miércoles, 4 de marzo de 2009

La diferencia entre la Copa y la Coppa


El partido de ayer, como el del pasado sábado y seguramente como el próximo derbi, estuvo condicionado por la participación de la Juve en la Champions. La inminencia de la visita del Chelsea con la obligación moral de intentar la remontada hasta el último segundo en la competición que más pesa en las vitrinas pesa a la hora de planificar un partido con las energias justas, algo que también habrá que analizar, y mal organizado por la Federación, con el partido de vuelta dentro de cincuenta días. Ha sido un tiro en el pie del fútbol italiano la negativa de la Federación a aplazar los partidos de ida, en los que se encuentran dos de los representantes de Italia en Champions, como si no hubiesen fechas disponibles de aquí al segundo partido. En Inglaterra, por ejemplo, el Chelsea jugó (y ganó) ayer y el Manchester lo hará hoy; con la consiguiente semana libre para preparar sus respectivos choques. El resultado de esta catastrófica y pseudo-televisiva organización fue una Juve derrotada en la segunda parte, vícticma de sus propias limitaciones; las intrínsecas y además las impuestas.

Como el partido era un inconveniente más que una posibilidad de acercarse al primer título de la temporada, aunque paradójicamente el desenlace queda lejos aún, la Juve salió con garra y determinación, con la intención de obtener un resultado positivo en la primera parte y contemporizar después. Mucho tuvo que ver en esto Tiago, que estuvo genial dictando los tiempos del equipo, sabiendo en su cabeza el paso siguiente a realizar antes de tener el balón en su poder, con los pases perfectos; largos o cortos según la falta. El portugués ayudó a mantener el equipo compacto y con las acciones de Marchionni por la derecha y, especialmente, de Nedved y Molinaro por la izquierda (excelente subiendo, centrando, robando y recuperando la posición) se conseguí el efecto acordeón que daba el equilibrio perfecto entre defensa y ataque. Ya a los dos minutos la Juve dio el primer aviso de sus ganas de cerrar rápido el concurso con un disparo de Iaquinta tras un genial pase de Marchionni que se perdió lamiendo el poste de Muslera y después con otro cabezazo de Vincenzo, extramotivado, que se fue más alejado. El gol de la Juve parecía inevitable; la Lazio recordaba al equipo que recibió cuatro goles del Cagliari en su propio estadio y todo sonreía. Al final resultó ser una ingenuidad, porque Manninger acabó siendo (otra vez) el mejor de la Juve y en la segunda parte, con el freno de mano echado y con Tiago apagado (suponemos que por voluntad de Ranieri), llegó un recital de la Lazio, que capitalizó la importancia de sus dos hombres gol, Rocchi y Pandev, que dejaron su huella en el marcador. El macedonio consiguió el justo empate en el minuto 69 tras quedarse sólo en el área, girarse y lanzar, dejando sin opciones a Manninger. Era el 1-1, porque antes, en la primera mitad, Marchionni había neutralizado el mal hacer del árbitro Tagliavento al anular un gol absolutamente legal a Iaquinta, consiguiendo marcar con un zurdazo que encontró la complicidad de Kolarov para batir a Muslera.

En el descanso, con la superioridad exhibida y manifestada en el marcador, Ranieri decidió que era el momento de bajar un punto la intensidad en vista de los dos próximos partidos, más importantes y con efectos irremediables, no como el de ayer. La Lazio salió mejor, más metida, se quitó los miedos y lo intentó con un disparo de Rocchi que desvió con mucho mérito Manninger, un sustituto de lujo para el mejor portero del mundo, y después con un libre directo de Ledesma. Con la salida de Sissoko del campo, casualidad o no, llegó el empate de Pandev y después el gol que certificaba la remontada de Rocchi, con una excelente asistencia de Foggia y habilidad precisa para irse de Chiellini y dejar fuera de juego a Mellberg. Siguieron atacando los romanos, pero la Juve supo sufrir y aguantar. Había que reservar fuerzas para los retos que vienen ahora. Contenerse es una elección, no un defecto (el defecto sí puede ser, por otra parte, apostar todo el juego de un equipo a la carta del físico). Lo importante ahora es no caer presos de las inseguridades y de lo que otros puedan decir. El planteamiento fue el adecuado, hay que comprenderlo, y el resultado es totalmente remediable. Ayer, por momentos, especialmente en la primera parte, la Juve demostró que puede ganar a cualquiera. Llámese Chelsea, Torino o Lazio el próximo 22 de abril. Y todo para luchar por todo. Que a nadie se le olvide.

2 comentarios:

hola,
no pude ver el encuentro pero por lo que he leido y visto en el resumen el 2-1 es un buen resultado.
Espero que en la vuelta, muy lejana, el equipo de Ranieri ya tenga las cosas claras y ya sepa que objetivos son los adecuados.
Saludos des de Fútbol Mundial

Hola, vi el resumen del encuentro. No es mal resultado.
Oye este fin de semana hay todo un partidazo, el derby de Turín.
Juve- Torino.
¿Qué pronostícas?
dame tu pronostico
SUERTE!!!!!!

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