El de ayer fue un derbi que no pasará a la historia: el Torino se encontraba ensombrecido por el Chelsea y destronado por el Inter, al que ahora se dirigen todas las rivalidades. Los famosos 29 puntos de diferencia (ahora 32) no fueron determinantes en el rendimiento de uno y otro equipo, pero tuvieron una incidencia directa en el desarrollo del encuentro: la Juve entre Torino y Chelsea, eligió al Chelsea y el Torino demostró por qué se encuentra un punto sobre el descenso. Sólo viendo la alineación inicial de Ranieri quedó claro que la Juventus tenía otras prioridades y si quería ganar el partido de ayer era para mantener la distancia con el Inter y no para llevarse la satisfacción personal de ganar al rival de la ciudad: Grygera, Legrottaglie, Marchionni, Sissoko, Tiago, Nedved y Del Piero, presumibles titulares ante el Chelsea, alternaban el banquillo con la grada para dejar espacio a, entre otros, Zebina y Salihimidzic, titulares por primera vez esta temporada. La otra sorpresa concerniente a la alineación era Trezeguet: no fue titular y no salió ni un minuto, acumulando su única fatiga en un débil calentamiento. ¿Será el arma secreta de Ranieri contra el Chelsea? "Quien piense eso puede haber visto un indicio en la pareja Del Piero - Trezeguet para la Champions". Esa fue la respuesta de Ranieri, con una sonrisa en la cara, después, en la sala de prensa. Acertó de lleno con el planteamiento de ayer el técnico, que empezó a jugar de manera velada el encuentro del martes próximo.
A pesar de las ausencias voluntarias, los que saltaron al campo lo hicieron con los ánimos encendidos: nadie es inmune al efecto de un derbi turinés. Al final del partido se puede decir que el Torino fue mejor, que dominó, que hubiese podido ganar, pero no que se haya llevado una victoria injusta. Sí, vimos más al Torino que a la Juve, pero también tuvo más protagonismo Sereni que Buffon. El Torino sabía que si tenía una oportunidad para ganar a la Juve catorce años después, era ayer. Lo tenía todo de su parte: cansancio, distracción y la medio renuncia del rival. Empezaron bien los de Novellino, con Barone recordándonos que él también es campeón del mundo y Rosina especialmente motivado. Pero seguramente había uno más aún: Giovinco, turinés de nacimiento, juventino de corazón y para quien el derbi, además de una ocasión más para reivindicar su calidad, es uno de esos partidos que duran un año. De sus pies salió la primera ocasión con un disparo que cogió Iaquinta, obligando a Sereni a la primera acción milagrosa de la noche en el minuto 2 de juego. También Giovinco y Iaquintan iban a ser después los protagonistas en una falta que en el 26' botó el primero y remató el segundo: segunda aparición milagrosa de Sereni, gol fantasma que alguno vio dentro pero que, a diferencia de Genoa, no fue dado válido porque, como el de Balotelli, no lo fue.
Pero la Juve encontró en su cansancio, en sus reservas, en su a saber qué, sus limitaciones. Cuando Colombo le tomó la medida a Giovinco. Con el único elemento diferenciador desactivado, con Molinaro literalmente achicharrado (ha jugado 30 de los 33 partidos del equipo) y Salihamidzic y Zebina aún habituándose a un rectángulo de hierba verde, el Torino tomó el mando, aprovechó la superioridad numérica en el centro del campo y condenó a la Juve a jugar para que Iaquinta se revolviese en acciones que más que crear un peligro real, servían para que pasase el tiempo. Paradójicamente fue él, el delantero que se sabe suplente, el que sabe que no jugará los grandes partidos, resignado a ser un mero 'descansador' de los titulares teóricos, el mejor del partido; en contrapunto de Amauri, salvador en tantos partidos, que ha marcado un gol en los últimos 12 y que se equivoca si piensa que tiene un puesto asegurado entre los once titulares por haber sido el esfuerzo más grande de esta Juventus en los últimos años.
La primera conclusión que pueden sacar en el Torino (favorable y no a la vez) es que si tuviesen un delantero capaz de marcar goles y no uno que ayude tanto al equipo como Stellone, se podrían resolver muchos de sus problemas. La primera (gran) ocasión del Torino era suya al rematar completamente solo ante Buffon un centro de Pisano por encima de la portería. También de un centro del lateral izquierdo salió la segunda tentativa (y última) del Torino: centro que remata Barone y genial respuesta de Buffon con una estirada increible para atenazar el balón y ni siquiera conceder el servicio de esquina. Con los intentos de Giovinco estrellados una y otra vez contra la defensa granata y sin nadie que acompañase con dignidad a Iaquinta (Amauri se reservó todo el partido pensando en su supuesta titularidad del martes), Ranieri, acertadamente, optó por la potencia en lugar de la fantasía sustituyendo a Giovinco por Nedved. Y fue fundamental, porque después de varios robos, varios tiros y de dinamizar más el partido, llegó el gol de la Juve a diez minutos del final cuando la entrada de Trezeguet parecía más una necesidad que una oportunidad: una falta recibida y después lanzada por el checo llegaba al corazón del área donde no había nadie y donde llegó Chiellini solo, libre de marca para hacer el 0-1 postrero en una jugada calamitosa del Torino, un centro que cualquier defensa hubiese despejado y que la Juve aprovechó. Con justicia, porque minutos antes había estado a punto de lograr la ventaja con un remate del propio Chiellini y el posterior de Salihamidzic al rechace de Sereni. Una victoria merecida dedicada a Nedved, que si es cierto que se retira, jugó ayer su último derbi, de la que no se puden sacar muchas conclusiones tácticas válidas, pero que sí le manda un mensaje a Hiddink: la juve c'è. Y con sorpresa.
A pesar de las ausencias voluntarias, los que saltaron al campo lo hicieron con los ánimos encendidos: nadie es inmune al efecto de un derbi turinés. Al final del partido se puede decir que el Torino fue mejor, que dominó, que hubiese podido ganar, pero no que se haya llevado una victoria injusta. Sí, vimos más al Torino que a la Juve, pero también tuvo más protagonismo Sereni que Buffon. El Torino sabía que si tenía una oportunidad para ganar a la Juve catorce años después, era ayer. Lo tenía todo de su parte: cansancio, distracción y la medio renuncia del rival. Empezaron bien los de Novellino, con Barone recordándonos que él también es campeón del mundo y Rosina especialmente motivado. Pero seguramente había uno más aún: Giovinco, turinés de nacimiento, juventino de corazón y para quien el derbi, además de una ocasión más para reivindicar su calidad, es uno de esos partidos que duran un año. De sus pies salió la primera ocasión con un disparo que cogió Iaquinta, obligando a Sereni a la primera acción milagrosa de la noche en el minuto 2 de juego. También Giovinco y Iaquintan iban a ser después los protagonistas en una falta que en el 26' botó el primero y remató el segundo: segunda aparición milagrosa de Sereni, gol fantasma que alguno vio dentro pero que, a diferencia de Genoa, no fue dado válido porque, como el de Balotelli, no lo fue.
Pero la Juve encontró en su cansancio, en sus reservas, en su a saber qué, sus limitaciones. Cuando Colombo le tomó la medida a Giovinco. Con el único elemento diferenciador desactivado, con Molinaro literalmente achicharrado (ha jugado 30 de los 33 partidos del equipo) y Salihamidzic y Zebina aún habituándose a un rectángulo de hierba verde, el Torino tomó el mando, aprovechó la superioridad numérica en el centro del campo y condenó a la Juve a jugar para que Iaquinta se revolviese en acciones que más que crear un peligro real, servían para que pasase el tiempo. Paradójicamente fue él, el delantero que se sabe suplente, el que sabe que no jugará los grandes partidos, resignado a ser un mero 'descansador' de los titulares teóricos, el mejor del partido; en contrapunto de Amauri, salvador en tantos partidos, que ha marcado un gol en los últimos 12 y que se equivoca si piensa que tiene un puesto asegurado entre los once titulares por haber sido el esfuerzo más grande de esta Juventus en los últimos años.
La primera conclusión que pueden sacar en el Torino (favorable y no a la vez) es que si tuviesen un delantero capaz de marcar goles y no uno que ayude tanto al equipo como Stellone, se podrían resolver muchos de sus problemas. La primera (gran) ocasión del Torino era suya al rematar completamente solo ante Buffon un centro de Pisano por encima de la portería. También de un centro del lateral izquierdo salió la segunda tentativa (y última) del Torino: centro que remata Barone y genial respuesta de Buffon con una estirada increible para atenazar el balón y ni siquiera conceder el servicio de esquina. Con los intentos de Giovinco estrellados una y otra vez contra la defensa granata y sin nadie que acompañase con dignidad a Iaquinta (Amauri se reservó todo el partido pensando en su supuesta titularidad del martes), Ranieri, acertadamente, optó por la potencia en lugar de la fantasía sustituyendo a Giovinco por Nedved. Y fue fundamental, porque después de varios robos, varios tiros y de dinamizar más el partido, llegó el gol de la Juve a diez minutos del final cuando la entrada de Trezeguet parecía más una necesidad que una oportunidad: una falta recibida y después lanzada por el checo llegaba al corazón del área donde no había nadie y donde llegó Chiellini solo, libre de marca para hacer el 0-1 postrero en una jugada calamitosa del Torino, un centro que cualquier defensa hubiese despejado y que la Juve aprovechó. Con justicia, porque minutos antes había estado a punto de lograr la ventaja con un remate del propio Chiellini y el posterior de Salihamidzic al rechace de Sereni. Una victoria merecida dedicada a Nedved, que si es cierto que se retira, jugó ayer su último derbi, de la que no se puden sacar muchas conclusiones tácticas válidas, pero que sí le manda un mensaje a Hiddink: la juve c'è. Y con sorpresa.




6 comentarios:
Sumar 3 puntos en partidos como el de ayer es vital, aunque mientras el Inter siga ganando, las opciones de Scudetto son escasas.
A ver qué Juve vemos ante el Chelsea y a ver cómo sale a jugar.
Saludos!
Oye, enhorabuena por tu blog, lo sigo a menudo tu blog, aunque nunca he comentado.
Me acabo de enterar de que sisoko esta lesionado, y posiblemente para lo que resta de temporada, vaya momento, y marchioni duda contra el chelsea, a ver que hace ranieri, marchisio y tiago (en la segunda mitad poulsen), o quiza meta a nedved en el centro para empujar, suponiendo que este marchioni bien, y por la izda. salihamidzic o giovinco. o 4-3-3, cn del piero por detras de amauri o treceguet y iaquinta (que los dos ultimos partidos esta haciendo meritos para ser la sorpresa ante el chelsea).
Tu que opinas?
Bueno, en estos momentos es hora de sacar la garra que sacaron contra el madrid en peores circunstancias, pero tenian a sisoko...enfin, Forza juve!!
Ese video no es el del derbi de ayer, es del año pasado, no?
No veo el gol de Chiellini
Cierto, es el del partido de ida. Error mio y corregido. Disculpas
Tengo dudas - incluso con la imagen perfecta - del gol de Balotelli, debo estar muy ciego XD En fin, quería conocer tu opinión sobre las declaraciones de Mou pero ya la has escrito así que perfect. Yo creo que Ranieri pondrá a Marchisio.. la baja de Sissoko es muy sensible. Suerte el martes!
Saludos!
3 puntos necesarios para seguir vivos por el Scudetto, aunque dificil no imposible.
La baja de Sissoko es un contratiempo importnate para la Juve este MArtes,aun asi pueden salir victoriosos,Amauri tiene un papelon ahora...
un saludo
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