viernes, 8 de agosto de 2008

Temblad, Del Piero ha vuelto


Bajo la lluvia, como en las películas de amor, asistimos anteayer a la vuelta de Alessandro Del Piero. Tres semanas después de volver a los entrenamientos, el capitán cogió el mando del equipo en el amistoso más prestigioso e importante de todo el verano bianconero, briilando con luz propia en un estadio que siempre le ha gustado y en el que siempre ha gustado. El 0-0 resulto a todas luces positivo, principalmente porque poder contar con Del Piero es la mejor noticia que podía tener Claudio Ranieri a seis días de la previa de la Champions.

Del Piero está, y cuando está, se ve. Desde el principio, cuando tras veinte minutos busca la combinación con Camoranesi, con el que buscó y encontró el entendimiento durante todo el partido, y roza el gol, evitado por Ferdinand, que despeja correctamente. Del Piero está y se le ve cinco minutos después cuando inventa un pase de más de 30 metros, digno del mejor de los pasadores, que Iaquinta no controló correctamente. Del Piero estaba y se le vio en el minuto trenta, cuando intentó crear un número de magia dentro del área: le salió, pero su centro fue desviado por Evra. Del Piero estuvo y se dejó ver en un puñado más de ocasiones en las que el público de Old Trafford le respondió con un "ohh" de admiración y sorpresa o entre aplausos, ya que en Inglaterra no se ruborizan a la hora de reconocer el talento de un rival.

Del Piero está y se mueve. Se dio cuenta de que el equipo sufría en el centro del campo, y muy a menudo bajó unos metros para echar una mano en la construcción o para hacer algo imprevisible en las acciones de ataque de la Juve junto a Camoranesi. Del Piero está y se mueve; señal de que físicamente está mejorando y que, dentro de 15/20 días, en los partidos clave de la previa de la Champions y en el debut contra la Fiorentina en Serie A, estará al máximo.

Del Piero está, y no podría ser de otra manera, porque para él no será una temporada cualquiera; será la temporada en la que volver a ganar algún trofeo o, por lo menos, poder disputarlo de verdad. Es la temporada de volver a pisar Old Trafford y asustar al Manchester y demostrándose a la altura de los campeones de Europa, como pasó el miércoles. Además, el partido de ayer había sido denominado como la prueba general de la Champions League. Sí, el último antes del Artmedia, pero era un partido especial para 'la vieja guardia', que quería volver a enfrentarse a uno de los rivales de siempre, en uno de los estadios de siempre, para ver qué había cambiado durante su ausencia. Casi nada. O quizá nada.

Algunas de las estrellas que frecuentaban Old Trafford en los tiempos de Lippi ya no visten la bianconera, pero el espíritu, también en los nuevos, es el mismo que entonces. Giorgio Chiellini es el Montero de aquella Juve, Salihamidzic recuerda a Di Livio y Sissoko parece Davids. Del Piero, al igual que Buffon, recuerda a sí mismo. Sin que de ninguna manera los diez años transcurridos hayan incidido en su clase suprema. Del Piero, al igual que entonces, está.

Y con él está toda la Juventus. Porque el empate contra los campeones de Europa, en un partido jugado con muchísima intensidad, es una señal inequívoca de solidez. El partido de ayer hubiese podido ser perfectamente un partido oficial de Champions con algo más que el honor en juego. Tres puntos de la fase de grupos o un pase a la siguiente ronda. El resultado hubiese sido muy positivo, como lo fue ayer. Además, si tenemos en cuenta que el Manchester empieza ya la próxima semana la competición oficial y que deberían estar más a punto que nosotros, la mirada es mucho más positiva.

Del Piero está. La Juve, como equipo, también. Falta, quizá alguna señal, algún detalle de calidad individual, algún toque de clase que le dé más calidad e improvisación al ataque. Falta un Camoranesi más en forma, un Amauri 100% dentro del equipo y sin miedo, y, por qué no, un Giovinco cargado de confianza para probar un regate contra los monstruos de las defensas italianas. Porque Del Piero está esperando.

1 comentarios:

Y esta de regreso para bien; de la Juve, del futbol, de Italia y para la felicidad de muchos. Aquel Alessandro que alguna vez fue e goleador de la Champions, lo puede realizar un jugador de 33 años, ultimo Capocannoniere. Forza Sempre Juve.

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