Antes de realizar cualquier consideración, conviene recalcar que Diego Ribas es único y, por tanto, insustituible. Por lo que no es lógico pensar en una Juventus igual en su ausencia. La duda está en saber si Giovinco puede sustituirle con ciertas garantías o no. La respuesta que cualquier aficionado podría lanzar variaría sustancialmente dependiendo después de qué partido se realice. Porque, a día de hoy, además del físico diminuto, la continuidad parece el principal handicap de Sebas Giovinco. En su segundo año en la Juventus ha pasado de ser el joven canterano que suponía un soplo de aire fresco y de renovación, al que todo se le podía perdonar, a un futbolista lo suficientemente maduro como para tener que cumplir (y bien) con sus responsabilidades.
El problema viene cuando esas recaen en sustituir al hombre sobre el que gira todo el planteamiento técnico-táctico del equipo. El público juventino se ha mal acostumbrado (con toda la ironía del mundo) con Diego, un futbolista especial, capaz de coger el balón en su propio campo, regatear, chocar y resistir las embestidas de los rivales, como vimos contra la Roma. Su radio de acción y de impacto sobre el terreno de juego es enorme, mientras que Giovinco, hoy por hoy, es un jugador para los últimos 20-25 metros. Es una mezcla entre mediapunta y segundo delantero; posiblemente lo segundo en el cuerpo de lo primero. Obviamente, puede inventar o cambiar el ritmo de la jugada en los metros finales, pero, por sus características, carece de la visión periférica en HD de Diego y de la potencia del brasileño por motivos evidentes.
Aún así, Ferrara, que ha declarado que Giovinco "no es el suplente de ninguno; no lo es de Diego y menos de Del Piero. Es Giovinco y basta", sigue contando con él en el papel de mediapunta, por mucho que sus aportaciones al juego sean muy distintas a las de Diego en esa misma posición. El pasado martes contra el Bordeaux, por ejemplo, vimos como en el medio se estrellaba una y otra vez contra el muro móvil de Alou Diarra, que volvía a reaparecer frente a él una vez superado. Mañana, esta vez contra el Livorno, tendrá la oportunidad de seguir creciendo y mejorando. Ferrara le conoce bien y confía plenamente en sus cualidades para continuar con el proceso de asimilación del nuevo 4-3-1-2 durante la falta de Diego. Porque para que ciertos movimientos lleguen a ser automáticos y espontáneos se necesitan partidos, entrenamientos y más partidos. También por esto Giovinco es indispensable ahora. Su labor será fundamental en el cambio decisivo y definitivo que pretende dar un carácter propio y reconocible a la Juventus.
El problema viene cuando esas recaen en sustituir al hombre sobre el que gira todo el planteamiento técnico-táctico del equipo. El público juventino se ha mal acostumbrado (con toda la ironía del mundo) con Diego, un futbolista especial, capaz de coger el balón en su propio campo, regatear, chocar y resistir las embestidas de los rivales, como vimos contra la Roma. Su radio de acción y de impacto sobre el terreno de juego es enorme, mientras que Giovinco, hoy por hoy, es un jugador para los últimos 20-25 metros. Es una mezcla entre mediapunta y segundo delantero; posiblemente lo segundo en el cuerpo de lo primero. Obviamente, puede inventar o cambiar el ritmo de la jugada en los metros finales, pero, por sus características, carece de la visión periférica en HD de Diego y de la potencia del brasileño por motivos evidentes.
Aún así, Ferrara, que ha declarado que Giovinco "no es el suplente de ninguno; no lo es de Diego y menos de Del Piero. Es Giovinco y basta", sigue contando con él en el papel de mediapunta, por mucho que sus aportaciones al juego sean muy distintas a las de Diego en esa misma posición. El pasado martes contra el Bordeaux, por ejemplo, vimos como en el medio se estrellaba una y otra vez contra el muro móvil de Alou Diarra, que volvía a reaparecer frente a él una vez superado. Mañana, esta vez contra el Livorno, tendrá la oportunidad de seguir creciendo y mejorando. Ferrara le conoce bien y confía plenamente en sus cualidades para continuar con el proceso de asimilación del nuevo 4-3-1-2 durante la falta de Diego. Porque para que ciertos movimientos lleguen a ser automáticos y espontáneos se necesitan partidos, entrenamientos y más partidos. También por esto Giovinco es indispensable ahora. Su labor será fundamental en el cambio decisivo y definitivo que pretende dar un carácter propio y reconocible a la Juventus.




3 comentarios:
Giovinco es joven, antes pedía espacio en la titularidad, ahora que puede brillar, demuestra que sus palabras valen poco, no es nuestro salvador.
Sinceramente, creo que Giovinco tendria que jugar de segundo delantero (se que tiene competencia y es dificil) pero para sustituir a Diego (no se le puede sustituir como bien dices) para mi la mejor opcion es mauro camoranesi, por fisico, por tecnica, por habilidad y por caracter, es el que mejor puede cumplir ahi, ya le vimos en pretemporada en alguna ocasión ahi y realmente hizo un gran papel, marchisio creo que se podria adaptar si fuera necesario, tiene muy buena vision de juego, y aguantaria el ser el centro del equipo y el que mas patadas reciba de los contrarios, pero el pobre giovinco con su estatura, le derrivan con nada, podra mejorar, pero el fisico cuenta, y eso no lo mejorara mucho mas.
¿que opinais?
Gran resposabilidad la de suplir a Diego, todavía es joven pero apunta alto.
Saludos desde El Rey del Futblog
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