Questa Juve fa già paura


Para recuperar la dignidad perdida todo viene bien. En otros tiempos, este partido de Coppa hubiera sido más un estorbo, pero el partido del Tardini demostró que la Juve es un equipo serio que hace bien las cosas. Tras el 5-1 al Livorno, llega la goleada 1-3 al Parma que mete miedo a nuestro rival de octavos, el Empoli.
La victoria ante el Parma llegó a base de esfuerzo y humildad, porque la paciencia es la virtud de los grandes, también en el fútbol, que necesita masticar y masticar algunos conceptos para llegar a la meta.
En la vuelta de Ranieri a Parma, esta vez como rival, dejó fuera a varios de los titulares en la victoria ante el Livorno como Del Piero, Nedved, Criscito ó Zanetti; por lo que la Juve salió con Buffon en puerta (significativo que el portero titular juegue también la copa); Zebina, Andrade, Legrottaglie y Chiellini por delante; un doble pivote con la dupla Tiago-Almiron y Salihamidzic en la derecha, con el polivalente Nocerino en la banda zurda; en la punta estuvieron los goleadores del sábado, Trezeguet y Iaquinta.
En esta ocasión los goles no vinieron a cargo de los puntales, sino que Molinaro, Almiron con un libre directo impresionante y Salihamidzic marcaron para batir a un Parma que, aunque se puso 1-2 con un gol de penalti de Castellini, nunca dio la sensación de poder sobreponerse al dominio juventino. Parecia que el empate sería imposible ante un equipo que controlaba, que contenía al rival; un equipo más nítido, más hecho, un equipo que continua creciendo. Sí, queda mucho trabajo por hacer, pero ya se ve cohesión, ganas, 'hambre'.
No fue un partido brillante, la verdad. Ayudado porque las eliminatorias directas en Italia hace que los equipos salgan con más prudencia. Sin ir más lejos, Di Carlo, actual técnico del Parma, ex del Mantova, que ganó el año anterior los dos partidos a la Juve, salió con un equipo muy conservador con un solo punta y con dos extremos con la consigna clara de bajar a defender cuando no se tenía la pelota para crear superioridad numérica en el centro del campo. Para poder romper el entramado parmesano, Salihamidzic y Nocerino tuvieron que alternarse, ya que el centro del campo del Parma tenía una misión muy clara: anular a Almirón. Tiago, en su debut oficial con la Juve tampoco fue el de años anteriores, aunque apenas perdió balones y se mostró bastante seguro. Además, a cargo de él corrió la primera oportunidad del equipo, al ponerle un balón a Iaquinta que el ex Udinese remató alto.
Tras un inicio complicado, el equipo de Ranieri fue progresando poco a poco. La Juve iba ganando metros y las ocasiones caían por sí solas, un indicativo del perfecto entendimiento entre Trezeguet y Iaquinta. Ya en el 32', Pavarini salvaba milagrosamente al Parma al detener un gran disparo de Trezeguet, que recogía el balón de los pies de Iaquinta. Un mensaje para Del Piero y Palladino, sobretodo para este segundo, que seguro que no le gustó nada empezar el partido en el banquillo y salir a los diez minutos del final.
Aunque con pocos efectivos, el Parma nunca renunció al ataque, si bien es cierto que Buffon nunca corrió un excesivo peligro, ya que tuvo delante una muy buena defensa, sobretodo con Legrottaglie, qur tuvo la mala suerte de lesionarse por lo que no salió tras el descanso.
Ya en la segunda mitad, Ranieri se dió cuenta que el partido necesitaba frescura, algo distinto, por lo que metió a Molinaro en el lugar de Nocerino. Con un equipo más ordenado y con más sentido llegó el mejor juego de la Juve. En un saque de esquina de Tiago, Boumsong pudo marcar el primero de la nochel, pero se fue fuera. Su error lo corrigió el recién entrado Molinaro minutos más tarde tras rematar al fondo de la red de Pavarini un magnífico centro de Chiellini. Cuando se vió por detrás en el marcador, Di Carlo metió en el campo a Morfeo, y el Parma mejoró; incluso Parravicini estrelló un gol contra el poste de Buffon. Il raddoppio de la Juventus llegaría tres minutos después del susto del Parma. Almirón lanza un zurriagazo de falta directa desde el centro del campo que se cuela en la puerta de los locales con la inestimable ayuda de la barrera. Un minuto después, el colegiado señalaría el penalti de Zebina sobre Budan que Castellini se encargó de transformar, dándole algo de emoción al encuentro. Ya a siete minutos del final, Salihamidzic fusilaba las ilusiones locales tras recibir un balón rebotado de Rossi que, tras golpear en Paci, batía a Pavarini, sellando la clasificación para octavos de final.
La última vez que la Juventus ganó al Parma en el Ennio Tardini en Coppa, el trofeo acabó siendo para los bianconeri.















