Genoa - Juventus, 2-2
Genoa (3-4-3): Amelia; Biava, Moretti, Bocchetti; Rossi, Zapater, Milanetto (22’ st Kharja), Modesto (17’ st Papastathopoulos); Sculli, Floccari (1’ st Crespo), Mesto. A disposición: Scarpi, Esposito, Palacio, Palladino. Entrenador: Gasperini.
Juventus(4-4-2): Buffon; Grygera, Legrottaglie, Chiellini, Grosso; Camoranesi, Poulsen, Felipe Melo, Marchisio (31’ st Giovinco); Amauri (37’ st Trezeguet), Iaquinta. A disposición: Chimenti, Cáceres, Salihamidizic, De Ceglie, Zebina. Entrenador: Ferrara.
Árbitro: Saccani. Amonestó a Bocchetti, Rossi, Felipe Melo y Iaquinta.
Goles: 6’ pt Iaquinta, 31’ pt Mesto, 30’ st Crespo, 41’ st Trezeguet.
Genoa (3-4-3): Amelia; Biava, Moretti, Bocchetti; Rossi, Zapater, Milanetto (22’ st Kharja), Modesto (17’ st Papastathopoulos); Sculli, Floccari (1’ st Crespo), Mesto. A disposición: Scarpi, Esposito, Palacio, Palladino. Entrenador: Gasperini.
Juventus(4-4-2): Buffon; Grygera, Legrottaglie, Chiellini, Grosso; Camoranesi, Poulsen, Felipe Melo, Marchisio (31’ st Giovinco); Amauri (37’ st Trezeguet), Iaquinta. A disposición: Chimenti, Cáceres, Salihamidizic, De Ceglie, Zebina. Entrenador: Ferrara.
Árbitro: Saccani. Amonestó a Bocchetti, Rossi, Felipe Melo y Iaquinta.
Goles: 6’ pt Iaquinta, 31’ pt Mesto, 30’ st Crespo, 41’ st Trezeguet.
Sincero, directo y duro. Así, como el juego de su equipo, se mostró Ferrara en la rueda de prensa posterior al partido al hablar de la pésima actuación del árbitro Massimo Saccani y sus asistentes, que arruinaron un partido casi perfecto de la Juventus al anular un gol legal a Iaquinta, que hubiese supuesto en ese momento el 1-2 en el marcador y, seguramente, vista la actitud del Genoa, la quinta victoria consecutiva de la Juventus. El colegiado decidió que en una falta botada por Grosso, Iaquinta se encontraba en fuera de juego para invalidar la jugada. Un error grave e importante y seguramente decisivo, como el de Gervasoni hace un par de jornadas, cuando vio falta de Rocchi a Legrottaglie para anular un gol a la Lazio. Algo que irritó muchísimo a Mourinho, que tras ese error favorable a la Juventus, se fue a cenar calamares. Quién sabe si ayer estaba frente a otro plato de moluscos o si ya celebraba su primer puesto con ostras y champagne, puesto que la suerte arbitral vuelve a favorecer a su equipo. Duda que no podremos despejar, ya que el portugués ha optado, después de su expulsión contra el Cagliari, que no volverá a dar una rueda de prensa en Italia, salvo las obligatorias de la Champions League. Una decisión seguramente equivocada: sin los shows de prensa, el trabajo de Mourinho en el Inter se queda deslucido y reducido.
La parte positiva de toda esta historia la encontramos en la respuesta que pudo dar el equipo. Seguramente, la Juve del año pasado se hubiese enterrado bajo sus propias desgracias y se hubiese rendido. Sin embargo, el equipo de Ferrara no lo hizo y siguió con la misma garra (o más) que con la que empezó el partido. Como se preveía, fue un partido intenso, aderezado con el fútbol vistoso del Genoa y las contral hábiles de la Juventus, rediseñada por las ausencias y para la ocasión. Para intentar frenar los avances por los costados de Gasperini, Ferrara revolucionó tácticamente al equipo con gran maestría y sacrificio: el 4-4-2 inicial, con Melo y Poulsen en el centro y Camoranesi y Marchisio en las alas, se reciclaba constantemente, convirtiéndose en el típico 4-3-1-2 (Camoranesi mediapunta) o en 4-3-3 (con Iaquinta entrando por la izquierda) según la necesidad del momento. Con dos equipos hechos para tener el balón, el partido no se destapó hasta el primer gol: penetración de Marchisio, centro desde la izquierda, finta de Camoranesi, que deja para que Iaquinta la cuele por bajo en el segundo palo. A partir de ahí, en lugar de intentar aprovechar los espacios que concedía una defensa para olvidar durante toda la noche, la Juve optó por gestionar un poco los tiempos del partido y reservar fuerzas, permitiendo así al Genoa crear peligro, entrando bien por los lados y con una parcela central dotada del criterio de Zapater. Así, con un espectacular centro desde la izquierda de Sculli y un genial remate de Mesto, que anticipó bien a Grosso, demasiado difuso, excepto en los balones parados, llegó el empate del Genoa. Curiosidad o no, Marcello Lippi lo observaba todo en directo y podría /debería pensar en los dos protagonistas del Genoa para reforzar las bandas de la débil Italia en los próximos encuentros.
El dominio territorial de la Juve se materializaba en los pies de Camoranesi, que esta temporada parece dispuesto a retomar su condición de estrella indispensable; en el trabajo de Poulsen, por fin a la altura de lo que costó (excelente en el corte y robo y en la distribución corta) y el dinamismo de Marchisio, que, junto a Camoranesi, servía constantemente de balones a Iaquinta y Amauri, que sigue trabajando y aportando muchísimo, pero sin lograr marcar; un problema que no es, pero que podría serlo. En el Genoa, los cambios surtieron efecto: Crespo entró para surtituir a un Floccari de cero y consiguió el gol aprovechando (otra vez) una acción por las bandas del Genoa, que supo librarse de la superprotección de Ferrara en esas zonas. Adelantándose a Legrottaglie hacía el 2-1 justo un minuto después de que el árbitro anulase el 1-2 de Iaquinta. Ni Ferrara ni su equipo iban a darse por rendidos. Para remediar la primera derrota de su carrera como entrenador, el técnico introdujo a Giovinco para darle una dosis de imprevisibilidad al juego de la Juve y a Trezeguet. Fue el francés el que consiguió a 4' del final el empate, aprovechando el enésimo error de la zaga de Gasperini, que esta semana ha presumido de experiencia, que dejó habilitados y sin marca a hasta cinco jugadores de la Juventus. Ahí Trezeguet no falla y consigue su segundo gol de la temporada (los mismos que en toda la campaña pasada). La demostración de que nadie podrá ganar a la Juve si no da el 100%. De que esta Juve tiene mucha hambre y quiere recuperar lo que es suyo.
La parte positiva de toda esta historia la encontramos en la respuesta que pudo dar el equipo. Seguramente, la Juve del año pasado se hubiese enterrado bajo sus propias desgracias y se hubiese rendido. Sin embargo, el equipo de Ferrara no lo hizo y siguió con la misma garra (o más) que con la que empezó el partido. Como se preveía, fue un partido intenso, aderezado con el fútbol vistoso del Genoa y las contral hábiles de la Juventus, rediseñada por las ausencias y para la ocasión. Para intentar frenar los avances por los costados de Gasperini, Ferrara revolucionó tácticamente al equipo con gran maestría y sacrificio: el 4-4-2 inicial, con Melo y Poulsen en el centro y Camoranesi y Marchisio en las alas, se reciclaba constantemente, convirtiéndose en el típico 4-3-1-2 (Camoranesi mediapunta) o en 4-3-3 (con Iaquinta entrando por la izquierda) según la necesidad del momento. Con dos equipos hechos para tener el balón, el partido no se destapó hasta el primer gol: penetración de Marchisio, centro desde la izquierda, finta de Camoranesi, que deja para que Iaquinta la cuele por bajo en el segundo palo. A partir de ahí, en lugar de intentar aprovechar los espacios que concedía una defensa para olvidar durante toda la noche, la Juve optó por gestionar un poco los tiempos del partido y reservar fuerzas, permitiendo así al Genoa crear peligro, entrando bien por los lados y con una parcela central dotada del criterio de Zapater. Así, con un espectacular centro desde la izquierda de Sculli y un genial remate de Mesto, que anticipó bien a Grosso, demasiado difuso, excepto en los balones parados, llegó el empate del Genoa. Curiosidad o no, Marcello Lippi lo observaba todo en directo y podría /debería pensar en los dos protagonistas del Genoa para reforzar las bandas de la débil Italia en los próximos encuentros.
El dominio territorial de la Juve se materializaba en los pies de Camoranesi, que esta temporada parece dispuesto a retomar su condición de estrella indispensable; en el trabajo de Poulsen, por fin a la altura de lo que costó (excelente en el corte y robo y en la distribución corta) y el dinamismo de Marchisio, que, junto a Camoranesi, servía constantemente de balones a Iaquinta y Amauri, que sigue trabajando y aportando muchísimo, pero sin lograr marcar; un problema que no es, pero que podría serlo. En el Genoa, los cambios surtieron efecto: Crespo entró para surtituir a un Floccari de cero y consiguió el gol aprovechando (otra vez) una acción por las bandas del Genoa, que supo librarse de la superprotección de Ferrara en esas zonas. Adelantándose a Legrottaglie hacía el 2-1 justo un minuto después de que el árbitro anulase el 1-2 de Iaquinta. Ni Ferrara ni su equipo iban a darse por rendidos. Para remediar la primera derrota de su carrera como entrenador, el técnico introdujo a Giovinco para darle una dosis de imprevisibilidad al juego de la Juve y a Trezeguet. Fue el francés el que consiguió a 4' del final el empate, aprovechando el enésimo error de la zaga de Gasperini, que esta semana ha presumido de experiencia, que dejó habilitados y sin marca a hasta cinco jugadores de la Juventus. Ahí Trezeguet no falla y consigue su segundo gol de la temporada (los mismos que en toda la campaña pasada). La demostración de que nadie podrá ganar a la Juve si no da el 100%. De que esta Juve tiene mucha hambre y quiere recuperar lo que es suyo.




3 comentarios:
Últimamente Blogger está sufriendo bastantes problemas en la edición y publicación de entradas, así como de cualquier aspecto del diseño del blog, por lo que la actividad de la Curva Bianconera no puede ser la deseada. Se espera que el servicio de Blogger retome la normalidad con prontitud para poder seguir trabajando con libertad.
Un saludo y perdón por las molestias.
Bueno, tampoco es para señalar que el equipo con Ranieri se hubiese rendido. En los 2 años con Ranieri se han visto partidos de la Juve en los cuales la vuelta al resultado se ha dado de un modo aún más agónico. La diferencia con el equipo de esta temporada radica en que sus variables son mayores y su nivel técnico es mayor...
Dante dmateojfc@yahoo.com
No vi la jugada en cuestión, pero de los partidos que he visto ultimamente de la Juve me gustaría destacar mucho a Marchisio. Giovinco ha suplido la ausencia de Diego (menos ante el Genoa) pero no ha acabado de rendir a un buen nivel. Pero el crecimiento de Marchisio es grandísimo. La temporada pasada demostró que podía ser titular y en esta está demostrando que es imprescindible.
Saludos!!
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