Los tres conceptos básicos del fútbol: 1) no encajar goles. 2) encajar, si es inevitable encajarlos, pocos. 3) después, y sólo después, preocuparse de marcarlos. Así funciona el fútbol en Italia. Los partidos se ganan así si, después, arriba, tienes paciencia y sabes esperar. En Italia, en la liga más difícil del mundo, es imposible intentar ser campeón sin una defensa sólida, compacta, resistente. Defender bien en Italia es obligado, primordial. Cualquier error en la retaguardia se paga muy caro. Porque las estadísticas hablan claro: el campeón del Scudetto suele tener el mejor ataque, pero tiene por obligación la mejor defensa.
En el ataque, la Juve es el tercer mejor equipo de Italia con 33 goles marcados, por detrás de Inter (34) y Milan (35). La defensa, sin embargo, sí que es la mejor de toda Italia, con 14 goles en contra en 20 partidos. Y todo ello con el valor añadido de la constante improvisación a la que se ha visto sometida a causa de lesiones o sanciones, obligando a Ranieri a usar nueve hombres distintos en la línea de atrás. Cambiar un 'once' siempre es una decisión que comporta sus riesgos, pero cambiar una defensa fiable es como pegarse un tiro en un pié. Pero, como tantas veces hemos repetido ya, la Juve ha hecho de la necesidad virtud. Grygera, Legrottaglie, Chiellini, Molinaro: esta era la línea defensiva que Ranieri había perfilado en verano y que disputó los primeros partidos oficiales en la previa de la Champions contra el Artmedia. Pero pronto se empezó a desmoronar y tuvo que ser recompuesta con la entrada continua de los teóricos suplentes como Mellberg, De Ceglie, Knezevic, Salihamidzic o Ariaudo. Pero el resultado siempre ha sido el mismo: la Juventus es el equipo que menos goles encaja y el que menos disparos de los rivales permite.
Y de entre todos, hay que destacar a uno: Nicola Legrottaglie, que está completando una temporada prodigiosa. Es el faro de la defensa, el líder que dicta cuando y cómo se tienen que hacer las cosas, se ofrece en ayudas constantes, transmitiendo seguridad y tranquilidad. Quien juega a su lado, además de brillar con luz propia, siempre ve reflejada algo de la de Legro. Cuando Chiellini, ahora una roca en la defensa, pasó de la banda al centro, tuvo en Legrottaglie un maestro que le ayudó a crecer y convertirse en el mejor defensa de la Serie A. También Mellberg ha disfrutado de su ayuda en la integración en el equipo y el último en llegar, el joven Ariaudo, ha visto como le ha salvado la papeleta en los momentos más comprometidos.
14 goles encajados y 148 tiros contra la portería, muchos menos que el resto de equipos italianos. Cifras que han permitido a Manninger y Buffon estar más tranquilos que el resto de los porteros de Italia, gracias a la labor incansable de la defensa, aunque también de la entrega y colaboración del resto del equipo, especialmente la línea de medios. Todos unidos por la misma causa: no encajar goles. Desde Molinaro, que supo aguantar los pitos de la grada y transformarlos en aplausos; a Grygera, que ha evolucionado muchísimo en estas dos temporadas, aportando mucho más a la ofensiva; desde Mellberg, perfecto en el lateral o en el centro de la defensa en un campo tan difícil como el Bernabéu; a De Ceglie, con su entrega máxima en cualquiera de las dos bandas, ya sea atrás o en el medio. Una defensa que, juegue quien juegue, tiene el trabajo bien aprendido y por todo lo expuesto anteriormente, existe una gran posibilidad de que, si el rendimiento continua igual, la Juventus acabe superando al Inter.
En el ataque, la Juve es el tercer mejor equipo de Italia con 33 goles marcados, por detrás de Inter (34) y Milan (35). La defensa, sin embargo, sí que es la mejor de toda Italia, con 14 goles en contra en 20 partidos. Y todo ello con el valor añadido de la constante improvisación a la que se ha visto sometida a causa de lesiones o sanciones, obligando a Ranieri a usar nueve hombres distintos en la línea de atrás. Cambiar un 'once' siempre es una decisión que comporta sus riesgos, pero cambiar una defensa fiable es como pegarse un tiro en un pié. Pero, como tantas veces hemos repetido ya, la Juve ha hecho de la necesidad virtud. Grygera, Legrottaglie, Chiellini, Molinaro: esta era la línea defensiva que Ranieri había perfilado en verano y que disputó los primeros partidos oficiales en la previa de la Champions contra el Artmedia. Pero pronto se empezó a desmoronar y tuvo que ser recompuesta con la entrada continua de los teóricos suplentes como Mellberg, De Ceglie, Knezevic, Salihamidzic o Ariaudo. Pero el resultado siempre ha sido el mismo: la Juventus es el equipo que menos goles encaja y el que menos disparos de los rivales permite.
Y de entre todos, hay que destacar a uno: Nicola Legrottaglie, que está completando una temporada prodigiosa. Es el faro de la defensa, el líder que dicta cuando y cómo se tienen que hacer las cosas, se ofrece en ayudas constantes, transmitiendo seguridad y tranquilidad. Quien juega a su lado, además de brillar con luz propia, siempre ve reflejada algo de la de Legro. Cuando Chiellini, ahora una roca en la defensa, pasó de la banda al centro, tuvo en Legrottaglie un maestro que le ayudó a crecer y convertirse en el mejor defensa de la Serie A. También Mellberg ha disfrutado de su ayuda en la integración en el equipo y el último en llegar, el joven Ariaudo, ha visto como le ha salvado la papeleta en los momentos más comprometidos.
14 goles encajados y 148 tiros contra la portería, muchos menos que el resto de equipos italianos. Cifras que han permitido a Manninger y Buffon estar más tranquilos que el resto de los porteros de Italia, gracias a la labor incansable de la defensa, aunque también de la entrega y colaboración del resto del equipo, especialmente la línea de medios. Todos unidos por la misma causa: no encajar goles. Desde Molinaro, que supo aguantar los pitos de la grada y transformarlos en aplausos; a Grygera, que ha evolucionado muchísimo en estas dos temporadas, aportando mucho más a la ofensiva; desde Mellberg, perfecto en el lateral o en el centro de la defensa en un campo tan difícil como el Bernabéu; a De Ceglie, con su entrega máxima en cualquiera de las dos bandas, ya sea atrás o en el medio. Una defensa que, juegue quien juegue, tiene el trabajo bien aprendido y por todo lo expuesto anteriormente, existe una gran posibilidad de que, si el rendimiento continua igual, la Juventus acabe superando al Inter.




2 comentarios:
Un mal regreso, ha sido el del mejor portero del mundo (segun la IFFSSH); porque perder ante el Udinese, despues del buen juego que aporto ante la Fiore. Esta Juve, que se alza como la mejor defensa de Italia, de Europa; tiene que reconstruir sus propios errores para trepar de nuevo la torre que lo llevara (nos llevara) a la gloria temporal de un trofeo más. (llamese Schudetto ó Champions).
Forza Juve..
Juventino fino a moriré, verdrai.
hola. la verdad q la juve es un buen equipo con mucha calidad y yo creo q tenemos q calar a diego rivas q es el mejor sustituto de pavel nedved aunq se habla de este pibe salvio argentino de lanus pero bue es un grande pavel y para mi q podria ser riberi saludosss....
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