This is default featured post 1 title

Go to Blogger edit html and find these sentences.Now replace these sentences with your own descriptions.

This is default featured post 2 title

Go to Blogger edit html and find these sentences.Now replace these sentences with your own descriptions.

This is default featured post 3 title

Go to Blogger edit html and find these sentences.Now replace these sentences with your own descriptions.

This is default featured post 4 title

Go to Blogger edit html and find these sentences.Now replace these sentences with your own descriptions.

This is default featured post 5 title

Go to Blogger edit html and find these sentences.Now replace these sentences with your own descriptions.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Reencuentro con nosotros mismos


El martes, cada uno que esté leyendo estás líneas, seguro que descubrió algo que jamás pensó que le podría pasar con el amor de la Juventus de por medio: descubrió que es posible emocionarse en la periferia del fútbol, en un estadio pequeño, contra un equipo muy modesto, en un partido sin historia ni emoción. Que es posible emocionarse con un empate que no valía para nada en Bratislava, porque desde ahí la Juve vuela ahora hacia Madrid, Barcelona, Londres o Manchester, las capitales del fútbol, perdidas durante dos años y reencontradas ahora para poder reconquistar Roma y, como en el '96, levantar allí la Champions.

Era fácil emocionarse, porque en el campo del Artmedia la Juventus dio por terminado un periodo en el que ha pagado una multa desmedida, lleno de amarguras, llantos e injusticias, domingos melancólicos de Serie B, miércoles sin sentido ante el televisor. Y ahora todo ha terminado, la Juve se ha rebelado (más de lo esperado) y ha conseguido renacer, devolver la historia a su lugar y la sonrisa a millones de aficionados.

Sólo hace dos años (parece el paleolítico), la Juve se preparaba para el debut en Rimini. De cero, con nu nuevo equipo. Sin Capello, ni Ibrahimovich, Cannavaro, Emerson, Vieira, Thuram o Zambrotta. Pero con Del Piero, Buffon, Nedved, Trezeguet y Camoranesi: nuestros ídolos, que decidieron quedarse para echar una mano en el momento más difícil de la historia del equipo, para reconstruir, con una directiva renovada, todo el equipo sobre las cenizas aún calientes del Calciopoli.

Estaban todos el martes, o en el campo o en el banquillo, contentos por haber mantenido y cumplido su promesa y ansiosos por comenzar un nuevo ciclo victorioso, ayudados por los nuevos que han venido a dar aún más fuerza al proyecto y ser aún más competitivos, para aúnar tradición y ambición en un mismo equipo. Nos emocionamos, a pesar de ser en un partido sin importancia, con el primer gol en un partido oficial de Amauri, símbolo de un gran proyecto técnico muy ambicioso. También hay que destacar por su significado, el cambio entre Nedved y Giovinco, símbolo de dos Juventus: la vieja, que ha sabido reponerse y la nueva, que quiere dominar en Europa, como antes.

Aún así, aunque nos emocionamos, el equipo volvió a dejar las dudas que siempre ha dejado en los días clave. Se cierra el periodo negro. La Juve pasa de jugar en el estadio Matusa de Frosinone a Old Trafford o el Santiago Bernabéu. Pero que nadie se equivoque, antes habrá que pasar por el Franchi el domingo. Y ahí ya hará falta otra Juve. Que nos vuelva a emocionar.

sábado, 23 de agosto de 2008

Ahora lo disfrutamos nosotros


El tamaño no importa. Lo ratificaron el viernes Amauri y Giovinco en el San Paolo de Nápoles. Estéticamente, casi a la fuerza, Ranieri les unió en una delantera que encontró rápidamente el entendimiento. Giovinco fue el más destacado y arrancó por momentos los aplausos de un público nada imparcial como el del San Paolo, que presenció la primera exhibición con la camiseta de la Juve de Sebastian. Los arrancó con driblings, bicicletas, regates, cambios de ritmo y sprints que parecían no tener final. Mostrando un fútbol distinto y elevando a la máximo exponencia su concepto del fútbol: "soy pequeño, cógeme si puedes".

Le costó arrancar, pero tras unos minutos de observación, de voluntad más que de hechos, de intenciones sin concluir, llegó el Giovinco Show (como dicen en Italia), donde Amauri es el actor de reparto de lujo y la Juve entera ayuda a no perder el hilo argumental de la película. Empezó en el minuto 15 del Napoli - Juve, cuando Giovinco pasó de Amauri y sacó un disparo espectacular que pudo detener Iezzo. Ahí comenzó su exhibición, la primera con la Juve, y ninguno sabemos como acabará, sólo que el camino será divertido.

No sabemos cuanto jugará esta temporada y con quien lo hará, pero podemos aseverar que con Amauri, a pesar de ser físicamente diametralmente opuestos, congenia bien. En el Moretti, vimos que cuando las cosas se ponen difíciles por arriba o el rival intenta salir a la contra, Amauri es el primero en proteger el balón, en hacer de defensa, el primero en sacrificarse. Giovinco, por su parte (por su complexión), está más ligero, sin tanto trabajo, esperando una contra, un balón para poder hacer de las suyas. La gente en las gradas permanecía atentos a nuestros delanteros. Y más aún Cannavaro, Santacroce, Blasi y Cía. Pero a Giovinco eso le gusta. Quiere divertirse a costa de los rivales. Quiere que nos divertamos a su costa.

Amauri que se mueve y no deja un punto de referencia en la delantera. Giovinco que enloquece a todos cambiando de banda. Ranier que, de pié, en la banda, observa las virtudes de esta nueva pareja de delanteros de una Juventus que él ha creado y que si juega bien, en gran parte, también es gracias a él. Clase y velocidad a raudales concentrados en 164 centimetros de auténtico genio. Ahora le llaman el heredero de Del Piero, pronto pasará a ser simplemente Sebastian Giovinco.

En él está el futuro prometedor de la Juventus. Con Amauri ya fichado, ahora llegará la renovación de Giovinco. La Juventus ha demostrado que apuesta fuertemente por él y la renovación con un jugador que ha crecido alimentándose de yogures y Juventus no será nada difícil. Dicen que tendrá un contrato profesional, al menos, hasta 2013. Giovinco entra por derecho propio en el elenco de los ídolos de la juventinità. El jueves ganó su primer trofeo. Amistoso, vale, pero bien. Porque ganando se crece. Y creciendo se gana.

lunes, 18 de agosto de 2008

Doble KO


Trofeo Berlusconi: Milan - Juventus, 4-1
Milan (4-3-2-1): Abbiati (1’ st Dida); Zambrotta (19’ st Oddo), Bonera (41’ st Darmian), Faval­li, Jankulovski (36’ st Antonini); Gattuso (19’ st Brocchi), Pirlo, Am­brosini (39’ st Carda­cio); Flamini, Seedorf (31’ st Viudez); Paloschi (1’ st Inzaghi). Entrenador: Carlo Ancelotti.
Juventus (4-3-1-2): Chimenti (1’ st Mannin­ger); Grygera, Mellberg, Chiellini (35’ pt Legrottaglie), Molinaro; Sis­soko (17’ st Rossi), Poulsen, Nedved (1’ st Ekdal); Tiago (17’ st Esposito); Del Piero (17’ st Pasquato), Amauri. A disposición: Saliha­midzic, Ariaudo. Entrenador: Claudio Ranieri.
Arbitro: Roberto Rizzoli
Goles: pt 21’ Jankulovski, 25’ Ambro­sini; st 7’ Inzaghi, 26’ Pasquato, 34’ Ambrosi­ni.

Paradojicamente, de todas las malas noticias que dio ayer la Juventus, una derrota 4-1 contra el Milan es la que menos importa ahora mismo. Afortunadamente, llegaron también buenas nuevas desde San Siro, donde los auténticos ganadores (al menos para nosotros) fueron los chavales que Ranieri sacó al campo en los minutos finales del partido, que revivió con la magia de Pasquato, la lucha de Esposito y la calidad de Rossi. El problema es que, no obstante esto, el Trofeo Berlusconi hace flojear el optimismo, desaparecer la euforia y, sobretodo, deja muchas, muchísimas dudas sobre el nivel de la defensa y a uno de los mejores (precisamente en esa línea), lesionado de gravedad. El Milan, por su parte, se reencuentra con el gol después de cuatro amistosos defraudantes que han puesto en duda la calidad de la plantilla rossonera. Por otra parte, hay que apuntar antes de nada, que el 4-1 es un resultado muy engañoso. Principalmente, porque el más destacado del choque fue el árbitro Rizzoli, que anuló un gol completamente válido a Amauri con el 0-0 y decidió no pitar un clarísimo penalti a Ekdal con 3-1 en el marcador. Por lo que, atendiendo a estos fallos arbitrales, el empate hubiese sido un resultado más que justo y, seguramente, merecido. También porque la Juventus salió bastante mejor que el Milan, superado en el inicio por la Juve, que hizo valer su superioridad física.

La primera buena noticia para la Juve es la excepcional relación entre Del Piero y Amauri. Los dos se buscan, se encuentran; funcionan. Amauri quería desterrar las dudas que la gira inglesa dejó sobre su rendimiento y poner sobre el césped de San Siro toda su calidad, que no es poca. Del Piero, por su parte, alargó a un partido más la serie de partidos disputados a gran nivel en esta pretemporada. Juntos, Del Piero y Amauri, demostraron que pueden ser una pareja realmente explosiva. Tras varios destellos de clase (A los 3 minutos Del Piero dejaba boquiabierto San Siro con un toque de tacón sublime y en el 10' Amauri con un dribling mandó a por pan a dos defensas del Milan) llegó el culmen en el 17': Del Piero controla de manera increible el balón en tres cuartos de campo y encuentra a Amauri, que parte al filo del fuera de juego (Favalli habilita su posición). El brasileño la engancha y fusila a Abbiati. Rizzoli anula el gol, pero la Juventus parece muy superior a otro decepcionante Milan.

Todo esto, no obstante Tiago, el timón de un barco que no funciona. Principalmente por culpa del portugués, triste y mustio como el más lentos de los fados. A parte de crear el juego, con su posición avanzada, Tiago tenía la misión (que se reveló imposible para él) de cubrir a Pirlo, pero dejó el centro , del campo sólo para Poulsen y Sissoko. Ambos no pudieron contra un centro del campo del Milan muy compacto y no exento de calidad con Ambrosini, Pirlo, Seedorf y Gattuso. Demasiado para Sissoko y Poulsen, que taparon lo que pudieron, pero, más que nada, dejaron pasar, por lo que la defensa se encontró desguarecida, viendo como los atacantes del Milan entraban a menudo e incluso abusaban del uno contra uno. Particularmente, el partido de Seedorf fue demoledor para la defensa bianconera. Aunque el primo gol llegó de los pies de Jankulovski, que tras robarle la posición a Molinaro, sacó un inocente disparo que Chimenti se comió. La respuesta de la Juve no se hizo esperar, con una bonita combinación entre Del Piero y Amauri que se perdió cerca de la portería. Pero el Milan ya estaba encoraginado y la Juve sin ideas, por lo que la supuesta superioridad física quedó inservible. En el 25', Seedorf buscó el cara a cara con Grygera (pésimo partido para él, más allá de la dificultad que supone defender sin la ayuda del centro del campo), lo superó y sacó un centro para que Ambrosini, adelantándose a Molinaro en el segundo palo, marcase el 2-0. Una acción, el gol del Milan y la mala defensa de la Juve, que habrá que ver una y mil veces en Vinovo (junto a otros muchos errores defensivos que pudimos ver ayer) para estudiar y no dejar que se vuelvan a repetir.

La lesión de Chiellini en los mintos finales del primer tiempo condicionó psicologicamente a la Juve, aunque Legrottaglie (que también le ha sustituido en la convocatoria con la selección) estuvo a punto de marcar de cabeza. La segunda parte empezó mal: Inzaghi bate a Manninger (mucho mejor que Chimenti) aprovechándose del enésimo centro de Seedorf (que volvió a torear a Grygera). Con el 3-0 y dando el partido ya por perdido, Ranieri decidió dar entrada a todos los jóvenes. En el 25, tras una asistencia de Esposito, hizo el 3-1 Pasquato (la jugada nació en los pies de Rossi). Dos minutos después, Ekdal fue víctima de un penalti y acabó sancionado y más tarde, en el 31', Pasquato pudo redondear su noche con el segundo gol, que no llegó. Los chavales jugaron un gran partido en San Siro y arrancaron una sonrisa del gesto serio de Ranieri. Poco pudo reir, porque después llegó el cuarto de Ambrosini.

jueves, 14 de agosto de 2008

La Champions vuelve a tener a la Juve


Champions League, 3ª ronda previa: Juventus - Artmedia Bratislava, 4-0
Juventus (4-4-2): Buffon; Grygera (16’ pt Ia­quinta), Legrottaglie, Chiellini, Molinaro; Ca­moranesi, Sissoko, Poulsen, Salihamidzic; Trezeguet, Del Piero (27’ st Amauri). A di­sposición: Chimenti, Zebina, Mellberg, Ekdal, Pa­squato. Entrenador: Claudio Ranieri.
Artmedia Bratislava (4-4-2): Kamenar; Fodrek, Cisovsky, Salata, Urbanek; Piroska (1’ st Obzera), Goncalves Anderson, Velicky, Kozak; Pospe­ch (37’ st Oravec), Halenar (24’ st Cleber). A disposición: Hyll, Mraz, Szabo, Hasek. Entrenador: Weiss.
Arbitro: Kiros Vassaras (GRE), amonestó a Obzera y Chiellini.
Goles: pt 8’ Camoranesi, 26’ Del Piero, 39’ Chiellini; st 45’ Legrottaglie.

Michel Platini, después del descenso administrativo de la Juventus, dijo: "A la Juve no le falta la Serie A, a la Serie A le falta la Juve". Ahora es la Champions la competición que puede sentirse orgullo por volver a acoger a la Juventus de Turín ochocientos sesenta y un días después. Fue el segundo gol, el de Alex Del Piero, el del jugador que más temporadas ha disputado con la Juventus, celebrado con una rabia insolita, el que significó la clausura del infierno de la Serie B, de los campos de la periferia. Que la Juve no es un equipo de Serie B, es de Champions y en el sentido literal. Y lo hace (a falta de confirmación el próximo día 26), tras vencer al Artmedia de Bratislava por un 4-0 que reflejó las diferencias reales mostradas sobre el campo y amplificadas en cada fogonazo de Alex Del Piero.

El partido de ayer lo esperabamos desde hace dos años, alimentando cada día las ganas de revencha que tenía dentro cada aficionado y que han sido el principal acicate de la 'vieja guardia' durante tanto tiempo. Cosa que se vio con el pitido inicial, después del cual la Juve salió a tope, como un corredor olímpico en los 100 metros. Dos balones largos y la Juve ya había sacado tres corners. En el tercero, Del Piero ya estuvo a punto de marcar, pero su cabezazo se fue rozando el palo izquierdo de Kamenar, el portero eslovaco admirador de Buffon, pero que viendo, especialmente, el gol de Chiellini, no se le asemeja en nada. Pero tampoco importó mucho, porque en el minuto 8 llegó el gol en la culminación de una jugada que empezó el capitán, dejándosela a Grygera. El checo resvaló frente al defensor eslovaco, pero el balón cayó rebotado hacia atrás a los pies de Camoranesi, que con una muestra más de su soberbia clase la puso con sutileza en la escuadra derecha de Kamenar. De volea, con frialdad.

Llegados a este punto, la Juve ya tenía cumplido el primer objetivo: abrir el marcador. Y el colateral: el Artmedia adelantó líneas y empezó el aplastante dominio bianconero. En parte gracias a la gran lavor de Camoranesi, muy incisivo por la banda y también de Ranieri. El centro del campo con Poulsen y Sissoko dio un rendimiento más que aceptable, demostrando el acierto del técnico a la hora de elegir al danés para el puesto (si bien es cierto que aún se vieron algunos fallos propios de estas fechas). El mister también estuvo soberbio en la primera mitad, cuando en el minuto 15, tras la lesión de Grygera, apostó por Iaquinta, por el 4-3-3 y por atacar para ganar el partido. Salihamidzic al lateral zurdo y Iaquinta, junto a Trezeguet, moviéndose por esa misma banda. Pero el que sobresalió fue, una vez más, Alessandro Del Piero, autor de un segundo gol de fábula y de toda una serie de asistencias y jugadas preciosas que los demás no pudieron aprovechar. Espectáculo en estado puro, pero ni el capitán ni el resto del equipo dejaron de luchar y siguieron con la mirada firme buscando la victoria y sellar la clasificación. Una entrega al partido brutal que produjo el 3-0 en el 39', cuando Chiellini se anticipó al portero del Artemdia para rematar una falta botada por Camoranesi. Un resultado que llegó gracias al hambre de la Juve, pero también hay que decirlo, a la debilidad del Artmedia, que no presentó a penas credenciales y jugó como un equipo pequeño.

Con respecto a la temporada pasada, la única novedad que vimos fue Poulsen, que jugó en el puesto de Zanetti, lesionado. Por lo que aún no podemos decir que le ha quitado el sitio de manera definitiva. El danés participa menos en la creación de juego que Cristiano, pero su papel se revela fundamental: el equipo está más desahogado y la seguridad defensiva ha aumentado con su presencia. En cuanto a la delantera, la mejor arma de la nueva Juve, vimos casi lo mejor de la pareja Del Piero - Trezeguet (ayer al francés sólo le faltó marcar) y, no obstante la presencia de Iaquinta, no podemos todavía hablar de tridente, ya que el ex Udinese jugó muy a la banda y Amauri lo hizo sólo 20 minutos. Además, el último gol (como el tercero), lo marcó otro defensa, Legrottaglie, confirmándose en el 'once', con el tiempo ya cumplido, y dejando el camino casi resuelto para la vuelta. Al final del partido, con el gol de Legrottaglie, la curva cantaba 'siamo tornati, siamo tornati...' Cierto, todo muy bonito, especialmente ayer, pero junto al corazón, hay que pensar con la cabeza. El entusiasmo es latente en torno a un equipo profundamente renovado y que vuelve a ser muy ambicioso. Pero el camino hacia Roma es muy largo y más duro aún.

martes, 12 de agosto de 2008

Más historia


En ocasión de su penúltima renovación, Alex Del Piero escribió un mensaje hacia la afición en el que decía sentirse "orgulloso de ser juventino, de ser una bandaera. Pero en realidad sólo soy una pequeña parte de la gran bandera bianconera". La innata modestia de Del Piero esconde el tamaño real de esa "parte" de bandera; posiblemente el más grande en más de un siglo de historia. Esta noche, Alex podrá agrandar más aún esa bandera y aumentar el tamaño de su parte: contra el Artmedia empezará oficialmente su decimosexta temporada como juventino. Más que Boniperti o Beppe Furino, más que uno de los iconos de la juventinità, Gaetano Scirea. Prácticamente una vida que empezó la tarde del 12 de septiembre de 1993, en Foggia cuando un jovencísimo Alessandro hacía su primera aparición en Serie A. Un rito, el de salir a jugar, que desde entonces, il capitano, entre Serie A y las diferentes competiciones que ha jugado con la Juve, ha repetido otras 599 veces, logrando un record de partidos jugados que difícilmente alguien podrá superar (también porque Del Piero piensa todavía en batir su marca semana tras semanas, hasta los 40 años). El partido de esta noche será su partido número 107 en competiciones europeas, donde ha sumado 43 goles. 37 de ellos han sido en Champions, donde tiene una media anotadora de casi medio gol por partido.

La historia de Del Piero en la Juventus ha estado llena de triunfos y victorias que empezó una semana después del debut, el 19 de septiembre del '93, cuando, en Delle Alpi, Del Piero marcaba su primer gol juventino a la Reggiana. El primero de una larguísima lista, porque después de ese han llegado otros 241. Hay quien dice que Alex estaba predestinado, que era uno de esos agraciados por la mano del Señor. Pero todos podemos convenir que nadie podía calcular las dimensiones de esa 'predestinación', que ha pasado de largo las dimensiones de los mejores augurios.

Aunque es cierto que su carrera, en ocasiones, se ha desempeñado entre altos y bajos; lesiones y entrenadores que no creían demasiado en sus características, lo confinaban en el banquillo y después recurrían a él en el momento más delicado; complicaciones contractuales y el dolor y la impotencia de un descenso dictado por un tribunal deportivo (si es que se le puede dar tal honor en el calificativo). Hubo un escritor colombiano y aficionado de la Juve, Efraim Medina Reyes, que describió con gran dolor, amargura y acierto: "En la galería de mis ídolos, Alessandro Del Piero se había ganado un sitio justo al lado de Michel Platini. Los ídolos no pertenecen al mundo real, forman parte de la fantasía: la persona puede morir, pero el ídolo siempre queda. A la persona no se le perdona nada, al ídolo, sin embargo, todo. Nunca he sabido quien era Alessandro Del Piero fuera del campo, ignoro todo lo que pasa en su vida, le he seguido como futbolista y sufro al saber que ha muerto. No el hombre, el sueño. Verle vagar como un fantasma en la Serie B es una realidad que no puedo soportar".

Hoy, por decimosexta vez consecutiva, volverá a debutar con la Juventus, poniendo al servicio de la Signora toda la magia que aún tiene a sus 33 años. Y en ese momento, cuando Alex vuelva a estar bajo los acordes de la Champions, pasarán recuerdos de años de vida y decadas dedicadas a su amor. Y pase lo que pase, esta noche o dentro de dos años, Alex estará para siempre en el corazón de cada juventino. Nadie lo hubiese imaginado cuando hace 16 años la Juventus de Boniperti aceleró para quitarle aquel jovencito del Padova al Milan pagando los sietes millones de Liras que pedían por él. Un precio demasiado corto para pedazo tan grande de historia.

domingo, 10 de agosto de 2008

Este verano sí


Sólo hemos visto unos pocos amistosos, pero con eso nos basta. Lo que se ha visto ha dejado una sensación clara y confortante: los nuevos fichajes de la Juve van. Han sido acertados. Surgieron dudas en torno a la contratación de Christian Poulsen por su posible falta de calidad o la conveniencia de fichar a un centrocampista tan parecido a los que ya forman la plantilla. Pero hoy ya nadie duda del danés, ni de su calidad. Poulsen era la primera decisión de Ranieri, a pesar de ser el último fichaje del verano. Así las cosas, podemos decir con rotundidad que la dirección deportiva ha atinado con los fichajes. Las impresiones no pueden sino mejorar si comparamos los fichajes con los del verano pasado, cuando para la famosa reconstrucción del mediocampo se eligió a Tiago y Almirón. Ambos fueron acogidos con ilusión y entusiasmo. La crítica era muy favorable. Después, empezaron los problemas, la falta de entendimiento, la inadaptación ya desde el primer amistoso de pretemporada, y todos sabemos como ha terminado esa historia. La de Almirón, porque a la de Tiago aún le queda algún capítulo por escribir; el del Fenerbahçe.

Pero esta vez las expectatovas se encuentran correspondidas. Una de las más agradables sorpresas está siendo Albin Ekdal, aparentemente, el fichaje perfecto. El joven sueco fichado de la segunda división sueca ha dejado boquiabiertos a todos los técnicos del equipos, mostrando una enorme personalidad desde el primer partido y confirmando su gran calidad cada vez que ha salido al campo. Ranieri se ha dado cuenta de que un talento así no puede ser confinado en el equipo Primavera, sino que hay que seguirlo muy de cerca y puede ser muy útil. por su capacidad para crear juego De momento se queda con los mayores, después ya se verá. Si Poulsen saca lo mejor de sí y las cosas van bien, o si llega un fichaje imprevisto (Aquilani o Stankovic), Ekdal podría ser cedido, posiblemente en enero, visto ya el transcurso de los acontecimientos, para jugar con continuidad en otro equipo. La decisión no está nada clara. Lo que parece claro, porque aún no ha sido cedido, es que, al menos, hasta enero, seguirá en la Juventus. Ranieri está mirando todas las opciones para poder obtener el máximo rendimiento del jugador, porque sabe que es mucho. Como dicen en Italia, un fichaje complementario se ha convertido en un colpo di mercato. Y puede ser uno de los mejores fichajes del año.

Otro sueco, Olof Mellberg. Con Ekdal sólo tiene en común la nacionalidad, nada más. El central, muy experto y veterano, es el capitán de su selección, ha llegado para aportar más solidez a la defensa bianconera. Parece que Mellberg, que llegó libre del Aston Villa, ha resultado otro buen fichaje. Los primeros partidos de Mellberg con la Juventus nos dejaron más de una duda, y rápidamente le etiquetamos con mil defectos. Pero el sueco ha reaccionado a la altura de las circunstancias con grandes partidos; sobretodo contra Arsenal y Manchester United. De momento no tiene un sitio fijo en el equipo, pues le pertenece a Legrottaglie, pero será muy importante durante la campaña. Y por lo poco que se le ha podido ver, Dario Knzevic también es apto para la Juve. Ha encontrado rápidamente el entendimiento con sus compañeros y la única duda en torno a él, un experto en el calcio, es su estado físico.

Y después está Amauri, que merece un a parte. La Juventus ha realizado en él la mayor inversión de los últimos años. Empezó la pretemporada como un rayo, pero su rendimiento ha disminuido ligeramente en los partidos más importantes. Aunque también es cierto que son esos los partidos en los que la Juve se concentra más en otras facetas, por los que el poder de los delanteros se ve reducido contra defensas más fuertes. Le criticaron porque costó más que Ronaldinho, pero lo cierto es que ya lleva siete goles más que el Gaúcho. La competencia que existe en el ataque de la Juventus, que ha juntado a los mejores jugadores de Italia, tendrá que ser un estímulo para que su rendimiento no decaiga.

viernes, 8 de agosto de 2008

Temblad, Del Piero ha vuelto


Bajo la lluvia, como en las películas de amor, asistimos anteayer a la vuelta de Alessandro Del Piero. Tres semanas después de volver a los entrenamientos, el capitán cogió el mando del equipo en el amistoso más prestigioso e importante de todo el verano bianconero, briilando con luz propia en un estadio que siempre le ha gustado y en el que siempre ha gustado. El 0-0 resulto a todas luces positivo, principalmente porque poder contar con Del Piero es la mejor noticia que podía tener Claudio Ranieri a seis días de la previa de la Champions.

Del Piero está, y cuando está, se ve. Desde el principio, cuando tras veinte minutos busca la combinación con Camoranesi, con el que buscó y encontró el entendimiento durante todo el partido, y roza el gol, evitado por Ferdinand, que despeja correctamente. Del Piero está y se le ve cinco minutos después cuando inventa un pase de más de 30 metros, digno del mejor de los pasadores, que Iaquinta no controló correctamente. Del Piero estaba y se le vio en el minuto trenta, cuando intentó crear un número de magia dentro del área: le salió, pero su centro fue desviado por Evra. Del Piero estuvo y se dejó ver en un puñado más de ocasiones en las que el público de Old Trafford le respondió con un "ohh" de admiración y sorpresa o entre aplausos, ya que en Inglaterra no se ruborizan a la hora de reconocer el talento de un rival.

Del Piero está y se mueve. Se dio cuenta de que el equipo sufría en el centro del campo, y muy a menudo bajó unos metros para echar una mano en la construcción o para hacer algo imprevisible en las acciones de ataque de la Juve junto a Camoranesi. Del Piero está y se mueve; señal de que físicamente está mejorando y que, dentro de 15/20 días, en los partidos clave de la previa de la Champions y en el debut contra la Fiorentina en Serie A, estará al máximo.

Del Piero está, y no podría ser de otra manera, porque para él no será una temporada cualquiera; será la temporada en la que volver a ganar algún trofeo o, por lo menos, poder disputarlo de verdad. Es la temporada de volver a pisar Old Trafford y asustar al Manchester y demostrándose a la altura de los campeones de Europa, como pasó el miércoles. Además, el partido de ayer había sido denominado como la prueba general de la Champions League. Sí, el último antes del Artmedia, pero era un partido especial para 'la vieja guardia', que quería volver a enfrentarse a uno de los rivales de siempre, en uno de los estadios de siempre, para ver qué había cambiado durante su ausencia. Casi nada. O quizá nada.

Algunas de las estrellas que frecuentaban Old Trafford en los tiempos de Lippi ya no visten la bianconera, pero el espíritu, también en los nuevos, es el mismo que entonces. Giorgio Chiellini es el Montero de aquella Juve, Salihamidzic recuerda a Di Livio y Sissoko parece Davids. Del Piero, al igual que Buffon, recuerda a sí mismo. Sin que de ninguna manera los diez años transcurridos hayan incidido en su clase suprema. Del Piero, al igual que entonces, está.

Y con él está toda la Juventus. Porque el empate contra los campeones de Europa, en un partido jugado con muchísima intensidad, es una señal inequívoca de solidez. El partido de ayer hubiese podido ser perfectamente un partido oficial de Champions con algo más que el honor en juego. Tres puntos de la fase de grupos o un pase a la siguiente ronda. El resultado hubiese sido muy positivo, como lo fue ayer. Además, si tenemos en cuenta que el Manchester empieza ya la próxima semana la competición oficial y que deberían estar más a punto que nosotros, la mirada es mucho más positiva.

Del Piero está. La Juve, como equipo, también. Falta, quizá alguna señal, algún detalle de calidad individual, algún toque de clase que le dé más calidad e improvisación al ataque. Falta un Camoranesi más en forma, un Amauri 100% dentro del equipo y sin miedo, y, por qué no, un Giovinco cargado de confianza para probar un regate contra los monstruos de las defensas italianas. Porque Del Piero está esperando.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Prueba más que superada


Amistoso: Manchester United - Juventus, 0-0
Manchester United (4-2-3-1): van der Sar; Brown (1' st Da Silva), Vidic (33' st Evans), Ferdinand, Evra; Fletcher (1' st Gibson), Ò Shea (25' st Possebon), Scholes,Martin (20' st Silvestre), Giggs; Tevez (25' st Campbell). Entrenador: Sir Alex Ferguson.
Juventus (4-4-2): Buffon; Grygera, Mellberg, Legrottaglie, Chiellini; Camoranesi (16' st Marchionni), Poulsen (44' st Tiago), Sissoko (37' st Ekdal), Salihamidzic (29' st F. Rossi); Del Piero (26' st Trezeguet), Iaquinta (1' st Amauri). Entrenador: Claudio Ranieri.
Árbitro: Peter Walton (ING).

Un cero a cero en el estadio de los campeones de Europa puede no ser suficiente dentro de seis meses. Ayer no fue un premio, fue una recompensa al trabajo bien hecho. Siempre es díficil poner en apuros al Manchester United; un equipo que ha ganado seis de las últimas diez ligas inglesas y siempre bajo la dirección de un mismo técnico, pero tiene un mérito especial hacerlo sin echarse a las barricadas, mostrando carácter, con garra y contestando a cada golpe que da el rival. El empate de ayer fue uno de esos espectáculos que sólo pueden ofrecernos los más grandes de Europa. Y fue la confirmación de que la Juventus, a pesar de llevar tres años sin jugar la Champions, es uno de esos equipos. Quizá ayudado por el escozor de ver como frente a sus labios, mientras el túnel de vestuarios les mantenía a la sombra, el Manchester ofrecía el título de la Champions League a Old Trafford. La 'vieja' Juventus, la formada por Buffon, Nedved, Camoranesi, Del Piero y Trezeguet tenía en ese momento la certeza de haber dejado el pasado atrás y que ciertas épocas, al fin, aunque no sin trabajo, están siendo olvidadas.

A riesgo de ser impopular, de ser masacrado por la crítica y de que el equipo no diese la talla, Ranieri sacó un equipo con más fajadores que estilistas. Chiellini en el lateral zurdo antes que Salihamidzic, que pasó, sin pena ni gloria, a ocupar la posición de Nedved, que no jugó por precaución y porque tampoco estará en el partido de ida de la previa de la Champions. En el centro, dejaron buenas sensaciones Sissoko y Poulsen, que jugaban juntos por primera vez. Al danés se le vio algo encojido en un escenario tan grande como Old Trafford, pero con el paso de los minutos fue perdiendo las cadenas e impuso su ley en el centro. Siempre ayudado por Sissoko, espectacular en la facilidad que se le vio para salir a la contra, apoyándose en Camoranesi y Del Piero. Un Alex que volvió a ser. Mientras sus compañeros se esforzaban en trabajar y en detener los ataques del United, él quería divertirse y divertir. Con jugadas de salón, con regates, con vaselinas (que no pudieron nunca finalizarse, lo que le causó más de un problema al equipo, debido al gran peligro a la contra que tiene el United) despejó las dudas y se ganó la admiración de Old Trafford, que, cuando fue sustituido en la segunda parte, le despidio con una ovación, con tintes de doble sentido para Sir Fabio Capello, flamante seleccionador inglés, que vio el partido desde el palco. No fue la confirmación de Del Piero, fue la confirmación de un equipo que tiene un poder ofensivo envidiable. Como en los tiempos en que los Scudetti se ganaban cada año, la Juventus tiene una delantera que en nada desmerece a una en la que estén Ibrahimovic o Mutu. Aunque otros quieran ver un problema en el hecho de que fuese Amauri el primer delantero en salir desde el banquillo. Es posible que algo haya cambiado en la jerarquía bianconera, o es posible que, con el altísimo rango de todos los delanteros, haya desaparecido.

Defensivamente también fue un buen partido. Chiellini demostró estar ya entre los más grandes en su vuelta a la banda, sabiendo en cada momento qué hacer y por dónde moverse para parar a la dupla ofensiva Giggs & Tévez, que con sus continuos movimientos fue el mayor peligro de los chicos de Ferguson. Se vio al equipo más concentrado, más compacto. Era un partido para ver defensas y vimos dos. Al final de la segunda parte, las oportunidades de gol eran pocas. Las sensaciones, muchas. La Juventus no resistió al Manchester, sino que el Manchester no pudo con la Juventus. La prueba definitiva ha sido superada. Ahora llega el Artmedia y los partidos que importan de verdad. Vuelve la Juventus a la mejor competición de clubes del mundo. Y es que el tiempo pasa. A veces vienen malos. Unos jugadores vienen y otros, aunque duela, se van. Pero la Juventus sigue ahí.

martes, 5 de agosto de 2008

Un 'fichaje' excelente

El sábado, los espectadores del Emirates, a quienes les gusta paladear buen fútbol, se preguntarían quién era aquel número 32 de la Juve. Un tipo veloz, técnicamente interesante: un extremo semi desconocido, pero a la altura de la Juve, que, además, por sus características, se adaptaría perfectamente al fútbol inglés. Se llama Marco Marchionni y hasta el momento es uno de los mejores de la pretemporada bianconera. Una sorpresa. Simplemente porque no existen parámetros con los que comparar el rendimiento del ex capitán del Parma. Llegó a la Juve de la mano de Capello hace dos temporadas (aunque nunca jugó con él, pues en ese mismo verano, tras el descenso al infieron, el técnico huyó), pero en terminos prácticos es como si su debut se hubiese ido aplazando poco a poco.

Porque no hemos visto todavía al verdadero Marchionni, y no estamos utilizando la expresión, es literal. Durante su estancia en la Juve se ha pasado más tiempo recuperándose de las numerosas lesiones que ha sufrido que jugando en el césped. Una mala suerte increible. Cuando llegó a la Juve (tras una larga disputa con Roma y Fiorentina), lo hizo con un objetivo claro: confirmarse como uno de los mejores extremos de Italia como vimos en el Parma y ayudar al equipo a ganar títulos. Y sin embargo, ha visto como sus sueños han estado a punto de esfumarse. Con su llegada, el equipo descendió a Serie B, un duro golpe. Aunque más lo han sido sus lesiones en cadena, que han terminado por dejarle expuesto al cambio de los vientos del mercado de fichajes mientras veía como los triunfos los cosechaban otros desde la grada; el banquillo en el mejor de los casos. Pero ahora, Marchionni ha vuelto y, si el destino le concede una tregua, sabe que puede volver a tomar el control de la situación y de su carrera.

Aunque es cierto que a principios de la pretemporada volvió a asustarse, ahora es de los mejores del equipo. Fue el primero en lesionarse en la concentración de Pinzolo, y parecía que se iba a repetir la historia de siempre de Marchionni: un jugador que forma parte de la plantilla, pero sin relación con el equipo. Ahora está bien. Y cruza los dedos, encomendándose a cualquier deidad que pueda sentirle. Ni siquiera le gustará que la gente hable de sus lesiones. Ahora está bien, está sorprendido y quiere silencio para no romper la magia del momento. El viento ha cambiado y Marchionni puede ganarse un sitio en esta Juve, darse a conocer entre la afición y volver a ser un ídolo, como lo era en el Parma. Todo el mundo quedó algo extrañado cuando, por sorpresa, llegó gratis del Parma varios meses antes de que terminase la competición. Fue el último fichaje de Luciano Moggi antes del cataclismo. Y se vio de repente en Serie B si ni siquiera saber por qué. Hubiese podido rebelarse y abandonar el equipo, y sin embargo no sólo se adaptó a la situación de la Juventus, sino que desde el principio trabajó duro para devolver a la Signora a su casa. Pero una serie de lesiones de distinta índole, en particular un desagradable problema en su pie derecho, le impideron jugar con continuidad con Didier Deschamps. Intentó olvidarlo todo y empezar de cero otra vez con Ranieri, que siempre ha contado con él. Porque Marchionni es un futbolista de verdad, un trabajador serio de los que aprecian los entrenadores. Pero la temporada pasada volvió a vivirla entre lesiones infinitas.

Ahora que el tiempo de recaudar fondos con las ventas parece haber terminado, Marchionni se convierte en un 'fichaje' muy útil para Ranieri, ya que es un gran extremo que se adapta a cualquiera de las dos bandas, creando espacios por velocidad en el ataque. Dio una exhibición en el Tim y contra el Arsenal y esta tarde jugará seguramente de inicio contra el Manchester. Además, posee la experiencia internacional que ganó con el Parma y con la selección Sub -21. Nunca pierde su posición y sabe respetar las consignas tácticas del entrenador, lo que no le impide aportar muchísimo dinamismo al juego, con sus cambios de ritmo y orientación. En definitiva, ha sido otro fichaje para la Juve. Desde el propio club le aconsejaron marcharse, ha querido quedarse y no se ha desanimado ante las adversidades. Ahora es su momento y quiere seguir sorprendiendo a todos.

domingo, 3 de agosto de 2008

Un borrón en la cuenta nueva


El 3-0 de ayer contra el Hamburgo fue una brecha en la ceja: daño menor, pero aparatoso vendaje. Antes o después tenía que llegar la primera derrota de verdad de la pretemporada, fruto del agotamiento físico y mental al que se está viendo sometido un equipo que necesita dar el 200% para triunfar esta temporada. 45 minutos de confusión de un equipo con jugadores desubicados todavía no pueden ensuciar el excelente trabajo de la pretemporada. La derrota de ayer fue un borrón en la cuenta nueva con la que la Juve ha empezado este curso. Una cuenta llena de lucha, garra, ganas de ganar, de jugar bien y de divertirse. De demostrar que las críticas son infundadas y que el grupo de este año está a la altura del mejor equipo italiano de la historia (por mucho de que a muchos le moleste). Obviamente, la Juve acusó la ausencia de Buffon y la falta de compenetración de las tres parejas que forman la columna vertebral del equipo (Legrottaglie - Knzevic; Poulsen - Ekdal y Del Piero - Amauri) en la primera mitad, así como la posición de Salihamidzic, que pierde definitivamente su sitio en el equipo en detrimento de un Marchionni super, en el lateral izquierdo.

Pero en la segunda parte, la Juve se rehizo. Con carácter y determinación. Siendo la Juve. La Juve de siempre. La mejor Juventus. Pareciendo el equipo que el día anterior derrotó al Arsenal, un equipo que cosecha alagos por donde va. El equipo consiguió derribar el embrujo de Londres, donde empezó la caída (en Champions) que terminó con el equipo en Serie B, cosechando una victoria de Champions, demostrando que lo de la Juve son los grandes escenarios, los mejores estadios del mundo. Donde uno se crece y las victorias cobran otras dimensiones. Hemos visto este fin de semana, obviando la primera mitad del partido contra el Hamburgo, que cada uno ha encontrado su posición sobre el campo, el equipo está compenetrado y los mecanismos de juego empiezan a funcionar. La defensa no pierde el sitio por mucho que le asedien, en el centro se cierra muy bien y se crean las acciones ofensivas con audacia y la delantera está siempre dispuesta a dar el golpe de gracia. Marcó Trezeguet y ya ha dejado de ser noticia. Trezeguet le hace falta a la Juve. Demostró, como si hiciese falta, que sus dotes anotadoras son un valor adjunto de ulterior calidad para el juego de la Juve. La Signora se remangó las mangas y se puso a trabajar después, mostrando unas grandes dosis de carácter y determinación. Aguantando las acometidas del rival y siendo fuertes en defensa. Gran partido de Mellberg, que de vuelta a Inglaterra, en un escenario habitual para él, jugó sus mejores minutos en la Juventus.

Después llegó la primera parte del Hamburgo. Y con ella algunos temores. O algunas dudas. Rossi y Ekdal no estuvieron tan frescos como en los partidos anteriores y la defensa perdió la seguridad que poco a poco ha ido ganando. Pero tenía que llegar. Un aviso de cara a la previa de la Champions, que, a pesar de jugar el miércoles contra el Manchester, es lo único que importa ahora. Y de cara a ese partido se ve a un equipo que tiene en el crecimiento partido tras partido su mejor virtud. Al comenzar la pretemporada, Ranieri comentó que en los partidos por Europa, la Juve se llevaría alguna bofetada en la cara. De momento ha dado muchas. Y ayer recibió la del Hamburgo. Bueno para despertar y seguir creciendo.

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More