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lunes, 29 de junio de 2009

D'Agostino y sus alternativas marcan la actualidad


Están siendo estos unos días de gran intensidad para los directivos y los aficionados de la Juventus. Los unos, porque tienen un trabajo duro que hacer del que dependerá el futuro del club; los otros porque no podemos abandonar las diferentes páginas de consulta deportiva ansiando que con la próxima entrada una sonrise se nos dibuje en la cara, resultante del fichaje de D'Agostino. Es una especie de dejà vu: hace doce meses, la Juventus vivía la misma situación mientras esperaba la incorporación de Xabi Alonso y finalmente llegó Poulsen, ahora en el disparadero de salida, intentando que acepte alguna de las ofertas que llegan por él.

La situación de D'Agostino es tan confusa como clara las posiciones de ambos equipos: el Udinese pide 20 millones, la Juve ofrece 12 y ninguno parece dispuesto a variar su postura y así parece imposible llegar al acuerdo por los 15 o 16 millones que, en realidad, podría contentar a ambas partes. Pero, como hemos dicho en otras ocasiones, falta voluntad para llegar a un acuerdo. Secco se ha ido de vacaciones (dispuesto para volver en cualquier momento), ostentando indiferencia hacia el Udinese, con la sensación, seguramente equivocada, de que, teniendo a su favor la voluntad del jugador, la partida está ahora favorable para los intereses de la Juventus. Pero lo cierto es que no conviene infravalorar el valor de la palabra de Giampaolo Pozzo; y en la Juventus tenemos la mejor prueba de ello: Iaquinta se las tuvo con él por no dejarle salir hasta que llegó una oferta que colmase sus expectativas por él (la de la Juventus). El jugador es de su poder ahora mismo, y él elegirá donde juega. Más ahora, cuando ha llegado la temida competencia...

En cualquier caso, aunque, como ha admitido Cobolli, las relaciones con el Udinese "se han enfriado", el palermitano sigue siendo el primer objetivo de la Juventus por expresa petición de Ferrara, que quiere incorporar un jugador que ordene, desde el principio, el juego del equipo. Y también porque las alternativas a D'Ago no convencen. Ni a Ferrara ni a la propia directiva, que no confía en el nivel de Ledesma y tampoco agradaría tener que cambiar el sitema y todo el modo de juego con la cesión de Diarra. El tema de Felipe Melo es otro: no convence por su elevado coste. La semana pasada, la Fiorentina rechazó 18 millones del Arsenal por el brasileño y del CdA de ayer salió un mensaje claro: fichar, sí; pero después de la compra de Diego, las locuras están prohibidas.

Así, se encuentra todo muy difuso en estos momentos. Parece que el futuro del mercado de la Juventus pasa por las ventas de los Poulsen (pretendido por Fenerbahçe, Besiktas, Hamburgo y Portsmouth), Almirón (le siguen Atalanta, Torino y CSKA Moscú), Tiago (al Atlético, Lyon o Marsella), Marchionni (a la Fiorentina o la Sampdoria), Paolucci (Siena, Bologna o Parma). y quizá alguno más. Ya se ha avanzado con las salidas de Mellberg y los 5'5 millones recibidos por la copropiedad de Criscito. Pero no son suficientes. Porque De Ceglie, Marchisio y Giovinco "son el futuro de la Juventus" y no entrarán en ninguna operación.

El interés por Ledesma ha sido negado. El presidente ha declarado que están "buscando a otros". Pero seguramente se trata de una maniobra para enfriar los ánimos de la Lazio, porque es el argentino la verdadera alternativa. Con respecto a D'Agostino, sería una opción que garantizaría mayor atención defensiva y su precio juega muy a su favor: 15 millones abonables en tres plazos anuales. Y porque la Juve, a pesar de que se habla mucho de Diarra, no ha hablado aún con Diarra ni su entorno para sondear su opinión sobre un eventual traspaso a la Juventus. Además, como Sissoko, se tendría que ir en enero a jugar la Copa Africa y su opción, aunque la Juventus públicamente la admite, está prácticamente descartada y es una fachada que mostrar al Udinese, que vea que la Juventus maneja alternativas a D'Agostino. Pero en realidad no: Gaetano es el objetivo primordial (no sílo para el centro del campo) y, aunque por las declaraciones y los gestos se pueda entender que la negociación ha fracasado, hay dos palabras que marcan el final de los culebrones y que en este largo, rebuscado y complicado guión aún no han aparecido; "the end".

jueves, 25 de junio de 2009

Falta de voluntad y palabra


Otra esperadísima reunión para intentar aclarar el fichaje de D'Agostino y todo sigue en el aire. En un aire más negro y turbio que nunca. Es el tercer encuentro y las partes sólo han logrado acercarse dos millones en tres semanas. Los estados de ánimo cambian al ritmo que marca el reloj y si ayer por la mañana mañana Cobolli se sentía "con confianza", a la salida de la cumbre por la tarde, Alessio Secco no escondió su pesimismo sobre las posibilidades de que la negociación llegue a buen puerto.

Llegamos a este punto de no retorno (o al menos de díficil vuelta), después de un mar de declaraciones y buenas intenciones por parte del Udinese. Falsas, claro. Porque no han respetado el acuerdo que tenían con el jugador después de que el patrón Pozzo le haya tratado como un hijo y porque para llegar a un acuerdo se requiere algo más que palabrería. Cierto, D'Agostino es un grandísimo jugador, de los mejores la temporada pasada en la Serie A y que la Juve lo necesita. Y si partimos de esa base, el precio del jugador no pueder sino elevado, las condiciones del mercado lo exigen y encarecen aún más cuando la necesidad apremia en la otra parte.

Pero en este caso la aprepación no está tan fundamentada. Primero porque el jugador tenía la promesa firme de dejarle marchar y de hacerlo a la Juventus. Y después porque el mismo Udinese traspasó hace unas semanas a Fabio Quagliarella, que marcó 20 goles la temporada apenas terminada, por 19 millones al Nápoles. Es un caso bastante similar al de David Villa en España. Con la salvedad que en Italia se ha hecho todo desde el respeto y la serenidad. En España, los medios afines al Real Madrid y a Florentino Pérez presionaron, ningunearon y criticaron al Valencia y finalmente el fichaje se arruinó fruto de la campaña en contra que vio el Valencia. Pero con D'Agostino ha sido un caso completamente opuesto. El jugador siempre ha mostrado tranquilidad, respeto y confianza; sin una palabra altisonante y agradeciendo siempre la buena disposición que se le suponía al Udinese.

Ahora sufre él y sufrimos todos. Casi todos, mejor dicho. El jugador estaba muy ilusionado, se veía en la Juve. "Sólo falta la firma" decía la pasada semana. Y ahora ve como todo ha saltado por los aires con el inmovilismo de su presidente, con el que mantenía una relación estrechísima que puede estar apunto de esfumarse. Porque la Juve era su ilusión y se la están quitando. Porque para los juventinos (Ferrara el primero), él era nuestra ilusión y vemos como se aleja. Aún así, él mantiene la esperanza. Ese último atisvo que solo tiene uno cuando se tienen muchas ganas de algo. Ha querido remarcar que costó "poquísimo" al Udinese y que el pacto que tiene con el presidente "debe respetarse".

Hoy, como en principio estaba anunciado, será finalmente el día decisivo; un ahora o nunca. El representante de D'Agostino está en Milan para intentar acercar las posturas y cerrar el traspaso. Se antoja difícil. La brecha ahora es de unos cuatro millones de euros y la Juve entiende que los catorce millones que ofrece son justos. Porque lo son. Pozzo, infiel a la palabra dada, no baja de dieciocho. D'Agostino tendrá esperanza, pero más que cuatro millones de euros, lo que le separa de la Juve es la buena voluntad de una de las partes. La falta de ella, se entiende.

domingo, 21 de junio de 2009

La historia exige un cambio


La intrascendencia que se le suponía a esta Copa Confederaciones se ha visto rota por el descalabro histórico de Italia. No por la eliminación, sino por la forma en que se ha producido. En el fútbol, los cambios de ciclo se suelen producir de forma dramática, mandando el mensaje inequívoco de que no existe marcha atrás. En los últimos años vimos el fin del Dream Team de Cruyff en Atenas contra el Milan con un sonrojante 4-0 que desacreditó para siempre las teorías del trabajo del holandés, o el final de la era galáctica del Real Madrid en 2005 cayendo en la prórroga contra la Juventus en Delle Alpi. Italia ha caído en la fase de grupos habiendo conseguido ganar tan sólo a Estados Unidos y siendo humillada por Egipto; que será campeona de África, pero que ocupa el puesto 40 en el ranking Fifa, y Brasil. La derrota última es especialmente significativa por las formas, pero también por el fondo: el tres a cero. El año pasado Italia encajó otro doloroso 3-0 de Holanda en la Eurocopa. Había tardado veinticinco años en volver a recibir tres goles (desde Suecia en 1983); pero ayer la historia se repitió sólo un año después. Es sintomático; no casualidad.

En un año han disminuido veinticinco veces su rendimiento histórico. Algo que prueba que la tradición, por mucho que alguien se empeñe en mantenerla viva, ha muerto. El mismo equipo que ganó el Mundial hace tres años es un fracaso absoluto por edad, idea, concepción, juego y rendimiento. Pero de este tema, de la creación de este equipo, ya hemos hablado y debatido. Ahora hay que hablar de las repercusiones de la toma de decisiones incorrecta. Contra Egipto y Brasil, quedaron en evidencia todas las lagunas de un equipo que lleva meses mostrando síntomas de que su mejor tiempo ya pasó y que ya emergieron con fuerza en los primeros partidos que Italia jugó en Sudáfrica (remontadas 4-3 contra Nueva Zelanda y 3-1 contra Estados Unidos): el juego no fluye, la defensa no da ninguna seguridad, el centro está atascado, el ataque inmóvil... Errores en el juego que han llevado a los malos resultados que han provocado que las decisiones de Lippi hayan pasado de ser discutidas a directamente desechadas. Y todo esto, dejando claro que en este torneo, aunque meramente anecdótico, Italia hubiese quedado fuera después del segundo partido de no ser por la actuación de Rossi en el primer partido. Porque la realidad de Italia es así de triste. Desde hace más de dos años no (primero con Donadoni, después con Lippi) no ha jugado un partido satisfactoriamente desde el punto de vista del juego, ya no del espectáculo. Llegaron a la pasada Eurocopa con un remate de saque de esquina en el descuente; si no, se hubiesen quedado fuera tras no poder ganarle a Francia ninguno de los dos partidos de la clasificación. Ahora lideran su grupo de clasificación para el Mundial, pero jugando contra rivales modestísimos, uno de los grupos más fáciles no sólo de Europa, sino del mundo. Y contra equipos más 'acreditados', siendo generosos, como Bulgaria (23ª en el ranking Fifa) e Irlanda (34ª), sólo han logrado empatar, 0-0 y 1-1 en Sofia y Bari respectivamente. Por no hablar de la pírrica victoria en Chipre, marcando el gol de la victoria en el último minuto (1-2). En lo que va de 2009, se puede decir que sólo han jugado dos partidos serios: los dos contra Brasil, primero el amistoso en Londres del pasado febrero, y ayer en la Confederaciones. En ambos no aguantó ni media parte.

Todos estos datos (hechos tácitos, no opiniones), no obligan sino a renovar el equipo desde la próxima convocatoria de Italia (próximos 5 y 9 de septiembre juega en Georgia y contra Bulgaria), dando entrada a los nuevos jugadores que podrán dar la cara el próximo verano en Sudáfrica. Cierto, para eso lo primero es un cambio de mentalidad que no se atisba, pero, como ha dicho el propio presidente de la Figc, "Italia debe sacar el lado positivo de esta eliminación". Y ese no es otro que la remodelación del equipo. Después de la Confederaciones no valen ni se admiten excusas. Ni el campeonato es modesto, ni los jóvenes están faltos de preparación o rodaje (aunque ciertamente podrían tener más experiencia habiendo jugado estos tres partidos)., ni nada. La edad no es ninguna barrera; ni por defecto ni por exceso. En ataque piden sitio Pazzini, Cassano e incluso Balotelli y, sobre todo, Amauri, cuya nacionalización está a un paso. En el centro faltan D'Agostino (tiene 27 años), Marchisio, Aquilani y Cigarini. En defensa Motta, Santacroce, Bochetti, Criscito y De Ceglie. Y Marchetti en la portería. La único que puede dudar Lippi es a quien llamar y quien se tiene que quedar fuera. El cambio es obligado. La historia lo exige. De lo contrario, la tradición italiana corre el riesgo de convertirse en un dogma de fe.

sábado, 20 de junio de 2009

Empiezan bien...


El nuevo Milan empezó, dentro de lo malo, bien. Pocos minutos después de clasificarse directamente para la próxima edición de la Champions League, confirmó a Leonardo como nuevo técnico mientras tantos otros equipos, especialmente en Italia, no sabían (o saben todavía) quién iba a sentarse en su banquillo (la Juve, por ejemplo). Pero desde entonces, poco más ha hecho. El nuevo Millan que intenta construir Galliani no ha hecho más que dar palos de ciego tras la marcha de Ancelotti, Maldini y la dolorosa, pero vital para unas cuentas que ya acumulan demasiados ceros en rojo, perdida de Kaká. Han perdido sus tres símbolos y, con ellos, el rumbo de toda la entidad. La afición está desolada. Nadie le ha dado una explicación ni se les ha transmitido el análisis de la situación real. En tanto, ven como sus rivales se refuerzan con grandes nombres (Motta y Milito o Diego y Cannavaro) e intentan fichar más estrellas (Carvalho, D'Agostino, Rossi...) mientras ellos no han sido capaces de cerrar una mísera contratación en un mes a pesar de haber recibido 65 millones de euros. Y lo peor, no parece que vayan a hacer demasiados fichajes. La distancia con sus rivales aumenta y la única incorporación asegurada del Milan es la del defensa brasileño Thiago Silva, pero que lleva en el Milan desde enero (sin jugar) y ya nadie se acuerda de él. El otro fichaje, el lateral Cissokho, fue fichado, 'desfichado' y... ¿vuelto a fichar? Eso dijo ayer su agente.

En cualquier caso, los nombres que suenan para reforzar el equipo (Cissokho y Dzeko), ha dejado entrever la nueva política (de crisis) del Milan: fichar jugadores jóvenes, semidesconocidos, que cuesten poco, cobren menos y apunten, eso sí, alto. El problema es que para comprar gente como Cissokho o Dzeko (ni Cristiano Ronaldo, ni Messi), la directiva del Milan también se encuentra con dificultades que no hacen sino ridiculizar la entidad y avergonzar a la afición, que ve como una de las referencias europeas por excelencia se ha autoconsumido hasta quedar reducido a un equipo que sólo puede optar a dar la cara y nada más. Y para redondear esta situación de parálisis institucional, cada día salta alguien que se queja de algunas decisiones (Gattuso, por ejemplo, dijo tras vender a Kaká que así no se podía ganar la Champions y Maldini aseguró que era la peor venta de la historia del club y que representaba un cambio de ciclo que iba a situar al club en un nivel más bajo), que abren la puerta a un posible futuro en otro equipo (Pirlo y Pato han dejado caer que les gustaría reecontrarse con Ancelotti en el Chelsea), o el que en teoría debería heredar el brazalete que en los últimos cuarenta años portaron Rivera, Baresi y Maldini; que no encuentra la renovación de su contrato, que termina el próximo julio.

Como decíamos, las vías para reforzar el equipo ahora son dos, como ha confirmado Galliani: Cisskho y Dzeko. El senegalés no pasó el reconocimiento médico por unos problemas en la mandíbula y el fichaje ha sido renegociado con el Porto. Si llegan a un acuerdo, Cissokho se unirá al Milan; si no, Leonardo tendrá que conformarse con lo que tiene ahora en defensa (Galliani ya le ha comunicado que estaría bien cubierto con Jankulovski, Bonera, Zambrotta, Oddo y Bonera). El tema de Dzeko, único objetivo declarado de los rossoneri, es más complejo. El Wolfsburgo no necesita dinero y sólo lo podría vender por la presión del jugador. Eso sí, pagando una elevada, posiblemente por encima de las posibilidades del Milan. Si no pueden con él, irán a por otro delantero, siempre descendiendo la escala del valor económico y, por tanto, de la calidad. Venderán la continuidad de Pato (si se confirma) como el mayor acierto del fichaje y le intentarán conventir en el símbolo del poder institucional de un equipo capaz de retener grandes estrellas jóvenes. Y con eso acabará el tercer 'plan renove' consecutivamente fallido de Galliani. Seguirán adelante con lo que tenían el pasado año, pero sin Beckham y Shevchenko y corriendo el riesgo de perder a un jugador tan importante como Pirlo. Esto es un equipo formado por Abbiati, Kaladze, Bonera, Nesta, Gattuso, Ambrosini, Seedorf, Inzaghi... Y Ronaldinho, claro. El gaúcho será el pilar del ¿nuevo? proyecto. Una decisión difícil de explicar, imposible de entender y que no convence. Arriesgada como mínimo. Seguramente equivocada.

jueves, 18 de junio de 2009

Trabajando aún con las manos atadas


Hace dos años, todos celebramos la renovación de Trezeguet. Hoy la pluma con la que debió firmar ese contrato que le ligó al club hasta 2011 se vuelve como un boomerang contra la Juventus, porque, seguramente, cuando le ofrecieron un sueldo de 4'5 millones por temporada no pensaban que al poco tiempo iban a tener que venderlo. Y vender a un jugador de su edad, después de un temporada tan complicada (lesión grave en la rodilla y problemas con el entrenador) con ese sueldo es una misión casi imposible.

Pero aún así, la Juve sigue y prueba a hacer las cosas bien, en la demostración de que la marcha de Ranieri y el fracaso de su proyecto supuso un revulsivo importante para todos. En estos momentos, el director deportivo Secco se encuentra en España para intentar cerrar dos fichajes de altísimo nivel: Mahamadou Diarra y Giuseppe Rossi. Por el jugador maliense, la Juventus le ha pedido la cesión al Real Madrid al no estar asegurada su condición física después de la triple lesión que sufrió en la rodilla y que le ha impedido jugar más de nueve partidos esta temporada. El primer contacto con la secretaría técnica blanca ha sido negativa, pero la Juve se mueve con cautela: no hay dinero ni garantías (en la cabeza de alguien aún resuena con fuerza el nombre de Andrade) y seguirán con calma las evoluciones.

Por Rossi la situación es algo distinta, con un panorama sensiblemente más optimista. La última sensación de Italia quiere convertirse en parte fundamental del futuro de la Juve y el deseo es recíproco. Con él y Diego (22 y 24 años), la Juve se aseguraría un futuro glorioso durante la próxima década. Y no es un sueño. Porque el Villarreal ha respondido de manera favorable a la petición de Secco ante las presiones de Rossi para regresar a Italia. Fernando Roig, presidente del Villarreal, ha admitido las negociaciones y la posible inclusión de Trezeguet en en el traspaso. Su petición ha sido de unos 15 millones de euros más la ficha del francés.

Pero antes de nada, antes de cerrar cualquier operación, ante el vacío económico que ha dejado la adquisición de Diego, la Juve tiene que vender para poder comprar. Y en este capítulo también se está moviendo muy bien: recaudar los más de once millones que se esperan por las ventas de Mellberg y Poulsen tendrían el mismo valor que un gran fichaje. Más difícil parece lograr librarse de Trezeguet que, sin querer, se ha convertido en el 'carcelero' del mercado juventino. Su traspaso (al Villarreal o no; parece que podría acceder a firmar la reducción salarial que le propone el Villarreal a cambio de más años de contrato) aliviaría el balance de la Juve de manera ostensible (cobra nueve millones brutos al año), permitiendo invertir esas cantidades en otras operaciones.

Que las habrá. Y varias. Porque la Juve negocia con el Nápoles el intercambio entre De Ceglie y Santacroce; Dossena y Grosso disputan su particular partido en el lateral izquierdo y D'Agostino espera, confiado, acontecimientos. Sí, D'Agostino. Porque la llegada de Diarra (u otro centrocampista de fuerza) no exlcuye su contratación. Eso es lo mejor. La Juve ha aprendido de los errores del pasado y proyecta una escuadra en condiciones de plantar cara a cualquiera. Se trabaja para ellos. Intentansemante y aún teniendo las manos atadas. Eso es lo que requiere la grandeza de la Juve. Y todo esto no ha hecho nada más que comenzar...

lunes, 15 de junio de 2009

Pero Italia necesita una renovación


Italia cerró ayer con un complicado triunfo su debut en la Copa de Confederaciones. Pero aún así, los problemas de Italia siguen ahí y la necesidad de renovación pasa a obligación si se piensa en 2010. Italia llega a esta Confederaciones en calidad de campeona del mundo, un título que conquistó hace tres años en Alemania. A pesar del tiempo y la decepcionante Eurocopa del año pasado, en el equipo que ganó ayer a Estados Unidos había seis titulares en la final del Mundial. A Alemania Buffon, Zambrotta, Cannavaro, Grosso, Camoranesi, Pirlo o Gattuso llegaron bordeando la treintena, hoy la sobrepasan (la media de edad del equipo actual es de 32 años) y el año que viene algunos de ellos pueden quedar ya muy lejos de su mejor forma.

Pero el problema de Italia no es tanto la edad sino la mentalidad que conduce hasta el inmovilismo actual de este grupo y que cierra cualquier puerta a la regeneración. El domingo, el diario El País publicó una entrevista a Marcello Lippi en la que el actual ct italiano defendía el estilo "táctico y eficaz" que ha caracterizado históricamente a Italia y sentenciaba diciendo que "somos campeones del mundo, no nos interesa el fútbol de toque". A partir de esta afirmación es de donde se debe hacer cualquier análisis de la selección italiana como representación de la Serie A. Una lectura que no es fácil y que presenta diversas consideraciones.

En Italia, con Marcello Lippi al mando, premian los valores históricos, tradicionalistas e igualmente efímeros y volátiles por encima de la realidad actual. Lippi pretende mantener el "estilo tradicional" italiano ajeno a las demandas del fútbol actual, con un juego que no es referencial en el panorama de hoy día. 'Sufre' el problema histórico de Argentina en los tres últimos lustros; intentar hacer prevalecer un modo de juego o un sistema táctico sobre los jugadores. Error. Se suele decir que el fútbol es de los futbolistas y, en consecuencia, debe ser el equipo el que se adapte a los futbolistas y no al revés. Las selecciones nacionales, a diferencia de los clubes, tienen un radio de elección limitado y están obligadas a construirse en cortos períodos a razón de los futbolistas que están disponibles en el momento, apartando estilos y tradiciones. Actualmente en Italia hay una nueva generación de futbolistas que han roto con el estilo histórico de la azzurra (D'Agostino, Marchisio, Montolivo, Rosina, Aquilani...) e intentar eternizar a los jugadores del pasado para hacer prevalecer un estilo predeterminado no es sino un error monumental cuyas consecuencias serán notorias en el futuro.

El por qué de las convocatorias de jugadores como Gattuso, después de seis meses parado por una lesión, o Camoranesi, que ha firmado su peor temporada desde que llegó al máximo nivel, es otro de los grandes retos por resolver de Italia. La glorificación apresurada de la que fue objeto Marcello Lippi con todo su equipo en 2006, después de muchos años sin nada que llevarse a la boca para los transalpinos, ha sido recibida por el seleccionador como un cheque en blanco para hacer de la Nazionale su coto privado sin tener que dar explicaciones de nada a nadie. Error. Los campeones también se equivocan. Y la lista de Italia para este torneo es una prueba de ello. Tras la desazón que supuso la Euro 08, Lippi volvió a Italia con la política del miedo y la tierra quemada. Se otorgó plenos poderes y ha instalado la creencia de que así tiene que jugar Italia porque así es como ha ganado sus cuatro mundiales a diferencia de como cayó en la última Eurocopa.

En la entrevista de la que hablábamos, la periodista preguntaba a Lippi si el juego de Italia "es un problema de mentalidad o la falta de jugadores para desarrollar otro tipo de juego". La respuesta del seleccionador: "No. Es simplemente una cuestión de mentalidad. Buenos futbolistas también los hay aquí". Error. Y mentira. Italia sí tiene un problema futbolístico: la creencia de que con el trabajo y la entrega basta y lo demás está de más. Es cierto que sin la implicación no existe el equipo, pero impensable poder ganar un torneo (sea cual sea) sólo a base de corazón. Y esa concepción equivocada del fútbol ha hecho que los productos y la seña de identidad de Italia hayan sido durante mucho tiempo Gattuso y Materazzi. Y el problema es grave. No es una coyuntura, una crisis del momento; es un fallo en la estructura deportiva de todo un país que necesita quitarse el yugo del pasado.

Esta Copa Confederaciones era una oportunidad perfecta para hacerlo. Y para renovar un equipo que el año que viene será más viejos y llegará con una incógnita al próximo verano. Sin embargo, han apostado por Zambrotta (32 años) y no por Santon (18 años), por el choque de Gattuso en detrimento de la fluidez de D'Agostino, y por la veteranía de Luca Toni (32 años) contra el aire fresco y las ganas de Pazzini (24 años). El ejemplo de Lippi para un fútbol que se enquista con un empobrecimiento progresivo en su competición doméstica no ha podido ser más desolador. Con tres o cuatro cambios el equipo hubiese sido más competitivo mientras conservaba la base de los campeones del mundo. Pero visto lo visto, el futuro próximo de Italia pinta mal y más a largo plazo es un enigma sin respuesta. Al final, ganar títulos puede convertirse en el principal problema de Italia. Francia, Holanda, Brasil o Argentina son los ejemplos más cercanos en el tiempo del precio negativo del conservadurismo de los ideales futbolísticos pase lo que pase. Y no hay nada peor que ignorar la historia para volver a repetirla. Que Rossi rescatase ayer a Italia no fue casualidad.

La convocatoria alternativa de Italia para la Copa Confederaciones:


domingo, 14 de junio de 2009

Apuesta a ganador


Intocable para la Juventus y a su vez convencido a quedarse en Turín. A pesar de las pocas opciones de las que dispuso, Sebastian Giovinco nunca ha mostrado ni una mínima duda sobre su futuro. El 'fantasista' de la Juve se ve sólo con los colores bianconeri (los bianconeri de Turín, claro) y no ha dudado querer seguir ni siquiera con el fichaje de Diego. Al contrario: "el fichaje de Diego es una suerte para mí" aseguró Giovinco hace unas semanas.

Y en realidad, lo que parecía una frase hecha de tantas o una paradoja más, puede acabar teniendo una sólida base táctica. Es cierto que Diego, si es el jugador que hemos visto en los últimos tres años en el Bremen, ocupará un puesto por delante de Giovinco (además de por su calidad también por el dinero pagado para hacerse con sus servicios). Pero también es cierto que el cambio de sistema al 4-3-1-2 que realizará Ferrara para ayudar a la adaptación del brasileño será muy positivo también par la Formica. En la pasada temporada, cuando pudo entrar en el equipo, lo tuvo que hacer a condición de acoplarse en el 4-4-2 de Ranieri en el que él no se sentía nada cómodo: en algunas ocasiones hizo partidos muy buenos (especialmente cuando tuvo más libertad), pero en muchas otras no, especialmente porque es una posición muy delicada y donde salían a relucir sus lagunas defensivas que él mismo nunca ha escondido (nunca jugó de volante ni en la Primavera ni en el Empoli, donde estuvo cedido y solía hacerlo de delantero por delante de una línea de cinco centrocampistas). Unas limitaciones defensivas que no cabían en el ideario futbolístico de Ranieri, que nunca le utilizó en los partidos más importantes y que cuando faltaba Nedved terminó prefiriendo como sustituto a De Ceglie o Marchionni.

Giovinco declaró en más de una ocasión que el 4-4-2 no era su mejor esquema, y que podría ser más útil con el 4-3-1-2, el 4-3-2-1 o el 4-3-3. Ahora mismo, lo que parece más probable es que la Juve juegue con el rombo en el centro del campo. Aquí Diego sería el mediapunta titular y Giovinco su alternativa natural. A simple vista, pasar de ser el suplente de Nedved a ser el suplente de Diego no parece una gran mejoría, pero en realidad existe una gran diferencia: jugando en la mediapunta, Giovinco jugaría en su posición natural, dando un rendimiento mejor al ya bueno de la temporada pasada y pudiendo jugar con más continuidad. Además, en la mediapunta, a parte de Diego, no hay otros jugadores que le puedan quitar el sitio. Está Del Piero, pero a Alex nunca le ha gustado jugar ahí y parece evidente, también por una cuestión de rendimiento, que Ferrara no va a forzarle.

Por otra parte, Giovinco podría jugar más en los partidos en los que Ferrara optase por el 4-3-2-1 o el 4-3-3 que utiliza Lippi en la selección italiana. En estos casos (un delantero y dos mediapuntas o un delantero y dos apoyando más abiertos), Giovinco podría dar lo mejor de sí convinando con Diego o como delantero abierto a una de las dos bandas; dos posiciones en las que ha mostrado lo mejor de sí tanto en el Empoli como en la Sub-21. Jugando junto a Diego por detrás de Amauri o apoyando al punta brasileño con Iaquinta, la contribución de Giovinco, con sus velocidad, desmarques, pases y regates, sería muy valiosa.

Pero posiblente, más allá de todos estos tacticismos, si Giovinco ha decido quedarse en la Juve es por una cuestión de confianza: la que él tiene en sí mismo y la que seguramente Ferrara tenga también. La temporada pasada actuó en 27 de los 52 partidos que jugó el equipo (14 veces como titular, 13 como suplente). Para esta, podía haber elegido irse a un equipo de un escalón inferior y jugar mucho más a menudo. Pero él, turinés de nacimiento, siente amor por la Juventus y tiene la convicción de poder llegar a ser importante en este equipo. Y es por eso que Giovinco ha apostado por su continuidad en la Juventus. Se siente fuerte y sabe que jugando en su sitio tiene mucho que ofrecer. Jugando en su sitio es una apuesta a ganador.

Las variantes del 4-3-1-2 con Giovinco:


jueves, 11 de junio de 2009

D'Agostino es clave


De entre tantas declaraciones a la que los medios italianos le obligan a hacer en los últimos días no escucharemos nunca decir que está como loco por ir a la Juve o algo similar porque la gente de su nivel no suele faltar al respeto a nadie. Pero seguramente por dentro lo está gritando a los cuatro vientos. Igual que todos lo juventinos, que no nos escondemos a la hora de manifestar la idoneidad de su fichaje, y que vemos en él el hombre ideal para llevar la manija del equipo.

Porque además de tener calidad, D'Agostino es un jugador trabajador, luchador, que encaja perfectamente en el estilo de la Juventus. Hasta llegar aquí, Gaetano ha tenido unos comienzos muy duros ya que, como tantos otros, estuvo a punto de perderse entre los meandros de un fútbol italiano que no siempre encuentra espacio para el talento. Canterano de la Roma, descendió de categoría cuando le incluyeron en el pase de Cassano de Bari a Roma. Allí jugó dos temporadas fantásticas en la posición de mediapunta que hicieron que la Roma rescatase el 100% de sus derechos. Con Capello en el banquillo no encontró el espacio suficiente y entonces tomó la difícil decisión (y a la larga acertada) de dejar la capital y marcharse a jugar al Messina, donde consiguió la consagración como 'regista'. Al Messina llegó con el 10 a la espalda, pero pronto encontró esa nueva ubicación en el campo que ahora le convierte en uno de los mejores mediocampistas de Europa.

El entrenador del Messina en esa época, Bortolo Mutti, transformó su posición y, como Pirlo, pasó de jugar en la mediapunta a hacerlo delante de la defensa. Y es ahí donde da lo mejor de sí mismo, recogiendo el balón de la defensa y comenzando la jugada, ya sea con un pase en corto o intentando el lanzamiento largo para un jugador desmarcado (sin ir más lejos ha sido el mejor asistente del Udinese con ocho pases de gol). Sin duda, su capacidad para darle fluidez al juego es su mejor virtud, pero no la única: en esta temporada recién finalizada, D'Agostino ha marcado once goles (seís de penalti y tres de libre directo). Además es un jugador que también aporta cuando el equipo no tiene el balón. No es un gran recuperador, pero su excelente posicionamiento le permite interceptar muchos pases que rápidamente él convierte en el inicio de la jugada de su equipo.

Además de todo esto, es el compañero perfecto para surtir de balones a Diego, lo que supondrá un salto cualitativo muy importante y que llevará a la Juventus a estar en condiciones de volver a luchar por todo. D'Agostino es más que un fichaje; le permitirá a la Juventus multitud de soluciones técnicas y tácticas. Todos sabemos que terminará fichando por la Juventus. Mañana está programada la reunión que podría cerrar el acuerdo. Será una inversión importante desde el punto de vista económico para la Juventus, que además tendrá que 'sacrificar' a Paolucci y De Ceglie. Pero la Juventus quiere volver a levantar títulos. Y para ello D'Agostino es clave.

martes, 9 de junio de 2009

El camino a Madrid, más difícil todavía

La Uefa ha presentado ya la próxima edición de la Champions League y ya podemos extraer la primera conclusión: hará falta un equipo realmente potente para llegar a la final de Madrid (22 de mayo de 2010). Sorprendentemente, tras el descenso a Serie B y dos años de ausencia en Europa, la Juventus desciende hasta el tercer bombo de la Champions League, mientras que ocupa el lugar número 24 en el ranking de los coeficientes Uefa. De poco (de nada para esta ranking) sirvió pasar como primeros de grupo la temporada pasada o ganar dos veces contra el Real Madrid. De hecho, si otros equipos como Villarreal, Roma , PSV o Zenit hubiesen tenido una temporada normal en que lograsen la clasificación para la Champions, la situación de la Signora sería mucho más preocupante.

Porque la situación que se dé la próxima temporada ya puede ser terrible. Podríamos tener un grupo más 'de la muerte que nunca" en el que estuviesen, por ejemplo, Man United, Real Madrid, Juventus y Wolfsburgo. Parece imposible, pero es muy posible, al menos por el momento, cuando la Juve sigue pagando las penas de Moggi y el Madrid años y años de nefasta gestión deportiva que le han llevado por primera vez al segundo bombo. Así las cosas, el riesgo de un grupo inimaginable hasta hace unos meses, es más que real. Pero, aún siendo nefasto el panorama, hay una salida posible y a ese clavo ardiendo es al que se agarra ahora mismo todo el mundo juventino: la Juventus es el primer equipo del tercer bombo y ascendería automáticamente al segundo si Arsenal, Lyon, Shaktar o Sporting de Lisboa no logran superar la ronda previa de la competición que se disputará los días 18 o 19 y 25 o 26 de agosto. Esa es la esperanza de la Juventus: desear el mal ajeno para cosechar el bien propio. Porque quedar encuadrados ya en un grupo tan complicado con partidos de extrema dificultad todos ellos puede convertirse en un problema (también de cara al coeficiente 2010/2011), aunque la Juventus aumentará, mucho, el nivel del equipo la próxima temporada con Diego y D'Agostino especialemente y estará en condiciones de ganar a cualquier rival en cualquier marco. Aquí se suman dos puntos favorables a la Juventus: por una parte el trabajo bien hecho a la hora de reforzar el equipo. Por otra, y quizá más importante, que la Juve necesita ganar a la fuerza, por obligación, para no seguir perdiendo la media de la Uefa. Y en estas condiciones es cuando más Juve se ve.

La clasificación del próximo sorteo de la Champions League:
BOMBO 1:

- Barcelona (121.853 p.)
- Chelsea (118.899 p.)
- Liverpool (118.899 p.)
- Man United (111.899 p.)
- Milan (110.581 p.)
- Arsenal* (106.899 p.)
- Sevilla (100.853 p.)
- Bayern (98.339 p.)

BOMBO 3:

- Juventus (63.581 p.)
- Panathinaikos* (56.632 p.)
- Rangers (56.575 p.)
- Olympiakos (56.532 p.)
- Marsella (48.033 p.)
- Dinamo Kiev (46.730 p.)
- Stuttgart* (45.339 p.)
- Fiorentina* (42.581 p.)
-
BOMBO 2:


- Lyon* (91.033 p.)
- Inter (87.581 p.)
- Real Madrid (78.853 p.)
- Shaktar Donetkk* (74.370 p.)
- CSKA Moscú (71.526 p.)
- Porto (68.292 p.)
- Sporting* (68.292 p.)
- AZ Alkmaar (64.825 p.)

BOMBO 4:

- Atlético Madrid* (41.853 p.)
- Celtic* (40.575 p.)
- Girondins (40.033 p.)
- Besiktas (32.445 p.)
- Anderlecht* (32.065 p.)
- Wolfsburgo (21.399 p.)
- Rubin Kazan (9.525 p.)
- Urinea Urcizeni (7.781 p.)

*Equipos que deben pasar la ronda previa.

sábado, 6 de junio de 2009

Wind of change


En 1990, Klaus Meine, vocalista de la mítica banda Scorpions, escribió Wind of change, una canción que pronto se iba a convertir en el símbolo del cambio en el orden mundial que se dio entonces: el final de la era de guerras y el principio de la esperanza pacífica con la caída del muro de Berlín, el fin de la Europa dividida, de la era comunista y de la Guerra Fría. Casi veinte años después, toca a la Juventus entonar los acordes del optimismo. "El futuro ya se ve, se puede hasta tocar". Y se ve en la sonrisa contagiosa de Ciro Ferrara, que transmite alegría y esperanza después de unos años muy complicados y de extrema tensión.

Ciro Ferrara, con su sonrisa y sus declaraciones, siempre llenas de optimismo no exento de cordura, se ha convertido en el símbolo de la nueva Juventus, un equipo llamado a jugar mejor que antes y a ganar como antes. La expresión en la cara de Ferrara es de juventud, de alegría, de optimismo y de confianza. La expresión del que cree. La de alguien que ha ganado ocho Scudetti y que quiere ganar aún más y sabe cómo hacerlo. Una expresión que nos contagia, dibujándonos una sonrisa a todos los demás.

Porque la elección de Ciro Ferrara ha sido tomada como el triunfo de todos los juventinos, que veíamos y deseábamos el carisma de Ferrara y su capacidad para unir y conducir el vestuario de una Juventus que se dirige hacia el éxito por el camino correcto. El fichaje de Diego es la primera señal: por fin calidad, por fin clase, por fin un jugador capaz de marcar la diferencia (además, la Juventus ha sido el único equipo italiano hasta ahora capaz de importar talento de otra liga en lugar de perderlo, como están haciendo otros). La elección de Ferrara es el segundo indicativo: es una apuesta, un riesgo, pero una decisión de la Juventus verdadera, auténtica, que quiere volver a ser lo más grande.

Cierto es que el camino de Ferrara acaba de empezar y aún es pronto para hacer valoraciones y todo son especulaciones. Queda un verano repleto de traspasos que resolver, pero la dirección que ha tomado la Juventus (D'Agostino es el próximo objetivo) es la correcta y equivocarse parece ahora mucho más difícil. Podemos soñar con los cambios que vendrán con la contratación del 'regista' que quiere Ferrara y que conformará una Juventus que no se adaptará al rival para hacer su juego, sino que intentará dominar los partidos con el 4-3-1-2 que ha anunciado Ferrara. Y aunque desde el resintimiento otros puedan contar sus historias, Ferrara ha sido la primera elección de la directiva, que confía en él para que la Juventus vuelva a volar alto. Con sencillez. Con la misma que trabajó Ferrara para recuperar el ánimo del grupo y que se puede resumir en una de sus frases al equipo: "Recordad que sois la Juventus". A veces una sonrisa basta.

Así podría ser la Juventus de Ciro Ferrara:

jueves, 4 de junio de 2009

Nedved destacó en su última temporada


Hacer un balance general de la temporada de la Juve al completo es un ejercicio no exento de dificultad, ya que una situación ha condicionado todos los partidos que el equipo ha jugado y ha perdido: Claudio Ranieri, destituido a dos jornadas del final, marcó el año que la Juve ha tirado a la basura. Como muchos jugadores han reconocido, la temporada recién terminada, ha sido nueve meses de tiempo perdido; un agujero negro en el universo de los éxitos de la Juventus. La temporada comenzó bien, pero pronto las cosas empezaron a torcerse con muchas lesiones, malos resultados y peor juego. La garra del equipo hizo rebrotar a la verdadera Juventus ante el Real Madrid y el estado de éxtasis controlado se mantuvo hasta la llegada de los octavos de final de la Champions League y la posterior eliminación ante el Chelsea de Guus Hiddink. En el partido más importante de la temporada el equipo no estuvo a la altura y superar la losa del 1-0 londinense en la vuelta fue misión imposible. Después llegaron las derrotas contra Udinese y Cagliari que terminaron con casi dos meses sin ganar un partido y convirtiendo la temporada que nos anunciaron todos como la de la lucha posible por los objetivos más altos en la nada absoluta, llegando incluso a comprometer el futuro del club en Europa. A dos jornadas del final, el equipos se deshizo del yugo de Ranieri y ha mostrado síntomas de recuperación con Ciro Ferrara al mando. Pero los problemas no están aún superados. Porque la única conclusión que nos permite esta temporada es que para que esta Juve vuelva a ganar se necesitan refuerzos. Y no pocos.


Buffon: 7
partidos: 30
goles: -
El mejor portero del mundo ha pagado el momento negativo del equipo y no ha rendido como a todos (y a él primero) nos hubiese gustado. Su espíritu ganador le llevaron a ser uno de los más críticos con Ranieri, llegando a vincular su continuidad a la no del técnico romano. El periodo horrible del final del campeonato, donde la defensa encajó 16 goles en ocho partidos le ha pesado mucho. Quiere garantías para luchar en la cabeza la próxima temporada. Y él será la primera.

Manninger: 7'5
partidos: 23
goles: -
Llegó a la Juve casi por casualidad y sin hacer mucho ruido. Ni siquiera tuvo una presentación oficial, señal de que su papel estaba reservado a cubrir eventuales lesiones de Buffon en momentos puntuales. Pero los problemas de espalda del '1' le obligaron a presentarse él solito. Y lo hizo muy bien; no le pudo la presión y logró ser estrella en el Bernabéu. La retaguardia está muy bien cubierta.

Grygera: 6'5
partidos: 43
goles: 2
El nivel de Grygera ha descrito un arco inversamente proporcional al número de partidos disputados con el equipo, demasiados. La falta de alternativas en el puesto (con Zebina lesionado) le ha obligado a hacer un desgaste físico que ha terminado con una lesión inevitable como culminación de una hemorragia progresiva de calidad en sus prestaciones. Aún así, en cada partido ha dado el máximo por el equipo, incorporándose bien al ataque y seguro atrás. Su fichaje gratis fue todo un acierto.

Zebina: 5
partidos: 8
goles: -

Su estadística de participaciones sirve para definir con bastante acierto lo que ha sido su temporada. Se ha pasado el año entre lesiones, castigos y malas actuaciones que le hicieron ganarse la antipatía de la afición y más de un problema. La 'agresión' a un operario del Cagliari a principios de la temporada pasada le ha pasado una factura que nunca podrá pagar. Con Ferrara en el banquillo jugó los 180 minutos aprovechando la lesión de Grygera y con una respuesta positiva, pero seguramente su etapa bianconera ya estaba sentenciada con anterioridad.

Mellberg: 5'5
partidos: 38
goles: 2
El tormentoso final de la era Ranieri puede ser especialmente duro para él: los elogios a un fichaje que llegó a coste cero se tornaron en abucheos después de ser uno de los integrantes de la defensa que encajaba dos goles de media por partido. Su lentitud en los movimientos y un fallo prologando en las decisiones, siempre incorrectas en la última parte del campeonato, unido a la llegada de Cannavaro, han mermado mucho su posición dentro del equipo. El Olympiakos le quiere y Grecia puede ser su retiro dorado.

Knezevic: -
partidos
: 4
goles: -
Su fichaje parecía desacertado desde el principio y el tiempo no ha hecho sino confirmar las peores previsiones. El duelo que la Juve mantuvo con el Torino por conseguir su fichaje terminó por retratar a una directiva sin rumbo en aquel momento. Un dato: Livorno, su equipo de origen y Torino, el otro pretendiente están en Serie B. Y ése es el nivel de Knezevic, no el de la Juve.

Legrottaglie: 6'5
partidos: 36
goles: 1

Como el resto del equipo, su gráfica de rendimiento ha ido descendiendo con el paso de los partidos. Empezó la temporada donde lo dejó la pasada, con un rendimiento sensacional que le hizo ganarse un puesto como titular incluso en la selección italiana para suplir la baja de Cannavaro (curiosamente su competidor también en la Juve la próxima temporada), pero después siguió con demasiada irregularidad y sin adaptarse a grandes escenarios (mal en San Siro, Stamford Bridge o en el Luigi Ferraris contra el Genoa). Con la marcha de Ranieri, los errores tácticos quedaron atrás y muestra una mejoría que, esperamos, le devolverá a su nivel el año que viene.

Chiellini: 7
partidos: 36
goles: 5
La pasada ha sido la temporada de su confirmación. De la confirmación como uno de los mejores centrales de Europa que le ha llevado a ser el líder de la zaga tanto en la Juve como en la selección. Empezó su carrera como lateral con proyección y ha terminado convirtiéndose en un central de físico imponente e insuperable. Él no fue una excepción y no se libró de los problemas físicos que han machacado al equipo este año. Su nivel se resintió en la parte final del campeonato, salpicado de lesiones que provocaron un vaivén constante entre la enfermería y los terrenos de juego. Pero el futuro de la Juve empieza a escribirse con el nombre de Giorgio Chiellini.

Ariaudo: 6
partidos: 5
goles: -
La eliminación el pasado lunes contra el Palermo en la 'final eight' del campeonato Primavera fue su despedida del equipo juvenil de la Juve. No tuvo su mejor partido con la Primavera el otro día, pero en la Juve confían en él. La partida segura de Knezevic y la más que posible de Mellberg le garantizarán un puesto al lado de Cannavaro, Legrottaglie y Chiellini, de los que podrá adquirir una gran experiencia. Cuando Ranieri le llamó para la causa este año por culpa de las lesiones, cuajó buenas actuaciones, aprovechando al máximo sus virtudes y sabiendo donde y cuando estaban sus limitaciones sin complicarse demasiado.

Molinaro: 6'5
partidos: 40
goles: -
Final de temporada peor imposible para él después de haber luchado y mucho para hacerse con el puesto: diagnosticado un ematoma en la zona perienal formado de manera espontánea a causa de una malformación vascular congénita de naturaleza benigna después de haber tenido problemas con un cólico renal. Su futuro está en el aire, pero alejado de los terrenos de juego varios meses. Una pena para un jugador que había hecho del trabajo y el sacrificio su abc futbolístico y había conseguido ganarse el respeto y la consideración de la afición después unos comienzos complicados.

De Ceglie: 5'5
partidos: 23
goles: -
Seguramente no haya respondido a las grandes expectativas que había depositadas en él. Dos lesiones importantes le han impedido tener continuidad en el equipo. Llegó como alternativa al lateral izquierdo, pero dio su mejor versión cuando jugó supliendo a Nedved en el puesto de volante. Potencia, fuerza, lucha y resistencia son sus mejores armas, pero pueden no ser suficientes para confirmarse en una Juventus de primerísimo nivel

Salihamidzic: 5'5
partidos: 14
goles: 1
Se presentó como un jugador importante al que poder utilizar ante eventuales ausencias y así ha sido: esta temporada ha jugado de lateral derecho, lateral zurdo, volante en ambas bandas, pivote e incluso de enganche. A sus 32 años, la mejor parte de la carrera del bosnio ya ha pasado, pero su contribución puede seguir siendo muy importante si logra resolver sus problemas físicos.

Marchionni: 6'5
partidos: 32
goles: 3
Se jugó la oportunidad de consolidarse en la Juve con las lesiones de Camoranesi y salió ganador. Empezó la temporada a un altísimo nivel, aportando velocidad, profundidad y ensanchando el juego del equipo. Ha sido muy importante (ha dado cinco asistencias), clave en muchos partidos y ha sabido sobreponerse a los errores, aunque quizá de más de los deseados. Rendimiento algo irregular, pero perdonable en un año tan confuso. Con profesionalidad y tenacidad ha demostrado que su sitio está en la Juve.

Camoranesi: 5
partidos: 24
goles: 2
Año para olvidar el de Camoranesi ("Ha sido fatal para mí" declaró el domingo). Ha jugado poco entre decisiones extrañas propias y del entrenador y tantas y tantas lesiones. Y cuando ha jugado, no lo ha hecho a su nivel. Ha estado muy disperso y la mala relación pública con Ranieri la trasladó al campo, donde ha mostrado su peor versión, acompañada de excesivas amonestaciones y tres tarjetas rojas realmente inexplicables. Con el anterior entrenador fuera del vestuario se espera que las aguas vuelvan a su cauce y que el italiano de Tandil vuelva a mostrar su compromiso con el equipo. Parte capital del equipo a recuperar necesariamente la próxima temporada.

Poulsen: 5'5
partidos: 29
goles: 1
Sus cualidades, eminentemente físicas, quizá no sean tan importantes en un campeonato en el que el poderío físico es el arma principal de cada equipo. En la Liga sus carácterísticas le daban un aporte decisivo en partidos con protagonistas antónimos a él. Le dio a la Juve tres puntos claves en Catania marcando en el último minuto, aunque, principalmente a causa de sus problemas físicos, nunca llegó a entrar en el equipo con continuidad. Además, se ha cometido el error de juzgarle como lo que no era y eso ha generado cierta apatía hacia él. Fue un fichaje seguramente equivocado y su futuro es una incógnita.

Sissoko: 8
partidos: 32
goles: 2
Su fractura en el pié en el derbi contra el Torino (llegó forzado en una decisión poco estudiada) significó un antes y un después en la temporada de la Juve y sus temporadas empezaron a verse en el partido inmediatamente posterior contra el Chelsea. Él era el encargado de mantener el equilibrio y la unidad del equipo, evitando cualquier tentativa de ataque rival y dando la primera salida al equipo hacia adelante con su potencia y su gran zancada. La estadística es demoledora: con él en el campo la Juve obtiene un punto más de media en cada partido.

Marchisio: 8'5
partidos: 32
goles: 4
Un oasis en medio del desierto. Sin duda, su aparición ha sido la mejor noticia para la Juventus en esta temporada. Ha sido el metronomo de la Juventus en el centro del campo, el 'regista' que necesita el equipo, tomando las responsabilidades que otros no supieron o pudieron. Es la esperanza y el fruto del trabajo duro. Chiellini, Giovinco y Marchisio indican que la dirección por la que va la Juve es la correcta.

Zanetti: 5'5
partidos: 14
goles: 2
Debutó esta temporada en diciembre contra el BATE después de haberse lesionado en pretemporada. Cuando ha podido jugar, no ha sido el mismo del año pasado. Administra el tiempo con precisión, pero ha perdido la brillantez de antes. Lo mejor del año para él fue la volea espectacular contra la Atalanta que le dio un punto de oro a la Juve. Se ha visto opacado por Marchisio y el año que viene tendrá que competir también con D'Agostino.

Tiago: 4'5
partidos: 19
goles: -
Ni está ni se le espera. Empezó la temporada amenazado con ver los partidos desde la grada si no salía, pero prefirió quedarse en 'su' cárcel de oro turinesa y no renunciar a su salario de tres millones anuales. La pésima preparación atlética del staff de Ranieri (esta temporada la Juve ha sufrido más de setenta lesiones) le permitió regresar al mundo de los vivosy convertirse en una de las claves del equipo. Pero él también pagó a Ranieri y se lesionó en el peor momento (cuando mejor estaba) y contra el peor rival (el Inter). Nunca más volvimos a tener noticias de él y su salida es la prioridad de la directiva para este verano. Su ciclo en Turín ha sido triste, como él, como un fado.

Ekdal: -
partidos: 3
goles: -
Un Expediente X. Fue una inversión de futuro cargada de esperanza y sólo tuvo un cierto papel en la pretemporada, donde jugó muy buenos partidos. Su rol en el equipo compaginaba el Primavera y el primer equipo. Incomprensiblemente, no llegó a jugar ni con uno, ni con otro. Sabe lo que puede dar y sabe también que en la Juve no podrá darlo, así que es uno de los que dejarán el equipo este verano.

Nedved: 8'5
partidos: 42
goles: 7
Cuarenta y dos partidos con treinta y siete años y todos a un gran nivel. En su última temporada ha dado un rendimiento espectacular, ajeno a su edad y nos permite decir, sin equivocarnos, que ha sido el más destacado en este año tan complicado. Siempre dispuesto, luchando, corriendo y haciendo pases, recortes y marcando goles. Lo de Nedved se quedó sin calificativos hace tiempo. En esta temporada, un cúmulo de emociones para él, aún pesan las lágrimas de rabia e impotencia al ser sustituido a los 12 minutos del Juventus - Chelsea y que significaban la imposibilidad de coronar Europa. Con su retirada nace la leyenda de la Furia Checa: un ejemplo a seguir para todos, pero que nadie podrá alcanzar nunca.

Giovinco: 6'5
partidos: 27

goles: 3
Presidente del club de dagnificados por Ranieri. Pasó de ser "el futuro de la Juventus" a la tribuna. El romano empezó hablando de la gestión correcta de la juventud y terminamos descubriendo que era enemigo de su talento. Error, sin duda: fue clave en Minsk contra el BATE y resolvió el partido contra el Lecce con un libre directo de los que le han hecho ganarse el apelativo de heredero de Del Piero. Por suerte, el mundo del fútbol cree en él y el soplo de aire fresco que llega ahora a la Juve le dará privilegio a la calidad, que es lo que hace falta para ganar partidos. Y de eso Giovinco tiene. Y mucho.

Del Piero: 8
partidos: 43

goles: 20

La segunda mitad de temporada en la que ha pasado más desapercibido no debe hacernos olvidar el final de 2008 mágico con el que nos obsequió Del Piero. Es el capitán en el sentido más amplio de la palabra y ha aceptado siempre su responsabilidad en los momentos más complicados. Nos regaló momentos mágicos e imborrables para la memoría de los juventinos, como sus obras de arte de libre directo y otros, aún de mayor trascendencia: el Bernabéu en pié aplaudiendo a Alex Del Piero al cielo de Madrid aún eriza el vello. A pesar de todo, él sigue igual y juega con la humildad y la pasión del primer día. Tiene 34 años y la sensación de que aún posee la capacidad para emocionar a la Juventus en muchísimas más ocasiones. Ahh, come gioca Del Piero...

Iaquinta: 8
partidos: 38
goles: 15
Conafianza, seguridad, fe y capacidad de superación. Esta mezcla de factores han cambiado drasticamente el papel de Iaquinta en la Juventus. En enero, las lesiones continuas y el buen momento de Amauri y Del Piero le habían condenado a abandonar el equipo. Tuvo una oferta millonaria del Zenit para jugar en Rusia que despreció. Dijo que quería demostrar su capacidad en la Juve y que confiaba en sí mismo. Sin lesiones, al 100% físicamente, sentía poder disputar el puesto a cualquiera. Y lo ha conseguido. Once goles en la segunda fase del campeonato y un trabajo incansable le han convertido en la clave del subcampeonato, ajeno a los problemas con Ranieri y le han garantizado un futuro importante en la Juventus. La renovación de su contrato hasta 2013 el pasado martes es la prueba que ahora ya confian como él.

Amauri: 7
partidos: 43
goles: 14
Amauri es el mejor indicador de la involución progresiva del equipo durante la temporada hasta el cese de Ranieri. Fue el fichaje estrella del verano que hizo realidad el sueño de la afición. Antes de comenzar 2009 había marcado 11 goles importantísimos en Serie A que significaron ni más ni menos que 16 puntos para la Juve. Sin embargo, con el cambio de año, sólo ha logrado traspasar la meta rival en una ocasión. Se lesionó contra el Chelsea y volvió en el peor momento del equipo. Amauri es un jugador que ha llegado a la cima gracias al trabajo, sin la estrella que ha rodeado a otros. Ha demostrado que tiene mucho que darle a la Juventus y recuperarle es el punto nº 1 de la agenda de la próxima temporada.

Trezeguet: 4
partidos: 15
goles: 1
La valoración de Trezeguet no se entiende sin Ranieri. Una doble lesión de rodilla le hizo perderse toda la primera vuelta del campeonato. Era el mejor fichaje de invierno posible y logró marcar en su segundo partido después de la reaparición. Fue titular contra el Chelsea y sustituido en el minuto 95 después de ser expulsado Chiellini y cuando a la Juve le hacía falta un gol para pasar la ronda. Sus desacuerdos públicos con el cambio los recibió de muy mala gana Ranieri, empezando una batalla desmedida y equivocada que terminó dejándole al descubierto y con su etapa en la Juve. Sin Ranieri en el equipo y con el ambiente reorganizado, no se ha obtenido nunca la respuesta positiva que cabía esperar. El nuevo entrenador debe hacerle ver que, lejos de las "superofertas", su futuro está en la Juve y que su lugar no es el banquillo. Pero para eso es necesario no perder tiempo hablando y concentrarse en el trabajo.

Ranieri: 4
A Ranieri le va asignado un cuatro porque, a pesar de todo, el equipo hizo buenos partidos y durante parte de la temporada nos hizo creer en un proyecto serio y ganador. Pero nada más lejos de la realidad. Su cese a dos jornadas del final descubrió todo un reguero de errores que hicieron peligrar incluso la tercera plaza de la Juventus. Esta temporada, con un equipo mejorado y con el que podía haber llegado mucho más lejos, ni siquiera ha logrado mejorar los registros de la pasada campaña. Y no lo hizo porque no ha creido que fuese posible, no ha afrontado el campeonato con la mentalidad ganadora, sí con una mucho más modesta, conservadora y victimista. Todo esto se vio agudizado por las lesiones, fruto de una preparación física muy deficiente (más de setetenta lesiones no pueden ser mala suerte). Además, de todo esto, terminó por sentenciarle los problemas con un vestuario con el que no ha sabido convivir a pesar de haberle sacado de más de un aprieto y defenderle publicamente. No dio la talla ni como profesional del fútbol ni como persona. Algo que en la Juventus no se puede permitir.

Ferrara: 7'5
Una media aritmética entre el 5 y el 10, pero que se puede aproximar bastante a la realidad. Evidentemente, no se puede juzgar el trabajo de un entrenador en dos partidos, pero el cambio se ha notado. Dos partidos, seís puntos; cinco goles marcados, ninguno encajado. Hemos visto a un equipo compacto y con las ideas muy claras. Le faltará la experiencia, pero la afición y el vestuario están unidos en torno a él. Aceptó el difícil reto de hacerse cargo del equipo en una situación complicada y ha cumplido con nota. Merece una oportunidad y algo más importante aún que a esta directiva le escasea: respeto.

lunes, 1 de junio de 2009

Iaquinta endulzó la despedida de Nedved


Minuto 39 de la segunda parte; baja el telón juventino para Pavel Nedved, le sustituye Tiago. La ovación del estadio que le brindó Ferrara fue el final perfecto al 'homenaje' que inició Del Piero minutos antes cuando le regaló el brazalete de capitán en su último partido como futbolista. Dos tributos sinceros, genuinos, para un gran futbolista y gran amigo que se retira. La emoción es palpable en el ambiente, de tensión festiva, y donde los coros dedicados al checo no querían cesar por miedo a que significase el final inevitable. Ayer nos abandonó un trozo de historia, de la Juventus y del fútbol en general. En efecto, apenas Pessotto le pasó al árbitro la tablilla con el 11 eterno en rojo, instintivo, se produjo un abrazo inolvidable entre todos los juventinos, también con aquellos que como Buffon que para abrazar la rubia melena de la leyenda naciente tuvieron que cruzar todo el campo mientras, ajenos, el árbitro y los jugadores rivales asistían con paciencia y cortesía al último acto, perfecto, del Pavel Nedved futbolista. Segundos después, los jugadores de la Lazio se unieron al homenaje con sus aplausos; se puso en pié la grada mientras los ojos se humedecían y con cierta contrariedad miraban, en el palco, a quienes no han conseguido (ni intentado) que Nedved volviese a regalarnos un año más.

Pero también en su último partido como futbolista, el Balón de Oro fue uno de los jugadores clave del equipo (junto a Marchisio y Iaquinta), desde el punto de vista del juego, convirtiéndose en un trueno amarillo inalcanzable para los centrocampistas de una Lazio condescendiente con el papel de teloneros de la fiesta de Pavel. Algo previsible, ya que los romanos no se jugaban nada. Menos previsible fue, por contra, que a sus casi 37 años Nedved haya sido el jugador que más minutos ha disputado con la Juventus en la temporada de su adiós; con altos y bajos constantes y que al final deja a la Juve segunda. También el epílogo del año, a su manera, ha sido raro, donde pitos (a la directiva) y alegría (a Ferrara, ampliamente aplaudido por una afición que le quiere ver la próxima temporada en el mismo banquillo), lamentos (por el año perdido y la oportunidad real de ganar el Scudetto desperdiciada) y orgullo se juntaron en una extraña mezcla que tuvo como último ingrediente el descenso a Serie B del Torino (motivo de alegría para algunos).

El último partido de Nedved se puede simbolizar con el robo de Pavel a Rozenhal en el 2-0 de Iaquinta (59'), con el compatriota checho incapaz de quitarse de encima el rol que se le asignaría después de "víctima de un sacrificio" en honor de Nedved mientras le quitaba el balón y se lo ponía perfecto a Iaquinta para que se anticipase a Carrizo. Para Vincenzo era el decimosegundo gol de la temporada, con lo que queda empatado con Amauri y a sólo un tanto de Del Piero, otra vez máximo goleador (aunque este año sólo del equipo). Iaquinta ya había marcado su primer gol en el minuto 3, cruzando un balón entre las piernas de Carrizo y aprovechando una magnifica asistencia casi imposible de Marchisio, cuyo rendimiento, cada día mejor, le hace aparecer en todas las posibles alineaciones de la próxima temporada. Entre un gol y otro se produjeron muchos errores de cara a portería de uno y otro equipo (que también seguirían después, como la chilena infructuosa de Del Piero) y más intentos todavía por parte de Pavel Nedved de dejar su impronta en su despedida. No pudo hacerlo al final y todo el estadio se quedó con las ganas de cantar un gol de Pavel, aunque apunto estuvieron de poder hacerlo en un par de ocasiones en las que el balón salió fuera por centímetros (minuto 22 y 70 con un libre directo magistral que despejó Carrizo).

Quien sí ha conseguido el objetivo marcado ha sido Ferrara. En Siena, el sustituto de Ranieri le garantizó a la Juve la próxima participación directa en la Champions League y ayer consiguió un segundo puesto muy importante (también en el tema económico). El técnico napolitano se ha demostrado capaz de vencer y convencer, con una Juve que por momentos ayer fue brillante y en la que introdujo una variación táctica (pasando del 4-4-2 al 4-3-3 con ventaja en el marcador) mientras mandaba un aviso a navegantes mostrando que su repertorio y el de su equipo es amplio y existe la posibilidad (aumentada con Diego) de cambiar el guión con el partido en marcha. Sus decisiones han convencido a (casi) todos. Ahora sólo queda esperar que las decisiones de otros sean igual de buenas.

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