jueves, 18 de septiembre de 2008

Del Piero paradiso


Los jugadores como él son así. Pasan de ser perfectos a ser criticados en un minuto, son incluso maltratados. Son desechados, haciéndoles en muchas ocasiones sentirse (aunque sin reconocerlo) un estorbo, pero ellos no dicen nada. Están callados, no alzan la voz, después llegarán sus respuestas sobre el campo. También en silencio. Sin abrir la boca. Como saben hacerlo, responder sin tener que pensar. Todo fluido y sin ninguna importancia, sin enfadarse, pero de valor incalculable para el equipo. Así es Alessandro Del Piero. Un fuoriclasse, posiblemente el único, junto a Buffon, del que la Juventus puede presumir en Europa. Ayer, después de casi novecientos días de ausencia de la Champions League, el capitán Alex Del Piero devolvió el orden a la historia y a sus asuntos personales autografiando la victoria con una falta magnífica que terminó con la vida del Zenit, campeón de la Uefa y de la Supercopa de Europa. Dentro del disparo de Del Piero, había seguramente mucho más de lo que podamos imaginar. Era un disparo con efecto y con la rabia que alimentan ciertos comentarios. Simbolizaba la rotura definitiva de la Juventus con el pasado y era la mejor forma posible de empezar un camino de sueños que, esperemos, llegue a su fin el próximo 27 de mayo en Roma.

De los siete minutos contra el Udinese, un gesto inexplicable, una humillación gratuita e inesperada a la gloria contra el Zenit no ha habido mucha distancia. Del Piero resolvió un partido que se estaba complicando, porque la Juventus sudó sangra para conseguir el triunfo contra los rusos y Del Piero lo logró cuando parecía que el equipo se contentaba con el empate. Sería por la musiquilla de la Champions, por la pancarta con el símbolo de la competición que agitaban en el centro del campo los recogepelotas o por el ambiente distinto (inédito en este caso) que se respiraba en el Olimpico, pero la Juventus salió al campo como tenía que hacerlo, sin miedo, sabedora de ser un equipo ganador y así considerado por el resto del continente. Desde el inicio el Zenit mostró sus credenciales, ser un adversario de nivel, con grandes jugadores, sólido en todas sus líneas, con un gran físico, pero quizá demasiado básico en la búsqueda constante de la triangulación desde el momento en el que Arshavin calló en las redes de la defensa bianconera. Todo está le da más mérito a la victoria, que no fue para nada fácil, especialmente después de que Camoranesi tuviese que abandonar el campo a la media hora por una inoportuna lesión. Camoranesi, que en el minuto 26 estrelló un balón en el palo y que sólo por eso era el mejor de la Juve hasta ese momento. Camoranesi, que para Ranieri es el encargado de transformar lo ordinario en extraordinario. Su sustituto, Salihamidzic, sólo aporto movimientos casi intrascendentes, por lo que el 100% del juego de la Juve se le fió a Alessandro Del Piero, especialmente motivado por las últimas polémicas. En el papel de capitán, más que nunca, Alex intentó marcar la diferencia: bajó al centro a recibir, propuso juego, se ofreció y ofreció. Pero también se fue agotando con el paso de los minutos, acabó reventado, hasta la magia de la falta que nos dio la victoria a un cuarto de hora del final.

Con el apoyo de una defensa prácticamente perfecta, donde Chiellini y Legrottaglie dieron un rendimiento ejemplar, sorprendida en la primera parte apenas una vez con una combinación entre Pogrebnyak, Denisov y Danny que se fue fuera por poco, la Juventus tuvo el defecto de empeñarse con los balones en largo, sin elaborar las jugadas y sin utilizar las bandas. Antiguos defectos que Ranieri aún no ha sabido corregir. La inseguridad de Molinaro en el lateral, acrecentada por la importancia del partido y no sin razón sustituido por De Ceglie en el inicio de la reanudación, únida a los pasos en falso que daba Nedved convirtieron en nulo cualquier aporte desde la izquierda. Mientras en la derecha, sin Camoranesi, el peligro llegaba en los pies de Grygera, tantas veces criticado y que esta temporada está sorprendiendo con sus internadas y grandes muestras de técnica. El papel de Poulsen y Sissoko se redujo principalmente a cortar balones y en el momento de crear juego, la Juve se encontró en evidentes dificultadas, encallada en el sistema defensivo casi perfecto de Advocaat, que ha creado un Zenit a la carta, a su manera, que busca el peligro desde la segunda línea. Y así, en la segunda mitad, a la que la Juve llegó adormilada, Buffon tuvo que salir del sueño para despejar un gran disparo de Sirl.

El paradón del mejor portero del mundo hizo que el partido no decayese, aunque el ruso estaba en fuera de juego, y despertó las hormonas del orgoglio bianconero. La intervención de Malafeev al disparo de Poulsen despertó los ánimos del público. Que volvieron poco tiempo después, con la falta de Del Piero, que ya está en su paraíso otra vez. Los jugadores como él son así...

6 comentarios:

Una squadra de primera que lo puede hacer todo. Con esto nos demuestra que puede batir a cualquiera y meterse hasta Roma.

La Juve puede tener un papel muy importante en esta Champions si sabe manejar us armas correctamente.
con una buena defensa encagando pokos goles y aprobexando a la gente de arriba pueden hacer mucho daño.

Golazo, Christian, golazo.

El grupo se pone precioso. El Zénit va a dar guerra pese a esta derrota mínima.

Me está gustando, y mucho, como está haciendo tu Juve las cosas.


Un abrazo, amigo.

siempre os quedara del piero porque es muy grande....

http://detallesdelbalon.blogspot.com/

saludos

pasate por mi blog...acabo de publicar un artículo de la juventus....

DETALLES DEL BALON

saludos

Buenas,la Juventus,que está en un grupo complicado,comenzó bien en su regreso a la Champions League,veremos como siguen,saludos!
www.atleti1903.blogspot.com

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