
Juventus - Sampdoria, 5-1
Juventus (4-2-3-1): Buffon; Grygera, Cannavaro, Chiellini, Grosso; Sissoko (x' st Poulsen), Felipe Melo (x' st De Ceglie); Camoranesi, Diego, Giovinco; Amauri (x' st Trezeguet). A disposición: Manninger, Legrottaglie, Molinaro, Immobile. Entrenador: Ferrara.
Sampdoria (4-4-2): Castellazzi; Stankevicius (17' st Cacciatore), Gastaldello, Lucchini, Zauri (x' pt Bellucci); Mannini, Tissone (x' st Padalino), Poli, Ziegler; Cassano, Pazzini. A disposición: Fiorillo, M. Rossi, Franceschini, Pozzi. Entrenador: Del Neri.
Estadísticas Juventus: tiros 21, tiros a portería, 9, corners 5, fueras de juego 6, posesión de balón 63'6%.
Estadísticas Sampdoria: tiros 6, tiros a portería 2, corners 1, fueras de juego 0, posesión de balón 36'4%.
Árbitro: Rocchi. Amonestó a Sissoko y Gastaldello.
Goles: 27' pt Amauri, 43' pt Chiellini, 6' st Camoranesi, 17' st Amauri, 19' st Pazzini, 44' st Trezeguet.
Juventus (4-2-3-1): Buffon; Grygera, Cannavaro, Chiellini, Grosso; Sissoko (x' st Poulsen), Felipe Melo (x' st De Ceglie); Camoranesi, Diego, Giovinco; Amauri (x' st Trezeguet). A disposición: Manninger, Legrottaglie, Molinaro, Immobile. Entrenador: Ferrara.
Sampdoria (4-4-2): Castellazzi; Stankevicius (17' st Cacciatore), Gastaldello, Lucchini, Zauri (x' pt Bellucci); Mannini, Tissone (x' st Padalino), Poli, Ziegler; Cassano, Pazzini. A disposición: Fiorillo, M. Rossi, Franceschini, Pozzi. Entrenador: Del Neri.
Estadísticas Juventus: tiros 21, tiros a portería, 9, corners 5, fueras de juego 6, posesión de balón 63'6%.
Estadísticas Sampdoria: tiros 6, tiros a portería 2, corners 1, fueras de juego 0, posesión de balón 36'4%.
Árbitro: Rocchi. Amonestó a Sissoko y Gastaldello.
Goles: 27' pt Amauri, 43' pt Chiellini, 6' st Camoranesi, 17' st Amauri, 19' st Pazzini, 44' st Trezeguet.
Aplausos, ovaciones, gritos de alegría y quizá de incredulidad. Felicidad máxima en defenitivia. Esas fueron las sensaciones que ayer provocó la Juventus a la afición que se daba cita en el Olimpico y a la que no. Como después admitió Ferrara, fue "el mejor partido" de su Juve. Y además lo fue de la Juventus novedosa que vimos y no nos convenció en Champions contra el Maccabi, con un único delantero y tres mediapuntas por detrás, poco o nada que ver con el 4-3-1-2. Cierto es que la vuelta de Sissoko a la titularidad le da al equipo un equilibrio superior y más posibilidades al entrenador, que puede confiar en un buen filtro en la media. Y eso fue lo que vimos ayer, un equipo entregado al 100% de principio a fin que apisonó, debastó, asoló y redujo hasta la mínima expresión a una pobre Samp que llegaba como revelación del campeonato y que ya empezaba a hablar de luchar por el Scudetto.
Primero porque, como decíamos, el aporte de Sissoko es fundamental. Era lo que se echaba en falta en el equipo y ayer pudimos comprobar que con él en el campo todo puede ser diferente. Mejor. Desde atrás hacia adelante, fue el jugador 'box to box' que dirían en Inglaterra, encargándose de cortar los ataques de la Samp, de anular a Pazzini y amargar la noche de Mannini, y de además acercarse con potencia a la zona de influencia de Diego. No se puede obviar tampoco la actuación, la mejor desde que está en la Juve, de Felipe Melo, que no erró nunca en un corte, ni si quiera alguno de sus pases arriesgados que cuando se hacen bien se convierten en una delicia y en un arma muy aprovechable para el equipo. Además, siempre estuvo atento para robar el balón del jugador que osaba saltar la posición de Camoranesi y cuando la defensa tenía algún pequeño problema ahí estaba el brasileño para crear superioridad y sacar el balón desde atrás con calidad y facilidad, como debe hacerlo un jugador que ha costado 25 millones y que, en el mercado actual, sin duda los vale.
Arriba, Amauri se convertía, con dos goles y una asistencía, en la perfecta punta del 4-2-3-1 que dotó a la Juve de juego, toque, fluidez, velocidad, precisión y delicia. Como reseñan algunas crónicas, seguramente Lippi habrá tomado buena nota reforzando su posición de esperar el pasaporte de Amauri y de ignorar a Cassano. Amauri es el delantero que quiere para su selección (¿y que estará el año que viene también en su equipo?) y no un Cassano que desaparece contra los grandes (no tocó ayer el balón y tampoco lo hizo contra el Inter) y sólo saca su magia contra los humildes. Hace un par de semanas, el presidente de la Figc se preguntaba en alto si era conveniente incluir a Amauri en una selección italiana con una gran cantidad de delanteros en crisis goleadora. Cuatro goles en tres partidos de Amauri seguramente habrán dado una convincente respuesta. Y lo mejor es que, manteniendo esquema y nivel, con la Nazionale, Amauri también podría estar apoyado por Camoranesi (inamovible con Lippi) y Giovinco, que ayer fue el mejor socio de todos: pasaba y recibía sin mirar de Diego, centraba siempre con tino a Amauri (también a Camoranesi en el 3-0), driblaba, veía perfectamente las incorporaciones de Grosso y, en definitiva, cuajó su mejor actuación en la Juve. Gracias, en parte, a Diego, que ayer se vio muy bien acompañado por la electricidad de Sebas y el toque de Camoranesi y cubierto por la fuerza y potencia del excepcional doble pivote de la Juve, lo que le quitó presión y le dio libertad. Y se notó: fue el Diego que fichó la Juve, capaz de retrasarse para iniciar la jugada y después dar el pase decisivo 20 metros más adelante.
Si lo juntamos todo, nos queda una Juve casi perfecta (o sin casi, porque ayer Grygera también jugó a gran nivel, anulando a Cassano cuando lo enfilaba y frenando el intento ofensivo de Del Neri al meter a Bellucci por Zauri) contra una Samp que entró en el partido descompuesta, sin su capitán Palombo y que no encontró en Cassano la luz ni en Pazzini la referencia. Sí, cierto, Pazzini no se ausentó de su cita con el gol marcando por quinta vez consecutiva, pero lo hizo de rebote, tarde y mal en el primer disparo a puerta del equipo genovés, que fue a 25 minutos del final, consiguiendo anticiparse a Cannavaro y Grygera y enfadando a Buffon, que lo más peligroso que había visto hasta entonces era el termómetro del estadio acercándose al cero y un disparo lejano de Stankevicius. Antes, mucho antes, para la Juve había marcado dos veces Amauri, primero aprovechando otra asistencia de Diego (¿y cuántas van?) en un corner que acertó a rematar en medio del área y ya en el segundo tiempo rematando con un testarazo incontestable un excelso centro de Camoranesi, que antes había hecho el 3 a 0 al rematar un centro de la misma calidad de Giovinco. El 2-0 lo marcó Chiellini al borde del descanso al leer perfectamente la acción defensiva y luego, cargado de confianza, mirar hacia adelante, salir con fuerza saltando el centro del campo doriano, descargando el balón para Amauri y luego rematando el balón de este en la línea de gol. Casi a la par, pero del segundo tiempo, llegó el gol de Trezeguet con una asistencia incalificable de Grosso, que hubiese firmado el propio Diego. Era el quinto y un minuto después, sin nada que añadirle al partido, el árbitro pitó el final. La Juve, que ya dijimos aquí que iba por el camino correcto, non si ferma piú. Apaleó a la Samp en el debut de Blanc como presidente con cinco goles y haciendo de su portero el mejor del equipo.
> Puedes ver el resumen del partido en Curva Bianconera TV.
Primero porque, como decíamos, el aporte de Sissoko es fundamental. Era lo que se echaba en falta en el equipo y ayer pudimos comprobar que con él en el campo todo puede ser diferente. Mejor. Desde atrás hacia adelante, fue el jugador 'box to box' que dirían en Inglaterra, encargándose de cortar los ataques de la Samp, de anular a Pazzini y amargar la noche de Mannini, y de además acercarse con potencia a la zona de influencia de Diego. No se puede obviar tampoco la actuación, la mejor desde que está en la Juve, de Felipe Melo, que no erró nunca en un corte, ni si quiera alguno de sus pases arriesgados que cuando se hacen bien se convierten en una delicia y en un arma muy aprovechable para el equipo. Además, siempre estuvo atento para robar el balón del jugador que osaba saltar la posición de Camoranesi y cuando la defensa tenía algún pequeño problema ahí estaba el brasileño para crear superioridad y sacar el balón desde atrás con calidad y facilidad, como debe hacerlo un jugador que ha costado 25 millones y que, en el mercado actual, sin duda los vale.
Arriba, Amauri se convertía, con dos goles y una asistencía, en la perfecta punta del 4-2-3-1 que dotó a la Juve de juego, toque, fluidez, velocidad, precisión y delicia. Como reseñan algunas crónicas, seguramente Lippi habrá tomado buena nota reforzando su posición de esperar el pasaporte de Amauri y de ignorar a Cassano. Amauri es el delantero que quiere para su selección (¿y que estará el año que viene también en su equipo?) y no un Cassano que desaparece contra los grandes (no tocó ayer el balón y tampoco lo hizo contra el Inter) y sólo saca su magia contra los humildes. Hace un par de semanas, el presidente de la Figc se preguntaba en alto si era conveniente incluir a Amauri en una selección italiana con una gran cantidad de delanteros en crisis goleadora. Cuatro goles en tres partidos de Amauri seguramente habrán dado una convincente respuesta. Y lo mejor es que, manteniendo esquema y nivel, con la Nazionale, Amauri también podría estar apoyado por Camoranesi (inamovible con Lippi) y Giovinco, que ayer fue el mejor socio de todos: pasaba y recibía sin mirar de Diego, centraba siempre con tino a Amauri (también a Camoranesi en el 3-0), driblaba, veía perfectamente las incorporaciones de Grosso y, en definitiva, cuajó su mejor actuación en la Juve. Gracias, en parte, a Diego, que ayer se vio muy bien acompañado por la electricidad de Sebas y el toque de Camoranesi y cubierto por la fuerza y potencia del excepcional doble pivote de la Juve, lo que le quitó presión y le dio libertad. Y se notó: fue el Diego que fichó la Juve, capaz de retrasarse para iniciar la jugada y después dar el pase decisivo 20 metros más adelante.
Si lo juntamos todo, nos queda una Juve casi perfecta (o sin casi, porque ayer Grygera también jugó a gran nivel, anulando a Cassano cuando lo enfilaba y frenando el intento ofensivo de Del Neri al meter a Bellucci por Zauri) contra una Samp que entró en el partido descompuesta, sin su capitán Palombo y que no encontró en Cassano la luz ni en Pazzini la referencia. Sí, cierto, Pazzini no se ausentó de su cita con el gol marcando por quinta vez consecutiva, pero lo hizo de rebote, tarde y mal en el primer disparo a puerta del equipo genovés, que fue a 25 minutos del final, consiguiendo anticiparse a Cannavaro y Grygera y enfadando a Buffon, que lo más peligroso que había visto hasta entonces era el termómetro del estadio acercándose al cero y un disparo lejano de Stankevicius. Antes, mucho antes, para la Juve había marcado dos veces Amauri, primero aprovechando otra asistencia de Diego (¿y cuántas van?) en un corner que acertó a rematar en medio del área y ya en el segundo tiempo rematando con un testarazo incontestable un excelso centro de Camoranesi, que antes había hecho el 3 a 0 al rematar un centro de la misma calidad de Giovinco. El 2-0 lo marcó Chiellini al borde del descanso al leer perfectamente la acción defensiva y luego, cargado de confianza, mirar hacia adelante, salir con fuerza saltando el centro del campo doriano, descargando el balón para Amauri y luego rematando el balón de este en la línea de gol. Casi a la par, pero del segundo tiempo, llegó el gol de Trezeguet con una asistencia incalificable de Grosso, que hubiese firmado el propio Diego. Era el quinto y un minuto después, sin nada que añadirle al partido, el árbitro pitó el final. La Juve, que ya dijimos aquí que iba por el camino correcto, non si ferma piú. Apaleó a la Samp en el debut de Blanc como presidente con cinco goles y haciendo de su portero el mejor del equipo.
> Puedes ver el resumen del partido en Curva Bianconera TV.








































