Es una de las principales máximas del fútbol, la más demoledora seguramente: si no marcas, no ganas. La Juventus ha marcado cuatro goles en cinco jornadas. Unos números de record negativo, de mínimo histórico, de crisis anotadora, de abstinencia forzada sin igual, admitibles en un periodo de transición, no de confirmación. La tabla de disimulos y salvación era Amauri, pero ahora caemos en que es insuficiente, después de que no consiguiese anotar en Marassi tras tres partidos consecutivos marcando.
Si queremos analizar la crisis anotadora de la Juve, no podemos empezar sino por Trezeguet (lesionado hasta 2009), que le ha privado a la escuadra de un potencial ofensivo fuera de lo común, como demuestran sus 160 goles con la camiseta zebrata. Por lo que, no sólo por los números, no es una perdida cualquiera (es la perdida de uno de los mejores arietes de las últimas décadas) y no tenemos la garantia de que la delantera de la Juve, aún notable, pueda asimilar la perdida de uno de sus jugadores más importantes, que le ha sido arrancado. Como diría Claudio Ranieri en una de esas entrevistas pseudo-filosóficas, Trezeguet era la flecha más afilada del arco. Lo que no quiere decir que nuestro armamente ahora sea algo descafeinado, no, 'sólo' que el mecanismo se ha atascado y ahora mismo no funciona. A los tres goles de Amauri sólo podemos sumarle el que le marcó Pavel Nedved a la Fiorentina en la primera jornada. Nada más. Nada más para sumar el peor arranque de campeonato, en cuanto a goles se refiere, de la historia de la Juve.
Pero también tenemos que saber que en el mismo libro que dice que "si no marcas, no ganas", otra de sus sentencias es que "los dalenteros no marcan si no tienen con qué hacerlo". Dicen que muchas veces en el fútbol hacer las cosas fácil es lo más difícil, y posiblemente sea ese el problema con el que se ha encontrado la Juventus. Un juego que se reduce a mandar balones largos para que un delantero, condenado a darle la espalda a su objetivo, las baje, es tan fácil, con la posibilidad de ser tan efectivo, como arriesgado. Por no hablar de Alessandro Del Piero, que preferiría un fútbol más vertical, pero no tan directo, que se jugasen los balones por abajo. Quizá sea por eso que il capitano no ha marcado todavía... Ningún gol y mucha rabia acumulada. Ranieri ha intentado justificar en cierto modo este juego hablando de las pobres condiciones del césped del Olimpico, y el de Cagliari, y el de Marassi... Pero no quiere (dice) usarlo como excusa. Faltaría más. Porque a la Juventus se le presupone una calidad que le da para ser superior a las condiciones de cualquier campo.
Pero esto no es todo. Posiblemente, falte por analizar el principal problema de la Juventus, que está en las bandas, donde este equipo tiene que crear el juego. En la derecha, Mauro Camoranesi acaba de reaparecer luego de su lesión en la rodilla, por lo que no tiene ritmo, fluidez, velocidad, seguridad. Y el aporte del voluntarioso y trabajador Zdenek Grygera es muy esporádico. Perfecto en defesa, ahora, después de rozar el gol en un par de ocasiones, desaparecido en ataque. En la izquierda está Nedved, siempre con las pilas a tope, pero con el punto de vista algo desafinado. Él juega porque tiene que jugar, porque cada vez que lo hace da todo lo que tiene por el equipo. Porque es Pavel Nedved, Balón de Oro. Y eso conviene no olvidarlo. Que se complementa bien con Molinaro está fuera de discusión (aunque habría que valorar el porcentaje de los méritos de cada uno), así como la incapcidad del lateral para sacar centros a la altura de las circunstancias y con continuidad. Centros, tan necesarios para marcar goles. Este año hemos visto uno culminado con éxito: el que contra el Catania salió de las botas de Giovinco y remató Amauri. Pero el sábado contra la Samp, Seba estuvo todo el partido mirando. En el banquillo. Por lo que nos quedamos sin fantasia, sin magia, sin velocidad, sin espontaneidad. Con tanto fajador, a la Juve le hace falta más calidad, sin tener que ponernos a recordar, por fuerza, a Xabi Alonso.
Pero más allá de cualquier matización táctica, la Juve tiene otro rival que batir: la diosa ciega. La fortuna, que no quiere acompañarle en su largo camino de vuelta a lo más alto. El fallo de Mellberg después de un partido perfecto en Florencia, los miles de balones que el Catania repelió a un centímetro de la portería, el disparo de Del Piero que se estrelló contra el palo mientras Mirante miraba en su palco vip. Hay que reconocer que tenemos mala suerte. Pero aquí entra otra ley (que esperemos no se cumpla), que está muy por arriba de la Juventus y de su historia. Incluso superior al fútbol. Es la ley de Murphy, que dice que "si algo puede ir mal, irá mal". Tendrá que ser la Juventus la que desacredite una de las mayores sophias de la humanidad. Puede.
Si queremos analizar la crisis anotadora de la Juve, no podemos empezar sino por Trezeguet (lesionado hasta 2009), que le ha privado a la escuadra de un potencial ofensivo fuera de lo común, como demuestran sus 160 goles con la camiseta zebrata. Por lo que, no sólo por los números, no es una perdida cualquiera (es la perdida de uno de los mejores arietes de las últimas décadas) y no tenemos la garantia de que la delantera de la Juve, aún notable, pueda asimilar la perdida de uno de sus jugadores más importantes, que le ha sido arrancado. Como diría Claudio Ranieri en una de esas entrevistas pseudo-filosóficas, Trezeguet era la flecha más afilada del arco. Lo que no quiere decir que nuestro armamente ahora sea algo descafeinado, no, 'sólo' que el mecanismo se ha atascado y ahora mismo no funciona. A los tres goles de Amauri sólo podemos sumarle el que le marcó Pavel Nedved a la Fiorentina en la primera jornada. Nada más. Nada más para sumar el peor arranque de campeonato, en cuanto a goles se refiere, de la historia de la Juve.
Pero también tenemos que saber que en el mismo libro que dice que "si no marcas, no ganas", otra de sus sentencias es que "los dalenteros no marcan si no tienen con qué hacerlo". Dicen que muchas veces en el fútbol hacer las cosas fácil es lo más difícil, y posiblemente sea ese el problema con el que se ha encontrado la Juventus. Un juego que se reduce a mandar balones largos para que un delantero, condenado a darle la espalda a su objetivo, las baje, es tan fácil, con la posibilidad de ser tan efectivo, como arriesgado. Por no hablar de Alessandro Del Piero, que preferiría un fútbol más vertical, pero no tan directo, que se jugasen los balones por abajo. Quizá sea por eso que il capitano no ha marcado todavía... Ningún gol y mucha rabia acumulada. Ranieri ha intentado justificar en cierto modo este juego hablando de las pobres condiciones del césped del Olimpico, y el de Cagliari, y el de Marassi... Pero no quiere (dice) usarlo como excusa. Faltaría más. Porque a la Juventus se le presupone una calidad que le da para ser superior a las condiciones de cualquier campo.
Pero esto no es todo. Posiblemente, falte por analizar el principal problema de la Juventus, que está en las bandas, donde este equipo tiene que crear el juego. En la derecha, Mauro Camoranesi acaba de reaparecer luego de su lesión en la rodilla, por lo que no tiene ritmo, fluidez, velocidad, seguridad. Y el aporte del voluntarioso y trabajador Zdenek Grygera es muy esporádico. Perfecto en defesa, ahora, después de rozar el gol en un par de ocasiones, desaparecido en ataque. En la izquierda está Nedved, siempre con las pilas a tope, pero con el punto de vista algo desafinado. Él juega porque tiene que jugar, porque cada vez que lo hace da todo lo que tiene por el equipo. Porque es Pavel Nedved, Balón de Oro. Y eso conviene no olvidarlo. Que se complementa bien con Molinaro está fuera de discusión (aunque habría que valorar el porcentaje de los méritos de cada uno), así como la incapcidad del lateral para sacar centros a la altura de las circunstancias y con continuidad. Centros, tan necesarios para marcar goles. Este año hemos visto uno culminado con éxito: el que contra el Catania salió de las botas de Giovinco y remató Amauri. Pero el sábado contra la Samp, Seba estuvo todo el partido mirando. En el banquillo. Por lo que nos quedamos sin fantasia, sin magia, sin velocidad, sin espontaneidad. Con tanto fajador, a la Juve le hace falta más calidad, sin tener que ponernos a recordar, por fuerza, a Xabi Alonso.
Pero más allá de cualquier matización táctica, la Juve tiene otro rival que batir: la diosa ciega. La fortuna, que no quiere acompañarle en su largo camino de vuelta a lo más alto. El fallo de Mellberg después de un partido perfecto en Florencia, los miles de balones que el Catania repelió a un centímetro de la portería, el disparo de Del Piero que se estrelló contra el palo mientras Mirante miraba en su palco vip. Hay que reconocer que tenemos mala suerte. Pero aquí entra otra ley (que esperemos no se cumpla), que está muy por arriba de la Juventus y de su historia. Incluso superior al fútbol. Es la ley de Murphy, que dice que "si algo puede ir mal, irá mal". Tendrá que ser la Juventus la que desacredite una de las mayores sophias de la humanidad. Puede.




3 comentarios:
Qué grande Ranieri: Trezeguet la flecha más afilada del arco.
Recuerdo, estando en Valencia, cuando llamaba al rumano Adrián Ilie dragón.
Xavi Alonso hubiese sido bueno para la Juve, pero este tipo de centrocampista hace tiempo que no entran en los planes de la Vecchia Signora. Lo más parecido, hablando de un jugador con menos gol y menos llegada que el vasco del Liverpool, es Paulo Sousa.
Un abrazo, amigo.
El acierto de cara a puerta volvera pero para marcar hay que creear y Camoranessi recien salido de un lesion y Nedved con 35, 36 años no estan como deverian estar por lo que la Juve baja su rendimiento.
Giovinco es el unico que puede creear algo y esta en el banquillo.
Lo de Xavi alonso no ubiera stado mal pero no creo que sea el creador idone para la Juve.
Un fichaje interesante para el medio campo podria ser PALOMBO para este mercado de invierno, auque yo ya iria mirando un Crack para esa poscion.
Aller 2-2 en Capions contra los mas flojos...un pinchazo importante...como jugaron en general?
es que no pude verlo
Un Saludo
Pues caray, Si hay crisis, Apesar de todo, se intenta seguir adelante, pero el juego de hoy no fue nada producente; y la mala fortuna que crea lesiónes acaba por tronarnos.
Forza Juve.
Publicar un comentario