Siena - Juventus, 0-1
Siena (4-3-1-2): Curci, Terzi (14’ st Rosi), Ficagna, Brandao, Del Grosso; Vergassola, Codrea (38’ st Paolucci), Ekdal; Jajalo; Calaiò (29’ st Reginaldo), Maccarone. A disposición: Ivanov, Garofalo, Rossi, Jarolim. Entrenador: Micarelli (Gianpaolo sancionado).
Juventus (4-3-1-2): Buffon; Grygera (1’ st Caceres), Legrottaglie, Chiellini, Molinaro (10’ st Camoranesi); Poulsen, Felipe Melo, De Ceglie; Diego (43’ st Sissoko); Amauri, Trezeguet. A disposición: Manninger, Cannavaro, Grosso, Giovinco. Entrenador: Ferrara.
Estadísticas Siena: Tiros 6, Tiros a portería 2, corners 2, fueras de juego 6, Posesión de balón 33,4%.
Estadísticas Juventus: Tiros 12, Tiros a portería 1, corners 4, fueras de juego 9, posesión de balón 66,6%.
Árbitro: Tagliavento. Amonestó a Legrottaglie, Camoranesi y Codrea.
Goles: 27' st Amauri.Siena (4-3-1-2): Curci, Terzi (14’ st Rosi), Ficagna, Brandao, Del Grosso; Vergassola, Codrea (38’ st Paolucci), Ekdal; Jajalo; Calaiò (29’ st Reginaldo), Maccarone. A disposición: Ivanov, Garofalo, Rossi, Jarolim. Entrenador: Micarelli (Gianpaolo sancionado).
Juventus (4-3-1-2): Buffon; Grygera (1’ st Caceres), Legrottaglie, Chiellini, Molinaro (10’ st Camoranesi); Poulsen, Felipe Melo, De Ceglie; Diego (43’ st Sissoko); Amauri, Trezeguet. A disposición: Manninger, Cannavaro, Grosso, Giovinco. Entrenador: Ferrara.
Estadísticas Siena: Tiros 6, Tiros a portería 2, corners 2, fueras de juego 6, Posesión de balón 33,4%.
Estadísticas Juventus: Tiros 12, Tiros a portería 1, corners 4, fueras de juego 9, posesión de balón 66,6%.
Árbitro: Tagliavento. Amonestó a Legrottaglie, Camoranesi y Codrea.
En busca de una identidad táctica, la Juventus ganó ayer tres puntos, costosos trabajados, y aburridos para el aficionado, perfectamente reflejados con el 0-1 al Siena, pero al fin y al cabo merecidos y, más importante aún, que dejan lugar a la esperanza: tras la racha negativa, el camino que ha tomado el equipo puede ser el correcto. Por lo menos, el equipo de Ferrara no jugó bien, pero tuvo la suficiente madurez o cattiveria, como dicen allí, para llevarse los tres puntos que, por cuestiones obligatorias de la clasificación, estaba prohibido perder. Así, si sólo un optimista desbordado estaría satisfecho, no resaltar los aspectos positivos sería cuanto menos descortés hacia el técnico y el equipo, que ayer, por lo menos, no sufrió, no se vio asediado e impotente. Y eso ya es un paso adelante después de la peligrosa espiral en la que se había adentrado la escuadra.
Quedan aún en suspenso muchas dudas sobre el equipo y sobre algunos (bastantes) jugadores en particular; empezando por la falta de ritmo que evidencia el equipo en cada partido y que no pasa por alto con tres puntos. Porque la Juventus, ni esta ni ninguna, no puede prescindir de la rabia, de la garra, de la potencia y de las ganas que le han hecho ganar a lo largo de su historia. Porque más importante que el sistema elegido por el entrenador (ayer Ferrara probó tres durante el partido), es la manera con la que los jugadores lo aplican y ahí a la Juventus le falta tensión y vivacidad. Sobre todo por las bandas, donde la Juventus tiene un problema desde hace años que se está enquistando y que representa la urgencia más preocupante (no en vano, se trabaja para la llegada de un lateral derecho en enero). La deprimente y desconcertante actuación de Molinaro, destrozado también desde el punto de vista psicológico y que seguramente no seguirá en el equipo en la segunda vuelta; unida a la flacidez y la desidia de Grygera por el otro costado (su cambio fue clave en el transcurso del partido), han sido los puntos más débiles de una Juventus para nada brillante en Siena. Si además le añadimos un Diego que, por una parte resulta decisivo con su enésima asistencia a balón parado, pero que por la otra no consigue ser Diego, retrasando demasiado su posición sin inspiración para que ello sea productivo, sin hacer lo que debería hacer un 10 y siendo, como alguien ha dicho, un simple 2+8, cumpliendo con las características de un centrocampista cualquiera y ayudando en defensa.
En vista de la sobrecarga de partidos que se avecina (Sampdoria el miércoles, luego el Nápoles el sábado, de nuevo el Maccabi entre semana y la Atalanta el domingo), Ferrara dio descanso a Cannavaro, Grosso y Camoranesi, partiendo con la defensa que hizo sólida Ranieri: Grygera, Legrottaglie, Chiellini y Molinaro. Por delante de ellos un rombo bastante bien cubierto con Felipe Melo, Poulsen a la derecha y De Ceglie a la izquierda, con Diego cerrando la punta por detrás de Amauri y Trezeguet. Un hecho que confirma que las ideas de Ferrara son sólidas: apostó por el 4-3-1-2, cree que es lo mejor para el equipo y luchará por hacerlo valer. "No lo he hecho para contentar a Trezeguet (que tras el partido contra el Maccabi se mostró sorprendido por ver a una Juve con un único punta). De todos modos, habría que pensar si la novedad era una Juve con un único punta o con tres mediapuntas, como nunca se había visto". Respuesta firme del técnico a las primeras dudas. De todos modos, el equipo, ni con ni sin rombo, funciona bien. La primera parte fue desastrosa, lenta, insoportable. Demostró por qué el Siena es colista y que Camoranesi es el único socio que tiene Diego, por lo que es necesario. Porque ayer faltaba la chispara del brasileño y en su defecto no apareció ningún aporte por las bandas.
Los cambios en la reanudación eran la señal de que la valoración nefasta del primer tiempo es consensuada con el entenador: Cáceres (si no aportó vivacidad, por lo menos sí dio muestras de estar vivo) por Grygera y después dando entrada a Camoranesi por Molinaro y pasando a un defensa de tres con el uruguayo, Legrottaglie y Chiellini y Camoranesi, Poulsen, Melo y De Ceglie por delante. El sistema defensivo no se resintió, el Siena no atacaba y Felipe Melo impuso su superioridad física para interceptar todos los balones que pasaban por ahí y si no podía repartilos después con clase, por lo menos no los perdía tontamente (un cambio muy positivo); mientras que la fase ofensiva de la Juve sí reaccionó con la marcha distinta que entraba por las bandas desprotegidas del Siena. Desde el primer minuto se vio más intensidad y en el 27 llegó el premio con una falta que Diego colocaba lentamente en la cabeza de Amauri, que pudo marcar justo en el inicio de la segunda parte. El Siena no tuvo ninguna capacidad de respuesta, y Ferrara terminó cambiando al clásico 4-4-2, con De Ceglie volviendo a la defensa y Diego en la izquierda. Así la Juve fue mejorando, aunque no como para poder marcar un segundo gol que tampoco habría merecido. Pero por lo menos que el equipo va por el buen camino. Aunque éste sea largo.
> Puedes ver el resumen del partido en Curva Bianconera TV.
Quedan aún en suspenso muchas dudas sobre el equipo y sobre algunos (bastantes) jugadores en particular; empezando por la falta de ritmo que evidencia el equipo en cada partido y que no pasa por alto con tres puntos. Porque la Juventus, ni esta ni ninguna, no puede prescindir de la rabia, de la garra, de la potencia y de las ganas que le han hecho ganar a lo largo de su historia. Porque más importante que el sistema elegido por el entrenador (ayer Ferrara probó tres durante el partido), es la manera con la que los jugadores lo aplican y ahí a la Juventus le falta tensión y vivacidad. Sobre todo por las bandas, donde la Juventus tiene un problema desde hace años que se está enquistando y que representa la urgencia más preocupante (no en vano, se trabaja para la llegada de un lateral derecho en enero). La deprimente y desconcertante actuación de Molinaro, destrozado también desde el punto de vista psicológico y que seguramente no seguirá en el equipo en la segunda vuelta; unida a la flacidez y la desidia de Grygera por el otro costado (su cambio fue clave en el transcurso del partido), han sido los puntos más débiles de una Juventus para nada brillante en Siena. Si además le añadimos un Diego que, por una parte resulta decisivo con su enésima asistencia a balón parado, pero que por la otra no consigue ser Diego, retrasando demasiado su posición sin inspiración para que ello sea productivo, sin hacer lo que debería hacer un 10 y siendo, como alguien ha dicho, un simple 2+8, cumpliendo con las características de un centrocampista cualquiera y ayudando en defensa.
En vista de la sobrecarga de partidos que se avecina (Sampdoria el miércoles, luego el Nápoles el sábado, de nuevo el Maccabi entre semana y la Atalanta el domingo), Ferrara dio descanso a Cannavaro, Grosso y Camoranesi, partiendo con la defensa que hizo sólida Ranieri: Grygera, Legrottaglie, Chiellini y Molinaro. Por delante de ellos un rombo bastante bien cubierto con Felipe Melo, Poulsen a la derecha y De Ceglie a la izquierda, con Diego cerrando la punta por detrás de Amauri y Trezeguet. Un hecho que confirma que las ideas de Ferrara son sólidas: apostó por el 4-3-1-2, cree que es lo mejor para el equipo y luchará por hacerlo valer. "No lo he hecho para contentar a Trezeguet (que tras el partido contra el Maccabi se mostró sorprendido por ver a una Juve con un único punta). De todos modos, habría que pensar si la novedad era una Juve con un único punta o con tres mediapuntas, como nunca se había visto". Respuesta firme del técnico a las primeras dudas. De todos modos, el equipo, ni con ni sin rombo, funciona bien. La primera parte fue desastrosa, lenta, insoportable. Demostró por qué el Siena es colista y que Camoranesi es el único socio que tiene Diego, por lo que es necesario. Porque ayer faltaba la chispara del brasileño y en su defecto no apareció ningún aporte por las bandas.
Los cambios en la reanudación eran la señal de que la valoración nefasta del primer tiempo es consensuada con el entenador: Cáceres (si no aportó vivacidad, por lo menos sí dio muestras de estar vivo) por Grygera y después dando entrada a Camoranesi por Molinaro y pasando a un defensa de tres con el uruguayo, Legrottaglie y Chiellini y Camoranesi, Poulsen, Melo y De Ceglie por delante. El sistema defensivo no se resintió, el Siena no atacaba y Felipe Melo impuso su superioridad física para interceptar todos los balones que pasaban por ahí y si no podía repartilos después con clase, por lo menos no los perdía tontamente (un cambio muy positivo); mientras que la fase ofensiva de la Juve sí reaccionó con la marcha distinta que entraba por las bandas desprotegidas del Siena. Desde el primer minuto se vio más intensidad y en el 27 llegó el premio con una falta que Diego colocaba lentamente en la cabeza de Amauri, que pudo marcar justo en el inicio de la segunda parte. El Siena no tuvo ninguna capacidad de respuesta, y Ferrara terminó cambiando al clásico 4-4-2, con De Ceglie volviendo a la defensa y Diego en la izquierda. Así la Juve fue mejorando, aunque no como para poder marcar un segundo gol que tampoco habría merecido. Pero por lo menos que el equipo va por el buen camino. Aunque éste sea largo.
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1 comentarios:
Y de nuevo, hemos ganado por la mínima, y no llamamos a ello conformismo, sino 'alivio'. Creo que la Juve no ha jugado bien, fue el ingreso de Camoranesi y Sissoko lo que dio un apoyo final. Diego aún no regresa al gol, pero sigue siendo fundamental en cada toque de balón, aunque sea por lujo. Molinaro pesimo, perdido en la cancha perdiendo balones igual que Poulsen (aunque este último colaboraba más en la marca). Falta algo muy grande, una unión con Melo a mediocampo (que Marchisio hace perfecto pero él no esta ahora, y hay que ver las piezas que se pueden usar). Por mucho que Ferrara quiera cuidar jugadores Trezeguet casi le pega a dos balones, pero fuera de ello no hizo naga magno, más que estorbar en un par de tiros (uno suculento de Diego).
Me voy contento por el asist de Diego y el gol de Amauri (fiero en todo el juego, de lo mejor junto con Chiellini y Cáceres). antiAmen.
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