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miércoles, 28 de enero de 2009

Regla nº 1: no encajar goles


Los tres conceptos básicos del fútbol: 1) no encajar goles. 2) encajar, si es inevitable encajarlos, pocos. 3) después, y sólo después, preocuparse de marcarlos. Así funciona el fútbol en Italia. Los partidos se ganan así si, después, arriba, tienes paciencia y sabes esperar. En Italia, en la liga más difícil del mundo, es imposible intentar ser campeón sin una defensa sólida, compacta, resistente. Defender bien en Italia es obligado, primordial. Cualquier error en la retaguardia se paga muy caro. Porque las estadísticas hablan claro: el campeón del Scudetto suele tener el mejor ataque, pero tiene por obligación la mejor defensa.

En el ataque, la Juve es el tercer mejor equipo de Italia con 33 goles marcados, por detrás de Inter (34) y Milan (35). La defensa, sin embargo, sí que es la mejor de toda Italia, con 14 goles en contra en 20 partidos. Y todo ello con el valor añadido de la constante improvisación a la que se ha visto sometida a causa de lesiones o sanciones, obligando a Ranieri a usar nueve hombres distintos en la línea de atrás. Cambiar un 'once' siempre es una decisión que comporta sus riesgos, pero cambiar una defensa fiable es como pegarse un tiro en un pié. Pero, como tantas veces hemos repetido ya, la Juve ha hecho de la necesidad virtud. Grygera, Legrottaglie, Chiellini, Molinaro: esta era la línea defensiva que Ranieri había perfilado en verano y que disputó los primeros partidos oficiales en la previa de la Champions contra el Artmedia. Pero pronto se empezó a desmoronar y tuvo que ser recompuesta con la entrada continua de los teóricos suplentes como Mellberg, De Ceglie, Knezevic, Salihamidzic o Ariaudo. Pero el resultado siempre ha sido el mismo: la Juventus es el equipo que menos goles encaja y el que menos disparos de los rivales permite.

Y de entre todos, hay que destacar a uno: Nicola Legrottaglie, que está completando una temporada prodigiosa. Es el faro de la defensa, el líder que dicta cuando y cómo se tienen que hacer las cosas, se ofrece en ayudas constantes, transmitiendo seguridad y tranquilidad. Quien juega a su lado, además de brillar con luz propia, siempre ve reflejada algo de la de Legro. Cuando Chiellini, ahora una roca en la defensa, pasó de la banda al centro, tuvo en Legrottaglie un maestro que le ayudó a crecer y convertirse en el mejor defensa de la Serie A. También Mellberg ha disfrutado de su ayuda en la integración en el equipo y el último en llegar, el joven Ariaudo, ha visto como le ha salvado la papeleta en los momentos más comprometidos.

14 goles encajados y 148 tiros contra la portería, muchos menos que el resto de equipos italianos. Cifras que han permitido a Manninger y Buffon estar más tranquilos que el resto de los porteros de Italia, gracias a la labor incansable de la defensa, aunque también de la entrega y colaboración del resto del equipo, especialmente la línea de medios. Todos unidos por la misma causa: no encajar goles. Desde Molinaro, que supo aguantar los pitos de la grada y transformarlos en aplausos; a Grygera, que ha evolucionado muchísimo en estas dos temporadas, aportando mucho más a la ofensiva; desde Mellberg, perfecto en el lateral o en el centro de la defensa en un campo tan difícil como el Bernabéu; a De Ceglie, con su entrega máxima en cualquiera de las dos bandas, ya sea atrás o en el medio. Una defensa que, juegue quien juegue, tiene el trabajo bien aprendido y por todo lo expuesto anteriormente, existe una gran posibilidad de que, si el rendimiento continua igual, la Juventus acabe superando al Inter.

Agradecimientos y disculpas


En España es imposible ver el partido entre Udinese y Juventus en el Friuli ¿El motivo? Hace un año, la empresa con mayor poder audiovisual en España, Sogecable, decidió, en la mayor infamia de la historia de la televisión española, renunciar a la mitad de los derechos para retransmitir partidos de la Serie A. Así, con este negocio, Sogecable retuvo los derechos de diez equipos (los más importantes a priori) y la televisión pública, poseedora de tres canales para retransmitir fútbol, los otros diez. Hoy, Digital +, la empresa propiedad de Sogecable que hace uso de sus derechos, no ha podido emitir el Udinese - Juventus, ofreciendo el Catania - Internazionale, el Milan - Genoa y el Roma - Palermo. Por su parte, Tve ha preferido, primero, la repetición del West Bromwich Albion - Manchester United, que se jugó ayer en la Premier League y después el partido de la Euroliga de baloncesto entre Real Madrid y Barcelona en su canal 'Teledeporte' y la enésima reposición de la serie Smallville en 'la 2'. Total: imposible ver el partido en España. Gracias a Tve y a Sogecable por velar por los intereses de los usuarios y contribuyentes. Gracias. Y disculpas a los seguidores del blog.

domingo, 25 de enero de 2009

La Juve falla, sufre y gana


En el día en que se cumplían seis años de la muerto de dell’Avvocato, la Juve aprovechó para devolver las cosas a su lugar, aunque momentaneamente, y volver a comandar la clasificación de la Serie A. Decía Cobolli que esta Juve le hubiese gustado a Giovanni Agnelli: no hubiese sido su favorita, porque tiene menos calidad que tantas otras de 'sus' Juventus, pero hubiese sabido apreciar el carácter de este equipo. El liderato de la Serie A es temporáneo y probablemente termine esta noche, pero será el paso definitivo para que lo que podía ser un sueño o una mera hipótesis se transforme en realidad: la Juve luchará por el Scudetto hasta el final, sin ninguna duda.

Cierto, ahora hablamos en positivo por el gol de Marchisio, un golazo que lo cambió todo y que sirve para cambiar totalmente la lectura del partido, en el que lo único bueno de la Juventus fue su notoria capacidad para sufrir y aguantar. Además de la vuelta de Buffon a la Serie A, obviamente. Porque, por lo demás, vimos una Juve totalmente dependiente de Del Piero (muy molesto al ser sustituido por Giovinco, tiró el chaquetón al suelo, aunque después dijo que son cosas del partido y ahí quedó el tema), que dio un recital, muy plana, lenta y ampliamente favorecida por las decisiones arbitrales. Los errores de Saccani y de su asistente Copelli condicionaron el resultado: primero un error bastante grave al no ver un neto penalti de Mellberg sobre Jovetic, que le habría permitido a la Fiore adelantarse en el marcador a los diez minutos y después al anular un gol legal de Gilardino por señalar fuera de juego inexistente (aunque por milímetros), que hubiese significado el empate viola. Es la primera vez en esta temporada que los errores del árbitro favorecen a la Juve, por lo que no conviene que nadie intente revivir épocas felizmente olvidadas: los fallos arbitrales forman parte del juego. Unas veces te dan, otras te quitan. Y otra cosa muy distinta es que los errores siempre favorezcan al mismo equipo. Pero este no es el caso.

La Juve empezó realmente bien el partido: con la mirada continuamente sobre la portería de Frey y tocando el balón con velocidad. Prandelli, por su parte, y gracias a la ausencia de Mutu, rellenó su centro del campo con un único delantero, dos mediapuntas y tres centrocampistas para intentar hacer pagar a la Juve la falta de Sissoko, que restó presencia al centro. La incosistencia en la parcela central contagió un poco al resto del equipo: el bajón de rendimiento de Amauri es evidente, pero también comprensible, porque, aunque quizá no lo parezca, el brasileño está hecho de carne y hueso como el resto de los mortales; Zanetti tuvo que dejar todo lo demás para suplir al malí; Grygera no tuvo su partido (y van unos cuantos) y De Ceglie dejó claro que él prefiere jugar más adelantado: en defensa sufre. Pero cuando todo falla, la Juventus siempre tiene una solución: Alessandro Del Piero. Su inspiración bastó para llevarse los tres puntos: minuto 21, Grygera para Del Piero, la pisa Alex, ve a Marchisio avanzar, se espera y le puso un pase perfectamente medido para que Claudio marcase su primer gol como juventino. Justo después, estuvo a punto de llegar el 2-0: Nedved tenía el balón en el área pero su disparo fue demasiado flojo para ser un tiro a puerta y demasiado fuerte para esperar encontrar un remate. Después, en el último minuto del primer tiempo, otro pase mágico de Del Piero dejaba a Marchionni sólo ante Frey después de librarse de la marca de Kroldrup, pero el portero francés paró por dos veces un gol cantado por todos.

En la reanudación, Buffon también puso de su parte. Tras un inicio de partido algo dubitativo, donde faltó la comunicación con la defensa, la continua presión de la Fiore, que juntó sus líneas para desactivar el mecanismo de la Juve, hizo que Gigi tuviese que aparecer y decir a todos que ha vuelto de la misma manera que se fue: siendo el mejor portero del mundo. Para la Fiore se repetía el partido del pasado sábado contra el Milan: ataques, fallos, paradones del portero rival y errores del árbitro. Al final, la Juve pudo sentenciar a la contra: Nedved veía a Giovinco libre de marca, pero Seba no estuvo ágil, falló en el toque largo, le cogió Kroldrup y muy forzado no pudo rematar con comodidad. Fue a Ranieri a quien le entraron entonces ganas de tirar el chaquetón al suelo. Pero todo acabó con los tres puntos para la Juve, que queda líder en la clasificación. Por poco tiempo, seguramente sí, pero es bonito verla otra vez ahí.

viernes, 23 de enero de 2009

Hablando del Inter (y II)


El continuo recorte de puntos por parte de la Juventus que está sufriendo el Inter, unido al pésimo último mes del equipo de Mourinho, nos dan motivos para ser optimistas de cara a la lucha por el título. Su derrota en Bergamo, donde no tuvieron juego ni obtuvieron resultado, sólo confirmó el mal momento de juego por el que pasa el equipo, acuciado más aún en los últimos partidos. Pero la cosa no se queda ahí, porque desde hace ya tiempo (exceptuando el partido contra la Lazio), el equipo de Mourinho no consigue imponer su juego, convencer. Antes de estos dos tropezones consecutivos (contra Cagliari y Reggina), al Inter sólo se le recordaban victorias. Pero sin buen juego, con mucho sufrimiento y, lo más importante, con muchos errores arbitrales que le favorecieron. A continuación los repasamos. Revovinemos:

INTER 1-0 UDINESE
Los primeros problemas para Mourinho llegaron con la visita del Udinese a San Siro, a principios de noviembre. El equipo de Friuli, que apenas estaba empezando su particular crisis de resultados, borró del partido al Inter, que no tuvo opciones de conseguir la victoria. A diez minutos del final, Córdoba entró con los dos piés por delante a Inler: expulsión clara. Sin embargo, el árbitro sólo le mostró la tarjeta amarilla, y permitió al Inter jugar con igualdad numérica los últimos minutos. Precisamente, el en descuento marcó Cruz y le permitió respirar tranquilo a Mourinho.

LAZIO 0-3 INTER
La victoria del Inter contra la Lazio, ya en diciembre, fue totalmente incontestable. El Inter salió al 200%, especialmente Maicon, y los romanos no pudieron pararle. Al descanso ya se llegó con un contundente 0-2. Pero el golpe de gracia a la Lazio se la dio Ibrahimovic a los diez minutos del segundo tiempo marcando el 0-3. Pero el gol del sueco fue en un clarísimo fuera de juego.

INTER 3-2 CHIEVO
Posiblemente, contra el Chievo el Inter jugó uno de sus peores partidos. Dejó el partido prácticamente sentenciado a los dos minutos de la reanudación con el 2-0, pero, gracias a sus propios errores, se vio con el 2-2 dieciocho minutos después. El enfado de los veroneses lo tenemos en el tercer gol: marcó al final Ibrahimovic, de cabeza y cometiendo falta sobre Nicolas Frey. El árbitro, por supuesto, no pitó nada.

SIENA 1-2 INTER
En Siena pasó de todo. El equipo de Giampaolo encerró al Inter, jugó muy bien, muy ordenado, atacó, mereció marcar un segundo gol y al final se quedó sin ni un punto. En esta ocasión, la diferencia no la marcaron ni Stankovic, ni Ibra, ni Maicon, sino el trio arbitral. Principalmente fue el asistente Griselli, que cometió uno de los errores más clamorosos en la historia del fútbol: en el 38' de la segunda parte anotaba el 1-2 definitivo, pero con cuatro jugadores del Inter en fuera de juego. Al final del partido, Mourinho lo reconoció: "soy afortunado, entreno un equipo que gana incluso cuando no lo merece".

INTER 2-1 ROMA
Las semifinales de la Coppa no han sido un paseo para el Inter, más bien un camino tumultuoso rodeado de polémicas y malos partidos. En octavos cayó el Genoa en la prórroga tras aguantar bien al Inter sin Biava durante más de una hora después de una expulsión polémica. El miércoles, en cuartos, le toco el turno a la Roma, que encajó el 2-1 de Ibrahimovic con Samuel en claro fuera de juego por dos veces. Fallo del árbitro y del asistente, como dijo Rossella Sensi, "determinante". Y es que el Inter ha necesitado las ayudas de los árbitros o de sus asistentes para ganar los tres últimos partidos.

jueves, 22 de enero de 2009

Hablando del Inter (I)


"Es un problema mental". Con esta frase, atendiendo a la poca concentración de su equipo ante un rival teoricamente inferior, intentó José Mourinho justificar el ridículo del Inter en Bergamo el pasado domingo. Sin embargo, Iván Córdoba, al que muchos han atribuido buena parte de culpa de la derrota contra el Atalanta, vio otros motivos en ese 3-1: "No podemos excusarnos, la Atalanta ha tenido más ritmo y fondo que nosotros". El tema está en que últimamente la lista de equipos que tienen más ritmo y fondo que el Inter se está alargando peligrosamente.

Que algo no funcionaba en el Inter lo pudimos ver ya en el desastroso partido de Champions en Bremen contra el Werder (2-1); sensaciones que se confirmaron en la victoria injusta e inmerecida de Siena en el último partido de 2008. El parón navideño parecía idóneo para recuperar la forma y la entereza del equipo, de vital importancia en la segunda mitad de la temporada e igualmente importante para poder sacar el mayor provecho a la explosividad y velocidad de muchos de los jugadores de la plantilla interista. Sin embargo, lo que nos ha mostrado el Inter en los primeros partidos de 2009 nada tiene que ver con esa idea: empate muy sufrido en casa contra el Cagliari, difícil victoria en la prórroga en Coppa en casa contra un Genoa en inferioridad desde la mitad de la primera parte y, además de la vergonzosa victoria de ayer contra la Roma con el enésimo error arbitral a su favor, la derrota en Bergamo contra una Atalanta plagada de volantes que ahogaron al equipo. Demasiados indicios consecutivos para pensar que sea sólo "un problema mental". Una posible causa, puede ser el menor trabajo físico-atlético que desempeñan los equipos de Mourinho (como él mismo reconoce en el libro 'José Mourinho, ¿por qué tantas victorias?': "se juega como se entrena"), en favor de ejercicios técnico-tácticos. Sea o no esta la razón, Mourinho debe dar rápido con la solución, porque parece que los rivales ya saben como plantear los partidos contra el Inter: pressing alto, ayudas constantes a los laterales (principalmente el derecho) para evitar las entradas de Maicon y de Ibrahimovic y contragolpes rápidos de manera sistemática en cada posesión de balón para obligar al sistema defensivo del Inter, formado por ocho hombres, a hacer más de lo que puede. Para que esto funcione, hay que tener una muy buena condición física, cualidad que reunen la mayoría de equipos italianos.

Físicamente, la Juve, segunda a sólo tres puntos, ofrece una mayor seguridad. Dicen que el trabajo físico y de resistencia es el punto fuerte del preparador de la Juve, Ricardo Capanna, al que hace unos meses, se le atribuyó la culpa del exceso de las lesiones por excedese en la potencialización de la musculatura de los jugadores. La Juve que hemos visto en 2009, contra Siena y Lazio, dos muy buenos equipos, ha dado la sensación de haber trabajado mejor el aspecto físico, de tener, como han dicho, "una marcha más" que el Inter. Porque precisamente los jugadores que mejor hemos visto han sido los de mayor complexión, los 'atletas', los trabajadores, Mellberg y Legrottaglie, mucho más dinámicos y con una mayor capacidad de reacción que Córdoba y Samuel, por ejemplo, y habiéndose enfrentado a rivales tan exigentes como el trío Pandev-Zárate-Rocchi.

lunes, 19 de enero de 2009

Una ocasión desaprovechada, un punto menos


Seguramente lo de ayer sea una ocasión desaprovechada, porque no será muy habitual ver al Inter perder los puntos de tres en tres. Seguramente le podemos pedir más a la Juventus, que tiró medio partido y sólo en el otro medio intentó lograr la victoria. Quizá lo tengamos que dar por bueno, ya que la Juve ha recortado un punto con respecto al líder con un empate en un campo muy complicado y con el equipo, como viene siendo habitual, en cuadro. Seguramente, hoy vale cualquier opinión respecto al partido de ayer. Con la calma que nos otorga el paso del tiempo, ahora podemos sacar otras conclusiones del partido de ayer: la Juve está más cerca del Inter que el sábado. La Juve tendrá una semana favorable a simple vista, pero inevitablemente con la idea de qué podría pasar si...

Pocos, muy pocos, después de aquella desastrosa racha entre septiembre y octubre llena de empates y derrotas, podrían haber imaginado un final de la primera vuelta del campeonato tan positiva para el equipo. Y cuando vuelvan los lesionados (ocho en total), igualar y superar al Inter será algo perfectamente plausible, no será sólo algo de lo que se hable en los bares o en los foros, sino un hecho táctico, porque el grupo ha demostrado su fortaleza en cada partido. Ayer, en Roma, resaltaron los defensas (Mellberg, Legrottaglie, Ariaudo y Molinaro), que aguantaron la presión en todo momento y fueron el sustento del equipo en todos los sentidos, también en el goleador.

Porque no fue un partido fácil para la Juve, ni siquiera fue fácil la vispera, en la que a la ya de por sí larga lista de jugadores lesionados se alargó superando casi los límites de la realidad. Y justamente la ausencia inesperada de Buffon, uno de esos caprichos del destino, fue determinante en el desarrollo del partido, porque de una salida en falso de Manninger en un libre directo de Ledesma desde la izquierda llegó el primer gol de la Lazio a los 24 minutos de juego, objetivamente, jugados en un sólo campo: el de la Juventus. El error de medición del austriaco, que perdió la trayectoria del balón demasiado pronto, nos hizo llevarnos a todos las manos a la cabeza. El lamento era tremendo; la ocasión que podíamos perder, imperdonable. Sin embargo, a los pocos segundos, otra mala acción de Manninger al no blocar un disparo de Rocchi le dio a Pandev un gol cantado que no pudo meter entre los tres palos. Si la Lazio, merecidamente, hubiese marcado el segundo gol, el 1-2 final hubiese sido un auténtico desastre para la Juventus, que marcó el empate la primera vez que salió de la cueva (30'). El cabezazo de Mellberg, abandonado por Radu, en el corner que botó Marchionni, devolvió la igualdad inmediatamente y diseñó un partido más entretenido e igualado.

El árbitro, en una muestra de sus facultades, estuvo bastante benévolo al no señalar primero un codazo de Nedved a Litchsteiner, que hubiese obligado a la Juve a jugar toda la segunda mitad y parte de la primera en inferioridad numérica, y después al no señalar penalti en un contacto entre Rozenhal y el propio Nedved dentro del área. No pasó nada, el partido continuó igual que empezó, con la Lazio volcada al ataque con su tridente magnífico formado por Rocchi, Zárate y Pandev, manejada por Ledesma y Meghni, con Diakité muy seguro atrás a pesar de su inexperiencia, y con la Juventus inexplicablemente esperando atrás. Ninguno sobresalió de la mediocridad del resto: Amauri y Del Piero estuvieron mal y mal asistidos, Marchionni y Nedved desaparecidos, Zanetti no se encontró. Sí lo hizo Sissoko, pero en lo suyo, donde cada día es mejor y Legrottaglie, casi perfecto atrás, haciendo el trabajo suyo y, en ocasiones, el del joven Ariaudo.

Precisamente el malí, se libró un poco de sus torpes funciones y a punto estuvo de marcar un golazo a la Lazio con un derechazo que repelió Carrizo. Fue la señal de un cambio en la actitud de toda la Juventus, muy distinta a la del primer tiempo, y que abrió el partido y lo hizo más interesante. La Juve se alargó, la Lazio tembló por momentos y Dellio Rossi buscó rápidamente la corrección de un 'once' que podía sufrir. Brocchi y De Silvestri entraron para sustituir a Dabo y Meghni, cansados y amonestados, adelantado el peligro constante de Lichsteiner unos metros. La respuesta de Ranieri fue el cambio entre Zanetti, que apenas superó su examen particular, y Marchisio, para no perder presencia en la parcela central. El ulterior cambio entre Zárate y Foggia desató la tormenta de silbidos y abucheos para el entrenador local, ya que para la afición lazial, Mauro es un auténtico ídolo: si aprendiese cuando debe llegar el fin de un regate, sería un jugador realmente estratosférico (y llegará a serlo, porque alguien le enseñará a hacerlo). Así, de momento, parece un egoista con mucha clase desaprovechada. Nada más. Ni que decir tiene que a él tampoco le gustó el cambio y lo hizo saber. Quizá exageradamente. También Del Piero fue sustituido a diez minutos del final por Giovinco, pero en esta ocasión hubo abrazo, no protesta, también porque él mismo sabía que no hizo un partido al nivel que nos había acostumbrado. Aunque que nadie saque las cosas de quicio, que un mala actuación la puede tener sin necesidad de que nadie monte ningún drama. Al final del partido tuvimos el disparo al palo de Legrottaglie y el gol de Foggia que evitó Molinaro in extremis. Dos anécdotas más. Como este último párrafo.

sábado, 17 de enero de 2009

Zanetti - Marchisio, empieza el duelo


La temporada pasada, Cristiano Zanetti se ganó un sitio muy importante dentro del equipo. La mejor demostración de ese status para la afición fueron sus dos asistencias perfectas, precisamente en Roma contra la Lazio y que acabaron con dos golazos de Del Piero (15 de diciembre de 2007: 3-2). Todos recordamos aún hoy, más de un año después, esas cabalgadas de Alex, dos goles providenciales que despejaron de una vez y por todas las dudas sobre la forma física del capitán. Pero esas dos maravillas en forma de goles fueron posibles gracias a dos pases largos, precisos e idénticos, ejemplos perfectos de precisión, que salieron de las botas de Cristiano Zanetti.

Fue muy significativa esa victoria de la Juve en Roma en el 'año cero' del renacimiento del club. Porque, tras ganar también a la Roma, era la confirmación de la vuelta inmediata al máximo nivel. Además del 'descubrimiento' y la validación a otro 'mecanismo' táctico eficaz: las transiciones largas de Zanetti. Para un equipo que en aquel momento tenía como única vinculación con la victoria la inspiración de Del Piero y los goles de Trezeguet se trataba de un recurso extremadamente importante. Pero hoy en día la situación es distinta: la Juve es un equipo mucho más completo y asentado bajo todos los puntos de vista. Es un equipo más sólido y combativo, tiene una mejor organización y disposición del juego, mayor número de recambios (y, por consiguiente de alternativas) y una delantera mucho más completa gracias a la incorporación de Amauri. Pero también gracias a la vuelta al equipo de Claudio Marchisio.

Ese es el 'problema' de Zanetti. Hace un año era el único centrocampista con la capacidad de llevar las riendas del juego del equipo. Hoy, además del mejor Sissoko, tenemos en el equipo el crecimiento constante de Marchisio. En cada partido da un paso más. Y no metáforicamente: cada vez le vemos con más seguridad, con más ganas de participar en el juego y su mirada se dirige, poco a poco, hacia la portería rival. En pocas palabras: no hemos echado de menos a Zanetti con él.

Pero también Zanetti, contra el Catania, como en su primera reaparición contra el BATE, ha cuajado dos partidos espectaculares. No parece haberle afectado la falta de ritmo de juego y se ha reintegrado perfectamente en el equipo. Por otra parte, su ausencia ha sido cubierta perfectamente por Marchisio. El partido de esta tarde tendrá más dificultades de las previstas. Sin Chiellini y con Grygera sancionado, seguramente veremos a De Ceglie en el lateral derecho de inicio. El duelo entre Zanetti y Marchisio obliga a Ranieri a acertar también aquí.

viernes, 16 de enero de 2009

Los records de la Juve


Un regalo perfecto para las fechas navideñas que acaban de pasar para todos los juventinos era el libro recientemente publicado que recopila todos los records de la Juventus a lo largo de sus 112 años de historia. Quien ha marcado más goles lo sabemos todos, porque además es un record que se actualiza casi semanalmente y que sólo el paso de dos días ha dejado en 253 goles la cifra de Alessandro Del Piero. Más difícil es acordarse en qué temporada la Juventus encajó menos goles, marcó más o consiguió más victorias. Así como saber quién fue el debutante más veterano, el jugador que más veces ha salido desde el banquillo o el que ha sido más veces expulsado.

Y ahora tenemos el libro que puede resolver todas estas dudas, ya que allí se reflejan, de manera detallada y explicada, las mejores estadísticas de la Juventus. Una retahíla de todos los records que la Juventus tiene dentro de su historia que se titula "Juventus" de la editorial Mondadori. Es una pasatiempos fenomenal que asegura diversión a todo aquel que pueda comprarlo. Resulta muy agradable leerlo (y usarlo) de manera desordenada, saltando de una página a otra y encontrando los datos más curiosos. Ha resultado muy gratificante la lectura para hacer este escrito, pero en el libro podéis encontrar muchísimo más.

La mejor defensa
Massimo Carrera, Julio César, Jurgen Kohler, Gigi di Agostini y Gianluca Luppi: esta es la defensa que, al menos estadísticamente, puede presumir de ser la mejor de la historia de la Juventus. Fue en la temporada 1991/92, en la cual la Juventus jugó 44 partidos y su portero, Stefano Tacconi, sólo encajó 26 goles. Con la Serie A formada por 16 equipos, el record pertenece a Dino Zoff, que con Scirea, Gentile, Cabrini y Brio encajó sólo 14 goles en la 1981/82.

Más goles en una temporada
Sorprendente. Increíble para muchos: la Juve entrenada por Trappatoni es la que tiene el record de haber marcado más goles en una única temporada: 106 en la temporada 1992/93, en la que la Juve quedó cuarta en la Serie A, fue semifinalista de la Coppa y campeona de la Copa de la Uefa. 54 partidos en total y una media de 1'96 goles por encuentro.

El partido con más goles
Este es un record ya veterano: tiene 82 años el de más goles marcados en un solo partido. Era el 6 de enero de 1927, un Cento-Juventus de Coppa. En la ida, la Juve ganó fuera de casa por 15-0. Con este resultado, pasar la eliminatoria no suponía ningún problema, sin embargo disputar la siguiente fase sí, ya que "por falta de fechas disponibles" el torneo fue anulado.

Más goles en un partido de Serie A
Es un record con un sabor agridulce. Un record extraño. Fue en 1961 contra el Inter Primavera que Helenio Herrera sacó al campo polémicamente como protesta luego de la decisión de la federación de repetir el partido que originariamente se dio por suspendido por invasión de campo y ganado por el Inter. Acabó 9-1, y el gol del Inter fue de un chavall llamado Sandro Mazzola.

El campeonato con más goles
Cuantos más equipos hay, más partidos y la posibilidad de marcar más goles. Como en Italia el número de participantes en la Serie A ha variado a lo largo de la historia, lo dividiremos en tres. La temporada en la que más goles se marcaron fue la 1951/52: en 38 partidos, la Juve de Boniperti marcó 103 goles (2'7 por partido). Con 18 equipos el record es de 92 goles, en la 59/60 y con 16 participantes la ciffra desciende hasta los 75 goles de la temporada 1942/43.

La temporada con más victorias
Marcello Lippi entrenaba a la Juve que en la 94/95 ganó más partidos: 38 victorias en 56 encuentros. 20 de estas victorias se obtuvieron en casa (otro record) y fueron determinantes, al igual que la introducción de los tres puntos por victoria, para ganar el Scudetto y la Coppa.

Más triunfos consecutivos
En la temporada 1931/32 (la segunda del 'quinquenio de oro') la Juventus alcanzó el record de 10 victorias consecutivas, desde el 27 de marzo hasta el 5 de junio, ganando a Alessandria, Bari, Triestina, Pro Vercelli, Bologna, Torino, Lazio, Modena, Brescia e Inter. La racha victoriosa se acabó con un 2-2 contra la Fiorentina el 12 de junio de 1932.

La racha positiva más larga
El acorazado que era la Juventus de Fabio Capello tiene el record de más partidos sumando puntos de manera consecutiva: 28 en la temporada 2005/06. Tras la derrota contra el Milan por 3-1 en la décima jornada, la Juventus no perdió ni un solo partido hasta el final de la temporada. Al final, todo acabó con el calciopoli, que le quitó el título al equipo, pero el record y la fuerza de ese equipo quedarán para siempre.

Las goleadas en Europa
La mayor goleada a favor de la Juve en las competiciones europeas siempre ha sido 7-0. Ahora, las repasamos por competiciones: Copa de Ferias, Juventus - Rumenlange, 7-0, 16 de septiembre de 1970. Copa Uefa: La Valletta - Juventus, 0-6, 15 de septiembre de 1971. Recopa: Juventus - Lechia Danzica, 7-0, 14 de septiembre de 1983. Copa de Europa/Champions League: Juventus - Valur, 7-0, 17 de septiembre de 1986 y Juve - Olympiakos, 7-0, 10 de diciembre de 2003.

Mayor goleador en Serie A
Uno de los pocos records que no ostenta Del Piero. El que más goles ha marcado en Serie A es Boniperti: 178 (y sólo dos de penalti). Del Piero le sigue con 161 (le habría superado contando los 20 de la Serie B) y después están Sivori con 135, Bettega con 129, Hansen con 124, Borel con 121 y Trezeguet con 115 (130 si contamos los 15 de la B).

Más expulsiones
Record curioso, pero de respuesta más o menos previsible: el jugador más veces expulsado fue el mítico Paolo Montero, excelente defensa y particularmente...rudo. Durante sus nueve años de carrera en la Juve, vio 13 cartulinas rojas. En esta peculiar clasificación, en el segundo puesto empatan dos de sus compañeros, Davids y Tacchinardi, con 10 expulsiones. El tercero, con nueve rojas, es, ni más ni menos que Omar Sivori.

El suplente más utilizado
Marcelo Zalayeta es el jugador que más veces ha entrado con el partido en juego. En Serie A, ha salido 68 de sus 85 apariciones desde el banquillo, que se aumentan a 91 si contamos las 23 de Champions League. Aún así, su rendimiento goleador fue siempre aceptable: 34 goles entre Serie A y Copas en 160 partidos con la Juve.

Más años en el equipo
El futbolista que más años ha pasado en la Juventus es Giovanni Varglien. Inició su carrera un 29 de mayo de 1930 y se retiró el 6 de julio de 1947. Coincidió con la Segunda Guerra Mundial y por eso, por la paralización del campeonato, su número de partidos disputados no es proporcional a sus más de 17 años en el equipo: 410 encuentros. Le podría igualar Alessandro Del Piero, que empezó en la Juventus el 12 de septiembre de 1993: lleva 15 años y aún le quedan dos más de contrato.

El debutante más mayor
Nunca es tarde si la dicha es buena. Y debutar con la Juventus lo es. Es lo que debió pensar Giussepe Romano, que debutó con la Juve el 3 de marzo de 1957 a los 38 años de edad. Era el tercer portero en aquel entonces (detrás de Viola y Valvassori) y tuvo un debut casi perfecto: la Juve le ganó 5 a 1 al Inter y el gol interista fue de penalti.

El jugador con más records
Alessandro Del Piero es el jugador con el honor de contar con más records a lo largo de los 112 años de historia de la Juventus. A continuación detallamos algunos:

·582: los partidos con la Juve
Es el que más partidos ha jugado por encima de todos. Detrás de él está Gaetano Scirea (552) y Beppe Furino (528). Entre los juventinos en actividad en la actualidad le sigue Pavel Nedved con 305 partidos disputados.

·85: los partidos de Champions League
Alex es el jugador de la Juve que más partidos de la Champions League ha disputado. Son 85, y la cifra podría ascender a 88 si contamos los tres de las rondas previas. En estos partidos de Champions ha conseguido anotar 41 goles (más dos si contamos las previas), que son otro record.

·253: los goles marcados con la Juve
También es él el máximo goleador de la historia de la Juve. Dejó a Boniperti en el segundo puesto hace tres temporadas (179 goles) y después están Bettega (178), Sivori (167) y Trezeguet (160).

·52: los goles de penalti
Suyo también es el record de mayor goleador desde el punto de penalti con 52 tantos, por delante de Baggio (38), Orsi (19) y Platini (18). Como curiosidad, ha fallado 13 penaltis en toda su carrera.

·17: los títulos ganados
También es el jugador que ha ganado más títulos con la Juve: 7 scudetti, 1 Coppa de Italia, 4 Supercopas italianas, 1 Champions League, 1 Copa Intercontinental, 1 Supercopa de Europa, 1 Copa Intertoto y 1 campeonato de Serie B.

·0: Las competiciones en las que ha jugado sin marcar.
Ha sido el que ha participado en más competiciones diferentes (10) y ha marcado absolutamente en todas. También en la Intercontinental: 1 partido, 1 gol.

jueves, 15 de enero de 2009

Una Juve perfecta, un 3-0 corto


Que el estado de ánimo incide en los resultados de cualquier equipo es algo que ya sabíamos. Y a esa demostración es a lo que asistimos ayer, en uno de los mejores partidos de la Juventus en esta temporada. Y gran parte del mérito debe atribuirsele al entrenador, que ayer, saliendo con una formación con muchos habituales, lanzó un mensaje al equipo sobre la gran importancia del partido. Fue Del Piero, no podía ser de otra manera, el primero en recibir el mensaje y en trasladarlo al campo con una (otra más) actuación prodigiosa: decenas de pases preciosos, acciones espectaculares, una asistencia, dos disparos al palo y un gol para culminar un partido sencillamente brillante de todo el equipo. Desde el primero hasta el último. Desde el incio hasta el final. Aunque quizá aquí deberíamos hacer un inciso: si tuviesemos que puntuar a cada jugador de la Juventus sería objetivamente imposible hacerlo con Buffon, Grygera, Legrottaglie, Ariaudo y De Ceglie. Al menos en fase defensiva.

Sí, porque el Catania no causó ningún peligro y sólo podemos darle un tiro a puerta en todo el partido, aunque si ningún peligro y realizado a diez minutos del final. Y eso a pesar de la supuesta superioridad numérica que poseía el equipo de Zenga en el medio del campo con la inclusión del 4-3-1-2 que fue su tumba. Zanetti y Sissoko anularon a Dica, una apuesta perdida de Zenga, mientras que Marchionni y Giovinco sacaron partido de la debilidad de jugar sin bandas, amargando la noche de Silvestri y Silvestre respectivamente. En resumen, la noche fue perfecta, repleta de buenas noticias: el equipo jugó bien, rápido, con sentido y dominando; el buen regreso de Buffon y Zanetti a la titularidad; el debut de Ariaudo, sin problemas, al lado de Legrottaglie, y el recital de Giovinco, titular en la izquierda, con Del Piero y Amauri arriba. Especialmente destacable dentro de estas noticas es la vuelta de Cristiano Zanetti, que le dio otro aire, el suyo, al equipo. Sin desmerecer la excelente labor que Marchisio ha desempeñado durante estos dos meses, derrochando corage y calidad, Zanetti dota al equipo del sentido de juego necesario en la Juventus, aporta experiencia y seguridad y rapidez y agilidad a la hora de la creación. Él, como vimos la temporada pasada, puede ser un excelente compañero para Alessandro Del Piero, además de que su incursión en el equipo supondría un reparto de funciones entre el capitán y él.

La vuelta a la competición contra el Siena nos había dejado una cierta preocupación a todos: juego lento, horizontal, sin profundidad y tres puntos sólo gracias a la única aparición de Alex Del Piero de libre directo. Pero ayer no: desde el inicio se vio una Juve agresiva, que no quería sufrir el castigo que el Catania le aplicó en la Serie A. Siempre en busca de la portería de Bizzari y a los cinco minutos ya teníamos el primer gol, merecido: centro desde la izquierda de De Ceglie, rechace de Bizzarri para evitar el remate de Del Piero y balón al fondo de las mallas de Marchionni, que sigue mostrando que no tiene por qué ser el sustituto de nadie. El Catania, sin embargo, reflejó todos los miedos de un equipo en claro descenso, que no ha ganado aún fuera de casa, y que no quiere sufrir para evitar el descenso, por lo que la Coppa quizá era un estorbo más que un estímulo.

Para la Juve no. Fue todo lo contrario. Ayer fue un día de fiesta: contamos veinte intervenciones de Bizzarri. Unas más fáciles, otras más difíciles, pero mostró una habilidad especial (como hizo en Serie A) para desbaratar los intentos de gol de la Juve (aunque también el defecto de no blocar ni uno de los disparos), especialmente los de Amauri, quizá algo descentrado pensando en pasaportes y selecciones. En la reanudación vimos un momento curioso, también con el meta argentino como protagonista: empezó sin él en la portería. Quizá imaginaba lo que se le venía encima... La Juve lo hizo igual de bien tras el descanso que antes: sin relajación y agrediendo a un Catania empequeñezido al mínimo y desmotivado. El peligro seguía en las bandas, principalmente en la izquierda, donde Giovinco se reivindicó para pedir más espacio en el equipo. El resultado admitía sorpresas y sobresaltos hasta que precisamente él apareció para culminar con maestría y de volea una acción de Del Piero, que después, con la izquierda, haría su merecido gol. Dos meses después, la Juve se encuentra en el mismo punto que en el comienzo del período complicado. Pero en una situación completamente opuesta. La primera prueba superada con éxito fue la del Catania, ahora toca ganar a la Lazio para cerrar la primera vuelta del campeonato. Los éxitos están en el horizonte. Cada vez más cercano.

lunes, 12 de enero de 2009

Un gol para tres Scudetti


Antes de que la Juventus conquistase la decimosegunda victoria, la que le confirma como principal opositora al Inter, ya a 'sólo' cuatro puntos, desde uno de los fondos del estadio, se desplegaron dos Scudetti visibles a un kilómetro de distancia; uno con un enorme 28, el otro con un 29 aún más grande. En medio, de conjunción, una pancarta que rezaba "riprendiamoceli" (volvamos a cogerlos); la inevitable respuesta de la juventinità a la vergonzosa sentencia con que culminó el jucio a Moggi por el caso Gea. Después de que la Juventus, no sin problemas, ganase al Siena de Giampaolo, que plantó cara y resisntencia en todo momento, las ganas de recuperar lo robado y de vendetta no se aplacaron, sino que se adjuntaron al sueño de arrebatar, en el campo, otro título más al Inter, enemigo íntimo desde el calciopoli. Ahora que el equipo de Mourinho se ha vuelto una presa más que alcanzable, la rabia del pasado, unida al orgullo del presente, deben unirse en una sola cosa: ambición.

Cuatro puntos de desventaja del líder que sirven para darnos una idea de que la rehabilitación de la Juve se está cumpliendo con más premura de la prevista, si bien la victoria de ayer fue algo aburrida y se consiguió 'sólamente' gracias a un gol de Alessandro Del Piero de libre directo, que, en su caso, parecen penaltis. Una combinación entre Nedved, Alex y Amauri, propició una falta y su consiguiente ejecución perfecta, letal para un desconcertado Manitta. Con la enésima maraviglia del capitán, y sólo así, pudo la Juve derribar la barrera toscana y, sobre todo, salir de una situación bastante parecida a la que el sábado le costó el empate al Inter contra el Cagliari. En el caso de la Juve no tuvo nada que ver con el turrón (el panettone en Italia), ni la relajación, sino más bien fue causado por una lenta circulación de balón y una mala interpretación de una situación táctica que invintaba, desde el principio, a atacar por las bandas. Un defecto que Ranieri tendrá que corregir en muy poco tiempo, porque la persecución al Inter no admite fallos. Y la ilusión en millones de aficionados tampoco. Precisamente Del Piero, que nos dio los tres puntos, tuvo un partido así, sin aparecer demasiado, sin dejar destellos del genio que es, un poco duro: al final, firmó la victoria, pero su actuación discreta fue la personificación de todo el equipo. Y esperemos porque no sea un sintoma de nada, más allá de la dependencia que esta Juve pueda o no tener de él. Por lo demás, en un partido como el de ayer, después de vacaciones y con la trascendencia que adquirió, sólo contaba ganar y la Juve lo hizo, sin jugar bien, pero con el estilo de siempre, como siempre.

Pero, analizando el partido, hay que resaltar también la parte negativa: la Juventus no jugó bien. No se metió bien en el partido y se dejó contagiar por el ritmo lento y horizontal del Siena. Porque, además del gol ya señalado de Del Piero, un disparo del propio Alex y un cabezazo que falló Amauri cuando estaba solo ante la portería, la Juve no hizo nada más. Aunque, siendo sinceros, Manninger no tuvo demasiadas preocupaciones: nada más que un disparo de Ghezzal y un tiro lejano de Kharja que despejó Grygera, el más débil de una línea defensiva que ayer comandó la experiencia de Legrottaglie y el empuje de Molinaro. Un Grygera que fue amonestado y acarrea una suspensión que le impedirá jugar el próximo domingo, cuando la Juventus tendrá que intentar parar a Pandev y Zárate. Esperamos que para entonces esté recuperado Chiellini, de lo contrario, Ranieri volverá a verselas mal para sacar el 'once'. Aunque tampoco es nada nuevo...

Además de esto, ayer volvimos a ver a Zanetti y Poulsen, que salieron sustituyendo a Sissoko y Marchisio, la pareja, suponemos, titular. Quizá fue casualidad, pero la salida del malí coincidió con el momento de mayor presión y dominio del equipo de Giampaolo, quizá era inevitable que antes o después pasase algo en el área de Manninger. O quizá no fue casualidad. El Siena mejoró con el paso de los minutos, las sustituciones, algo inversamente proporcional a la fatiga que acumulaba la Juventus. Si bien no pasó nada que hiciese peligrar la victoria de la Juventus, que en líneas generales podemos calificar como merecida y vital para la lucha por el Scudetto. Para las estadísticas sería el 28º, para nosotros, el 30º.

viernes, 9 de enero de 2009

Ahora deberían cambiar las cosas

Sorpresa, sorpresa: Moggi ya no hizo nada, o, más bien, hizo poco. La sentencia del tribunal en el juicio de ayer del caso Gea desmonta cualquier teoría de conspiración, rebaja los hechos, las penas y podría tener fuertes repercusiones en las próximas condenas del juicio que empezará el próximo día veinte en Nápoles con los árbitros en el ojo del huracán.

Confiar en la justicia (deportiva y ordinaria) italia ya no es un acto de fe, sino de esperanza. Han pasado muchas cosas desde hace dos años a esta parte: ¿pero como es posible que se proponga una condena de seis años por sociedad delictiva y se quede en una sentencia irrisoria que anula cualquier teoría de las que habíamos barajado hasta ahora? Porque ña condena a Moggi padre e hijo equivale casi a una absolución (que posiblemente llegará con su apelación) En el enésimo golpe de efecto de todo este turbio asunto, todo ha quedado del revés. La justicia se ha metido en un laberinto oscuro del que será difícil salir. Un proceso que deja miles de dudas, heridas a millones de aficionados y unas consecuencias imborrables. Esta vuelta de tuerca (podemos decir que antepenúltima) repercutirá, seguro, en el futuro juicio de Nápoles, cuyas decisiones repercutirán a su vez en lo que decidió la justicia deportiva en su día. Hablando en claro: si las sentencias del próximo juicio son de tan livianas como las de ayer, se tendrá que discutir (en favor de la Juventus) sobre el Scudetto anulado y el que se entregó al Inter (absurdamente, y sólo por interés del fútbol italiano en Europa) por parte de la Figc, después de interpretar a su modo las conclusiones de un polémico comité de sabios.

Ya han salido los que dicen que la justicia deportiva y ordinaria corren por diferentes cauces y planos, pero, con todos los juicios concluidos, esta tesis será completamente insostenible, porque desde el primer momento se ha llevado por la vía penal y no deportiva. Sin tener que ser altaneros o populistas, hay que decirlo claramente: si se desechan las acusaciones contra los directivos, se desarbolan las tesis de delincuencia y si finalmente se tumba el último argumento de la acusación, habrá, prácticamente, que reescribir la historia del deporte moderno en Italia. Todavía quedan (y posiblemente nunca se irán) muchos interrogantes y los juicios se pueden alargar hasta el infinito, pero desde ayer, hay algo que no cuadra.

No es de buen gusto remover estas historias, pero es lo que hay que hacer. Alguien intentó colocar a la Juve una culpa que no era suya. Y posiblemente, ni siquiera de Moggi. Sorprendente. Es de locos. Lo que hizo Moggi, lo sabemos todos. Pero ahora no es culpable. Falta el último paso, que se empezará a dar, repetimos, el próximo día veinte. Si las dudas no se aclaran ahí, todo lo que ha pasado en estos años no tendrá ninguna validez, ni moral, ni deportiva, ni jurídica. Las cosas deberían cambiar para volver a ser como antes. La Juve será campeona legítima de 29 Scudetti. Debería hacerse justicia, que es lo que siempre se ha querido: quien haya errado, que pague, pero quizá hubo mucha prisa en buscar y encontrar un culpable y pocas ganas de hacer justicia. El futuro, por primera vez, dictará el pasado. Esperamos la justicia de mañana y la de ayer.

martes, 6 de enero de 2009

Problemas de pareja


Con la llegada del año nuevo y la vuelta de los lesionados, llegan también a la Juve los 'problemas de pareja'. Mucha gente, todos buenos y sólo once puestos disponibles. Ha empezado la hora de los duelos, de la lucha por ver quién se gana un lugar en el equipo titular. Hasta ahora no había pasado nunca, ya que por la cantidad de lesiones, las alineaciones no tenían decisión, no había pugna por un puesto: era un 'once' de obligación, que hizo de la necesidad, virtud. Fue una Juve teoricamente 'incompleta' la que le ganó por dos veces al Madrid magistralmente. Y fue también una Juve teoricamente 'incompleta' la que fue capaz de acabar con la crisis, a reponerse en la Serie A y a ganarse por derecho propio el papel de anti-Inter. Aunque también hay que recalcar que fueron precisamente las lesiones, las que determinaron en gran parte el duelo contra el Inter, ya que mientras Mourinho tenía al 100% del equipo a su disposición, Ranieri encima tuvo que renunciar a Tiago a los pocos minutos.

Vuelve Buffon, pero Manninger lo ha hecho muy bien

Perder al mejor portero del mundo no es algo fácil de superar para ningún equipo, pero la Juve ha conseguido con Manninger tener igual de alto el listón defensivo, hasta el punto de que no hemos tenido que echar en falta a Buffon. La defensa no ha perdido ni un ápice del gran equilibrio exhibido la pasada campaña y el austriaco impuso su estilo, nada estético, pero muy efectivo. A pesar de tener ciertos momentos de nerviosismo, nunca jugó un mal partido y ha acompañado a la Juve a las posiciones nobles de la tabla gracias a sus paradas. Ahora llega el momento de ceder los guantos al teórico portero titular, algo que, a pesar de no haberse convertido en opinable, pues nadie duda de la calidad de Buffon, parece que no se hará con ninguna precipitación. Hoy jugó contra el Mónaco. No lo hará contra el Siena, su próximo partido oficial será en Coppa frente al Catania.

Con el regreso de Poulsen, Zanetti y Tiago, será una lucha a cuatro por un puesto

La decisión más complicada para Ranieri estará, sin duda, en el centro del campo. Hasta ahora, han faltado habitualmente Poulsen, Zanetti y Tiago y, por fuerza, han jugado juntos (y siempre bien) Sissoko y Marchisio. Además, los números están de su parte, cada vez que Claudio y Momo han sido titulares, la Juve ha ganado. Ahora regresa Zanetti, de lo mejor durante la pasada campaña; Tiago, que tan bien jugó cuando fue llamado a filas; y Poulsen, una de las estrellas del verano. Con Sissoko absolutamente inamovible por su aportación continua, por sus movimientos, con sus robos y su rápidez para armar la jugada tras la recuperación, será el joven Marchisio el que tendrá que 'partirse la cara' con los que se reincorporan. La lógica del verano invita a pensar que finalmente se consolidará la pareja formada por Sissoko y Poulsen, que nos dejó buenas actuaciones siempre que jugaron juntos. Pero la temporada ha marcado otro camino.

Camoranesi y Marchionni: una banda, dos estilos

Si difícil será la decisión a tomar en el centro, en el ala derecha no será menos. Algo impensable hace unos meses, cuando Camoranesi era el único con calidad en el centro del campo y, por consiguiente, indispensable para Ranieri. Mientras, Marchionni era un expediente X, envuelto siempre en lesiones y con apariciones decepcionantes cada vez que entraba en el equipo. Ahora, la situación ha cambiado: es Camoranesi el que está teniendo continuos problemas y parece estar algo descentrado. Marchionni le ha dado velocidad y fluidez al juego del equipo. Aún así, nadie duda de la clase y los servicios del italiano de Tandil, pero no se trata sólo de una cuestión técnica. El entrenador tendrá que valorar todos los pros y los contras y esperar, sobre todo, a que Mauro vuelva al 100% física y mentalmente.

La delantera, una lucha entre estrellas y goleadores

Si historicamente la Juve ha tenido un problema, ha sido el de la abundancia de delanteros (de ahí la marcha de Di Vaio, Miccoli o Zalayeta). Pero el dilema ahora es realmente importante, porque la calidad que hay en juego es mucha, algo que va ligado al peso de las decisiones: ninguno de los cuatro delanteros se siente menos que los demás y, con todos disponibles, saber quién jugará podrá ser una pregunta de trivial. En pretemporada, pocos dudaban sobre Amauri y Trezeguet, pero ahora que el brasileño se ha convertido en una estrella mundial, el debate es más que lícito. Aunque David es un delantero letal como pocos y teoricamente imprescindible, una lesión le apartó del equipo y Amauri aprovechó su ausencia para subir puestos en la escala de valores. Por otra parte, están Del Piero y Iaquinta, aunque el debate aquí prácticamente es nulo: sus temporadas han transcurrido por caminos absolutamente opuestos. Mientras uno ha ido agrandando su figura, el otro apenas ha podido jugar por sus continuadas lesiones tan inoportunas. Aunque todos tendrán ganas de jugar. Y esto sin contar con Giovinco, que también quiere (y debe) jugar más. Hasta hoy, Ranieri casi nunca ha podido decidir, sino que se ha adecuado a las lesiones de turno. Ahora puede y tiene que elegir. Veremos cómo lo hace.

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