Juventus - Inter 2-1
Goles: 20’ pt Felipe Melo, 26’ pt Eto’o, 13’ st Marchisio
Juventus (4-3-1-2): Buffon; Cáceres, Cannavaro, Chiellini, Grosso; Sissoko, Felipe Melo, Marchisio(35’ st Poulsen); Diego (46’ st Grygera); Amauri, Del Piero (26’ Camoranesi). A disposición: Manninger, Legrottaglie, Poulsen, Giovinco, Trezeguet. Entrenador: Ferrara.
Inter (4-3-1-2): Julio Cesar; Zanetti, Lucio, Samuel (45’ st Materazzi), Chivu; Muntari (15’ st Balotelli), Cambiasso (34’ st Mancini), Thiago Motta; Stankovic; Eto’o, Diego Milito. A disposición: Toldo, Córdoba, Vieira, Khrin. Entrenador: Mourinho.
Estdísticas Juventus: tiros 10, tiros a puerta 8, corners 5, fueras de juego 3, posesión de balón 48'3%.
Estadísticas Inter: tiros 8, tiros a puerta 4, corners 9, fueras de juego 4, posesión de balón 51'7%.
Árbitro: Saccani. Amonestó a Grosso, Amauri, Cáceres, Muntari, Samuel y Balotelli. Expulsó a Felipe Melo con doble amarilla y a José Mourinho.
Después de que lo demostrase Albert Einstein, fue ayer la Juve la que reforzó la teoría de que todo es relativo. Porque, a pesar de la victoria, seguramente, el Inter es y seguirá siendo un equipo más completo y favorito para ganar el Scudetto. Pero la Juventus demostró de la mejor manera posible que pretendían enterrarla antes de matarla con críticas injustificadas. Lo hizo como está escrito en su adn: con la suma del grupo y el carácter elevada a la undécima potencia (una por cada jugador bianconero en el campo). También fue una gran actuación la del público, que en una noche tan delicada como la de ayer dio la lección de deportividad y civismo pedida por el Presidente y por toda la opinión pública. En ningún momento hubieron muestras de racismo, sólo (y no es poco) insultos contra Balotelli, que hizo de todo para dar razón a los que le etiquetan como un provocador y convertirse en el foco de las iras de todos los rivales. 30 segundos tardó en tocar su primer balón y en fingir una primera agresión de Cáceres. Luego, a menos de 10' para el final, después de cometer una falta sobre Melo que el árbitro no quiso señalar, simuló un codazo del brasileño, que sólo intentaba desembarazarse de sus agarrones apenas rozando su brazo. Sí vio agresión en esta ocasión Saccani, que optó por expulsar a Melo, entre insultos del brasileño, que se perderá, por lo menos, los dos próximos partidos. Desde la Curva Bianconera hemos rechazado cualquier forma de racismo, reclamando la legalidad y dignidad de la gran masa social de la Juventus. Pero de igual manera, reivindicamos un fútbol deportivo, con futbolistas justos cuyo objetivo sea siempre la victoria y no intentar tergiversar las acciones del campo.
El partido, en el que la Juve de la confusión táctica, del entrenador que no sabe lo que quiere, de los brasileños improductivos, de la defensa perdida ganó al imparable Inter fue, sobre todo, la derrota de José Mourinho. Lleva el portugués tres semanas reclamando calma y buen comportamiento y condenando a otros sin saber cómo ni por qué y perdió los nervios sólo después de veinte minutos. Sus aplausos, con exceso de ironía, le costaron la expulsión después del primer gol de la Juve en una acción rocambolesca. Mourinho entendió que la acción de Samuel sobre Del Piero, a la altura de su banquillo, no fue falta y después reclamó con excesiva vehemencia un fuera de juego justo en el gol de Melo. Tenía seguramente razón, pero ni siquiera viendo la repetición se puede juzgar si fue Melo el último en tocar, si remató Chiellini o si desvió el propio Lucio. En cualquier caso, fue inalcanzable para Julio Cesar y el gol subió al marcador. Paradojicamente, en lugar de suponer una ulterior motivación para los hombres de Ferrara, el sistema recuperado por el técnico se empezó a deshacer, y el Inter sólo tardó cuatro minutos en construir una acción super clara (remate de Samuel y paradón de Buffon) y sesenta segundos más en empatar. Eto'o, en una falta botada por Stankovic, se encontró solo ante el arco de Buffon y marcó. Un error inadmisible de todo el sistema defensivo, tanto en las posiciones como en el modo de intentar crear un fuera de juego ridículo.
Empezó mejor la Juventus porque las críticas han herido el orgullo de unos jugadores que ansían la victoria y que querían recuperar la armonía del público particular y de la opinión en general. Amauri ilusionaba tras sólo diez minutos, pareciendo volver a ser el delantero fenomenal que impresionaba a todos. Sin embargo, aunque después fue decayendo, sí vimos un trabajo continuo del brasileño que puede dar muy buenos resultados al equipo. El problema ayer fue que no había nadie que pudiese aprovechar el fruto de su desgaste. Del Piero no está aún a un nivel ni mucho menos óptimo y Diego sigue en su laberinto de ordinariez técnica. Así, fue Marchisio el más activo en la zona ofensiva, sin descuidar la marca de una banda izquierda por la que intentaba, sin éxito, percutir el Inter. Porque el trabajo de Marchisio es impecable y se vuelve a mostrar el jugador fundamental que ya fue la temporada pasada. Aún así, a pesar de algunos errores individuales, la Juve ofreció lucha, garra, potencia y una gran determinación. Jugando así, desde luego, no habría perdido de aquella manera contra Girondins y Cagliari.
Tras una primera parte intensa, empatada a goles, aunque desigual en penaltis no pitados (uno de Cannavaro a Samuel clarísimo, otro del propio Samuel sobre Chiellini y otro, el primero, de Muntari, que pudo ser expulsado, a Sissoko) llegó una segunda parte que parecía más pálida. Sin embargo, fue la Juve la que ofreció una mejor cara y la que consiguió adelantarse en el marcador a los 13' de la reanudación. Fue Marchisio, que tenía que poner el broche de oro a una actuación espectacular. Aprovechó un rechace infeliz de Julio César a un disparo de Sissoko para batir al brasileño, engañándole tanto como a Samuel, con un juego de piernas que resulta creíble sólo por lo reiterado de sus goles: la temporada pasada marcó dos muy similares contra la Fiorentina y contra el Nápoles. Con el 2-1 ya en el marcador, el Inter cambió rápido al 4-2-4 de las emergencias, sustituyendo a Cambiasso y Muntari por Mancini y Balotelli. Dos cambios que, lejos de mejorar, acabaron con el Inter que aumentó en dos el número de jugadores con un nivel psicológico inaceptable. No lo merecía y no consiguió empatar el partido. Ferrara cambió a un sistema con un sólo delantero, dando entrada a Camoranesi y Poulsen por Del Piero y Marchisio. Luego, forzado, tuvo que suplir a Diego por Grygera. Porque al final hubo una pelea ocasionada por el teatro de Balotelli. Chivu le dio un cabezazo a Sissoko y Motta y Buffon estuvieron a punto de llegar a las manos. Para Saccani, sólo Melo mereció la expulsión. ¿A alguien le sorprendió? No. Es algo a lo que, por fuerza, hemos tenido que acostumbrarnos. De todos modos, la Juve ganó. Tampoco la solución de Materazzi como delantero centro le funcionó a Mourinho. Ahora tocan contra el Bayern los segundos noventa minutos más importantes de la temporada. En buen momento.




3 comentarios:
genial analisis, concuerdo mucho contigo, me alegra que seas tan objetivo, sinceramente mi respeto y admiración. Veo que todos alaban de más a diego y la verdad siento que ha sido muy poco punzante a comparación de lo que epserabamos de él, no dudo que mejore, pero tal vez darle más entrada a giovinco (aunque tal vez a veces abuse de su explosividad) promoveria una bella competencia que tendría como ganadora a la vecchia signora. Un saludo
un buen partido, la juve gano bien y el balotelli ese, es un hincha pelotas sin remedio.
Adios juve , hasta la proxima champions , han sido una verguenza contra el bayern
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