para fichar al joven delantero. Ese mismo verano, cedió la mitad de los derechos al Treviso, recién ascendido y con el que debutó en Serie A el día de su 18º cumpleaños. Al año siguiente, en Serie B, demostró su calidad marcando 11 goles en 35 partidos; algo que no pasó desapercibido para el Inter, que al finalizar la temporada decidió recuperar la propiedad completa del jugador. ¿Para hacerle debutar? No, nada más lejos. Para volver a ceder el 50% al Cagliari, como contrapartida en el traspaso que vistió al hondureño Suazo, actualmente cedido en el Benfica, de neroazzurro por más de 15 millones de euros.

Pero el movimiento (indiscriminado podríamos decir) del jugador no acabó ahí: el verano pasado, Moratti decidió recomprar nuevamente y sin trascender por cuánto, la parte del jugador que previamente había cedido al propio Cagliari y dejarlo cedido, aunque totalmente de su propiedad, en el club sardo hasta el próximo 30 de junio, cuando debería regresar a triunfar con el Inter.

A pesar de demostrar su valía con los 12 goles que ha marcado esta temporada después de un inicio de temporada desastroso de todo el equipo (estuvo seis partidos sin ganar) y sobre todo ridiculizando al Inter en San Siro con una magnifica exhibición personal reivindicativa no admitida por su talante sumamente sereno. Sin abrir la boca sólo marcando y atropellando a Samuel y Córdoba, dijo: "aquí estoy, marcando goles porque no me habéis querido". Pero tampoco le ha valido. Ni le han valido sus dotes técnicas y su capacidad anotadora para que el Inter le tenga en cuenta. Sin embargo, siguen haciendo honor a la internacionalidad de su nombre y pronto ficharán a Arnautovic, delantero austriaco de 19 años que juega en el Twente por más 12 millones de euros. Cuando él llegue desde holanda , Acquafresca estará en Cerdeña después de su sexto traspaso con el Inter. Alguien está cometiendo errores de valoración importantes. Parece que Santon es y será un oasis en medio del desierto. La repercusión que pueda tener en el futuro de la selección italiana, la esperaremos. Milito será un gran jugador para el Inter, seguro. Pero desde ya, cambiar a Arnautovic por Acquafresca no va a ser un buen negocio. Para el Inter, claro.

lunes, 18 de mayo de 2009

Ciro Ferrara, la puerta al futuro

Ranieri ya es un problema del pasado. A dos jornadas del final de la temporada y después de 57 días sin ganar, ayer llegó la destitución de Claudio Ranieri. Una destitución inevitable después de la pésima imágen que la Juve dio como equipo contra la Atalanta. Un equipo cansado, vacio, plano, sin ideas, sin soluciones, sin una táctica definida, demasiado confuso. La noticia del cese de Ranieri no ha sorprendido a nadie, ya que el cambio era obligado: el equipo no podía seguir así y peligra ahora seriamente el tercer puesto, el objetivo mínimo para esta temporada. Como ha dicho Blanc, "después de 55 días de confianza y apoyo" al anterior cuerpo técnico, la directiva ha despertado, comprendiendo los muchos errores que se han cometido esta temporada por parte del cuerpo técnico de Ranieri. La preparación física del equipo fue nefasta desde el inicio de la temporada, y lo comentamos todos. Seguramente no se le dio la importancia que deberían tener las más de setenta lesiones que la Juventus ha sufrido esta temporada; algo que no puede ser fruto de la mala suerte, sino de una preparación física deficiente. La forma de encarar los partidos, excesivamente conservadora, ha sido errónea en demasiadas ocasiones. Además, Ranieri ha tenido muchos problemas con el vestuario, con la gente más importante del vestuario. No significa que tuviese que ceder ante ellos, pero sí debía tener una relación más clara y profesional. Tampoco tuvo una relación demasiado fluida con los jóvenes, y a la vista de todos está la pésima gestión que ha hecho con Giovinco, desterrado en el tramo final de la temporada. Y además de todo esto, mintió. Mintió en relación a los fichajes: primero dijo que no pudieron fichar a Xabi Alonso por su precio excesivo, para terminar reconociendo que él mismo no lo quiso y prefirió a Poulsen. Y se contradijo más si cabe con Diego: pudo incorporarlo la temporada pasada, pero desechó la opción porque entraba en conflicto con su sistema de juego. La semana pasada, cuando saltaba la noticia de su fichaje prácticamente cerrado, quiso apuntarse el tanto diciendo que él le fichó y que por tanto, quería entrenarle. En definitiva, la Juventus podía haber hecho más, ni siquiera le favorece al técnico una comparativa con la temporada pasada. Con estos mismos jugadores, los que él eligió, podía haber luchado por cotas más altas y sin embargo no hizo ni siquiera titubear el dominio del Inter. Y no lo ha hecho porque no ha creido que fuese posible, no ha afrontado el campeonato con la mentalidad ganadora, sí con una mucho más modesta, conservadora y victimista, como la de Ranieri (fruto siempre, que quede claro, de las multiples lesiones, a su vez el resultado de una mala preparación). Algo que no forma ni puede formar parte de este equipo. Y por eso se va Ranieri. Esta es una entidad con hambre de victorias y que ahora se encuentra con un clima de rabia y desilusión porque queda la sensación de que la temporada se ha tirado por la alcantarilla: a la Juventus no le puede valer luchar por el segundo o por el tercer puesto.

Y aunque sea un objetivo ciertamente triste, para no perder el tercer puesto llega Ciro Ferrara al banquillo de la Juve. Ha sido un nombramiento, reconocido por la propia directiva, buscando la reacción del vestuario. Pero en realidad, la llegada de Ciro Ferrara puede ser algo más que un toque de atención al vestuario. Ciro Ferrara representa el orgullo de la Juventus. Y sobre eso, el orgullo, ha cimentado su discurso de presentación: la Juventus tiene que encontrar el orgullo y la dignidad que ha perdido con Ranieri en los dos últimos meses. Con el técnico romano, la Juventus había caído en una desidia y una dejadez nunca vista en la historia y cambiar este chip, revivir al equipo, será el objetivo de Ferrara a corto plazo. Pero, atención, porque Ciro Ferrara no es un simple parche. Ferrara puede y debe ser el futuro de la Juventus. De hecho, ya estuvo cerca de sentarse en el banquillo de la Juve a principios de temporada, en ocasión de la primera crisis y, por su labor como jugador primero y como encargado del fútbol base del club después, es muy apreciado dentro de la entidad.

Cierto es que nunca ha entrenado a un equipo profesional, pero está cosechando unos resultados altamente positivo en las categorías inferiores del equipo, y siendo el ayudante de Marcello Lippi durante cuatro años, en los que ganó un Mundial como segundo entrenador, algo de la mentalidad ganadora del seleccionador italiano habrá adquirido. Además de sus multiples apoyos y el aval por el trabajo bien hecho en las categorías inferiores, Ferrara tiene a su favor la capacidad con la que podría manejar un vestuario que le conoce a la perfección. No tendría problemas con la 'vieja guardia' (fue compañero de Buffon, Legrottaglie, Camoranesi, Nedved, Del Piero, Trezeguet y Cannavaro) ni con los jóvenes, ya que se ha especializado en trabajar con ellos: en ambos casos acumula un conocimiento de los jugadores y se ganaría rápidamente el respeto de todo el vestuario.

Ferrara es un hombre de la Juve en su máximo sentido y el encargo de entrenador será la cuarta función que desempeñe dentro del club, después de ser jugador, directivo y responsable de las categorías inferiores: cuatro cambios y él siempre se ha mostrado sereno y al servicio del club. A día de hoy, podemos decir casi al 100% que será él entrenador que dirija al equipo la próxima campaña. En un rol distinto, se volverá a ver con muchos de sus compañeros, pero especialmente con uno: Cannavaro formó zaga con él en el Nápoles, en el Parma y después en la Juve. La integración de Cannavaro, con un entrenador con quien tiene mucho en común, sería mucho más fácil y factible. Algo positivo a todas luces. Además, se acabaría con esa incomunicación que existe ahora entre el equipo de fútbol y los directivos, ya que no existe un enlace mejor que Ciro, que ha estado en ambos bandos. Los malentendidos en el vestuario pasarían a la historia y volvería el equilibrio al equipo. Y quizá así podría abrirse para Pavel Nedved la posibilidad de retirarse como futbolista y entrar directamente a la organización juvenil de la Juventus, recogiendo el testigo que deja ahora Ciro Ferrara. Y quizá, sólo quizá, con una estructura deportiva mucho más sólida, seria y asentada, podría producirse la vuelta de Lippi al club en el papel de director deportivo. Ferrara no es un parche, no tiene que ser un entrenador interino que llega a solucionar la papeleta. Sino que tiene que ser la puerta al futuro de un equipo organizado y ganador. El cambio de Ferrara a dos jornadas del final del campeonato quizá sólo se haya visto adelantado un par de semanas. Pero sin duda él tiene las llaves de un futuro al menos esperanzador para la Juventus. Para que no pase como esta temporada, que empezamos hablando de Scudetto y Champions y terminamos llorando la perdida en semifinales de la Coppa. Con confianza, es el camino a seguir. Queda mucho que trabajar de cara al futuro. Pero ahora sí. Parece que por fin todos remamos en la misma dirección.

Ciro Ferrara, nuevo entrenador de la Juventus

Ya es oficial: la Juventus cambia de página y destituye a Claudio Ranieri en el puesto de entrenador. Después de muchas defensas al técnico por parte de la directiva, de 57 días sin ganar, de una mala imagen del club y varias polémicas con algunos de los jugadores, el precio que paga Ranieri no es el despido a final de temporada, sino el cese inmediato de sus funciones (algo que no ocurría desde 1969, cuando fue destituido el argentino Luís Carniglia) tras el enésimo fracaso consecutivo de ayer en Turín contra la Atalanta. Ciro Ferrara, ex capitán de la Juventus y hasta ahora encargado del fútbol base del club, será el encargado de dirigir al equipo en Siena y en el Olimpico contra la Lazio en su primera experiencia en un banquillo como máximo responsable. El objetivo del nuevo entrenador, será completar la clasificación de la Juventus para la próxima edición de la Champions League evitando la ronda previa. Si la experiencia es satisfactoria, podría ser confirmado en el banquillo la próxima temporada.

Ranieri, por favor, vete


Qué ilusos fuimos todos al pensar que en San Siro vimos una buena Juve, que resurgía de sus cenizas, y que parecía volver al camino de, por lo menos, la entrega. Viendo cómo ha marchada esta última jornada, podemos utilizar el partido del Milan en Udine pensoso cuando más tenía que dar la cara, para explicar el rendimiento distinto, aunque no muy bueno, de la Juve el pasado sábado en el Meazza. Ayer, a falta de algo que echarnos a la boca, tuvimos que alegrarnos con el gol de Sergio Pellissier para el Chievo, que mantenía al Genoa a una distancia, ya incalcanzable, de seis puntos, en un momento en el que el peligro de perder incluso la cuarta plaza y quedarse fuera de la próxima Champions era más que real visto lo visto. Por lo menos, con goles ajenos, la clasificación para la Champions está asegurada y ahora 'sólo' falta saber el orden: segundo (sería un milagro), tercero o, en el peor caso, cuarto. El fatídico 22 de marzo, el punto final y real de la etapa de Ranieri al frente del vestuario de la Juve, la Juventus aventajaba en siete puntos al Milan y tenía trece más que la Fiorentina. Visto lo de ayer, el empate en San Siro fue un espejismo, como pronto nos recordó la Atalanta, que por otra parte, era uno de los mejores rivales posibles, sin nada que jugarse, y que lanzó tres ‘goles’ al larguero. Con las puertas del estadio cerradas para la afición, la Juve dejó bien abierta la suya y Buffon volvió a ser el mejor del equipo. El resultado final, si es que importa, fue de empate a 2. Y gracias. Porque si Amauri y Legrottaglie estrellaron dos disparos al palo, Plasmati también lo hizo por dos veces y Cigarini una tercera. Y así, la Juve lleva sin ganar desde el pasado 21 de marzo (4-1 a la Roma). Desde entonces, ha sido incapaz de cosechar seis empates y dos derrotas. Algo fácil de explicar si vemos las estadísticas goleadoras: 14 goles a favor y 16 en contra (dos por partido). Un ataque aceptable, pero un sistema defensivo de Serie B. Y resulta paradójico, que sólo le marcasen un gol a la Juve, Milan e Inter. Todos los demás, dos (Lazio, Reggina, Lecce y Atalanta) o tres (Chievo y Genoa).

Con el empate de ayer, prácticamente nos despedimos del segundo puesto y hay que guardar muy mucho el tercero para evitar la previa de la Champions. Otro dato significativo es que el equipo de Ranieri tiene ahora dos puntos menos que la temporada pasada. Una estadística difícil de analizar y que sólo se podría llegar a explicar, entendiendo el final de la etapa de Ranieri en el club. El año pasado, un equipo recién ascendido, nos conquistó a todos. No existen dudas sobre el buen trabajo de Ranieri. Le devolvió la solidez histórica a la Juventus y de vuelta a la Champions. Sin duda, ha trabajado bien, a pesar de algunas decisiones polémicas. Pero al final ha sido su comportamiento, uno de sus puntos más fuertes a lo largo de su carrera, lo que han terminado con él. Su relación con el vestuario es completamente irreconciliable, y eso ha repercutido en un divorcio con la afición. Que no le perdona la condena a Trezeguet, un elemento imprescindible en situaciones de emergencia, y el ostracismo al que tiene sometido a Giovinco, eligiendo a Zebina como tercer cambio antes que a él en los tres últimos partidos. Si Ranieri, como dice y no vamos a poner esto en tela de juicio, quiere bien a la Juve, debería aceptar la obviedad, ver que no puede con el proyecto, que está solo y que su etapa en la Juve ha terminado. Ha obtenido del equipo un rendimiento notable, pero si el sábado pasado dijo que “podíamos haber sacado algo más”, ayer dijo que “con este equipo estamos ya dando el máximo”. Han sido estas dudas, esta falta de claridad en torno a tantos temas lo que le ha hecho perder la confianza de todos. Y si alguien quiere bien a Ranieri, si alguien le apoya, que hable con él y le diga que ha terminado con la Juventus. Que no puede seguir alargando la agonía de un proyecto que posiblemente empezó enfermo y que ya nadie es feliz en la Juventus. Ni siquiera él. Así que Ranieri, por favor, vete.

La Juventus se va concentrada a partir de hoy. Una muestra más de la deriva en la que está la directiva (ayer mismo después del partido se negó la posibilidad) y es posible que hoy se tome la decisión de relevar a Ranieri en su cargo para salvar lo que queda de salvable de la temporada, confiándole el equipo a Ciro Ferrara, hasta ahora el máximo responsable de las categorías inferiores de la Juve. Una decisión arriesgada, pero quizá menos que dejar al equipo descomponiéndose entre sus propias cenizas mientras las brasas empiezan a chisporrotear cerca de una directiva demasiado autocomplaciente y confiada. La Juventus, entendida en su más amplio significado, necesita reaccionar. Y, como el propio Cobolli dijo, “sólo quedan dos partidos, ya no quedan tres”. El equipo ha caído en una dinámica perdedora constante e irreversible a día de hoy. Y como dice la famosa ‘Ley’, cuando las cosas van mal, pueden ir peor. Y ayer apareció la mala suerte en el primer tirito de la Atalanta, obra de Cigarini, que golpeó en Legrottaglie, cambiando la trayectoria y llevándolo hasta el fondo de la portería. Aún estando en un peligro continuo, la Juve logró remontar con un cabezazo de Iaquinta (asistencia de Nedved) y una genial volea de Zanetti, desde más de 25 metros, perfecta y bellísima. Un equipo ‘normal’ hubiese hecho valer la superioridad (aunque fuese meramente la clasificatoria), para cerrar el partido. La Juve, sin embargo, se dejó marcar un gol absurdo en un saque de esquina con dos cabezazos de los bergamascos en el área. Otra estadística: cero tarjetas. En la segunda parte, la Atalanta pudo ganar con comodidad, la Juve ni siquiera puso la garra. Nunca nadie aseguró que este equipo iba a ganar el Scudetto, pero tampoco que podía descender. Ranieri, por favor, vete.

jueves, 14 de mayo de 2009

'Cenicienta' Iaquinta


Con sus 191 centímetros de altura y sus 84 kilos de peso, comparar a Iaquinta con Cenicienta parece una locura. Pero lo que ha pasado en los últimos cuatro meses con Vincenzo es el paralelismo del cuento de la pobre chica que se convierte en princesa. En enero prácticamente hablábamos de él en pasado, como un ex de la Juve que se iba a marchar al Zenit y ahora es una pieza clave no sólo de la Juve actual, sino que también del equipo del futuro. Llegue el entrenador que llegue (Conte, Spalletti y Gasperini son los favoritos), parece que no habrá un 'once' titular base que no tenga al delantero calabrés entre sus fijos.

Pero a diferencia del cuento de Perrault, lo que le ha hecho a Iaquinta pasar de ser el cuarto delantero del equipo a titular inamovible no ha sido un hada madrina. En este caso tenemos una explicación científica, o más bien médica, para avalar la ‘transformación’ de Iaquinta: el delantero ha superado por fin todos los problemas musculares que le tuvieron prácticamente fuera de juego la primera mitad de la temporada. Pero ahora ya puede trabajar con continuidad y demostrar su fe en sí mismo y sus dotes para el fútbol. Él mismo dijo que si está bien físicamente, puede jugarse el puesto con cualquiera. Y seguramente esa autoconfianza fue la que le hizo tomar la decisión, acertadísima, de rechazar la oferta millonaria del Zenit y quedarse en Turín. Y así, con Amauri y Del Piero que han bajado el fenomenal ritmo del inicio de temporada y con Trezeguet primero en búsqueda de la forma física idónea y después apartado del equipo por sus diferencias con Ranieri, Iaquinta se ha ganado el presente y se ha asegurado el futuro aportando al equipo un número de goles que sin duda serán de vital importancia en la decepcionante clasificación final, siendo el único capaz de nadar en el agitado mar de la crisis bianconera. Pudimos comprobarlo en el último partido, contra el Milan, en el que fue Iaquinta el autor del 1-1 final que desbloquea parcialmente la situación actual de la Juve. “Si jugamos así hasta final de temporada, conseguiremos tres victorias”, dijo el propio Iaquinta al final de ese partido.

Y precisamente eso, victoria, aunque muchas más de tres, es lo que espera toda la juventinità el próximo año, con un equipo nuevo, empezando por el banquillo, pero, seguramente, con Iaquinta todavía como titular. Su puesto parece seguro porque su forma de jugar, su polivalencia táctica, se adapta perfectamente a cualquier estilo o a cualquier sistema de juego de cualquier de los entrenadores que figuran como futuribles de la Juve. Algo por lo que se ha convertido en un intocable de Lippi en la azzurra, donde ha jugado como delantero centro, como segunda punta o como extremo. Papel que podría cumplir a la perfección en el 4-3-2-1 de Spalletti, su mentor y por el que ya se ha manifestado en su favor para ocupar el cargo de entrenador ahora en la Juve. Pero también su entrega, su trabajo incansable y sus galopadas por la banda le convierten en un jugador 100% compatible con el 3-4-3 de Gasperini o el 4-2-3-1 de Conte; dos sistemas que piden más trabajo defensivo a los extremos y que sacará de Iaquinta su garra y exprimirá sus dotes atléticas, además de aprovechar sus muchos goles. En definitiva, que sea quien sea el 'Principe' que se siente en el banquillo de la Juve, tendrá a su disposición a 'Cenicienta' Iaquinta.

Más de 60 millones a la basura

Para hacer un análisis del por qué de la situación actual de la Juve no hay que pasar de largo la mala elección de muchos fichajes en los dos últimos años. Decisiones equivocadas y consensuadas entre técnicos y directiva que han afectado al equipo en este final de temporada alarmante y que una vez llegado a su fin se llevará a más de uno por delante. Aunque las responsabilidades no han sido oficialmente reconocidas. Pero no sólo deportivamente han sido incorporaciones negativas, sino que en las arcas han hecho mucho daño algunas de las últimas compras: Andrade, Almirón, Tiago y Poulsen en menor medida (su final de temporada está siendo notable y conserva un buen cartel pensando en una eventual salida del equipo).

El primer caso es el más escandaloso. Año de debut de Ranieri, la Juve de vuelta a la Serie A busca un central de nivel sobre el que construir la nueva defensa: tras una larga y tortuosa negociación por Diego Milito (finalmente fichado por el Barça por más de 20 millones) y un intento fallido por fichar a Chivu, la elección de la Juve fue Jorge Andrade, del Deportivo, que ya se había perdido gran parte de la temporada anterior por los problemas de su rodilla. Aún así, el portugués superó la revisión médica, pero la Juve no se tomó la precaución de hacer una poliza aseguradora que le cubriese de cualquier (muy) posible sorpresa. Ignoró o pasó por alto la propensión de Andrade (por otra parte, nada del otro mundo técnicamente) y el portugués se lesionó a principio de temporada, después de una serie de partidos muy decepcionantes, contra la Roma y no ha vuelto a jugar con el equipo. Hace poco más de un mes, el club y el defensa alcanzaron un acuerdo para la rescisión del contrato de manera consensuada, después de que la Juve efectuase la petición a la Lega Calcio. En resumen: la Juve pagó 10 millones de euros al Depor por el jugador y en total, Andrade ha recibido 8 millones entre sueldo y la indemnización consensuada con el club. 18 millones de euros que no han servido para nada. Después de su lesión y la mala adaptación de Criscito, la pareja Legrottaglie-Chiellini, con la que ya jugaba Deschamps, encontró legitimación y se asentó en el equipo. A coste cero.

Pero si el fichaje de Andrade podía tener alguna explicación (aunque difícil de encontrar), el de Sergio Almirón es injustificable. A día de hoy aún nos preguntamos por qué lo fichó la Juve. En teoría, el argentino iba a ser ‘el nuevo Verón’, le eligieron como el ideal para llevar el juego de un equipo que teóricamente estaba construido para asumir los retos más altos. Sin embargo, ni siquiera tuvo oportunidad de demostrar su hipotético valor. Pasó por Turín como un fantasma; en enero de 2008 fue cedido gratuitamente al Mónaco y este verano se fue a la Fiorentina, que tiene la posibilidad de comprarlo definitivamente por 4’5 millones. A la Juve le queda de él los 9 millones que pagó por él al Empoli y los 3’5 que se llevó el argentino del club hasta que en verano pasó a cobrar de la Fiorentina. Paradójicamente, mientras la Juve se decantaba por Almirón, el Nápoles fichaba a Hamsik del Brescia por 4 millones.

Parecido es el caso de Tiago, teórico compañero de Almirón en el primer centro del campo de Ranieri, que apostaba por un equipo que controlase los partidos. En el caso del portugués triste como un fado, el balance no puede ser otra cosa que negativo después de dos temporadas realmente malas. Tiago costó mucho (casi 14 millones de euros y 12 brutos de sueldo en estas dos temporadas) y su rendimiento ha sido extremadamente desilusionante. La afición, al principio, depositó gran parte de sus esperanzas en las presuntas dotes técnicas de este gran centrocampista, capaz de robar y distribuir el balón con la misma calidad y claridad. Sin embargo, entró perdido, se difuminó, se negó a irse, fue apartado del equipo, vuelto a llamar por las lesiones, dio alguna muestra de la calidad que se le supone, se lesionó él esta vez y cuando volvió lo hizo mal. Volvió con buenas intenciones (de su parte, del técnico y de una afición que veía algunos signos de recuperación), pero no ha podido dar continuidad a sus oportunidades y a ese tímido intento de salida del túnel. Él no será el jugador del futuro para la Juve, ya que, aunque su contrato finaliza en 2012, darle salida será una de las prioridades de la directiva. Siempre que él no se niegue…

Y después está Poulsen (10 millones de euros al Sevilla), la apuesta personal de Ranieri que generó tanta controversia. Ranieri prefirió el músculo en el centro del campo y fichó un ‘luchador’ más para ese equipo suyo que debía adaptarse a cualquier rival (o mejor dicho, jugar en función del rival). La calidad del danés no se discute, pero su aporte no era el más necesario para la Juventus. Ha mezclado grandes actuaciones con otros partidos más flojos; también porque desde su llegada ha estado tremendamente presionado, ya que su fichaje le cerró las puertas a Xabi Alonso, el vasco del Liverpool, que era el preferido de la afición, seguramente el idóneo, y que hubiese podido dar al equipo otro aire. Faltan tres jornadas para el final de la tercera temporada de esta directiva, que hizo famoso su plan de cinco años para volver a la cima del fútbol mundial. De momento, han tenido muchas más sombras que luces. El tiempo pasa y no vuelve. Y el dinero tampoco.

martes, 12 de mayo de 2009

La Juventus y el equipo de Ranieri

Juve, cómo has cambiado... Con los resultados en la mano, la Juventus ha sido grande contra los grandes y el equipo de Ranieri ha sido pequeño contra los equipos 'humildes'. Y por eso se ha quedado sin opciones de ganar el Scudetto y sufriendo para evitar la ronda previa de la Champions. Ahora nos separan once puntos del Inter; una diferencia que hemos perdido por motivos psicólogicos podríamos decir o por el excesivo conservadurismo del técnico romano. Mirando los resultados de esta temporada, podemos ver que la Juve ha obtenido 18 puntos contra los 'grandes' (los seis primeros) por 19 del Inter. En todo lo demás, en los partidos menos complicados, la Juve se ha vendido. Una estadística que demuestra que en el cara a cara la Juve no le teme a nadie y deja constancia de que la plantilla a disposición de Ranieri no es la peor del mundo como ahora parece. Y desde aquí, de la certeza del ADN Juve, es desde donde el equipo debe empezar a construir un nuevo futuro para remediar los errores del pasado. El fichaje de Diego puede ser un punto de partida, pero no debe ser el único.

Los problemas de la Juve, como decíamos, han llegado contra los equipos 'pequeños', donde el equipo de Ranieri ha caído con estrépito vergonzoso una y otra vez, dejando a final de temporada una irregularidad que puede costar demasiado cara. Podemos hablar de una táctica que buscaba reservar en medio de tantas lesiones, de un exceso de seguridad (que ha parecido en momentos puntuales), de un técnico que no ha sabido motivarse a sí mismo, que no ha confiado en sus jugadores y al que finalmente una suma de pequeños errores le estallaron en la cara el día de la eliminación de los octavos de la Champions. Volviendo a la estadística: la Juve ha empatado contra tres equipos que están luchando por la permanencia en la Serie A (Chievo, Lecce, Reggina). Después ha perdido contra Palermo, Nápoles, Udinese y Cagliari. En total se ha dejado por el camino al menos 20 puntos, considerando aceptables sendos empates en el San Paolo y el Friuli. Hubiesen bastado la mitad de estos puntos para estar luchando por el Scudetto en estas tres jornadas que quedan, en lugar de intentar lograr el segundo puesto y tener que defender el tercero. Unas estadísticas demoledoras, ya que hasta hace bien poco, la Juventus acostumbraba a dejarnos algunas goleadas durante la temporada.

El punto que la Juve sumó el domingo en San Siro rompió la serie negativa de la Juve (que aún así no gana desde hace más de 50 días) y mantener a una distancia prudencial, aunque peligrosa, a la Fiorentina (3 puntos). Porque el tercer puesto es fundamental para entrar directamente en la Champions League y evitar el riesgo de la ronda previa, que será más complicada la próxima temporada. Por lo tanto el domingo contra la Atalanta serán de vital importancia los tres puntos para evitar que la Fiore nos iguale en su impresionante sprint final. Después la Juve tendrá que enfrentarse al Siena en el Franchi y en casa contra la Lazio. El calendario parece favorable, aunque en los partidos más importantes la Juve ha perdido demasiados puntos y mucha credibilidad. Hasta final de temporada, la Juve tendrá que concentrarse, aparcar las diferencias y jugar siempre con el espíritu de San Siro, donde los jugadores salieron con la cabeza alta y pudieron ganar (quizá hubiese llegado la victoria con Giovinco o Trezeguet) contra el equipo más en forma del momento.

El problema de Ranieri y de la Juve, además de la clasificación apremiante, ha sido la escasa valoración de algunos de sus jugadores, especialmente los más jóvenes. Tras superar una dura lesión y caer contra el Chelsea, Ranieri hizo esfumarse a Trezeguet del equipo y su única misión ahora es correr por los sobrantes laterales del césped de los estadios. Por su parte, Giovinco ha jugado poco, menos de los deseable y recomendable y no ha podido mostrar del todo su verdadero gran talento. Lo mismo podemos decir de De Ceglie, aunque en su caso han habido demasiadas lesiones de por medio, y Marchisio, que siempre que entró lo hizo bien, pero Ranieri acaba siempre por quitarle el sitio cuando alguno de los lesionados veteranos se recupera. Los tres seguramente hubiesen merecido más espacios y aunque los tres nos han dejado pinceladas de su valía, sólo Marchisio, que estará con Italia en la próxima Copa Confederaciones, parece haber podido confirmarse en el equipo.

Como ya hemos dicho, la Juventus tiene el imperativo de conservar la tercera plaza para asegurar la Champions y no tener que disfrutar de unas vacaciones más cortas y correr riesgos innecesarios. La temporada aún no ha acabado; hay mucho en juego y hay que seguir concentrados. Como dicen, una crisis va bien, puede suponer el cambio necesario, pero muchas y pequeñas son una ruina. Los jugadores de la Juventus, vayan a seguir o no, deben afrontar la crisis desde ya. Es importante para no arruinar del todo una temporada que termina siendo mala no obstante las promesas de todos de inicio de temporada.

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