Gana la Juve, Gana Del Piero. Gana la Juve y gana Del Piero en el día en que Giovinco había abandonado la casa y la carrera por intentar hacer abdicar a Alex y en el que la prensa decidía reclamar el nombre de Alex, creando cierta polémica molesta y estéril en los inicios de agosto. Porque Del Piero dijo que él no quería ventajas, que sólo quería partir en igualdad de condiciones y tener una competencia leal, con Diego o con otro, por la titularidad. Porque él no conoce más jerarquías que una: la suya; la que dice que él está primero y todos los demás corren detrás de él. A rivales nos referimos, aunque quizá también a algún compañero. Pero claro, para que esto tenga algún sentido, hay que tener un talento y un carácter descomunal. Y Del Piero eso lo tiene a raudales. Y por eso, cuando en el 75’, Alex colocaba con atención la pelota justo donde él quería, nadie en la grada dudaba que lo que pasó segundos después podría haber pasado. Porque, por mucho que el balón estuviese a 35 metros de la portería, es la reedición de la historia de siempre. La sensación del portero Mannus tampoco es nueva al ver el balón dentro de la portería de manera inexplicable y escuchar, de fondo, a lo lejos, el grito liberatorio de Alex Del Piero. Empieza ahora el camino hacia nuevos retos. Y el auténtico reto para la Juventus es estar a la altura después de eliminar al Shamrock, que, siendo sinceros, un reto no suponía.
La atmósfera al inicio del partido era más irlandesa que de Módena. La lluvia torrencial había resguardado a los aficionados que, más tarde, sí ocuparon todos los asientos del estadio Braglia y los que más se hacían oír eran los seguidores del Shamrock. De hecho, empezó más fuerte el equipo irlandés: con el terreno en esas condiciones, las diferencias técnicas se anulan y O’Neill vio como se favorecía la presión estática de sus cinco centrocampistas, que encerraron muy bien a una Juventus presa de la imposibilidad de darle velocidad al juego. Así, la orden de Del Neri fue clara: simplificación en las acciones. Balón largo a Amauri, que, tronando o a la luz del sol, está siendo el mejor de esta pretemporada, para que el delantero que hoy puede ser citado por Prandelli, la bajase hacia Diego y el brasileño, que podría volver también a su selección de la mano de Menezes, repartiese. El problema era a quien repartir. Espacio para pensar había poco; los centrales, después de la desastrosa ida, dejaban poco espacio a Amauri, por lo que quedaban Lanzafame y Pepe. Davide se mostró más activo y receptivo, mientras que Pepe no dio más de sus habituales apoyos en línea. Con esas condiciones, Diego no podía hacerse ver ni encontrar a sus compañeros.
Así que por eso, quizá, Del Neri mandó a calentar a Del Piero en el descanso y le dio entrada con la reanudación. Quería un equipo más alto, más junto arriba y eso es algo que Alex puede hacer mejor que Diego, cuyo proceso de reconversión sigue su curso. Por otra parte, el carácter pragmático y práctico que quiere imponerle Del Neri a este equipo quedó claro en cada acción arriesgada, con cada adorno innecesario. Lo confirmó el mister después: “tenemos que evitar toques inútiles y peligrosos”. Y puede que tenga razón, porque las dos ocasiones de peligro que creó el Shamrock llegaron con sendas pérdidas de balón tontas de Sissoko primero y De Ceglie después. Pero con el cese de la lluvia y la entrada de Del Piero, la Juve cambió. Empezó la segunda mitad con dos ocasiones tras acción individual de Lanzafame que, siguiendo con su carácter ganador y atrevido, podrá hacer carrera en la Juve, un par de tiros desviados de Amauri y otra ocasión de Pepe. Ocasión tras ocasión hasta que Del Piero plantó el balón y lo lanzó. Lanzando faltas podría continuar hasta que quiera. El físico no cuenta para eso. Ha sido el mejor en el pasado, lo es ahora y seguirá siéndolo. Su gol bastó para ganar, porque el equipo sigue sin encajar (sólo un, de penalti, en todo el verano) y para convertir el agua que caía en una lluvia de aplausos. Ci siamo.
La atmósfera al inicio del partido era más irlandesa que de Módena. La lluvia torrencial había resguardado a los aficionados que, más tarde, sí ocuparon todos los asientos del estadio Braglia y los que más se hacían oír eran los seguidores del Shamrock. De hecho, empezó más fuerte el equipo irlandés: con el terreno en esas condiciones, las diferencias técnicas se anulan y O’Neill vio como se favorecía la presión estática de sus cinco centrocampistas, que encerraron muy bien a una Juventus presa de la imposibilidad de darle velocidad al juego. Así, la orden de Del Neri fue clara: simplificación en las acciones. Balón largo a Amauri, que, tronando o a la luz del sol, está siendo el mejor de esta pretemporada, para que el delantero que hoy puede ser citado por Prandelli, la bajase hacia Diego y el brasileño, que podría volver también a su selección de la mano de Menezes, repartiese. El problema era a quien repartir. Espacio para pensar había poco; los centrales, después de la desastrosa ida, dejaban poco espacio a Amauri, por lo que quedaban Lanzafame y Pepe. Davide se mostró más activo y receptivo, mientras que Pepe no dio más de sus habituales apoyos en línea. Con esas condiciones, Diego no podía hacerse ver ni encontrar a sus compañeros.
Así que por eso, quizá, Del Neri mandó a calentar a Del Piero en el descanso y le dio entrada con la reanudación. Quería un equipo más alto, más junto arriba y eso es algo que Alex puede hacer mejor que Diego, cuyo proceso de reconversión sigue su curso. Por otra parte, el carácter pragmático y práctico que quiere imponerle Del Neri a este equipo quedó claro en cada acción arriesgada, con cada adorno innecesario. Lo confirmó el mister después: “tenemos que evitar toques inútiles y peligrosos”. Y puede que tenga razón, porque las dos ocasiones de peligro que creó el Shamrock llegaron con sendas pérdidas de balón tontas de Sissoko primero y De Ceglie después. Pero con el cese de la lluvia y la entrada de Del Piero, la Juve cambió. Empezó la segunda mitad con dos ocasiones tras acción individual de Lanzafame que, siguiendo con su carácter ganador y atrevido, podrá hacer carrera en la Juve, un par de tiros desviados de Amauri y otra ocasión de Pepe. Ocasión tras ocasión hasta que Del Piero plantó el balón y lo lanzó. Lanzando faltas podría continuar hasta que quiera. El físico no cuenta para eso. Ha sido el mejor en el pasado, lo es ahora y seguirá siéndolo. Su gol bastó para ganar, porque el equipo sigue sin encajar (sólo un, de penalti, en todo el verano) y para convertir el agua que caía en una lluvia de aplausos. Ci siamo.

 










 
 
 
 
1 comentarios:
Grande Del Piero, bien x la Juve q avanzo otra etapa(aunque era dificil q no fuese asi), tengo muxas ilusiones para este año,salu2
Lestat
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