Llegó con 18 años a la Juve en el verano de 1946. Fue un gran delantero (el máximo hasta que Del Piero batió su record hace 2 temporadas contra la Fiorentina), después directivo y finalmente presidente (1971 - 1990). Durante sus 19 años de mandato, la Juve vivió su época dorada, conquistando 25 títulos. El viernes cumplirá 80 años y es presidente honorífico de la Juventus.
"Juventino si nasce: tre parole che sintetizzano Giampiero Boniperti". Así le definieron en ocasión del lanzamiento de la muestra del museo de la Juve en honor al quinto aniversario de la perdida dell'Avvocato Agnelli. El próximo viernes cumplirá 80 años, de los cuales, más de 60, los ha dedicado a la Juve como jugador, como directivo y finalmente (de 1971 a 1990) como presidente antes de convertirse en presidente de honor, algo que fue muy incómodo para la Triada Giraudio - Bettega - Moggi, que le apartó durante los doce años que estuvieron en el club como si fuese un cualquiera, un objeto molesto en el eslavón de la cadena bianconera.
Bajo el mandato de Boniperti, que ha sido el presidente que más tiempo ha ocupado el cargo en la historia de la Juventus, la Società ha vidido los mejores momentos de su historia. El 'presidentissimo' le ha dado a la Juve 25 trofeos, primero como jugador y después como presidente. Son sus 9 títulos de Serie A que consiguió (uno cada dos años) como presidente en la vieja sede del club en la Piazza Crimea los que han marcado la historia de Boniperti y los que siempre pasarán a la historia. Es por esos nueve Scudetti que se le conoce como 'Presidentissimo'. Nacido en Barengo el 4 de julio de 1928, comenzó su carrera en el Momo. Llegó a la Juve a los 18 años en el verano de 1946 por 60.000 liras de la época gracias a dos periodistas que lo recomendaron a Piero Deruso, por aquel entonces presidente de la Juve. Y desde aquel día en que llegó a la Juventus, no se ha separado de ella. Quince temporadas como bianconero (como Del Piero, que le superará el próximo año) en las que jugó 460 partidos y marcó 179 goles (en una delantera mágica formada por él, Sivori y John Charles). Como presidente, otros 19 años y 25 títulos antes de asumir el rol de presidente honorífico que Moggi & Cía. nunca quisieron reconocer. Dimitió un 5 de febrero de 1990, harto del comportamiento de la directiva encabezada por Moggi, aunque ese año el equipo aún ganó una Coppa Italia y la Uefa, que están en su palmarés de presidente. Su lugar lo ocupó el actual presidente de la Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, que apostó por Gigi Maifredi en el banquillo. La primera Juventus de la era post-Boniperti quedó séptima en la Serie A y fuera de Europa.
Su etapa más amarga, como él mismo ha reconocido, fue la que la Triada dominó el club. Obligado a vivir al margen del equipo, Boniperti guardó escrupuloso silencio durante doce años. No le querían en los despachos de la nueve sede en Galileo Ferraris y dejó también de acudir al estadio. Su relación con la Juve se mantenía telefónicamente con llamadas periódicas a Gianni Agnelli. Boniperti, diez años después, volvió a pisar el Delle Alpi en los albores del Calciopoli, el 7 de mayo de 2006 con ocasión de un Juventus - Palermo. Ocupaba la posición que solía ocupar l'Avvocato Agenlli junto a su nieto John Elkman, mientras en la esquina superior izquierda Giraudio, Moggi y un Bettega con ojos lacrimosos empezaban a pensar sobre lo que habían hecho y las consecuencias que podría acarrearles. En uno de los fondos una larga pancarta les mostraba el apoyo del grupo ultra de aficionados de la Juve, que, a día de hoy, todavía defienden los hechos de Moggi.
Cuando al final de esa temporada la Juve bajó por primera vez en su centenaria historia a Serie B, la primera decisión de la familia fue la de crear un nuevo consejo de administración, darle la presidencia del club a Cobolli Gigli y devolverle importancia a Boniperti en su papel de presidente de honor. Realmente, en Italia aseguran que fue el propio Boniperti quien construyó la actual cúpula directiva de la Juve, pues John Elkman acudió a él en primera instancia en busca de ayuda, a modo de reconocimiento de su gran valía. Su última aparición pública en loor de multitudes fue el año pasado, cuando en el Olimpico de Turín se celebró el 110 aniversario de la Signora. Boniperti, con dificultades para aguantar las lágrimas, salió al campo rodeado de los jugadores que conformaban aquella plantilla de la Juventus de Serie B y de grandes mitos de la historia de la Juve como Marcello Lippi o Michel Platini. Boniperti marcó un gol simbólico que hizo explotar a todo el estadio y, como vemos en la fotografía superior, le entregó a Del Piero un brazalete de capitán eterno. Fue un día muy emocionante e intenso para el gran Boniperti. El próximo viernes cumplirá 80 años, y será otra fecha para recordar en la memoria de la Juventus.
"Juventino si nasce: tre parole che sintetizzano Giampiero Boniperti". Así le definieron en ocasión del lanzamiento de la muestra del museo de la Juve en honor al quinto aniversario de la perdida dell'Avvocato Agnelli. El próximo viernes cumplirá 80 años, de los cuales, más de 60, los ha dedicado a la Juve como jugador, como directivo y finalmente (de 1971 a 1990) como presidente antes de convertirse en presidente de honor, algo que fue muy incómodo para la Triada Giraudio - Bettega - Moggi, que le apartó durante los doce años que estuvieron en el club como si fuese un cualquiera, un objeto molesto en el eslavón de la cadena bianconera.
Bajo el mandato de Boniperti, que ha sido el presidente que más tiempo ha ocupado el cargo en la historia de la Juventus, la Società ha vidido los mejores momentos de su historia. El 'presidentissimo' le ha dado a la Juve 25 trofeos, primero como jugador y después como presidente. Son sus 9 títulos de Serie A que consiguió (uno cada dos años) como presidente en la vieja sede del club en la Piazza Crimea los que han marcado la historia de Boniperti y los que siempre pasarán a la historia. Es por esos nueve Scudetti que se le conoce como 'Presidentissimo'. Nacido en Barengo el 4 de julio de 1928, comenzó su carrera en el Momo. Llegó a la Juve a los 18 años en el verano de 1946 por 60.000 liras de la época gracias a dos periodistas que lo recomendaron a Piero Deruso, por aquel entonces presidente de la Juve. Y desde aquel día en que llegó a la Juventus, no se ha separado de ella. Quince temporadas como bianconero (como Del Piero, que le superará el próximo año) en las que jugó 460 partidos y marcó 179 goles (en una delantera mágica formada por él, Sivori y John Charles). Como presidente, otros 19 años y 25 títulos antes de asumir el rol de presidente honorífico que Moggi & Cía. nunca quisieron reconocer. Dimitió un 5 de febrero de 1990, harto del comportamiento de la directiva encabezada por Moggi, aunque ese año el equipo aún ganó una Coppa Italia y la Uefa, que están en su palmarés de presidente. Su lugar lo ocupó el actual presidente de la Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, que apostó por Gigi Maifredi en el banquillo. La primera Juventus de la era post-Boniperti quedó séptima en la Serie A y fuera de Europa.
Su etapa más amarga, como él mismo ha reconocido, fue la que la Triada dominó el club. Obligado a vivir al margen del equipo, Boniperti guardó escrupuloso silencio durante doce años. No le querían en los despachos de la nueve sede en Galileo Ferraris y dejó también de acudir al estadio. Su relación con la Juve se mantenía telefónicamente con llamadas periódicas a Gianni Agnelli. Boniperti, diez años después, volvió a pisar el Delle Alpi en los albores del Calciopoli, el 7 de mayo de 2006 con ocasión de un Juventus - Palermo. Ocupaba la posición que solía ocupar l'Avvocato Agenlli junto a su nieto John Elkman, mientras en la esquina superior izquierda Giraudio, Moggi y un Bettega con ojos lacrimosos empezaban a pensar sobre lo que habían hecho y las consecuencias que podría acarrearles. En uno de los fondos una larga pancarta les mostraba el apoyo del grupo ultra de aficionados de la Juve, que, a día de hoy, todavía defienden los hechos de Moggi.
Cuando al final de esa temporada la Juve bajó por primera vez en su centenaria historia a Serie B, la primera decisión de la familia fue la de crear un nuevo consejo de administración, darle la presidencia del club a Cobolli Gigli y devolverle importancia a Boniperti en su papel de presidente de honor. Realmente, en Italia aseguran que fue el propio Boniperti quien construyó la actual cúpula directiva de la Juve, pues John Elkman acudió a él en primera instancia en busca de ayuda, a modo de reconocimiento de su gran valía. Su última aparición pública en loor de multitudes fue el año pasado, cuando en el Olimpico de Turín se celebró el 110 aniversario de la Signora. Boniperti, con dificultades para aguantar las lágrimas, salió al campo rodeado de los jugadores que conformaban aquella plantilla de la Juventus de Serie B y de grandes mitos de la historia de la Juve como Marcello Lippi o Michel Platini. Boniperti marcó un gol simbólico que hizo explotar a todo el estadio y, como vemos en la fotografía superior, le entregó a Del Piero un brazalete de capitán eterno. Fue un día muy emocionante e intenso para el gran Boniperti. El próximo viernes cumplirá 80 años, y será otra fecha para recordar en la memoria de la Juventus.




2 comentarios:
Un merecidísimo homenaje al personaje más importante de la historia de la Juve.
Un abrazo, amigo.
lo describiste muy bien: cuerpo y alma de la juventus.
Te interesa un intercambio de links?si te interesa pasate por mi blog
suerte
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