domingo, 9 de mayo de 2010

Vergüenza a la máxima potencia


Como es costumbre, nadie ha estado a la altura. Ni hoy ni durante toda la temporada. La Juventus, como equipo en el campo, pero también como sociedad ha certificado hoy un fracaso absoluto y vergonzoso a todos los niveles; el de la dignidad incluido. Es inaceptable en el fútbol desarrollado que los ultras consigan parar un partido con sus peleas. Y es especialmente escandaloso que esto ocurra en el estadio de la Juve, donde estos hechos se han ido sucediendo durante toda esta temporada ¡Y todavía no existen medidas al respecto! No se sabe por qué, después de varias situaciones de peligro manifiesto que se han vivido esta temporada en el Olimpico, lo más parecido a un miembro de seguridad que hay en el estadio son los Stewards o acomodadores. No le toca a Del Piero acudir a la grada y calmar los ánimos de los ultras. No. Es más, el capitán lo hizo mal: dialogo cero con los terroristas de los estadios. Las palabras sobran, se necesitan hechos concretos. Y se necesitan ya. No apareció ningún miembro de la policía ni nadie de la seguridad autorizada. Se necesita una reflexión a fondo en este aspecto: o se apuesta por la seguridad de manera decidida y se lucha contra los violentos o el nuevo estadio no tendrá ningún sentido. No si la gente normal (y lo podemos decir sin ningún remordimiento, porque los que van a pelearse a un estadio de fútbol son subnormales) no tiene opción de vivir un partido de fútbol normal.

Identificar a los causantes de los altercados del partido de ayer debería ser fácil, aunque podría haberlo sido más con la actuación inmediata de los cuerpos de seguridad: los estadios, desde la muerte de Gabriele Sandri, cuentan con tornos en todas sus entradas que registran la entrada de cada espectador, por lo que esa gente está identificada. Más fácil aún conocer los datos de los aficionados del Parma que empezaron la guerra: eran unos doscientos y todos registrados con la famosa “tarjeta del aficionado” para los visitantes. Sus datos están registrados, pero, como siempre, todo pasará: el partido terminó, habrá una (otra más) sanción económica para la Juventus (cuesta imaginar cómo uno de los equipos más poderosos del planeta es incapaz de identificar la entrada de explosivos a su estadio) y todo igual hasta que, sin que nadie ponga remedio, ocurra otra desgracia. Hemos llegado a un nivel en el que ni los propios jugadores pueden sentirse seguros. Y esto debe preocupar mucho más de lo que lo hace.

Y todos estos incidentes se produjeron en un partido en el que no se jugaba nada. Aunque seguramente el objetivo de los ultras del Parma era el de reventar el partido en Turín. Conseguido. El que tenía la Juventus no: este año ha perdido todo lo que podía perder. Ahora será séptima y tendrá que jugar también la previa de la Europa League. Lo peor en un año de Mundial: los objetivos empezarán a decidirse sólo un par de semanas después del final del Mundial, algo que complica ya la próxima temporada y la preparación de pretemporada (ingresos económicos incluidos). Los jugadores de la Juventus no salieron con la tensión adecuada: en el banquillo, los suplentes Trezeguet y Camoranesi ocupaban sus asientos con una sonrisa adornándoles la cara, mostrando su total falta de respeto, ya no sólo de compromiso, que estaba fuera de toda duda, por el club y por la afición. En el campo esa falta de tensión se traducía, por momentos, en fluidez en la acción ofensiva de la Juventus: Melo llegaba al área con cierto peligro y abriendo el campo y los tres de arriba combinaban con acierto.

Fue precisamente un lanzamiento en largo de Melo, recogido y dejado por Iaquinta, lo que propició el gol de Del Piero, que prácticamente solo tuvo que empujarla, aunque con suerte, ya que el balón pasó entre muchos jugadores. Aunque con ligereza, la Juventus jugaba mucho mejor que el Parma, que vino a Turín a visitar la Síndone y se encontró con tres puntos que no mereció. El primer gol de Lanzafame rebotó en Chiellini. No lo celebra. El segundo viene ocasionado por un error en la marca de Cannavaro, que deja suelto a Crespo; Buffon logra detener su disparo, pero el rechace le cae a Lanzafame que, sin celebrarlo tampoco, volvía a marcar. Poco influyeron los cambios de Zaccheroni: Trezeguet entró por Poulsen y Candreva por Diego (todavía…). Biabiany hizo a la contra el tercero y el segundo de la Juve lo marcó Iaquinta en el descuento y en fuera de juego. Suena a tópico épico de ganar títulos aunque no se merezcan. Pero en la Juventus fue al revés: la de ayer es la séptima derrota en casa de la temporada, record absoluto de la historia del club y la decimoquinta en el campeonato (sólo falta perder en San Siro el domingo para igualar el record negativo de la 61/62). Y Zaccheroni todavía tiene cuajo para proponerse como futuro ct italiano. Pues yo también, oye.

5 comentarios:

No cuesta imaginar cómo uno de los equipos más poderosos del planeta sea "incapaz de identificar la entrada de explosivos a su estadio" porque, simple y llanamente NO ES SU ESTADIO.

Italia está governado por los ultrà, y no sólo en el fútbol debido a que en ese país hay ultras y "antis" para todo. En lo concerniente al calcio, en más de una vez se ha puesto en discusión en la Bota si tiene sentido responsabilizar a un club de los hechos que ocurren en una propiedad que no es suya y, por ello, no es responsable directa del mantenimiento o del control en el acceso. Quien sí es responsable no quiere asumir su responsabilidad y la Lega Calcio le sale a cuenta multar, pero claro, a Platini lo llamaron "antiitaliano" por no dar la organización de la Euro 2012 a Italia y seguramente dirán lo mismo cuando le den a Francia la del 2016...

Dante dmateojfc@yahoo.es

asi es... como se yo o sabe la juve que hace el Cuerpo Administrativo del Torino en sus jugeos... muy facil podrian ser los hinchas del Torino que meten los petardos el Sabado para que sean usados quizas por ellos mismos Disfrazados de juventinos y asi provocar alguna multa o sancion al equipo.. el odio entre Fanaticos del torino y Juve es inevitable y por consieguiente puede llegar a hacerse de todo por el simple hecho de ser rivales! de casa!.

No podemos mirar a otro lado: la Juventus es responsable de lo que pasa en el Olimpico de Turín mientras está usando ese estadio. Tiene un contrato de alquiler con el Ayuntamiento de Turín que responsabiliza a la Juventus del mantenimiento y control del estadio. Es decir, si hay stewards o acomodadores, no están ahí puestos por el Ayuntamiento. Están porque la Juventus les paga para que estén. Si no hay seguridad privada, no la hay porque la Juventus no la paga.

Otra cosa es que no haya policia como tal. Me parece un verdadero escándalo por parte de las administraciones italianas. Esto sí que no es responsabilidad de la Juve. Pero sí lo es empujar para que esta situación se solucione de una vez por todas.

Bah, ha sido igual con el Delle Alpi, sólo que los ultrà no estaban tan radicalizados (y con razón) como ahora. Si no hay seguridad privada debe ser porque el contrato de alquiler así lo señala. Como sea, la responsabilidad no es del (los) club(es), sino de la cabeza del calcio italiano.

Dante dmateojfc@yahoo.com

No, Dante, no tienes razón. Es cierto que la Figc tiene su parte de culpa por no hacer más extrictas las medidas de seguridad obligatorias. Pero también hay que ver que los acuerdos fijados por el reglamento son de mínimos (muy mínimos en el caso de Italia) y estos pueden ser superados. Es responsabilidad de la Juventus mejorar esas directrices o no hacerlo. Y la Juventus, a pesar de todos los problemas que hemos tenido este año, no lo ha hecho. Por lo que la responsabilidad final es suya.

Un saludo

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