viernes, 16 de julio de 2010

El último capricho del "niño malcriado"


Hace doce meses, la situación era exactamente la misma que hoy. Aunque dentro del todo, había una diferencia importante: entonces, éramos los aficionados los que suspirábamos por su continuidad después de que David tuviese un final de temporada después de los problemas con Ranieri. Hoy, cuando ya hemos tenido la visión profunda de la situación a lo largo de 365 días, el juego en el que se han metido la Juventus y Trezeguet es lo único capaz de romper la calma, la complacencia y la ilusión con la que se está viviendo este verano en Val Rendena.

Esta situación, en realidad, como decíamos, no es más que un deja-vu. En Madrid, durante la pretemporada pasada, una reunión entre Alessio Secco, entonces director deportivo del club y el delantero corroboró y reafirmó la relación entre Trezeguet y la Juventus. A decir verdad, la situación era distinta: la Juventus no había conseguido que el Villarreal accediese a pagar su ficha en la operación que tenía que traer a Giuseppe Rossi a Turín. Ni el Villarreal, ni el Milan, que al final se decidió por Huntelaar, ni, al final, el Olympique, que fichó a Lisandro López cuando dábamos por hecho que Trezeguet sería el sustituto de Benzema en el OL.

Al final, y como siempre, el verano pasado tampoco se hizo nada. Trezeguet jugó la pasada temporada con la Juventus, como ha hecho en los últimos diez años. Como hizo en 2005, cuando firmó un contrato con el Barcelona, cuya destrucción impuso Capello como condiciónsine qua non’ para aceptar la oferta que Moggi le hizo para abandonar la Roma y empezar un ciclo glorioso en la Juventus truncado por el Calciopoli I’. Ese fue también un punto de inflexión en la relación entre el francés y la Signora. Trezeguet intentó abandonar el club el verano de 2006, de nuevo estuvo cerca del Barça, pero la nueva directiva, tras la salida de Mutu e Ibrahimovic le cerró la puerta. Tras una temporada pésima, jugada sin ganas, pero con 15 goles, Trezeguet volvió a evidenciar su desamor con la Juve: justo después de marcar su decimoquinto gol, en la última jornada del campeonato contra la Spezia, Trezeguet hizo con la mano un gesto indicando su marcha dedicado a la Cobolli-Gigli y Blanc, presentes en la grada.

Hubo, entonces, un problema: la tremenda sensibilización de una afición que sentía al club en deuda con Trezeguet por acompañarle en la deriva por la Serie B. Al final, Trezeguet, en lugar de marcharse, consiguió su faraónica renovación hasta 2011. Y firmó los últimos capítulos de su culebrón con la Juventus, que se ha convertido en una pesadilla para ambas partes (salvo un clamoroso cambio de opinión). La vuelta a la Serie A fue muy plácida, la Juve era un equipo sin exigencias y encontró el apoyo de Ranieri, el nuevo entrenador, con el que consiguió marcar 21 goles, siendo vice-capocannoniere de la temporada 2007/08 por detrás de Del Piero. La siguiente temporada, es decir, hace dos, fue la de la ruptura definitiva: Trezeguet volvió a caer lesionado pronto y Ranieri confió en Amauri durante la primera parte de la temporada. Casualmente, el valle de forma en el que todavía se encuentra Amauri desde entonces, coincidió con la recuperación de Trezeguet a tiempo para disputar el partido de vuelta de octavos de final de la Champions League contra el Chelsea. Ranieri, con 1-2 en el marcador, quitó a Trezeguet por Amauri a cinco minutos del final.

A Trezeguet no le gustó la elección de Ranieri y después recriminó a Ranieri y le culpó por la eliminación, acusándole de ser un entrenador perdedor por sacarle del campo en una entrevista concedida en L’Equipe. La respuesta del entrenador fue contundente: “Siempre ha tenido mi máxima consideración, pero él no la ha tenido sobre mí. Lo que ha dicho me parece inexplicable. Es un niño malcriado”. Esa fue la bomba que consumió el último tramo de mecha de una temporada que fue declinando hacia unos caminos que no entraban en los planes super optimistas del verano. Al final, seguramente por sus diez años en el equipo contra los menos de dos de Ranieri, el vestuario, la afición y hasta la directiva se posicionó a su lado y el entrenador romano fue destituido a dos jornadas del final. La Juve ganaba la tranquilidad del mayor goleador extranjero de la historia del club, pero perdía un entrenador que este año ha obrado un milagro en forma de subcampeonato con un equipo netamente inferior a la Juventus.

Esa temporada y la siguiente, es decir, la pasada, recalcaron el declive físico, futbolístico y personal del francés, que hizo un gol entonces y marcó sólo siete el año anterior. El verano, pasado, donde nos habíamos quedado en el segundo párrafo, anunció en septiembre, justo después del cierre del mercado que dejaría la Juve este verano: “A final de temporada vuelvo a casa. No sé si a Francia o a Argentina, pero he hablado con mi familia y hemos tomado esta decisión”. Ahora, como siempre, la Juventus se encuentra en la misma disyuntiva: parecía clara la voluntad de deshacerse de un jugador que cobra tanto y aporta tan poco (en el sentido positivo, en el negativo…), pero Trezeguet se presentó, como siempre, puntual en la pretemporada y parece que puede hacer cambiar de opinión a la directiva al son de sus goles.

Si finalmente Marotta no consigue el fichaje de Dzeko, su continuidad un año en la Juve podría darse por descontada, ¿pero sería lo correcto? Trezeguet no va a renunciar a sus 4’5 millones por temporada y si se marcha de la Juventus quiere un destino que se los garantice o que la Juve se los recompense. Trezeguet parece haber hipnotizado y hechizado a Marotta y Del Neri con sus actuaciones en los partidillos de pretemporada. Pero, atención; no hay que dejarse engañar. Si se apuesta (por decir algo) por su continuidad, tendrá que ser con decisión y tras aclarar las cosas, como Marotta dijo que haría, con el delantero. Explicando la situación, haciéndole entender que aquí nadie está por encima del equipo y que sus caprichos de “niño malcriado” no caben en el vestuario de la Juventus. Aunque su último capricho sea estar un año más en Turín. Porque eso no es amor (que quizá nunca lo tuvo). No es amor lo que siente un jugador que rechaza el brazalete de capitán en un partido de su equipo. Dice Tuttosport que Trezeguet le contestó a Del Neri cuando le dijo que iba a ser capitán “¿capitán de qué? Si me queréis vender…”. Legrottaglie finalmente asumió la capitanía y su representante justificó su decisión afirmando que “es un hombre de fuertes convicciones y para aceptar el brazalete tiene que creer en el proyecto y sentir confianza”. Pero, David, las relaciones y las confianzas son cosa de dos. Y la misma claridad que se le exige a la Juventus, hay que demandársela al jugador. Y esto es lo que tiene que entender la Juve y no dejarse engañar por la existencia de un contrato firmado hasta el 30 de junio de 2011.

Y tú, ¿sigues confiando en Trezeguet? ¿Crees que Ranieri tenía razón cuando dijo que era un "niño malcriado"? ¿Crees que la Juve todavía puede confiar en él o, por el contrario, dudas de su compromiso con el equipo? ¿Y si no llegase Dzeko?

1 comentarios:

Trezeguet ha recibido mucho de la Juve, pero también nos ha dado mucho, es un jugador que le tengo cariño y seguro el siente lo mismo por el club, si es caprichoso, pero cuando esta a gusto y las lesiones no lo fastidian es un grandisimo jugador. No dudo ni un poco de su compromiso con el equipo y si se queda estoy seguro que nos dará unas cuantas satisfacciones, ya verán. Grande Treze!!!!

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