
Amistoso: Manchester United - Juventus, 0-0
Manchester United (4-2-3-1): van der Sar; Brown (1' st Da Silva), Vidic (33' st Evans), Ferdinand, Evra; Fletcher (1' st Gibson), Ò Shea (25' st Possebon), Scholes,Martin (20' st Silvestre), Giggs; Tevez (25' st Campbell). Entrenador: Sir Alex Ferguson.
Juventus (4-4-2): Buffon; Grygera, Mellberg, Legrottaglie, Chiellini; Camoranesi (16' st Marchionni), Poulsen (44' st Tiago), Sissoko (37' st Ekdal), Salihamidzic (29' st F. Rossi); Del Piero (26' st Trezeguet), Iaquinta (1' st Amauri). Entrenador: Claudio Ranieri.
Árbitro: Peter Walton (ING).
Árbitro: Peter Walton (ING).
Un cero a cero en el estadio de los campeones de Europa puede no ser suficiente dentro de seis meses. Ayer no fue un premio, fue una recompensa al trabajo bien hecho. Siempre es díficil poner en apuros al Manchester United; un equipo que ha ganado seis de las últimas diez ligas inglesas y siempre bajo la dirección de un mismo técnico, pero tiene un mérito especial hacerlo sin echarse a las barricadas, mostrando carácter, con garra y contestando a cada golpe que da el rival. El empate de ayer fue uno de esos espectáculos que sólo pueden ofrecernos los más grandes de Europa. Y fue la confirmación de que la Juventus, a pesar de llevar tres años sin jugar la Champions, es uno de esos equipos. Quizá ayudado por el escozor de ver como frente a sus labios, mientras el túnel de vestuarios les mantenía a la sombra, el Manchester ofrecía el título de la Champions League a Old Trafford. La 'vieja' Juventus, la formada por Buffon, Nedved, Camoranesi, Del Piero y Trezeguet tenía en ese momento la certeza de haber dejado el pasado atrás y que ciertas épocas, al fin, aunque no sin trabajo, están siendo olvidadas.
A riesgo de ser impopular, de ser masacrado por la crítica y de que el equipo no diese la talla, Ranieri sacó un equipo con más fajadores que estilistas. Chiellini en el lateral zurdo antes que Salihamidzic, que pasó, sin pena ni gloria, a ocupar la posición de Nedved, que no jugó por precaución y porque tampoco estará en el partido de ida de la previa de la Champions. En el centro, dejaron buenas sensaciones Sissoko y Poulsen, que jugaban juntos por primera vez. Al danés se le vio algo encojido en un escenario tan grande como Old Trafford, pero con el paso de los minutos fue perdiendo las cadenas e impuso su ley en el centro. Siempre ayudado por Sissoko, espectacular en la facilidad que se le vio para salir a la contra, apoyándose en Camoranesi y Del Piero. Un Alex que volvió a ser. Mientras sus compañeros se esforzaban en trabajar y en detener los ataques del United, él quería divertirse y divertir. Con jugadas de salón, con regates, con vaselinas (que no pudieron nunca finalizarse, lo que le causó más de un problema al equipo, debido al gran peligro a la contra que tiene el United) despejó las dudas y se ganó la admiración de Old Trafford, que, cuando fue sustituido en la segunda parte, le despidio con una ovación, con tintes de doble sentido para Sir Fabio Capello, flamante seleccionador inglés, que vio el partido desde el palco. No fue la confirmación de Del Piero, fue la confirmación de un equipo que tiene un poder ofensivo envidiable. Como en los tiempos en que los Scudetti se ganaban cada año, la Juventus tiene una delantera que en nada desmerece a una en la que estén Ibrahimovic o Mutu. Aunque otros quieran ver un problema en el hecho de que fuese Amauri el primer delantero en salir desde el banquillo. Es posible que algo haya cambiado en la jerarquía bianconera, o es posible que, con el altísimo rango de todos los delanteros, haya desaparecido.
Defensivamente también fue un buen partido. Chiellini demostró estar ya entre los más grandes en su vuelta a la banda, sabiendo en cada momento qué hacer y por dónde moverse para parar a la dupla ofensiva Giggs & Tévez, que con sus continuos movimientos fue el mayor peligro de los chicos de Ferguson. Se vio al equipo más concentrado, más compacto. Era un partido para ver defensas y vimos dos. Al final de la segunda parte, las oportunidades de gol eran pocas. Las sensaciones, muchas. La Juventus no resistió al Manchester, sino que el Manchester no pudo con la Juventus. La prueba definitiva ha sido superada. Ahora llega el Artmedia y los partidos que importan de verdad. Vuelve la Juventus a la mejor competición de clubes del mundo. Y es que el tiempo pasa. A veces vienen malos. Unos jugadores vienen y otros, aunque duela, se van. Pero la Juventus sigue ahí.
A riesgo de ser impopular, de ser masacrado por la crítica y de que el equipo no diese la talla, Ranieri sacó un equipo con más fajadores que estilistas. Chiellini en el lateral zurdo antes que Salihamidzic, que pasó, sin pena ni gloria, a ocupar la posición de Nedved, que no jugó por precaución y porque tampoco estará en el partido de ida de la previa de la Champions. En el centro, dejaron buenas sensaciones Sissoko y Poulsen, que jugaban juntos por primera vez. Al danés se le vio algo encojido en un escenario tan grande como Old Trafford, pero con el paso de los minutos fue perdiendo las cadenas e impuso su ley en el centro. Siempre ayudado por Sissoko, espectacular en la facilidad que se le vio para salir a la contra, apoyándose en Camoranesi y Del Piero. Un Alex que volvió a ser. Mientras sus compañeros se esforzaban en trabajar y en detener los ataques del United, él quería divertirse y divertir. Con jugadas de salón, con regates, con vaselinas (que no pudieron nunca finalizarse, lo que le causó más de un problema al equipo, debido al gran peligro a la contra que tiene el United) despejó las dudas y se ganó la admiración de Old Trafford, que, cuando fue sustituido en la segunda parte, le despidio con una ovación, con tintes de doble sentido para Sir Fabio Capello, flamante seleccionador inglés, que vio el partido desde el palco. No fue la confirmación de Del Piero, fue la confirmación de un equipo que tiene un poder ofensivo envidiable. Como en los tiempos en que los Scudetti se ganaban cada año, la Juventus tiene una delantera que en nada desmerece a una en la que estén Ibrahimovic o Mutu. Aunque otros quieran ver un problema en el hecho de que fuese Amauri el primer delantero en salir desde el banquillo. Es posible que algo haya cambiado en la jerarquía bianconera, o es posible que, con el altísimo rango de todos los delanteros, haya desaparecido.
Defensivamente también fue un buen partido. Chiellini demostró estar ya entre los más grandes en su vuelta a la banda, sabiendo en cada momento qué hacer y por dónde moverse para parar a la dupla ofensiva Giggs & Tévez, que con sus continuos movimientos fue el mayor peligro de los chicos de Ferguson. Se vio al equipo más concentrado, más compacto. Era un partido para ver defensas y vimos dos. Al final de la segunda parte, las oportunidades de gol eran pocas. Las sensaciones, muchas. La Juventus no resistió al Manchester, sino que el Manchester no pudo con la Juventus. La prueba definitiva ha sido superada. Ahora llega el Artmedia y los partidos que importan de verdad. Vuelve la Juventus a la mejor competición de clubes del mundo. Y es que el tiempo pasa. A veces vienen malos. Unos jugadores vienen y otros, aunque duela, se van. Pero la Juventus sigue ahí.



1 comentarios:
Exacto, la Juve jamas se marchara de la leyenda.
Publicar un comentario