miércoles, 11 de marzo de 2009

Grazie, ragazzi


Se acabó. El telón de la Champions League bajó ayer para los turineses. La Juve se queda fuera en los octavos de final tras haber dado todo para seguir avanzando. Ahora, tras la eliminación, llega el momento de hacer balanca, de analizar la situación, de saber qué ha pasado y cómo remediarlo el año próximo. La Juventus cayó ayer con un empate que nos deja orgullo y amargura a partes iguales. Porque la Juve pudo y mereció pasar, pudo y mereció ganar al Chelsea y dio todo para hacerlo. ¿Por qué no lo consiguió? Pues lo sabremos con el paso del tiempo, pero quizá a la mala fortuna, y a la mala salida en el partido de ida, hay que unirle el nivel, aún inferior con respecto a otros, puramente futbolístico de este equipo, que lo intentó con garra, coraje y corazón, pero que cayó en parte víctima de sus limitaciones. Al final, nada que recriminar al equipo: en una situación adversa, plagado de lesiones (otra vez, y esto sí que conviene estudiarlo ya) dio el máximo y demostró que el carácter es importante, pero que en el fútbol, al final, hay cosas que cuentan más. Y en esta situación, no queda otra que aplaudir a los jugadores, apoyarles, animarles y agradecerles el esfuerzo y el orgullo que nos han vuelto a hacer sentir paseando el poderío juventino por Europa un año más. Al final, sigue vivo el Chelsea, un equipo muy parecido a la Juventus, con un carácter muy fuerte, muy seguro, muy sólido y con una calidad, que en el intercambio de golpes, ha marcado la diferencia e inclinado la balanza a su favor.

En una noche en la que el espectáculo se preveía tan grande como la desilusión final, Ranieri decidió que había que salir a por todas, sin atajos. Sacó el mejor equipo posible, teniendo en cuenta las lesiones, el estado de forma actual de cada jugador y la necesidad de remontar el 1-0 de la ida. Por si fuese poco, a los diez minutos, la Juve perdió a Nedved, que disputaba 'Su' partido, después de dos choques, el último con Anelka, que acabaron con él. Pero con Salihamidzic en su lugar, la intención de la Juve permaneció invariable: derribar la gran muralla afro-anglosajona que Hiddink había plantado en el centro del campo con Mikel por delante de la defensa y con una línea de tres con Essien, Ballack y Lampard que funcionó a la perfección en todos los aspectos. El once de Hiddink hacía presagiar que sus declaraciones ofensivas de la víspera eran una milonga, aunque hay que reconocer que si el Chelsea estuvo afinado en su propio campo buena parte del partido, fue por culpa de la Juventus, con Tiago llevando bien el juego y con el tridente formado por Del Piero, Iaquinta y Trezeguet empujando arriba. Un tridente algo raro y que quedó un poco tocado con la salida de Nedved. Del Piero se encontró, a sus 34 años, fuera del área, moviéndose y buscando más que intentando finalizar. Era una solución que se preveía antes, pero que al final no se podría determinar qué porcentaje de positividad tuvo. Lo que sí muestra claramente es la necesidad de un mediapunta en el equipo para momentos como el de ayer.

Cuando Iaquinta, culminando una triangulación perfecta con Trezeguet, marcó el empate con el 1-0 (minuto 19), la ilusión se desbordó: lograr la empresa era posible porque lo estábamos viendo. La pena es que, como siempre, esta Juve que no puede más físicamente (en marzo), el martillo neumático de la Juventus se apagó con el gol y el equipo empezó a echarse atrás, metro a metro, hasta conceder el empate al Chelsea en el tiempo añadido de la primera mitad. Todos lo estábamos viendo y todos lo estábamos deseando: "que acabe el primer tiempo" pensaba más de uno, porque se podía prevér que concediendo campo y espacios, el Chelsea iba a lograr el gol que complicaba sobrenatura la clasificación. Aunque fue con suerte, con un disparo de Lampard que golpeó en Tiago, despistó a Buffon y a cuyo rechace estuvo más hábil Essien que Chiellini y Molinaro. Realmente increíble. En el tiempo añadido. Y podía haber sido peor si Buffon no hubiese sacado con rapidez una falta anterior botada por Drogba y que nunca sabremos (la televisión no dio ni una toma buena y es el ejemplo perfecto de por qué no se puede integrar en el fútbol) si entró o no entró.

La salida al campo en la reanudación era desangelada. El mazazo que se había llevado el equipo, y toda la afición, era terrible y por un cuarto de hora la Juve se dejó llevar por el desánimo y pareció entregada a la eliminación sin oponer demasiada resistencia. La respuesta de Ranieri, viendo la caída del equipo, fue inteligente, aunque polémica: quitó a Iaquinta por Giovinco y fue ampliamente silbado. Aunque en realidad fue una decisión acertada, si bien Vincenzo estaba siendo (otra vez) el mejor de los de arriba, porque Sebas dio vivacidad y velocidad al juego del equipo: volvió a reactivar a la Juventus y a la afición. La Juve rozó el 2-1 por dos veces con Trezeguet (inexplicablemente sustituido al final) y después Chiellini, ya amonestado, por una entrada dura sobre Drogba, fue expulsado. Cierto que Chiellini tocó más balón que rival y que el árbitro pudo haber evitado la expulsión, pero era innecesario, estando previamente amonestado, hacer esa entrada. Un error grave que se convirtió en mortal cuando Del Piero marcó de penalti (increíble disparo) el 2-1 y el pase estaba al alcance. Lo intentó la Juve, pero en una contra, con sólo tres atrás, un buen pase de Ballack a Belletti cuando parecía que iba a chutar, se convirtió en la asistencia perfecta para que Drogba marcase el empate a 2 y convirtiese en una agonía impotente los minutos restantes. Sin nada que hacer. Así se fue la Juventus de la Champions. Entre lágrimas de decepción, de orgullo, y aplausos. Dando todo. Por la puerta grande y con la cabeza alta.

5 comentarios:

No encuentro en verdad una diferencia, mucho menos amplia, en cuanto al nivel de juego entre el Chelsea y la Juve. Es prácticamente un hecho que se trató de la eliminatoria más pareja de toda la Champions 2008-09 y, por ello, el más mínimo detalle iba a ser el más importante (el gol de Drogba en Londres -al parecer a los clubes italianos en general les incomoda cuando el rival les encara desde el inicio- o el inmerecido de Essien en Turín). Lo insólito de este caso es como le dan atributos innecesarios a Hiddink cuando quien ha visto el Chelsea de Mourinho sabe que ese equipo está hecho para 4-3-3 y más aún el reporte del partido que hacen tanto las web de la UEFA y la FIFA (en este último ambos duelos con el Chelsea fueron los "partidos destacados") y luego el de la agencia EFE y el diario Marca, parecen de 3 partidos distintos...

Dante dmateojfc@yahoo.com

Este juego no debío jugarse en Torino, no debio jugarse a doble partida, debio ser la gala Final en la capital Italiana, debio ser el clasico Big Match que todos anhelan, por ello dio futbol hermoso, por ello dio un empate, por eso dío lucha, sudor en exceso y guerreros. Tantas emociones como las que vivimos ayer no tienen limite, y nos quedamos con ganas de más; pues ambos equipos se pueden ver las caras de nuevo el proximo torneo y decir: Yo vi el Juve- Chelsea; Claro que las motivaciónes del equipo londinense eran más sublimes y más llenas de garra que hubiesen faltado dos Nedved's para romperles el llanto. Sin duda, es un luto que no pesa; lo intentamos y lo intentamos bien.

Pero aun no termina, la garra de nuestros campeones puede impulsar a algo grande como el Schudetto 30. Y que así sea.

Forza Juve!

hola,
La Juve jugó un gran partido, pero este año la suerte no está de nuestro lado.
Demasiadas lesiones, esto también nos ha marcado.
Espero que por lo menos ganemos la Copa y que luchemos hasta el final por el Scudetto.
Se tienen que buscar sustitutos de garantias para volver a lo más alto de Europa.
Saludos des de Fútbol Mundial

LA verdad es que no se le peude reprochar nada a la Juve duarante los 180 min de eliminatoria.
simepre dio lo que tenia y se dejo la piel en el campo,por cosas asi es por lo que uno simpatiza con la Juve por siempre.
Força Juve siempre!!!!

¿Qué os parece el lío entre Ranieri y Trezeguet?

Ranieri: "Trezeguet me ha decepcionado, es un malcriado y no me respeta".

David Trezeguet le culpó directamente de la eliminación de los albinegros en ''Champions'', en declaraciones al diario L''Equipe. "No entendí mi cambio cuando ganábamos por 2-1. Deberíamos haber marcado sólo un gol para pasar a los cuartos".

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