
Siete partidos sin marcar un gol son suficientes para hacer timbrar las primeras alarmas. Especialmente si el jugador se llama Amauri Carvalho de Oliveira. Y más aún si la abstinencia goleadora perdura desde el pasado 15 de febrero, aumentado los siete partidos hasta los siete meses, cuando el aún brasileño le marcó el que todavía es su último gol oficial a la Sampdoria. Las estadísticas son demoledoras en contra de Amauri (aunque no hay que olvidar que en pretemporada consiguió siete goles en siete partidos), pero lo que más preocupa dentro de la Juventus es el estado psicológico del delantero: Amauri está empezando a notar el peso de la racha negativa (casi 600 minutos consecutivos sin marcar) y la búsqueda del gol se está convirtiendo en una obsesión para él. Corre, lucha y brega, señales de que físicamente se encuentra bien; por lo que da la impresión de que se trata de un problema mental: la excesiva presión y los problemas con su pasaporte italiano le han robado la tranquilidad y han agarrotado sus piernas, dando como resultado la perdida de eficacia en los últimos metros.
Lo pudimos ver el pasado domingo contra el Bologna, donde Ferrara optó por Amauri y Trezeguet para abrir la defensa de Papadopoulo. El brasileño bregó y fue a la lucha contra Britos y Portanova. Sin embargo, cerca del área, no consiguió que sus intentos fructiferasen. En ocasiones parecía un delantero más espeso, pesado, sin su típica electricidad y potencia, las armas que tan bien empleaba y que le valieron muchas comparaciones con su predecesor Ibrahimovic. Es cierto, y no hay que obviarlo, que con el nuevo sistema de juego, Amauri parte desde más atrás y más escorado para facilitar la entrada del mediapunta y de los centrocampistas. Pero es igualmente verdad que en la temporada pasada era prácticamente impensable ver a Amauri perder en un uno contra uno por fuerza contra los defensas. Y los defensores del Bologna, por ejemplo, se fueron el domingo muy satisfechos a casa, con la sensación de haber anulado a un Amauri que parece haber perdido la confianza con la que el año pasado, gol tras gol, le hizo conquistar el corazón de millones de juventinos.
Su comienzo en la temporada pasada fue absolutamente distinto: en los seís primeros partidos, Amauri había marcado ya tres goles. Y goles importantes además, que dieron seís puntos vitales contra Sampdoria y Udinese. Parece que ha pasado mucho tiempo, pero la realidad es que la sensación de lejanía es la falta que hace y lo que se le echa de menos. A la Juve le falta el Amauri debastador para ser casi perfecta. Y podemos estar seguros de que lo único que le hace falta es un gol, uno sólo, para dejar atrás cualquier inseguirdad y volver a ser el jugador determinante que ha demostrado poder ser. Es por eso que Ferrara quiere recuperarlo lo más rápido posible y está insistiendo con Amauri en todos los partidos. Aunque en el partido de hoy contra el Bayern, según la prensa italiana, algo podría cambiar: el entrenador podría estar pensando en dar entrada a Trezeguet en lugar del brasileño. A pesar de lo que puede parecer a simple vista, no se debería considerar una eventual suplencia de Amauri esta noche como un signo de pérdida de confianza, sino todo lo contrario: Ferrara podría tratar de darle descanso (ha jugado hasta ahora todos los partidos como titular) y quitarle de encima un poco de presión, logrando así que pueda dar lo mejor de sí mismo el próximo sábado contra el Palermo. Sin contar que con un David Trezeguet de nuevo en estado de gracia, la finalización parece el último de los problemas de esta nueva Juve, que hasta ahora ha marcado al menos un gol en todos los partidos que ha disputado.
Como habíamos dicho, no podemos negar que Amauri no pasa por su mejor momento, que no marca desde hace siete meses, pero no hay que menospreciar el trabajo que realiza para todo el equipo. Algo que quiso destacar el ds Secco el domingo: “su trabajo es de vital importancia para el equipo. Es cierto que un delantero tiene que marcar goles y que en este momento Amauri no los está haciendo, pero no es un problema para el equipo. Existen ciertos períodos en los que todo sale y otros en los que, aunque pongas mucho empeño, no llegan los goles”. Y esa parte es innegable: Amauri lleva dos semanas desarrollando unos entrenamientos especiales y extraordinarios para afinar la punteria. Para que allá donde juegue la Juve vuelva a oirse eso de “Siamo venuti fin qui per vedere segnare Amauri”.
Lo pudimos ver el pasado domingo contra el Bologna, donde Ferrara optó por Amauri y Trezeguet para abrir la defensa de Papadopoulo. El brasileño bregó y fue a la lucha contra Britos y Portanova. Sin embargo, cerca del área, no consiguió que sus intentos fructiferasen. En ocasiones parecía un delantero más espeso, pesado, sin su típica electricidad y potencia, las armas que tan bien empleaba y que le valieron muchas comparaciones con su predecesor Ibrahimovic. Es cierto, y no hay que obviarlo, que con el nuevo sistema de juego, Amauri parte desde más atrás y más escorado para facilitar la entrada del mediapunta y de los centrocampistas. Pero es igualmente verdad que en la temporada pasada era prácticamente impensable ver a Amauri perder en un uno contra uno por fuerza contra los defensas. Y los defensores del Bologna, por ejemplo, se fueron el domingo muy satisfechos a casa, con la sensación de haber anulado a un Amauri que parece haber perdido la confianza con la que el año pasado, gol tras gol, le hizo conquistar el corazón de millones de juventinos.
Su comienzo en la temporada pasada fue absolutamente distinto: en los seís primeros partidos, Amauri había marcado ya tres goles. Y goles importantes además, que dieron seís puntos vitales contra Sampdoria y Udinese. Parece que ha pasado mucho tiempo, pero la realidad es que la sensación de lejanía es la falta que hace y lo que se le echa de menos. A la Juve le falta el Amauri debastador para ser casi perfecta. Y podemos estar seguros de que lo único que le hace falta es un gol, uno sólo, para dejar atrás cualquier inseguirdad y volver a ser el jugador determinante que ha demostrado poder ser. Es por eso que Ferrara quiere recuperarlo lo más rápido posible y está insistiendo con Amauri en todos los partidos. Aunque en el partido de hoy contra el Bayern, según la prensa italiana, algo podría cambiar: el entrenador podría estar pensando en dar entrada a Trezeguet en lugar del brasileño. A pesar de lo que puede parecer a simple vista, no se debería considerar una eventual suplencia de Amauri esta noche como un signo de pérdida de confianza, sino todo lo contrario: Ferrara podría tratar de darle descanso (ha jugado hasta ahora todos los partidos como titular) y quitarle de encima un poco de presión, logrando así que pueda dar lo mejor de sí mismo el próximo sábado contra el Palermo. Sin contar que con un David Trezeguet de nuevo en estado de gracia, la finalización parece el último de los problemas de esta nueva Juve, que hasta ahora ha marcado al menos un gol en todos los partidos que ha disputado.
Como habíamos dicho, no podemos negar que Amauri no pasa por su mejor momento, que no marca desde hace siete meses, pero no hay que menospreciar el trabajo que realiza para todo el equipo. Algo que quiso destacar el ds Secco el domingo: “su trabajo es de vital importancia para el equipo. Es cierto que un delantero tiene que marcar goles y que en este momento Amauri no los está haciendo, pero no es un problema para el equipo. Existen ciertos períodos en los que todo sale y otros en los que, aunque pongas mucho empeño, no llegan los goles”. Y esa parte es innegable: Amauri lleva dos semanas desarrollando unos entrenamientos especiales y extraordinarios para afinar la punteria. Para que allá donde juegue la Juve vuelva a oirse eso de “Siamo venuti fin qui per vedere segnare Amauri”.




















